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Autor: Marco Antonio Davalos Paez
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UNA PIEDRA EN EL ZAPATO
No soy un hombre que se dedique a escribir lo que le pase o piensa, pero esta vez
decidí hacer algo distinto y redactar un hecho de mi vida que de verdad me apoyo a
mirar donde no había mirado antes, y es por que, tal vez, solo tal vez, cuando
escuchamos una piedra en el zapato a nuestra mente llegaran ideas de cosas molestas,
o no deseadas, ¿vamos a quien le gusta caminar con una piedra en su zapato?, si así lo
hiciéramos, seguramente nuestro pies terminarían no solo adoloridos, sino también
maltratados, pero, ¿que hay de las piedras que se ponen justo en la suela?.
Una vez que iniciaste esta lectura te invito a que no pares hasta terminar de leerla, te
llevaras una gran sorpresa.
Un día, llegaba a casa de mis padres después de mi trabajo, y me tope con un regalo de
vida enorme, me encontraba en la sala hablando con mama, cuando se acerco la
ahijada de ella, y estamos tan apegados a este angelito que también le llama mama a la
mía, papa al mío y a mi me dice hermano, ella sabe quien su mami, pero nos quiere
como su familia, estaba de visita unos días en la ciudad, por cierto ella tiene solo 3
años de edad, estaba sentado con una pierna cruzada y alcance a ver que justo en la
suela de mi zapato que había una piedra, me la quite creyendo claro que no quería que
me molestara o lo dañara, ella me pregunto que es, le respondí justo eso, una piedra
en mi zapato y a modo de juego le dije que esa piedra la había traído desde mi trabajo
y que se la regalaba solo a ella, la tomo y corriendo subió las escaleras para buscar a
su mami.
Todo ese día transcurrió normal, me despedí de ella y mi familia y regrese a casa.
Al día siguiente fui a mi trabajo, y, estaba escuchando una conferencia para mis
alumnos de preparatoria cuando de pronto me escribe mi prima hermana, mama de
mi ”hermanita” y me dice “ ayer carolina subió muy contenta por que su hermano le
había traído algo del trabajo, hoy forma parte de sus juegos y de su casita de sueños”,
junto con este mensaje recibí una fotografía de su casita de muñecas y justo esa
piedra que le había dado, la guardo como si fuera lo mas importante que tenia en la
vida, yo no pude contener las lagrimas, por lo que preferí salirme de la conferencia
para pensar, como ella ante tal regalo le había dado tanta dicha a mi vida.
Tal vez para muchos sea solo una piedra en el zapato pero para ella significa el regalo
mas grande, seguro si me lo hubieran dado a mi diría, una piedra, por que mejor no
otra cosa, o la tiraría al piso tal como llego, lo tomaría como una mala broma y me
puse a pensar cuantas veces llegan, personas, situaciones o cosas y no les doy
importancia por que creo que no valen, cuando esos pequeños detalles llegan de gente
que realmente me ama, y te pregunto a ti, ¿cuantos regalos así recibes al día?, que tal
vez crees que no son importantes, desde una sonrisa, o un abrazo lleno de amor, y
sobre todo, ¿qué decides hacer con ello?, lo desechas pensando que es algo cotidiano,
o, como, este angelito decides guardarlo en el lugar mas hermoso y sagrado que tienes,
para ella era su casa de muñecas, para nosotros seria nuestro corazón, ¿cuántas
piedritas en el zapato te regalan al día?, seguro están disfrazadas de bromas o
cotidianidad, pero piénsalo solo un segundo, puedes construir cosas extraordinarias
con ellas, o guardarlas en tu corazón para saber que eres realmente importante para
alguien.
Hoy puedo decir que esa piedra en el zapato me enseño a valorar, que lo que es
importante en mi vida, mi familia, y que reciba lo que reciba de ellos, si decido
guardarlo en mi lugar sagrado será el mejor regalo.
Confió en que te puedas dar la oportunidad de valorar esos regalos y saber que la
próxima que menciones que tienes “una piedra en el zapato” lejos de mirar la
molestia, puedas mirar la dicha que contiene y mires hacia delante usándola para
crecer!!!!!!!
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Marco Antonio Davalos Páez -‐ LIFE COACH
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