Desollado (gaceta versicular) SOCK .pdf
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DESOLLADOS (gaceta versicular) de Sock
2012, Ebookprofeno
ebookprofeno.blogspot.com
[email protected]
Colección: Válvula de escape
Ideólogo Editorial: Felipe Zapico Alonso.
Diseño y maquetación: Sol Cabañas Arias
Fotografías: Felipe Zapico Alonso
Gracias a todos los artistas urbanos, graffiteros y demás
animadores de las grises paredes de nuestras ciudades.
Depósito Ilegal: 2-2012
Imprime: Cada uno el suyo
Libre 100% de cloro e I.S.B.N.
Primavera, 2012
Reconocimiento - NoComercial - SinObraDerivada (by-nc-nd): No se permite
un uso comercial de la obra original ni la generación de obras derivadas.
Creó nuestro compadre Urdiales un personaje para su
célebre cacería del Snark, que llevaba un traje todo de
periódico, con gorro de periódico. Diario de uno mismo,
Desollado, sugiere la piel como lugar de escritura.
Cicatriz y tatuaje, nombres de la piel que son el miedo,
recuerdo haber escrito en mi lejana juventud. El mensaje
en una botella que SOCK lanza al mundo, en modo
vocero o noticiero de sí mismo, tiene partes como le
hubiese gustado decir al bueno de Jack.
Pero, aunque de cabotaje, la navegación del autor no
quiere quedarse en el amarre del yo-mi-me-conmigo y
sale a la bocana del puerto. Hay exteriores, porque los
afueras también pueden ser propios: mis afueras. Viajes,
sucesos... Heridas que mezclan la escritura en la tela. Y
la piel se va preparando para la espátula de una mirada
moral. Diario de a bordo, consejo de redacción nocturno...
Entre lo íntimo y lo que está a punto de ser gritado:
un niño traspasa el cuerpo del lector sin despeinarse, con
su mazo de periódicos y uno no sabe qué pensar, quién
es el muerto.
Pero el hollejo también es piel, lo que envuelve la
pulpa, lo que se destila en los alambiques clandestinos
de las afueras, para crear un licor que nos aturda: In
vino veritas (la verdad está en el vino). Ya, ya, ya... Yo
leo a Kierkegaard y estoy cansado de palabras.
En los tiempos del caranabo (o feisbuz, el avestruz)
parece arqueología la prensa. Pero Sock nos retrotrae a
aquella convivencia íntima, celebra aquella carta que nos
llegaba a diario. Le pintábamos cuernos y escupíamos
en las fotografías de los poderosos, creíamos en el
absurdo conmovedor de sus horóscopos, envolvíamos el
bocadillo y nos limpiábamos el culo con las páginas de
economía... Y así la letra con sangre entra, en la piel,
en la saliva de los desollados por la pura vida. Páginas
para prender de nuevo un fuego.
Víctor M. Díez
Entre esas pequeñas flores hay luz.
La poesía, para muchos, puede ser libertad expresiva.
Para otros, pocos, es “la voz del cuidado”, como
tituló Miguel Suárez un libro memorable. Y arte de la
memoria, pensamiento, música... como bien argumenta
Gamoneda en “lEl cuerpo de los símbolos”. La poesía
es la forma más abstracta del lenguaje, dice Sock. Y
la poesía, aunque no lo parezca, es también acción (lo
digo yo). Pero sobre todo, y entre otras cosas con
las que nos podríamos extender aquí, la poesía es vida
-“Palabras, vida, / la vida en palabras, / expresión
vital.”-.
Un día, hace algún tiempo, Sock aprovechó una sobremesa
después de una cena entre amigos para leernos algunos
poemas. Nos sorprendió un poco, ya que esa lectura
que convirtió en íntima contradecía, de alguna forma,
el secreto en el que hasta entonces había mantenido su
escritura. Tras la lectura, pasó un ángel.
“¿Y no tienes algún poema positivo?”, preguntó A.,
rompiendo el silencio, abrumado por la palabra tajante
de aquellos versos afilados como cuchillos. “Pues sí,
tengo uno”. Sock rebuscó en sus cuadernos, plagados de
“reflexiones sobre el mundo cercano que nos rodea”, y
nos contó que se había puesto a escribir hacía algunos
años, a la manera de un diario sin fechas, como una
muesca al final de cada día. “Todas estas parrafadas
tienen que ver con el sentir persona”, explicó. Pero,
a raíz de ellas, también surgió la necesidad de su
sintetización abstracta. Fue así como de pronto, a base
de exfoliar aquellas hojas, empezaron a emerger poemas
mínimos. Una gota de sudor. Otra de lluvia. Como diría
Felipe Zapico (Zapi): “Cortar para contar”.
En los versos despojados de Sock, en este libro, casa
y mundo confluyen “en el camino que se sigue”. El
pensamiento se libera a través de su expresión exigua,
mientras el cuerpo (liberado de la carne, del nombre
propio, del rostro) se involucra como una huella (cicatriz,
fósil, memoria) en el entorno cercano.
Se escribe desde la dificultad, desde la fragilidad, cuando
la soledad se torna extrema. Pero al mismo tiempo
ese ‘contar’ sirve para compartir, para dar cuenta. La
poesía es ‘acción’, escribíamos al principio. El poeta se
involucra en el universo.
Se gesta este libro a altas horas de la noche, intercambiando
sueño por vigilia como si escribir ayudara a prolongar
los días más allá de sus 1.440 minutos contados, al hilo
de lo que sucede en un intento de combatir el miedo,
de curar ausencias, de amar el mundo sin mirar para
otro lado. Se escribe en ausencia. Se escribe por amor.
“Lo que queda no es el amor. Es amor”.
“Arrastrando los pies / sobre la arena, / saber de
lo propio, / sentir lo ajeno / y fundirse / en la
profundidad ”
Se escribe como los murciélagos extienden sus alas: “Se
me borran los lugares del paisaje e intento comprenderlo
sólo con la voz, igual que en una cueva el murciélago
chilla y orienta las batidas” “Manuel Outeiriño”.
En estos versos desollados de Sock “ser sumiso ya no
es posible / entender es valorar / comprender quién
somos”.
“Gotas / golpean al tejido. / ¿Lágrimas / o bebida
derramada? // Poco importa / si el fluir / conforta /
o consuela.”
“Ahora considero que estoy actuando más que escribiendo,
aunque de vez en cuando me pega el bajón”.
“Palabras, / solo palabras / urdieron vínculos, / aproximaron
/ sentir y compartir. // Palabras / compartidas / ahora
dificultan / distancian / o aburren.”
En este libro hay un poema largo que es casi como una
declaración de intenciones: ‘Poética utopía’ (*).
“No hay lugar en el mundo el que poder ser, estar, sin
depender del entorno global”.
Se escribe para ser. Para encontrar ese lugar. Y para
que la escritura (la poesía) sea.
“La única libertad posible es comprada. No hay una
libertad personal”. La poesía, en cambio, es una de las
poquísimas cosas de este mundo que no se encuentra
sometida a las leyes del mercado.
“Escribo lo que pienso”. Hete aquí la válvula de escape.
Aceleración, lucidez, coherencia. “Si eso no lo reflejas
de alguna manera, es como si lo perdieras. Al día
siguiente no te acordarás de nada, cuando vuelvas a
una realidad que no te permite pensar”.
“De pronto / aquella ventana / tantas veces observada
/ ofrece / un nuevo umbral ”.
El poema abre territorios para la compasión, establece
reciprocidades en ese tan difícil “ponerse en el lugar
del otro”. Cuidar de (los) otros. En ese comprender,
empatizar. “Cómo la gente no se entiende o cómo se
desentiende de los demás...”.
Y sin embargo... Todo discurso acaba siendo condicionante.
Busca razones. Busca convencer. “Llevar eso a un
terreno que no tenga esa intencionalidad. Ese terreno es
la poesía. Expresar, no condicionar”.
“Una vez que lo escribí, el poema no me vale para
mucho (Un apunte más / para enterrar / entre montañas
/ de papel). El asunto, lo interesante, era escribirlo”.
Solo Felipe Zapico podía convencer a Sock para editar
estos poemas en la red. El autor, que literalmente se
ha dejado la piel en este libro descarnado, se niega a
revelar su verdadera identidad. “Sock es un personaje,
invéntatelo, cuenta lo que quieras”, me responde a
regañadientes cuando intento entrevistarle y sonsacarle
algo más para este post-prólogo, mientras las palabras
se escapan por los agujeros del calcetín con el que se
cubre la cocorota:
“Ese montón de huesos / albergó en algún momento /
algo más que células”.
No seré yo quien te reinvente, Sock.
“La poesía puede estar completamente desvinculada del
autor. Lo malo es conocer al autor”.
Personalmente, Sock, para mí lo bueno ha sido (es)
conocerte, conocer al autor.
“El texto es (debería ser) esa persona audaz que le
enseña el trasero al Padre Político.” (Roland Barthes, ‘El
placer del texto’, traducción de José Miguel Marinas).
Eloisa Otero
(*) En este libro, los títulos de poemas aparecen entre interrogaciones.
“Nunca estás seguro, a no ser que quieras que ése sea el título de un
poema. Prefiero conservarlo, aunque a veces no sepa por qué le puse
ese título a un poema. Puede tener un sentido. Pero, al estar entre
interrogaciones, crea duda. Es una forma de desvincularlo del texto.” (Sock)
ivo a pesar,
sintiendo sin querer,
dolido sin buscar,
scar,
en calma.
Meciendo cerca,
evitando la ola,
anclando.
Lo que siempre fue
para no perder
lo propio.
nular sentidos,
reconocer desde el filtro
miedo a escuchar el miedo,
sutil apariencia.
Dudas en el vientre,
espinas en el corazón,
pájaros en la cabeza,
enfermedad en el alma.
bruma
lo incomprendido,
llanto inesperado,
alas rotas,
inalcanzable el tacto.
Sentir en silencio,
esconder,
acariciar.
Cristales rotos
sin saber porqué.
Cerca, lejos,
inflada el alma
el viento sopla
de nuevo.
La niebla se disipa
para volver.
A empezar.
n día más
no quise
ise dormir.
Dormir suponee otro día
de nuevo la dinámica
te crea duda..
Sentado
ante pantalla,
cabeza huida
y un agujero
estomacal.
Comer no alivia,
ia,
beber aturde,
el vacío
aumenta.
En la mirada
reconocer
de nuevo.
El desahucio
alimenta
poco a poco
otro día.
Sin ánimo,
con resaca casera
salir,
visita obliga
arrastrando.
En faena,
de nuevo
entusiasmo perdido,
cercanía
de querencia
ia vital
golpea
como pérdida.
da.
oledad
fruto del miedo
al rechazo,
hazo,
a decepcionar,
al abuso
o agresión.
No dar la tallaa
establecida.
Suerte de ficciones
ones
hipócritas
cómplices
o teatrales,
cconformar sociedades
edades
de apariencia.
Soledad mantenida
nida
en impedimento,
o,
incomodidad
e insatisfacción..
No poder ser,
solo fingir
para estar.
Desde la ventana
reconozco alrededor,
Llueve.
Si atiendo
lo suficiente
puedo seguir
el recorrido de una gota,
ver
como golpea
la superficie al caer,
como se divide
para sumar.
Unida a la masa
se conduce
por necesidad
a un final común.
Quizá
algún fragmento
que no pude ver
recuerda
en alguna bota
que un día
llovió.
Se mueve
con lentitud hiriente,
e,
va y viene
esa masa corpórea
que envuelve
la soledad.
Sonidos habituales
amenazan
integridad vacía.
Hilos de pensamiento
to
se esfuman
por las rejillas.
Ausencias
se hacen presenciass
en las fisuras
que la respiración
genera.
ciliar.
Nunca es fácil conciliar.
Silencio,
lugar común.
¡ Calla !
única respuesta.
Silencio
para escucharse
y concentrar
propósito.
Silencio
para no ver
ni aceptar
lo incómodo.
Silencio
para dejar
a su suerte
al otro.
ondan
colores no deseados.
El cuerpo
se ampolla
sin razón aparente.
El escape
de las válvulas
está cerrado.
Los chorros
en las rendijas
son visibles
por la presión.
Ocultar
no es posible.
Solo pasión
vida y muerte
en circunstancia.
aredes
llenas
a.
en mi cabeza.
Asfixia
el entorno
sin ventana.
Pesan
uladas
carpetas acumuladas
papel y vida,
respirar
rado.
un ritmo acelerado.
El vacío
huele
a tristeza
y pérdida.
El olor
no se pierde,
la presencia
continúa
y arropa
lo siguiente.
Propio,
común,
ajeno
¿qué importa?
Dificultad
para afrontar
lo cercano.
Incapacidad
para aceptar,
reconocer.
Sumiso
en actividad
constante,
sólo miedo
a hundirse
sin remedio.
Sin mirar,
solo afuera
un agujero
inquieta.
Aire
que corta
a su paso,
a través.
Diluye
y apacigua
el drenaje.
Estómago limpio
para engullir de nuevo
uevo
y asimilar
la vida.
SECCIÓN 2
Sin
sin
sin
ver
querer,
cuidado,
o,
intención;
ón;
a través.
és.
No hay remiendo,
miendo,
Solo hueco,,
curiosidad
y búsqueda.
a.
l deseo
de la complicidad,
querencia,
circunstancia.
Compartir
antes que evitar.
Distancia y huida
incomprendida.
Ser parte,
estar, reír,
contribuir.
Miedo
solo miedo
con miedo
temiendo
asustados.
Compitiendoo
negando
ocultando
engañando.
Aparentandoo
no tener miedo
acercarse
al otro.
emanda atención
ese zumbido,
la puerta que provoca
un mundo al otro lado,
cómo resistir,
pura fascinación
al alcance de la mano.
Curiosidad,
búsqueda incontrolada,
sumisión,
vida en otro lugar,
el propio
de nuevo,
compartir en ausencia.
e trazan
demasiadas líneas,
márgenes,
fronteras,
impedimentos.
nes,
Razones y sinrazones,
prohibiciones
ción
de lugar o actuación
personal.
Vivir, respetar la vida,
no dañar a otros.
ental
Condición fundamental
para estar,
para compartir.
Sujeto a normas,
actuaciones,
comportamientos,
apariencias
o circunstancias
micas,
sociales o económicas,
para ser o estar,
ación:
sólo una consideración:
¡ A LA MIERDA !
Absorbemos conflictos y actitudes
para facilitar convivir
pensando que el tiempo
dosifica.
Dijo el compañero:
"el sueño de la razón produce monstruos."
Dejar en la sombra
al que ejerce sometiendoo
es trámite facilitador.
Nunca la sensación de impunidad.
mpunidad.
Las fieras apaciguadas
vuelven para devorar
con mayor fuerza
sintiéndose invulnerables.
Cuerpos, lugares residenciales,
facilitadores de sensaciones
creadoras de sentimientos.
Aún en el agosto de la carne,
nuestra morada
sigue facilitando el escalofrío
de la sensación
que nos convierte en parte.
Nocturno
en la calle
una vez más.
Sensaciones contradictorias,
tradictoorias,
euforia y alegríaa
ver y compartirr
confianza ciega
hasta sentir vacío
cío
distancia
pretes.
intuyendo intérpretes.
Sentir
cómo la duda
comprime el alma.
ma.
Volcar generosidad
dad
y reconocer loss habitá
habitáculos
áculos
del miedo.
Frasea el cielo
ielo
nos grita
incapacidad comprensiva
compprensiva
de un lenguaje.
uaje.
Piedras de hielo
golpean
tras el calor.
or.
Estremece laa pac
pachamama
hamama
y el oído
sigue sordo.
Una luna
fileteada
asoma a intervalos.
os.
Un mismo
común
pide a gritos
equilibrio.
La nube de nuevo,
el cielo se oscurece,
la vida eléctrica
da miedo.
El soporte vital
se pone en riesgo
la ppérdida amenaza.
Ralentizado
entizado el paso
el exceso de flujo mental
entorpece
orpece la acción.
Sin mostrar
a favor
avor
sin importancia
antando el nudo
aguantando
quee solo permite
respirar
pirar a tragos.
Si facilitar consigue,
la respiración al tanto
multiplica
tiplica
su profundidad.
or descubrir
ese mundo
que se muestra
convulsionado
desde dentro
a través
de la puerta
luminosa
de la sonrisa inocente.
irar, descubrir,
cercanía vital.
Arrastrar ausencias
eludir presencias.
Comportamientos sistemáticos
anulando el sentir.
Una vez más
rechazar la realidad,
la existencia,
el sentimiento,
la posibilidad de compartir
y sentirse vivo.
La duda continúa
contin
y la realidad se ausenta
ausenta.
Tantos lazos
zos
con fuertes
es nudos
ocultan
la posibilidad.
dad.
La cuerdaa
se puede deshacer
o,
en tiempo,
habilidad
o voluntad.
ad.
Desentrelazar
azar
solo facilita
ta
el vínculo,
o,
sin trabas,
s,
ahuyentando
ndo parásitos
y haciendo
do comunes
utilidades,
alternativas,
as,
de la soga.
ga.
rrastrar
de nuevo los pies
en lugares comunes,
nes,
sentir aliento cercano
volver
para creer.
a vida,
lugar irremediable,
ble,
transcurrir
y aceptar.
Recorrer
de forma diferente.
Participar
sin remedio.
Circunstancia
cia
que obliga
ga
sometiendo
endo
o compartiendo.
mpartiendo.
Siempre,
empre,
al final,
razón única:
amor.
SECCIÓN 3
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