Feminismo Para No Feministas DEF:Maquetación 1

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Edita:
Produce:

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Rosario Hernández Catalán. Pensadora polifacética porque es feminista.
Federación Mujeres Jóvenes.
AFP Gestión del color.

Licencia Creativa Commons

Subvencionado por:
SECRETARÍA
DE ESTADO
DE IGUALDAD

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Federación Mujeres Jóvenes

Incluye la obra de teatro

La poligonera feminista
Rosario Hernández Catalán
([email protected])

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Dedicado a las “mujeres jóvenes” de mi vida:
A la Federación Mujeres Jóvenes, sobre todo a Maica, Leda, Virginia,
Lorena, Amada, Rosana, Nadia, Alba, Bea, Laura, Sara, Delfina, Edurne,
Edurne, Agurtzane y Sonia. Mari Ángeles y Paloma.
A Mujeres Jóvenes de Asturias, sobre todo a Sonia, Tesi, Sibisse, Paloma,
Rocío, Begoña, Adriana y también Arancha.
Los dos espacios han sido una cantera de amistades profundas. Ya sólo por
eso, por la intensa red que hemos sabido tejer algunas, sólo por eso
merecieron también la pena algunos tragos amargos, tragos que, para ser
honesta, yo nunca bebí.
Y por encima de todo al Colectivo Internacional Feminista Las Libertas.

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Índice
0. Introducción. Las “cosas normales” que debemos al feminismo ............. 9
1. Entrevistas y anécdotas becerriles varias ................................................ 19
1.1. Entrevista ejemplo a Mónica ................................................................ 21
1.2. Entrevista a Tomás ............................................................................... 26
1.3. Anécdotas en el contexto del movimiento 15M .................................... 34
2. Obra de teatro La poligonera feminista ................................................... 43
Primer acto ................................................................................................. 45
Segundo acto .............................................................................................. 61
Tercer acto .................................................................................................. 73
Epílogo ....................................................................................................... 85
3. Final: cocinando el plan B ......................................................................... 93
3.1. Siete humildes consejos para quienes
son feministas desde hace algún tiempo .................................................... 95
3.2. ¿Hoy más iguales que ayer pero menos
que mañana? No siempre ha sido así ......................................................... 99
3.3. Más allá de victimismo. Tenemos un Plan B ....................................... 103
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0.
Introducción. Las
cosas “normales” que
debemos al feminismo

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Introducción. Las cosas “normales”
que debemos al feminismo
El feminismo no quiere imponer un matriarcado basado
en la violencia contra el hombre, como ha sido el
patriarcado hasta ahora. No desea dejarlos sin voto, ni
violarlos en las guerras, ni mutilar sus genitales en pro de
una tradición cultural, ni confinarlos en el ámbito
doméstico, ni quiere matarlos por adulterio. El feminismo
no pretende que los hombres sean propiedad de sus
madres y luego de sus mujeres, ni desea que los hombres
cobren salarios más reducidos, ni tampoco querría
desterrarlos de las cúpulas de poder mediático,
empresarial y político. No quiere traficar con cuerpos
masculinos para el disfrute de los femeninos, ni desea que
los niños varones estén desnutridos o abandonados en
orfanatos, ni, por supuesto, promovería su marginación
social o económica. Tampoco vetaría que los niños varones
pudiesen ir a la escuela, ni les prohibirían el acceso a la
sanidad y la Universidad. Comprendan que eso es una
locura que no promueve el feminismo.
Coral Herrera Gómez

Si eres feminista, no necesitas leer este libro. Seguramente poco nuevo te voy
a contar que tú ya no sepas. Por tanto, si este libro cae en tus manos, que no
se te estanque: pasáselo a alguna conocida que reniegue de la causa o a alguna
conocida que veas que necesita entrar al quirófano feminista por urgencias. No
acumules este libro al lado de otras guías, panfletos y libros sobre el tema. Tú
ya conoces esta historia, por tanto difúndela, no te la quedes.
Pero si eres una chica, una mujer, o incluso un hombre, que no tiene muy
claro qué es el feminismo o que incluso lo mira con recelo, entonces este
libro sí que puede aportarte algo. Puede entretenerte, por la novedad, y
puede incluso llegar a sacarte de quicio.
De momento pasas del feminismo, de hecho te da algo de grima vernos a las
feministas en las manifestaciones. Te parecemos paranoicas, ridículas, excesivas,
cursis, pesadas, poco objetivas, feas, etc. Estás en tu derecho, el derecho a ser
una inconsciente. Siento la claridad, no voy a andarme con rodeos. Te voy a
poner un listado de cosas que hoy puedes hacer y que hasta hace muy poco no
podías. Cosas normalillas, vaya, nada del otro mundo. Este oxígeno tan de andar
por casa que hoy respiras sin darte cuenta, este oxígeno, se lo debes al
feminismo. Ni más ni menos. Ahí va la lista, que no es mía, sino anónima:
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Si eres mujer y...
































puedes votar, agradéceselo a una feminista.
recibes igual salario al de un hombre por hacer el mismo trabajo,
agradéceselo a una feminista.
fuiste a la Universidad en lugar de dejar los estudios después del
bachillerato para que tus hermanos pudieran estudiar pues “tú de todos
modos simplemente vas a casarte”, agradéceselo a una feminista.
puedes solicitar cualquier empleo, no sólo un “trabajo para mujeres”,
agradéceselo a una feminista.
puedes recibir y brindar información sobre control de la fertilidad sin ir
a la cárcel por ello, agradéceselo a una feminista.
eres médica, abogada, pastora1, jueza o legisladora, agradéceselo a una
feminista.
practicas un deporte profesional, agradéceselo a una feminista.
puedes usar pantalones sin ser excomulgada de tu iglesia o sacada del
pueblo, agradéceselo a una feminista.
a tu jefe le está prohibido presionarte a que te acuestes con él,
agradéceselo a una feminista.
eres violada pero el juicio no se trata sobre el largo de tu vestido o tus
novios anteriores, agradéceselo a una feminista.
inicias negocio y puedes obtener un préstamo usando sólo tu nombre y
tus antecedentes de crédito, agradéceselo a una feminista.
estás bajo juicio y se te permite testificar en tu propia defensa,
agradéceselo a una feminista.
posees propiedad que es únicamente tuya, agradéceselo a una feminista.
tienes derecho a tu propio salario aun si estás casada o hay un hombre en
tu familia, agradéceselo a una feminista.
obtienes la custodia de tus hijas e hijos tras un divorcio o una separación,
agradéceselo a una feminista.

1 Se refiere a sacerdotisa protestante. No está de más recordar que la Iglesia Católica no
permite que haya sacerdotisas pues sigue considerando a las mujeres “esclavas del señor”,
y con señor no se refieren tanto a Cristo como a los hombres en general.

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tienes voz en cómo criar y cuidar a tus hijas e hijos en lugar de que los
controle completamente tu esposo o su padre, agradéceselo a una feminista.
tu marido te golpea y esto es ilegal y la policía lo detiene en vez de
sermonearte sobre cómo ser una mejor esposa, agradéceselo a una
feminista.
se te otorga un título después de ir a la Universidad, en lugar de un mero
certificado de haber completado los estudios, agradéceselo a una feminista.
puedes amamantar a tu bebé, eso sí, todavía discretamente, en un lugar
público y no ser arrestada por ello, agradéceselo a una feminista.
te casas y tus derechos humanos civiles no desaparecen dentro de los
derechos de tu esposo, agradéceselo a una feminista.
tienes el derecho a rehusar tener relaciones sexuales con tu esposo,
agradéceselo a una feminista.
tienes derecho a que tus registros médicos confidenciales no sean
divulgados a los hombres de tu familia, agradéceselo a una feminista.
tienes derecho a leer los libros que desees, agradéceselo a una feminista.
puedes escoger ser madre o no cuando tú quieras y no según los dictados
de un esposo o un violador, agradéceselo a una feminista.
puedes esperar vivir hasta los 80 años en vez de morir entre los 20 y 30 a
causa de embarazos ilimitados, agradéceselo a una feminista.
puedes verte como una humana adulta plena, y no como una menor de
edad que necesita ser controlada por un hombre, agradéceselo a una
feminista.2

Después de esto no deberías necesitar leer el resto del libro, pero el
machismo, la misoginia y el antifeminismo calan hasta lo más profundo, son
miles de años de manipulación, así que supongo que necesitarás más
argumentos, porque seguro estarás pensando que todos estos derechos de la
lista son “cosas normales” y no son cosa del feminismo. Lo comprendo.
Comprendo que no te consideres feminista y que pienses que todos estos
derechos y libertades se deben a la normalidad, al cambio de la Historia, a
cosas del progreso. Pero la Historia no es una señora que va pasando
2 Autora desconocida, el texto original “Thank a feminist” fue enviado por Alda Facio de Costa
Rica a la editora de la revista Tertulia. Laura Asturias fue quién lo tradujo y lo publicó en el
numero de julio 16, de 2004.

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lanzando derechos como los Reyes Magos lanzan caramelos en la Cabalgata.
La Historia tampoco son unas élites, más o menos progresistas, que redactan
leyes más o menos a nuestro favor según se les pasa por la cabeza. Porque
eso parecen reflejar los libros de historia y los falaces telediarios. No, de no
haber sido por la lucha de nuestras abuelas, madres y hermanas feministas
ahora no podrías disfrutar de ninguna de esas obviedades, de ninguna de
esas cosas tan normalitas como poder ir a la Universidad sin tener que
disfrazarte de hombre. Los derechos se conquistan tras mucha batalla moral
y corporal. Y las personas que se dedican desde hace siglos a conquistar más
derechos para las mujeres se llaman feministas3. Y hoy estás donde estás
gracias a ellas. Por ser justas, también buena parte de esas conquistas se las
debemos a mujeres valientes, que sin ser estrictamente feministas,
demostraron tenacidad y lucidez en su vivir cotidiano. Son feministas difusas
o instintivas. Por ejemplo, si tu abuela formó parte de la Asociación de
Vecinos del barrio y era de las más responsables y de las que más trabajaba
por el barrio, tu abuela, siendo un referente de activismo vecinal, fue un
impulso importante para que hoy tu presencia en todo tipo de luchas
colectivas sea vista con normalidad. Ya no te van a decir que te vayas a fregar
a casa gracias a la lucha concreta feminista, por un lado, y al ejemplo de
mujeres valientes y activas como tu abuela no específicamente feministas,
por el otro. O si tu abuela, cuando una vecina se quedaba embarazada, lejos
de criticarla por “ligera de cascos”, la defendía de las críticas de otras mujeres
u otros hombres, tu abuela, sin saberlo, estaba haciendo feminismo. Si tu
abuela se empeñó en que tu madre estudiara una carrera, porque no quería
que le pasase como a ella, que toda la vida le gustaron los libros, pero que
no pudo estudiar porque se invirtieron todos los esfuerzos en el hermano
varón, tu abuela sin saberlo estaba haciendo feminismo. Un feminismo
instintivo y cotidiano de incalculable valor. Y si tú no le ríes las gracias al jefe,
que no para de comentar el escote y “las pintas” de una compañera, y
además le paras los pies, estás haciendo feminismo. Estás siendo solidaria
con una mujer, estás llevando a cabo un pequeño acto de “sororidad”4, de
solidaridad entre mujeres. Mientras asumas éstos y otros muchos
comportamientos como algo por completo inherente a tu vida, como algo
de sentido común que no vas a discutir, mientras lo hagas y lo asumas,
3 Y tienes ciertos derechos laborales gracias al movimiento obrero. Y de ese movimiento
obrero no está de más recordar a comunistas, socialistas y a anarquistas, por ejemplo. A
comunistas no estalinistas, se entiende, y a socialistas de verdad y de base, se entiende. Y no
está tampoco de más recordar que en ese movimiento obrero las mujeres nos batimos el
cobre como el que más para en muchos casos recibir palmaditas en la espalda del tipo:
“Tranquila, mujer, vuestra revolución llegará luego. Primero lo importante, lo vuestro puede
esperar”. Este es un aviso a navegantas, a navegantas sobre todo del 15M.
4 “Sororidad” es una hermosa palabra de uso común entre las feministas. En vez de usar
“fraternidad” de frates, “hermanos”, nos gusta usar “sororidad”, de sor, hermana.

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aunque reniegues de las feministas, me vale. Que asumas como “normal”
cosas que en un día bastante cercano costaron sangre, sudor y lágrimas es
un éxito feminista en plano material, un éxito feminista en el plano de los
hechos concretos y cotidianos, pero es a la vez un fracaso nuestro en el
terreno del marketing, del saber vender nuestro hermoso ideario. Hemos
fracasado como proselitistas porque la palabra feminismo provoca rechazo
pero nuestras conquistas se asumen de manera natural. Tampoco es grave,
de momento. Mientras las mujeres que no se reconozcan a sí mismas como
feministas tengan claro que no van a asumir ningún recorte de sus
libertades, derechos y responsabilidades, mientras las mujeres no estén
dispuestas a ir hacia atrás ni para coger impulso, da lo mismo que no les
guste la palabra feminismo. Llámate como quieras, llámate percebe, andarica
o rana, niégate a llamarte feminista, pero compórtate como tal. De momento,
para esta introducción, con eso me conformo. De momento.
Pero para no pecar de ingenuas es urgente denunciar que el listado de
derechos sirve para unas pocas y desde hace muy poco. Suponiendo que
seamos 6.000 millones de habitantes en el mundo, suponiendo que la mitad
seamos mujeres, es decir, 3.000 millones, echando cálculos así un poco por
lo alto, de esas 3.000 millones de mujeres tan sólo 500, y puede que me
quede larga, disfrutan de esta lista de derechos. 500 millones de 3.000
millones. Sólamente. El resto de las mujeres del planeta son vapuleadas,
ninguneadas, basureadas, vejadas, vilipendiadas, humilladas, maltratadas...
País por país, mujer por mujer y edad por edad, la lista de miserias es
enorme5. A fecha de hoy las cosas que ves tan normales como conducir,
declarar en un juicio, entrar en una cafetería, estudiar, rechazar tener sexo
con quien no quieres, tener dinero propio sin que sea de tu padre o marido,
tener novia sin temor a que te linchen, controlar tu natalidad, ejercer como
abogada o carpintera, etc., etc., a fecha de hoy, unas 2500 millones de
5 A pie de página, por no llenar el texto principal de sangre. Según las Naciones Unidas éstas
son las diferentes formas de violencia que pueden sufrir a lo largo de su vida la mayoría de
las mujeres del planeta: Antes de nacer: aborto forzado, embarazo forzado, violación
durante la guerra. Primera infancia: Infanticidio femenino, malos tratos emocionales y
físicos, menor acceso a los alimentos y a la atención médica. Infancia: mutilación genital,
incesto y abuso sexual, menor acceso a los alimentos, a la atención médica y a la educación,
prostitución infantil. Adolescencia: violencia en el noviazgo y el cortejo, relaciones sexuales
bajo presión económica, abuso sexual en el lugar de trabajo, violación, acosos sexual,
prostitución forzada. Etapa de procreación: malos tratos por parte de las parejas,
violación en el matrimonio, malos tratos y asesinatos relacionados con la dote, homicidio
cometido por el compañero, malos tratos psicológicos, abuso sexual en el lugar de trabajo,
acosos sexual, violación, malos tratos a mujeres discapacitadas. Ancianidad: malos tratos
a viudas, malos tratos a ancianos en general que afectan mayoritariamente a las
mujeres.(Fuente: L.Heise, Violence Against women: The Hidden Health Burden,
Washington, D.C, World Bank Discussion Paper, Banco Mundial, Citado en Miyares, Alicia,
Democracia Feminista, Cátedra, 2003, p. 124.)

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mujeres del planeta siguen sin poder hacerlas. ¿Me seguirás diciendo que
la lucha feminista es ridícula, que está todo conseguido? Si ni siquiera está
conseguido todo en este país, pues de las leyes a la práctica cotidiana hay
muchísimo trecho, cómo vamos a atrevernos a hablar del planeta entero.
Por nuestras leyes podemos parecer un país muy igualitario, pero la
realidad sigue atascada en el machismo. Y ten además siempre en cuenta
que la lucha feminista es una lucha internacional. Como se suele decir, hasta
que no caiga la última cadena de la última mujer, ni tú ni yo seremos por
completo libres. Ya sabes, éste es un mundo global.
Y porque además, pese a poder disfrutar de muchos derechos, sigue
existiendo un malestar que nos sirve de radar y que nos avisa de que queda
mucho por hacer. De dónde viene el malestar: del capitalismo (muy agradable
para unos pocos y terrorífico para la mayoría), de la opresión del Estado (que
es muy bueno hasta que deja de serlo con sus cargas policiales y sus guerras
oportunistas), del consumismo, de las hambrunas de tiempo, de la industria
farmacéutica que nos hace tragar medicaciones que lejos de sanarnos nos
enferman más, de pasarnos la vida delante de pantallas viendo vidas ajenas,
de la fealdad de nuestro entorno, de la Naturaleza acorralada, de vivir en una
casa de 30 metros cuadrados, del asqueroso dinero que tanto se acumula y
que mejor se pudría como las patatas, de pasarnos horas bajo tierra en los
metros para ir a una oficina insalubre donde nos succionarán media vida, de
ver cómo nos gobiernan unas élites obscenas y paletas, de ver cómo nos
gobiernan, de ver que a una guerra se sigue otra, de la persecución a
inmigrantes, de la centrales nucleares tan “limpias” ellas, de una ciencia sierva
del poder que nos vende como progreso lo que no es más que robotización
e intoxicación, de una tierra llena de cemento y auditorios de marca sólo por
engordar más aún a los porcinos constructores, de la hipocresía católica y la
ceguera progresista... Quedan muchas conquistas porque este mundo apesta,
porque este mundo es un Patrix6 del que más nos vale escapar y al que más
nos vale hacer frente. Porque el mal existe y uno de sus más preciados hijos
6 Seguro que has visto la película Matrix y recuerdas que abordaba la lucha contra un sistema
opresivo, a veces dulce, que estaba en todas partes. Pues bien, no es justo llamarlo Matrix,
de matriz, de madre, vale más llamarlo Patrix, porque si hay algo que está en todo el
planeta, que encontramos en la economía, en la religión, en el arte, en el lenguaje, en la
política, la ciencia y los gestos, ese algo es el patriarcado, que no es sólo el sistema que rige
la cultura gitana, sino también este mundo nuestro payo en el que la mujer ha sido siempre
también el segundo sexo. Piensa en los asesinos de mujeres, en el sexismo del lenguaje (un
ejemplo rápido: cojonudo: “estupendo”. Coñazo: “aburrido”), piensa en la desidia con que
tratamos a las “marujas”, piensa en la violación de mujeres como arma de guerra, en la trata
de blancas, en la la lapidación de las adúlteras, piensa en cómo las embarazadas y las madres
son despreciadas en los trabajos, acostúmbrate a pensar en el larguísimo etcétera que
constituye el patriarcado, el Patrix, algo que está en todos los países, bocas, mentes y
conductas, porque algo que lleva funcionando desde hace más de cinco mil años no puede
desaparecer de golpe. Nos va costar lo suyo. Y lo tuyo.

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se llama machismo, misoginia y patriarcado. Y una de las formas de estar en
el mundo con razón, justicia y libertad se llama feminismo. Y nos sigue
haciendo mucha falta a escala global mientras sigan sufriendo lo que sufren
las mujeres en otras partes del mundo y mientras sigan sufriendo lo que
sufren las mujeres en esas partes del mundo tan cercanas y lejanas a la vez
como son la casa del vecino maltratador o el prostíbulo, a apenas unos
kilómetros, donde varias chicas se prostituyen forzadamente.
Mi papel en este libro es como el de una hermana mayor que coge a la
hermana pequeña y díscola por las orejas y le dice: “agradécele a mama, a la
abuela y a tus otras hermanas los juguetes con los que hoy juegas, ha sido por
el esfuerzo de todas ellas por lo que hoy disfrutas con lo que disfrutas”. Pero
tú sigues erre que erre negando a las hermanas feministas, a las madres, a las
abuelas... sigues negando la lucha de las mujeres, pero sigues jugando con
ese divertido juguete del derecho a la educación universitaria, del derecho a
poder tener dinero a tu nombre o del derecho a que tu palabra en un juicio
valga lo mismo que la de un hombre. Bonitos juguetes, ¿verdad? Disfrútalos,
disfrútalos sin miedo, que cuando nuestras ancestras los fabricaron mucha
gente pensaba que eran juguetes que nos venían grande. Disfruta de esos
derechos, agárralos, estíralos, riégalos, hazlos crecer en tu día a día. Con que
seas una mujer libre, lista y alegre ya me basta. No te voy a pedir, de momento,
en esta introducción, que te hagas feminista, pues el pensamiento crítico y el
activismo presupone de sus practicantes una serie de características que no
todo el mundo tiene. De momento.

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1.
Entrevistas y anécdotas
becerriles varias

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Entrevistas y anécdotas becerriles varias
He realizado tres entrevistas profundas a tres chicas jóvenes que no
conocen el feminismo. No las reproduzco enteras por cuestión de espacio
y por cuestión de redundancia, pues las tres repetían más o menos los
mismos tópicos. He elegido una de ellas, la entrevista de C.B.M, que eligió
de seudónimo Mónica, por ser la más antifeminista de las tres. Para
contrarrestar podía haber entrevistado a mujeres feministas, pero esa tarea,
la de contrarrestar los tópicos, la he asumido yo. Es una tarea agotadora. Va
en los pies de página por razones de espacio: para ahorrar papel y que la
edición nos salga más barata. Por cierto, he disfrutado mucho más
escribiendo la obra de teatro que esta parte del libro, y si he disfrutado yo
como escritora, cabe esperar que a ti como lectora te pase lo mismo.
También incluyo una entrevista a un hombre cercano al mundo feminista
por abordar un poco también cómo el feminismo es cómplice también de la
liberación de los hombres. Víctimas del patriarcado somos todas y muchos
todos, así que conviene escuchar también las opresiones de género
masculinas. No es por intentar caerle bien a los hombres, es por puro
humanismo y porque la entrevista resultó muy esclarecedora.

1.1. La entrevista ejemplo a Mónica: “A mí esa imagen de
la tía con los ojos morados ahí en el cartel me da grima”
C.B.M tiene 21 años. No tiene empleo. Planea hacer un módulo de la rama
sanitaria para el curso que viene. No conoce a ninguna feminista en persona.
Se nota. Vive en el centro de Asturias. Elige como seudónimo Mónica.

¿Qué piensas del feminismo?
Yo estoy a favor de la igualdad, que cobremos lo mismo y eso, que haya
los mismos derechos, pero yo lo que creo es que las feministas... como
que se pasan...

¿Qué piensas entonces, enlazando, de las feministas?
No sé, no lo veo muy claro, ¿por qué tiene que haber asociaciones sólo para
mujeres, me parece discriminatorio....7 Yo creo que las feministas tienen una
7 Comentarios de este tipo suelen salir de boca de personas que quieren aparentar, sólo
aparentar, tanta objetividad que dejan de comprender la realidad. Son asociaciones sólo
para mujeres porque son asociaciones de eso, de mujeres. Quiero decir: nadie se extraña de
que al Colegio de Abogados/as no pertenezca un peluquero o una modista sin tener la

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postura muy radical, no se puede estar en contra de los hombres... humillan
a los tíos y tampoco es eso...8 Porque además en eso de la violencia es que
hay también mucho tongo. No, ¿qué es que no hay hombres maltratados?9
En mi instituto había un cartel de una tía con los ojos morados por lo del día
de la violencia, en noviembre, ¿no? Y a mí es que me parecía... no sé.... es
que me daba como palo, era algo patético...
carrera de Derecho. O por poner otro ejemplo, ¿en una asociación de gitanos nos
empeñamos en que entren payos?... Bueno, eso de hecho a veces pasa y al final son los
payos quienes manejan todo. Las minorías, y lo siento, pero las mujeres somos una mayoría
minorizada, que para el caso es lo mismo que una minoría, seguimos necesitando espacios
propios de crecimiento. En muchos espacios mixtos todavía sigue pasando que los hombres
toman incesantemente la palabra porque suelen partir con un plus de autoestima, al menos
comunicativa. Observa las revoluciones en el mundo árabe, cuenta a las mujeres. Observa
los sindicatos, cuenta a las mujeres, observa las reuniones de grandes fortunas, cuenta a las
mujeres, cuenta, cuenta...¿Dónde estamos en un periódico?: nada en Economía, algo más en
Política y mucho más en Espectáculos. Pero donde más salimos es en Sucesos, casi siempre
como víctimas, y sobre todo en la página de anuncios de prostitución. Así que necesitamos
un espacio propio desde el que aprender cuáles son nuestros problemas, desde el que
establecer una red de apoyo mutuo entre nosotras, en el que atrevernos a hablar de nuestros
problemas, en el que gozar de nuestros bienestares, etc. No obstante quizás podamos llegar
a que existan espacios de reflexión y acción feminista en que se incluyan hombres.
8 Para desmontar esto acude a la cita de Coral Herrera Gómez del inicio del libro.
9 Tanto hombres como mujeres andamos escasos de una buena educación sentimental. Pero
eso nunca nos puede hacer olvidar que quienes corremos más peligros somos las mujeres,
pues en este país unos setenta u ochenta hombres asesinan a sus parejas al año. Así que,
ojito, sepamos separar el grano de la paja, y reconozcamos el gravísimo problema, problema
mayor que el tan manipulado terrorismo de ETA. No caigamos en la tópica, irresponsable e
inmoral estupidez de decir, nada más sale el tema de la violencia machista, de decir aquello
de “bueno, es que también hay muchas mujeres maltratadoras”, “bueno, es que hay mucha
picaresca”, “bueno es que...” Ni esque ni asco. Cuando yo pongo encima de la mesa a 80
muertas (con su terror previo de años, que es casi peor que la muerte) no puedes decirme
que las mujeres también maltratamos porque eso es salirse por los Cerros de Úbeda, es
salirse por la tangente y es caer en un error moral y de diagnóstico que se llama
neomachismo. Ochenta. Más que ETA. No uses una obviedad, la de que las mujeres también
podemos hacer daño, como forma de minusvalorar la crucial verdad urgente de la violencia
machista. Porque las mujeres podemos hacer daño a los hombres, pero nunca hemos tenido
de nuestra parte a la religión, al Estado, a la economía, a la ciencia, al lenguaje y a las
costumbres milenarias para multiplicar y justificar ese daño. Por el contrario, la violencia
hacia las mujeres ha sido y es aún promovida, aplaudida, alentada, agasajada, impulsada y
defendida durante miles de años y miles de kilómetros por todo el sistema. Un ejemplo: el
rapero Eminem saca un videoclip en el que asesina a su novia y luego se suicida, y ha sido
denunciado porque su vídeo promueve el suicidio. Ole, ole y ole. Otro ejemplo: entre la
pornografía abundan las escenas en que se simula la violación de una mujer para subirle el
morbo al consumidor. Otro más sutil: cuando un anciano mata a su mujer anciana porque
ésta está enferma y “no la sabe atender” lo justificamos y pensamos que en el fondo es un
acto de amor, que el viejito mató a su viejita por no verla más sufrir, pero a la inversa no se
da porque cuando el viejito no se vale por sí mismo la viejita y sus hijitas están ahí al pie del
cañón hasta que la muerte se lo lleve. La viejita no lo mata para evitarle el sufrimiento sino
que asume la responsabilidad del cuidado de su marido como algo normal, como ley de vida.
Y miles de ejemplos más que me ahorro por no pecar de victimista.

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¿Qué sentías ante el cartel, cuando pasabas ante él?
Pues no sé, grima, puede que... no sé, algo como de vergüenza... Porque vamos a
ver, ¿qué es que no hay hombres maltratados? A mí esa imagen de la tía con los
ojos morados ahí en el cartel... no sé cómo decirte... Sí, grima, me daba grima10.

¿No te gusta cómo se aborda la violencia machista?
No, pues tampoco. Y lo del minuto de silencio y lo de los lacitos y esas cosas
que hacen a la puerta del Ayuntamiento... perdona, ya sé que es una cosa
muy seria, que, joder, a mí me jode muchísimo lo de que mueran11 mujeres,
pero lo que hay alrededor... no sé me da como un poco de palo ver a esa
gente ahí con cara de poker, a los políticos, ya sabes, me dan grima. Eso no
sirve de nada. Y que también hay tíos maltratados, eh, también, lo que pasan
que ésos no salen... bueno no sé, igual morir no mueren tantos, pero
maltrato psicológico... o ¿qué, que las tías somos ahora santas?12 No sé... yo
tampoco sé mucho del tema. Pero te digo que las manis ésas o los actos ésos
del día de la violencia, no sé, yo creo que esas tonterías no sirven de nada13.
Qué quieres que te diga. Me pides que sea sincera, ¿no?

10 Lo comentaremos en las conclusiones.
11 No mueren, las asesinan. Tengamos eso claro, no es, como dicen los medios de comunicación que
“mueran ochenta mujeres al año víctimas de la violencia de género”, es que “ochenta hombres
asesinan al año a ochenta mujeres”. Insisto: las mujeres no se mueren, las asesinan. No es en voz
pasiva sino en voz activa, bien activa por parte de ciertos hombres, como debemos hablar. En vez
de contar víctimas debemos contar asesinos, aunque sólo sea por honestidad gramatical.
12 Vuelve a la nota nueve.
13 La gente “normal”, la que sigue la norma y no suele destacar por su compromiso y activismo,
suele considerar ridículas en general todas las acciones de protesta. Olvidan que esas cosas
que supuestamente no sirven de nada son pequeños escalones para conquistar derechos
que luego esas personas normales disfrutan gustosamente. Es difícil evaluar hasta qué punto
son efectivos todos los actos a los que se refiere Mónica. Uno no vale, dos, tampoco, pero
llega un momento en que de tanta campaña emerge un nivel moral medio. Todavía recuerdo
cómo cuando yo tenía doce años, hace veinte, un hombre dio una paliza a su mujer a la
puerta de mi colegio. Todavía recuerdo cómo se decía que “algo habría hecho ella” y que
eran “cosas de gentuza”, que no había que meterse, que se notaba bien que ella no era trigo
limpio y que él, el pobre, estaba desesperado. Si hasta había sangre por el patio. Y estoy
hablando de mediados de los noventa, no de tiempos de Franco. Hemos avanzado mucho
en este tema, de todos modos se debe hacer mucho más y mejor. No obstante, también por
matizar, Mónica alude sobre todo a los actos institucionales, a los actos en los Ayuntamientos,
y habida cuenta de la mala prensa que la clase política tiene en este país, no es extraño que
a la chica le dé cierto desasosiego ver a un grupo de políticos y políticas de partidos
concentrándose con lazos lilas a la puerta de su corrupto y caciquil Ayuntamiento.

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Bueno, vamos a dejar a un lado el tema de la violencia machista...
veamos otros temas que tengan que ver más con la igualdad en
general, con la igualdad de derechos entre mujeres y hombres...
Sí claro, la igualdad está ahí. Es clara. Pero no somos iguales14 y las feministas
yo creo que piden cosas que sólo les conviene a ellas. Antes se hacía la mili,
¿no? Mi padre tuvo que hacerla, pero mi madre, no. La mili es un ejemplo
porque no verás a ninguna feminista de antes decir, “Pues nosotras queremos
ir a a la mili”. No, pues iban ellos, y ahí no pedíamos la igualdad... No, es que
las cosas hay que mirarlas bien porque la gente somos todos muy finos. En las
guerras, no, pues son los tíos básicamente los que dan la vida, y eso hay que
reconocerlo no...Y que además siguiendo con este tema. No, el de la guerra,
pues los tíos son más fuertes, quitando alguna excepción, los tíos son más
fuertes que las tías y eso es innegable y eso las feministas parece que no lo
quieren... no lo queréis ver ¿no? porque hay diferencias, está la regla, está
el embarazo... somos muy diferentes, a ver si ahora va a resultar que somos
tan iguales tan iguales... 15

14 No somos iguales, claro que no, las feministas no queremos convertirnos en hombres sino
que queremos tener las mismas oportunidades que ellos para desarrollarnos de manera
integral y a nuestra manera. No somos iguales, lo sabemos, pero no queremos que por
nuestras diferencias se nos cierren puertas y se nos humille.
15 El mejor feminismo, el feminismo radical, es decir, el feminismo que intenta ir a la raíz de los
problemas y no quedarse en la superficie, apoyó siempre la insumisión. Porque el feminismo nunca
podrá defender que ni hombres ni mujeres vayan a guerras planeadas por una gerontocracia (élite
de viejos) que diseña las guerras para su beneficio económico y para su ego insatisfecho. La guerra
es puro patriarcado, como muy exhaustivamente desarrolla Victoria Sau en su Diccionario
Ideológico feminista, Vol. II, Icaria, Barcelona, 2001 (hazte con él en cuanto puedas). Hoy el ejército
es voluntario, pero las guerras, no. Y no nos traguemos el caramelo envenenado de creernos que
porque una mujer es Ministra de Defensa hemos mejorado, porque podrá ser un avance pero no una
mejoría. Algunas feministas estarán encantadas, las feministas radicales, no. No obstante juzgaremos
a la Ministra de Defensa igualito que a un Ministro de Defensa. Porque, en expresión de Amelia
Valcárcel, las mujeres también tenemos “derecho al mal”. Suena fatal, pero es así. La mujeres que
ingresan en los ejércitos o las ministras de defensa tienen derecho al mal, pero entonces las feministas
tendremos la obligación de rechazar ese tipo de mal al igual que lo rechazamos en los hombres. El
feminismo anticapitalista y pacifista estará siempre en contra de ejércitos y de guerras. Como dice
Ana Bastida: “hay que desaprender la guerra”. Repetir tópicamente que las guerras son inevitables
es caer en un vicio mental patriarcal vergonzoso. La guerra, como cualquier otro producto humano,
existe pero puede dejar de existir. Otro vicio mental peligroso es el de considerar que el ser humano
es por naturaleza violento y peligroso, se trata de un vicio promovido por el patriarcado y el Estado
que se creen que los seres humanos a su libre albedrío, en autogestión, nos comeríamos los unos a
los otros. Esta idea tiene un origen histórico y económico interesado. No es así, si nos comemos los
unos a los otros no es por nuestra naturaleza sino por el aprendizaje recibido dentro de un Estado y
un capitalismo rapaces y competitivos. Somos feministas radicales, insistimos en ir a la raíz de los
problemas, raíces materiales, antropológicas, tecnológicas, económicas, etc. Desde afuera nos llaman
radicales como insulto, como sinónimo de fanáticas, pero nosotras consideramos que la radicalidad
es necesaria porque como no abordemos el cáncer desde sus raíces éste va a multiplicarse, va a
hacer metástasis una y otra vez por todo el cuerpo. Radical: de radici, “raíz”.

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Pero... (se me empieza a notar una cara mezcla de asombro,
cólera, compasión, risa... Estoy consternada por el batiburrillo
que voy a tener que deshacer)
A ver si me logro explicar, es que el feminismo hoy no es necesario16, ahora
es un poco como el machismo pero al revés17. El feminismo necesario era
el de antes, feministas buenas, no radicales, eran las de antes, las que
luchaban por el voto y esas cosas... y bueno, ahora feministas en ese plan,
que ya digo, me parece muy bien, pues las habrá en los países musulmanes,
en Afganistán y por ahí, pero las de aquí ya son radicales...

¿Radicales, a quién te refieres?
A ese feminismo radical, así tan bruto, no me refiero a las cosas que tú
cuentas a veces, yo me refiero a esas feministas radicales.18

¿Podrías decirme alguna, conoces a alguna feminista radical?
Bueno, no se me ocurre nadie...

¿Crees que las feministas lo tienen más
difícil a la hora de ligar con un chico?
Yo si fuera hombre procuraría no acercarme mucho a ninguna feminista a
la hora de ligar... yo creo que ahuyentan a los hombres porque suelen ser
poco femeninas... Y, bueno, a ver... son un poco desastre, se cuidan poco...

¿Crees que un hombre diría por ejemplo que, pongamos...
los comunistas se cuidan poco, que son un desastre?
(ríe) Pues no, la verdad...

16 Ve a la nota 25.
17 De nuevo: para desmontar esto basta con acudir a la cita de Coral Herrera Gómez del inicio
del libro. Lo de que el feminismo hoy no es necesario... tenemos todo el libro para abordarlo.
18 Hay una epidemia de feministas radicales y yo sin enterarme. Porque epidemia debe de ser
cuando tantas personas se refieren a ellas. La socióloga Susana Simancas en un trabajo de
investigación inédito titulado La imagen del feminismo y las feministas en la sociedad
actual constata en sus encuestas y entrevistas que cuando una y otra vez las mujeres critican
a unas supuestas feministas radicales luego nunca las saben identificar. Hablan de ellas pero
en su vida las han oído o visto. Éste es un tópico conversacional propio del pensamiento
prejuicioso, propio de palabras lanzadas al tun tun. Porque está feo hablar con la boca llena
pero no con la cabeza vacía. A todas y todos nos pasa, no sólo a Mónica.

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¿Entonces...?
Yo sólo digo... No es por juzgar, lo importante es como tú te sientas, pero, sí
es cierto que en líneas generales tienen un aspecto...

¿No crees que nos fijamos demasiado en el aspecto de las mujeres?
Puede ser..

1.2. La entrevista a Tomás: “hay muchos hombres
con cáncer y muchas mujeres con depresión”
Se llama J.P.G. S, tiene 30 años, es un hombre crítico y con amplia cultura.
Además lleva viviendo siete años con una feminista. No tiene formación
académica, es autodidacta. Trabaja en limpieza. Elige de seudónimo Tomás.

¿Conoces a alguna feminista en persona? ¿Cómo son?
Conozco a cuatro o cinco en persona. O más, conozco a más. Me caen
bien, son buena gente, luchan por lo que les interesa, la emancipación
de las mujeres. Suelen tener un nivel cultural alto, tienen estudios, son
bastante inteligentes en general... Son listas, luego son feministas. Ahora
que lo pienso no conozco a ninguna que no tenga estudios19. Una de las
cosas que veo mal... déjame hilvanarlo, es que todo lo relacionan con el
feminismo, todo. Hay problemas en el mundo que no son debidos a eso
y ellas insisten en achacarlo a la mala relación hombre mujer. Es normal,
las feministas todo lo llevan al tema de los hombres, los anarquistas al
tema del Estado, por ejemplo, es normal. Pero yo creo que ahí hay a veces
un fallo en el análisis. Buscan la causa de todos los males en el machismo,
y muchas veces se confunden las consecuencias con las causas. No te sé
poner un ejemplo, pero a veces lo pienso cuando hablo con una feminista
de algún tema concreto.

19 Sí es cierto que la mayor parte de las feministas son mujeres con estudios universitarios. El
feminismo no es un movimiento de base, al menos por estas tierras. Y en el caso de que a
veces sea un movimiento de base, como veremos en la obra de teatro, suele pasar que las
mujeres que luchan por sus derechos se niegan a reconocerse como feministas. Siendo
honestas, aquí tenemos uno de los mayores problemas del feminismo, pues parece que para
ser feminista hay que haber leído mucho antes, lo cual aleja del movimiento a mujeres que
no tienen por qué ser aficionadas a la lectura, aleja a mujeres de un feminismo “instintivo”
que son quienes en el día a día, en los hechos cotidianos están siendo todo un ejemplo. Atraer
a esas feministas de olfato, de instinto, de hechos más que de palabras, debería ser una de
nuestras tareas principales. En las conclusiones volveremos sobre ello.

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¿Tienes claro que las feministas no atacan a los hombres sino
al patriarcado, tienes clara la distinción?
Puede que me esté confundiendo, puede ser.20

¿Qué piensas del feminismo?
Es necesario que las mujeres sean feministas. Tienen mucho por hacer. Una
de las cosas que les convendría hacer a las feministas es mejorar su
imagen21. Hay mucha gente que lo confunde, que no sabe. Tienen que
presentar su mensaje mucho más claro a la sociedad porque la mayoría de
la gente es feminista, o bastante feminista.22

20 Una cosa es el patriarcado y otra cosa son los hombres. Hay que distinguirlo, porque las
feministas no queremos comernos a los hombres con patatas. Las feministas no tenemos nada
en contra de los hombres concretos, ahora bien, si algún hombre reproduce al dañino
patriarcado tendremos que defendernos de ese hombre concreto. Cierto es también que
algunas feministas, cansadas de haber aguantado todo tipo de vejaciones y desidias, ven a los
hombres con ciertas reservas. Es inevitable y comprensible, sobre todo entre las feministas de
más edad, que fueron quienes tuvieron que aguantar más desprecios por el mero hecho de ser
mujeres. Pero nosotras buscamos abolir un sistema de ideas y hechos que muchas veces es
perpetuado por las propias mujeres, que hemos sido educadas durante milenios para ser
correas de transmisión del patriarcado, para ser perras guardianas de una finca que no es
nuestra. La moral de esclava es a veces muy ambigua. De hecho, en tiempos del esclavismo
existieron personas negras que veían con buenos ojos el estar al servicio de su amo. Temían no
tener de qué vivir en el momento en que se aboliese la esclavitud. Suena ridículo pero es así. El
miedo a la libertad existe.
21 De esto hablaremos en las conclusiones de forma más autocrítica. Pero hay que adelantar un
matiz: más que mejorar nuestra imagen nos conviene aclararla, divulgar nuestro ideario de
manera sencilla. Es cierto, pero también es cierto que a la gente en general le conviene también
dejar de rebuznar, con todo el respeto hacia el colectivo asnal. No se trata simplemente de que
nosotras, las feministas, hagamos una campaña de “limpieza de imagen”. No, se trata de que la
gente, en especial las mujeres, se pongan las pilas y dejen de repetir tópicos absurdos y tirar
piedras contra su propio tejado. Por el bien de todas y todos conviene que la gente deje de
consumir como cerdos, con perdón del colectivo porcino, las tonterías que suelen aparecer en
los grande medios, y empiecen a amueblar su cabeza con eso que llaman pensamiento crítico.
22 Es muy interesante el matiz, la mayoría de la gente es “bastante feminista” porque considera que
lo que reivindicamos las feministas no es feminismo sino “algo normal”. Defienden que exista
igualdad de derechos o que no haya asesinos machistas, pero si han llegado a ese nivel moral
es por la lucha feminista, pues conviene recordar que hasta hace poco más de treinta años en
este país no se pensaba así. Repito: hace poco más de treinta años se pensaba, con leyes en la
mano, que las mujeres eran perpetuas imbéciles que no podían asumir los mismos derechos y
responsabilidades que los hombres, y que la asesinada por su marido “algo habrá hecho”. Cada
época tiene sus valores y hoy el valor de la igualdad pese a estar lejos de convertirse en una
realidad total es asumido por la mayoría. Muy pocos hombres hoy tendrían el valor de
declararse machistas aunque lo sean. Y si hoy la mayoría es “bastante feminista” sin saberlo, eso
se debe a la lucha constante de esos bichos raros que somos las feministas. Así que cada “no
feminista” revise de donde le vienen sus principios morales y sus comportamientos y verá que
en gran medida le vienen del feminismo.

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¿Tienen mala imagen las feministas?,
¿por qué crees que es así?
Sí, la gente se hace lío, puede que las feministas no lo hayan hecho bien. Es
muy académico, llega a gente de la Universidad, pero a las clases populares no
les llega el mensaje. Tienen que trabajar más por difundir su mensaje.Tienen
que dejar las cosa claras para no llegar a oír la estupidez esa de: “Yo no soy
feminista porque no soy machista”. Sí, está muy centrado en lo académico23.

¿Eras capaz de ver las opresiones de género en la vida de tu
madre, tus hermanas, las mujeres que conoces?
Sí, claro, pero es algo muy general... (Piensa mucho tiempo). Mi madre no
trabaja24, si fuera hombre tendría curro, fijo, pero las mujeres mayores... Mis
hermanas supongo que también, pero menos25. La pequeña, su relación con
el novio... era mala, pero no sólo por el machismo, que el chaval era también
machista, sino por temas económicos y por su propia personalidad.
23 El marxismo o el anarquismo, por poner dos ejemplos, también suelen ser bastante
académicos y con académico me refiero sobre todo a que sus textos no son divulgativos, no
son atractivos y aburren a las personas no iniciadas. Así que esto de las ideologías suele
quedar para una élite que se suele llamar “masa crítica”, porque la mayoría de la gente, hay
que reconocerlo, quiere vivir tranquila, sin tener que leer libros, panfletos o webs de
denuncia, sin tener que ir a manifestaciones, charlas o asambleas. La mayoría prefiere el
sofá, el bar o el centro comercial, no nos engañemos, así que sí, las feministas tenemos
dificultades para llegar a la mayoría, ya lo dijimos antes, pero otras ideologías, también.
Hasta el ecologismo tiene poca gente de su parte habida cuenta del desastre. La mayoría
vegeta, es un hecho. Volviendo a lo del feminismo académico, también es cierto que en estos
últimos treinta años hemos hecho un intenso recorrido intelectual. Tenemos teoría solvente
para todo: urbanismo, ecología, economía, lenguaje, teología, antropología, ciencia, derecho,
arte... La producción de los llamados “estudios de género” es ingente. Ahora bien, ya es
tiempo de distinguir entre las personas profesionales del género y las feministas, que hasta
hace poco solían coincidir, pero que ahora ya empiezan a disociarse. El feminismo se asume
y el género se consume, decía Ximena Bedregal. Te digo esto porque te puede pasar que
vayas a algunas jornadas “de mujer”, que adopten la perspectiva de género para abordar por
ejemplo el arte contemporáneo o el urbanismo, y puede darse el caso de que muchas de las
personas que usan la categoría de género en sus análisis no sean feministas. Que no lo sean
porque incluso no se reconocen como tal o porque sus hechos, más allá de sus palabras, no
son los propios de una feminista.
24 El lenguaje le traiciona. Dice que su madre “no trabaja”, cuando en realidad quiere decir que
no tiene. Trabajar, trabajamos todas, o la mayoría. Por eso el 8 de marzo paso de ser el Día
Internacional de la Mujer Trabajadora a ser el Día Internacional de las Mujeres. Porque todas
trabajamos, sobre todo las amas de casa de jornadas interminables. Pero sigue considerándose
que quien no lleva dinero a casa no trabaja (volveremos a ello en la obra de teatro).
25 Fíjate que es incapaz de verbalizar la opresión de género de sus hermanas, algo muy habitual,
porque somos capaces de ver claro las opresiones del pasado (dictadura, memoria histórica, etc)
pero las opresiones del presente “demócrata” nos cuesta más. En general nos falta perspectiva para
analizar nuestro presente. Cuesta sobre todo ver las desigualdades de hoy porque desde el momento

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¿Entonces para entender mejor los problemas de tu hermana
habría que añadir la tan olvidada perspectiva de clase y
también la responsabilidad individual?
Sí, sobre todo la responsabilidad individual. Pero que quede claro que él
era un machista, él no quería hacer nada en casa. Había una división del
trabajo. Segar sí, pero dentro, nada26. Quería que ella trabajara fuera, era
un machista moderno....27
en que las leyes dan por sentada la igualdad entre mujeres y hombres, y las mujeres del país
podemos acceder a todo tipo de espacios antes prohibidos parece que ya todo está conquistado.
Pero lo que nos cuesta visibilizar es que hay opresiones, desigualdades e injusticias que sin estar
recogidas en las leyes forman parte del hábito diario. Por ejemplo, su hermana mayor tiene dos
hijas y es maestra interina con constantes oposiciones. De tiempo por tanto anda escasa. Si bien tiene
el apoyo de su pareja, que es amo de casa, laboralmente no se tienen en cuenta sus necesidades
horarias y se la sobrecarga de estúpidos trabajos redundantes y burocráticos. El mercado laboral,
incluso público, sólo entiende en su caso de hacerla comparecer permanentemente para tareas
insulsas que nada tienen que ver con la tan cacareada “calidad de la enseñanza”. Además, en nuestro
Estado, en nuestro mundo en general, no existe ni un reconocimiento ni un apoyo real a las tareas
de cuidados. Es maestra infantil y madre de dos hijas, como cuidadora y educadora de la infancia
se la debería valorar más, debería contar con todo tipo de facilidades y reconocimientos, pues pocas
tareas son tan valiosas como las suyas. Pero en este perro mundo, me perdone el colectivo canino,
siempre se valora más destruir que cuidar, porque esta economía patriarcal valora más al tecnócrata
que diseña bombas inteligentes que a las madres y maestras. Porque lo de los cuidados se considera
algo cursi, facilón, chorras y obligado, y mientras todo el mundo, sobre todo las élites, no pongan
en el centro de sus vidas el cuidado a todas las personas y a la Naturaleza, el mundo seguirá siendo
un mal sueño. Por tanto, en un mundo no patriarcal, la labor de crianza y cuidados a la comunidad
que está llwndo a cabo su hermana sería mucho más reconocida y apoyada. Así que, si bien su
hermana no parece vivir ninguna opresión de género, lo cierto es que al vivir en un Patrix donde
lo femenino y lo maternal han sido siempre considerados secundarios o han sido manipulados para
oscuros objetivos patriotas y capitalistas, sus labores, su forma de estar en el mundo no son del todo
comprendidas por un sistema que siempre valorará más al banquero, al militar o al ingeniero que
diseña la enésima autopista que a la madre que cría y a la maestra que educa.
26 La magnífica feminista Mabel Cañada, una de las fundadoras de la ecoaldea comunal Lakabe
de Navarra, nos contaba que al comenzar la reconstrucción del pueblo se veía clara la división
sexual del trabajo (hombres a hacer muros, mujeres a hacer la comida, por ejemplo). Reconocía
además que cuando de tareas pesadas se trataba, las mujeres se hacían las despistadas o las
princesitas (“carga tú con las piedras”, “sube tú al tejado”). Mabel, tras un trabajo de
autoconocimiento muy profundo, reconoció que explotaba para su beneficio la pose de mujer
débil. Considera con toda razón que ningún hombre nace sabiendo hacer un muro, hacer pasta
o cortar leña, no le viene en los genes sino que lo aprende, y así, del mismo modo podemos
aprender las mujeres. Es cómodo que te lleven la carga pesada, pero a la larga esa comodidad
tiene sus consecuencias, si te portas como un ser débil como tal te pisarán a la mínima
oportunidad. De todos modos el asunto es muy complejo, porque a lo largo de la Historia y a lo
ancho del mundo las mujeres realizábamos y realizamos tareas durísimas, y pese a nuestra
fortaleza física bien demostrada se nos ha seguido tratando como a inútiles sin voz. Sea como
fuere, en líneas generales, el ser humano integral debe poder partir leña y cuidar bebés, sea
hombre o mujer. Nosotras debemos desarrollar más nuestra destreza en tareas más duras y
ellos debe desarrollar más sus destrezas emocionales y minuciosas.
27 El machista moderno nunca se va a enfadar porque su pareja trabaje fuera de casa. Como
mucho sentirá decrecer su autoestima si ella cobra más. Pero como están hoy los sueldos

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¿Habría que hablar más bien de una mala educación
sentimental, mutua, no sólo de machismo?
Sí, eso... culpa de ella también, que supongo que era una mala pareja. Se
trata de una culpa mutua.28 Es también el consumismo. Es el prototipo de
lo que tiene que ser la sociedad: machista, consumista, individualista,
inconsciente... Si redujera el problema a un asunto de machismo, reduciría
mucho, mucho.29 Hay más factores, un tipo que no sea machista pero que
sea un consumista como pareja puede dar muchos problemas.
de los hombres y los niveles de consumo, no está la cosa como para prescindir del sueldo
de las mujeres. Esto lo vimos más claro en el libro Pero este trabajo yo para qué lo hago.
Pero el machista moderno cumplidas sus horas de trabajo pongamos que en la fábrica,
que alguna todavía queda, llegará a casa y considerará que las tareas de la casa no son
asunto suyo. La tonta moderna, cumplidas sus horas de trabajo pongamos que en la
oficina, llegará a casa y considerará que las tareas de la casa sí son asunto suyo. Y aquí
entonces tenemos un problema y a un bicho injusto en nuestra cama. Por tanto caben
tres opciones: A) Esperar a que el chico cambie con nuestra paciencia. Tenemos que
educarlo aunque sea un señor de 36 años. B) Dejarlo porque no es nuestro hijo y no
tenemos porqué educarlo C) No hacer nada en casa y esperar a que la basura nos coma
a los dos. La opción C, aunque exagerada, puede ser interesante. Los hombres por lo
general no están educados para ser conscientes de la importancia de planchar la ropa,
recoger, limpiar el polvo, etc. Nosotras por el contrario solemos estar educadas para
llevar la casa, así que ellos pueden pecar de cochinos, vuelva a perdonarme el colectivo
porcino, y nosotras de fanáticas de la limpieza. Y quizás tengamos que aprender un poco
de ellos, pues no podemos pretender seguir teniendo la casa impoluta como nuestras
madres o abuelas amas de casa. Hoy los días tienen menos horas. Por mil razones, pero
lo cierto es que algo se ha llevado un buen trozo del tiempo. Por tanto ellos deben
aprender y nosotras desaprender. Afortunadamente ya hay bastante recorrido hecho en
este tema. No pequemos de pesimistas, nuestros compañeros de vida han conquistado
bastante autonomía doméstica. Falta mucho todavía hasta alcanzar la plena
corresponsabilidad, pero los avances son un hecho.
28 El del amor es un asunto huidizo, al fin y al cabo es un diosecillo que vuela, que es difícil de
atrapar y de explicar, pero, si bien es cierto que por tradición han sido los hombres quienes
han controlado y maltratado a las mujeres, y si bien es cierto que por tanto hoy, tras miles
de años de control, la cosa sigue, también es cierto que las mujeres no somos santas y que
en muchas relaciones de pareja también somos controladoras y celosas. Es innegable
porque, como decía Mónica, las mujeres no somos santas, recibimos la misma mala
educación plagada de miedos, inseguridades, complejos, dependencias y autoritarismo que
reciben los hombres, igual de mala, por tanto no cabe esperar que seamos los cisnes puros
de este lodazal contaminado que es el universo emocional medio.
29 Análisis interesante. El fracaso de pareja anuncia muchas veces males individualistas que van
más allá del machismo. Que digamos una y otra vez aquello de que “la convivencia mata el
amor” es buena y mala señal. Buena porque las mujeres ya no aguantamos hasta que la
muerte nos separe y mala porque el capitalismo de última generación, al menos por estas
tierras, quiere personas aisladas, solas, egoístas y consumiendo paquetitos individuales. La
crítica a la familia es necesaria, porque la familia ha sido a menudo un infierno sobre todo
para las mujeres, pero eso no puede llevarnos a aborrecer la convivencia. Necesitamos
familias, familias variadas, familias de todo tipo. Necesitamos ensalzar el convivencialismo
y el apoyo mutuo. Debemos tener cuidado con el modelo single, que es el ideal de trabajador

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¿Crees que el feminismo supone una
amenaza para ti que eres hombre?
Para nada.

¿Te has parado a pensar en las opresiones o desigualdades de
género vividas por tu madre?
Con mi madre, sí que está claro. Ahora tiene depresión, si hubiera podido
desarrollar sus habilidades, elegir otro estilo de vida, desarrollar sus
potencialidades... pero era eso, casarse joven y tener hijos. Si hubiera
podido elegir hubiera tenido un vida menos monótona y seguro que no
hubiera desarrollado esa constante depresión...30 Si hubiera estudiado o
hubiera trabajado en un oficio, si hubiera viajado, conocido más gente,
amigas31, hubiera desarrollado más sus potencialidades y se hubiera podido
expresar mejor. Se casó, tuvo hijos y eso tuvo sus cosas buenas, pero claro,
reduce, reduce. Si hubiera podido, en vez de casarse tan joven y cuidar... si
hubiera podido correr mundo,si hubiera trabajado, estudiado...
y trabajadora siempre dispuestos a las horas extras y a desplazarse a gusto de la empresa
porque no tiene “cargas familiares” y la “empresa es su familia” (también analizamos este
fenómeno en el libro Pero este trabajo yo para qué lo hago). Desde el feminismo se
puede y se debe hacer un llamamiento a la convivencia y no al estilo de vida single. Pero
para poder vivir en convivencia y que no nos pisen, ninguneen o exploten tenemos que
tener clara nuestra soberanía individual, nuestra autoestima, nuestro empoderamiento.
Y así, una vez bien vertebradas podremos vivir en pareja o en colectivo sabiendo proteger
nuestros espacios y tiempos propios. Debemos hallar el sabio equilibrio entre el “cuarto
propio” que decía la escritora Virginia Woolf, y la convivencia y el apoyo mutuo cada vez
más necesarios si queremos sobrevivir a las amenazas del sistema.
30 En realidad su madre “sí podía”. Aquí surge un tema clave: la diferencia entre el
patriarcado de coerción (obligación) y el patriarcado de convencimiento. Bajo un
patriarcado de coerción estaría obligada a casarse y tener hijas e hijos, y además a casarse
con quien quisiera su padre. Bajo el patriarcado de convencimiento, el nuestro, no te
obligan pero te convencen, te lían la cabeza. ¿Quién te convence? La presión grupal y
social. Si no tienes otros modelos de ser mujer, si toda tu familia y amistades hacen casi
lo mismo, tú será raro que te plantees otra vida. Al carecer de modelos alternativos de ser
mujer tu horizonte de expectativas es más pobre. La mayoría de las personas no solemos
ser pioneras, solemos caminar por caminos antes hechos por otros seres humanos. Poder
podía haber llevado otra vida pero no tenía el hábito mental de imaginarse así. Y no lo
tenía porque el patriarcado de su entorno así lo propició. Su depresión, según intuye su
hijo, está por tanto vinculada a un aburrimiento existencial. Al tedio sexista.
31 Las amigas son uno de los bienes más preciados de las mujeres. Cuidado con echarse un
novio y dejar de salir con tus amigas y empezar a salir con los amigos de él. Mucho
cuidado, que eso pasa mucho porque supuestamente sus colegas son más guays. Y
porque él se aburre estando con tus amigas y sin embargo tú te adaptas a estar con los
de él porque además hay alguna que otra “novia de” que te cae bien. Pero, ¿qué va a
pasar cuando lo dejéis, ¿vas a poder seguir siendo amiga de sus amigos, o te rechazarán
sobre todo si lo dejaste tú?, ¿o te sentirás incómoda porque está él?

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¿Te has parado a pensar en la opresión o
desigualdades de género de tu propia vida?
Nunca he pensado en ella, en mi opresión. La hay, sí, mucha. Porque es lo
que se espera de ti, desde el trabajo, sobre todo. Te condiciona, muchísimo:
el curro, las amistades, tus aficiones, te condiciona todo. Te impide hacer
cosas, te quita libertad. Hay cosas que ni te planteas. Los hombres no lloran,
sigue pasando... los hombres tienen que demostrar su agresividad, su
violencia... De pequeños, todo el día pegándote, me jodía, a todos nos jodía,
quitando a algún psicópata, pero te tenías que pelear porque si no... Era
como en la cárcel, si no te defendías era peor. El 99% lo pasa mal. Luego en
el insitituto es parecido y en los curros de hombres... en el mundo laboral
de clase obrera, digo, también. Si no, eres un crío, un niñato y tienes que
demostrar ser un paisano. Siempre demostrando a ver quién es más gallo,
a ver quién levanta más pesos, quién aguanta más, quién es más “valiente”
en la obra y todas esas chorradas que tanto le conviene a la patronal.
Hay gente que ve esto muy claro, los homosexuales por ejemplo supongo
que lo ven más claro. Y aún hoy hay tíos que les gustan otros tíos y se callan,
todavía hoy hay muchas cosas. Un hombre tiene que estar todo el día
trabajando. Un puto esclavo y no quejarse.32

¿En el caso de tu padre?
Mi familia era tradicional en el sentido de que mi madre era ama de casa con
tres hijos, trabajó fuera de casa pocas veces, porque claro, con tres hijos
que cuidar... Mi padre estaba todo el día trabajando afuera, en su trabajo, y

32 Este tema es crucial. El hombre en teoría débil, que se queja, que no aguanta, que no hace
novatadas a los nuevos, que se niega a humillar al resto, que se niega a la violencia, ese hombre
ha sido siempre ridiculizado en los trabajos y sobre todo en la mili, esa escuela aberrante de
masculinidad por la que nuestros antepasados tuvieron que pasar “por cojones”. Esas escuelas
donde había que conseguir la hombría “yendo de putas” aunque no quisieras, esa hombría
donde había que matar un gato para estar a la altura del más valiente, esa hombría donde
había que vengar la honra forzadamente matando a tu mujer si ésta te era infiel, por mucho
que no quisieras, esa hombría donde durante meses o incluso años te tenías que poner
obligatoriamente al servicio de la Patria (viene de padre) por el mero hecho de nacer con
testículos y ser de clase baja (que los ricos se podían escaquear), y un largo y doloroso
etcétera que son los hombres quienes lo tienen que relatar. A Tomás no le ha tocado esa
etapa, pero aún así en los trabajos, en el colegio y el instituto ha recibido su buena ración de
hombría dolorosa y a repudiar. Las feministas tenemos esto muy claro. Se les embrutece, se
les mina la moral para que sean buenos soldados y buenos trabajadores. El día en que los
hombres vean claro cómo el Estado y el capitalismo han usado y abusado de su masculinidad
y cómo los han dejado en muchos casos mutilados moral y emocionalmente, el día en que
los hombres hagan el camino de desvelar sus opresiones de género, cómo hemos hecho
nosotras, ese día, llorarán de pena, asco y vergüenza.

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luego además los chollos para poder sacarnos adelante. Agotó toda su
energía vital y se murió. De cáncer. No podía desahogarse de sus problemas
con nadie que no fuera la familia... Era padre de familia siempre.33 Para mis
padres ha sido un desastre, y eso que se querían y no había problemas
añadidos como el alcohol o el maltrato. Para nosotros fue muy bueno, pero
para ellos... El precio que pagaron fue la depresión y el cáncer.
Enfermedades típicas de este mundo. Hay muchos hombres con cáncer y
muchas mujeres con depresión.34

¿En la vida de tus padres cuánto es un problema
de clase y cuánto de género?¿Podrías separarlos?
(Piensa bastante). Yo no lo separaría, es imposible. Son diferentes facetas de
un mismo sistema. No se pueden separar. No sé separarlas. No puedo
separarlas.

33 El hombre que siempre está trabajando fuera de casa, siempre preocupado en ganar más y
más dinero para sacar a su familia adelante, el hombre que no puede repartir la
responsabilidad económica del hogar porque su mujer no encuentra trabajos lo
suficientemente remunerados como para que compense... ese hombre que sale de casa a las
siete de la mañana y vuelve a las diez, ese hombre es un esclavo que en el momento que no
lleve dinero a casa por culpa del paro podrá sentir su hombría disminuida. Contra ese
modelo de hombre esclavo que, insistimos, tanto le ha convenido y conviene al Estado y al
capitalismo, contra ese hombre que a su vez tiene en su casa a otra esclava del sistema que
se encarga de ayudarlo a reponer fuerzas para que siga trabajando, contra ese hombre que
no puede conocer a sus hijas e hijos porque nunca los ve, contra ese hombre que no tiene
tiempo a desarrollar su inteligencia emocional, contra ese modelo de hombre también se
opone el feminismo, pues el feminismo busca la emancipación de las mujeres, y en ese
camino de emancipación de las mujeres tiene que caer también la opresión de la mayoría de
los hombres.
34 Es muy cómodo para el sistema despacharse a las mujeres diagnosticando depresiones a
diestro y a siniestro, es muy cómodo quitárselas de encima con pastillas. Muy cómodo,
porque resolver los problemas profundos de trabajo, vivienda, mala alimentación,
contaminación, machismo, aislamiento, etc, que son el verdadero origen de la depresión,
requeriría una apuesta radical por el cambio, requeriría ponerlo todo patas arriba. Pero el
Patrix, antes de eso prefiere servirse de médicos/as y visitadores médicos/as para que todo
siga igual y el malestar no nos haga explotar. También es muy cómodo achacar el cáncer al
tabaco. Muy cómodo también freírnos a radioterapia, muy cómodo. No nos atrevemos a
hablar del cáncer como consecuencias de un sistema económico. Hablamos de genes,
poniendo estúpidamente el carro delante de los bueyes. ¿Seremos tan hipócritas de seguir
culpando al tabaco o a los genes cuando las antenas de telefonía, la represión de las
emociones, el maltrato, la televisión, los ordenadores, los móviles, las nucleares, las ondas
Wifi, la alta tensión, la producción industrial de comestibles (me niego a llamarlos alimentos),
los medicamentos, las jornadas laborales interminables, los trabajos en entornos
contaminados química y moralmente, etc. son los verdaderos causantes? Lo raro es que no
haya más casos de cáncer porque vivimos en Oncoturias y además la oncología está plagada
de hipócritas. El feminismo es un activismo integral, total, y no pasamos por alto todas estas
cuestiones. Somos también por tanto ecofeministas y activistas de la salud.

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Cuando piensas en la Historia de la
humanidad, ¿Cómo ves el papel de las mujeres?
Las veo en un segundo plano cuando pienso en la historia que cuentan las
élites, la Historia de los manuales, la del instituto y los libros, llena de
grandes políticos, reyes, científicos....

¿Y cuando piensas en los hechos reales,
no en esa narración interesada que es la historia?
Cuando pienso en la historia real, el papel de las mujeres es como el de los
hombres, si no más.

¿Si no más...?
Por la reproducción, por la crianza... Eso no se suele considerar Historia, pero
es la base de todo. Porque a ver... nacemos de madre, y de cómo nazcamos y
cómo nos críen se derivará una historia u otra. Sólo que la Historia siempre la
han escrito cuatro listos para contar batallas, planes económicos de Estado, o
poco más, pero si las madres escribieran la Historia...

1.3. Anécdotas en el contexto del Movimiento 15 M
Apoyo y participo activamente en el movimiento 15M. Estoy esperanzada.
Pero que mis ojos se hayan teñido de esperanza no impide que siga viendo
sesgos machistas y patriarcales, más o menos preocupantes, en el
movimiento. Os contaré algunos de ellos que a veces rozan lo jocoso.

En plena acampada 15M de un lugar de
Asturias. En torno al 25 de mayo
Sale el tema del feminismo. O más bien me lo sacan, porque yo soy la
“feminista oficial” de nuestra pequeña acampada y no me dejan olvidarlo.
Quería poder permitirme el lujo de no entrar en demasiadas conversaciones
sobre feminismo, habida cuenta de que estaba escribiendo este libro y
estaba bastante saturada. No recuerdo cómo salió el tema pero lo que sí
recuerdo es que en un momento dado una de las chicas más implicadas,
licenciada en Filosofía y en Filología francesa, me dice:
-Yo no quiero tener los mismos derechos que los hombres.
Pongo cara de asombro.
-Yo no quiero tener los mismos derechos.
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-¿Pero qué me estás diciendo, tú te estás escuchando?-quería pensar que se
refería a que no quería ser como un hombre, pues confío siempre en la
sagacidad de mis interlocutoras, parto siempre de que la gente sabe lo que
dice. Pero sí, estaba diciendo “derechos”.
-No quiero los mismos derechos.-tres veces la misma frase, tres veces
renegó de sus derechos como Cristo negó a San Pedro.
-¿Y me lo dices tú que tienes dos carreras? Cómo puedes decirme eso
teniendo dos carreras.
Renuncia a ellas. Mira, compañera, en este mundo, en este sistema que
apesta, o jugamos todos y todas con las mismas cartas o rompemos la
baraja. Mientras acabamos con todo, con la Banca, con los partidos y todo
lo que tú quieras, mientras tanto, compañera, tendrás que jugar con los
mismo juguetes. Si no, haberte quedado en casa cuidando a tus padres, o
haberte casado ya de una vez, que con la edad que tienes ya tenías que tener
dos o tres hijos... en vez de estar venga que dale en la Universidad tanto
tiempo y en vez de estar hoy aquí haciendo política.
-Si era un movimiento tan potente35 por qué no creó una alternativa real a
este sistema, yo no quiero dinero, ni ser banquera, ni gran empresaria.continúa, saliéndose por peteneras, sin renunciar a las dos carreras que
tiene gracias a las feministas que en su día pelearon para que las mujeres
pudiéramos acceder a la Universidad.
-Equiparas feminismo a ser ministra de defensa, a ser una Koplowitz- dice
otro chico con las ideas más claras- Y no es así. El feminismo va mucho más
allá, es también anticapitalista.Yo no entiendo que un obrero sea de
derechas, y no entiendo que una mujer no sea feminista- esto último me lo
dice a mí por lo bajo, supongo que por no ofenderla.
-Yo cuando leo textos de feministas es que ya me chirrían. Así, ya de primero,
veo que es una mujer la autora y me chirría. Lidia Falcón, es horrorosa36-.
35 ¿Movimiento tan potente? Sí, contamos con el mejor ejército del mundo para convencer o
aniquilar a machistas, misóginos y misóginas. Tenemos aviones de combate de última
generación. Somos poderosísimas, formamos parte del Club Bilderberg, de la Trilateral,de Scull
and Bones, etc. Somos íntimas también de los Rockefeller, los Rotschild y los Fuggar. De
siempre. Yo, de hecho, soy accionista moyoritaria del Banco Santander. Ayer cené con Botín y
me ha prometido invertir todo lo necesario para que se difunda este libro. Somos millones y
estamos armadas hasta los dientes. De siempre.
36 Lidía Falcón no es horrorosa. Horroroso es todo lo que ha denunciado a través de sus libros, de la
revista Vindicación Feminista o a través del Partido Feminista. Así pagamos a las que lucharon
por los derechos que hoy disfrutamos. Se pueden y se deben hacer críticas a la obra de nuestras
precursoras y a la obra de Lidia Falcón, que yo en por mi parte suscribo casi al cien por cien,
pero siempre desde el justo reconocimiento. Que de mal nacidas es ser desagradecidas.

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-Lo mejor que he leído yo sobre las mujeres es de Agustín García Calvo.37espeta de nuevo la de las dos carreras.
-Pues hija mía tienes un problema... Y bien serio. Si nada más oír la voz de
una mujer te pones en guardia... Menudo problema tienes. Y tranquila, tía,
que nadie te está obligando a hacerte feminista. Tú a tu bola.
Lo dejo porque no puedo. En casos así me pitan los oídos, se me seca la
boca y me dan hasta sofocos.

Tren a la manifestación indignada de Avilés el 5 de junio
Vamos en un tren de RENFE, somos unas veinte personas. Vuelve a salir el
tema. Me lo saca la misma chica de antes. De buen talante por las dos partes.
-Oye, por cierto, ¿qué fue eso que pasó con las feministas de la Acampada de Sol?
-Que levantaron la acampada porque estaban hartas de aguantar amenazas
e insultos. Estaban hartas de tener que estar todo el santo día explicándose.
Además, algunas sufrieron acosos sexuales, la cosa no llegó a violación,
pero alguna chica tuvo que soportar invasiones de su cuerpo.
-No me lo puedo creer, tía, ¿estás segura, no exagerarán? Será cosa de tíos
ajenos al movimiento, ¿no?
-Yo no sé muy bien exactamente lo que pasó, creo que sí, que fueron tíos ajenos
al movimiento. O al menos eso quiero creer. De todos modos mira lo que pasó
en la plaza Tahir de Egipto, en las recientes revueltas en el mundo árabe.
-¿Qué pasó?
-Hubo violaciones en el medio de la plaza, a otras mujeres se les hizo
además la prueba de virginidad, a ver si eran lo suficientemente puras. A
una periodista estadounidense también la violaron varios hombres, en
medio de la plaza. Así, en plena “revolución”...
37 García Calvo es un filólogo y teórico anarquista interesante y nadie va a negar el valor de lo que haya
podido decir sobre nosotras las mujeres, pero tiene gracia, que con la de kilos y kilos y más kilos de
buenos textos que han producido las mujeres para hablar de sus problemas, de su situación y
condición de mujeres, tiene gracia, que al final la última palabra para esta chica la tenga un hombre.
Sospechoso, ¿no? Cuando decimos este tipo de cosas, cuando nos negamos a escuchar la voz de una
mujer, cuando nos desautorizamos las unas a las otras, estamos cayendo en pecado de misoginia,
en odio a nosotras mismas. No es extraño, tras tantos siglos de patriarcado, hasta las propias mujeres
tenemos inoculados desprecios a nosotras mismas. Es a veces difícil de ver, sobre todo cuando se
disfraza de una falsa objetividad como la de este caso. Es algo muy habitual entre las gentes que han
estudiado Filosofía, les obsesiona la objetividad, y una forma de demostrar esa objetividad, sobre
todo siendo mujeres, es decir que no leen a otras mujeres, que prefieren escuchar a hombres
hablando de mujeres porque así parecen más objetivas, más científicas, menos emocionales. Callo.
No voy a dar la tabarra con el tema de la objetividad y el patriarcado, ni con el tema de la razón para
los hombres y la emoción para las mujeres.

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-¿En serio?- con cara de consternación.
- Pues está ahí, y esta vez salió en la prensa, que la mayoría de las veces ni sale
y se mantiene en secreto... No sé de qué te extraña. Por muy “revolucionario”
que sea un movimiento, o que aparente serlo, el machismo no tardará en salir,
el machismo en forma de desprecios a la lucha feminista o el machismo en
actos tan aberrantes como los de la violación pública. Así que...
Aumenta el barullo, llega el revisor, se mezclan conversaciones. Transcurren unos
minutos y sigue en su línea, no parece extraer muchas conclusiones de los hechos
de Tahir. No me cree, o si me cree se lo toma como un caso excepcional, como algo
que no hay que analizar rigurosamente desde una perspectiva feminista.
-¿Pero por qué tienen las feministas que hacer un gueto38 en este movimiento
que no quiere “ismos”? -El 15M no quiere partidos, pero todos y todas las que
estamos aquí estamos haciendo política. No política de partidos, claro está,
pero política. Las feministas no vamos con la bandera de ningún partido,
nuestra bandera es simplemente lila. Y si nos visibilizamos como feministas
dentro del 15M es porque sabemos, y la Historia así lo demuestra, que si no
peleamos nosotras ya desde el principio, los problemas específicos de la mitad
de la población, es decir, de las mujeres, van a ser olvidados, van a
considerarse baratijas, asuntillos que se arreglarán más adelante.39
-Es que yo no creo en el “nosotras, las mujeres” y el “ellos, los hombres”, me
niego a que me incluyan en un “nosotras”, en un gueto, somos iguales,
somos iguales, no hay diferencias, ni puede haber un nosotras...

38 Otro manido tópico, el de “no hagan guetos”. Franco decía algo parecido: “no hagan
grupos”. Si yo estaría encantada, si mi aspiración última es dejar de ser algún día feminista
porque ya no sea necesario, pero mientras la situación de las mujeres sea la que es, y no
voy a repetirme, necesitaremos unirnos para luchar en esos supuestos guetos. Y por cierto,
gracias a los guetos que supieron establecer las feministas hace unos pocos años, nosotras
hoy disfrutamos de lo que disfrutamos.
39 Un ejemplo: las mujeres lideraron y en buena medida iniciaron la Revolucíón Francesa. Pero
cuando ganó la Revolución y se escribió la tan citada “Declaración de los Derechos del
Hombre y el Ciudadano”, se encontraron con que todos esos derechos eran para los
hombres. Ellas habían desaparecido por completo. Cuidado entonces con las supuestas
revoluciones, pues toda aquella revolución que no tenga en cuenta de manera vertebral las
reivindicaciones y necesidades de las mujeres, no será revolución, será un perverso paripé.
Por esto y por muchos otros ejemplos, porque estaban más que avisadas, las compañeras
feministas de Madrid colgaron la polémica pancarta que decía “La revolución, será feminista
o no será”. Y digo polémica porque al momento fueron abucheadas y un gorila subió a
arrancarla.. A algunas compañeras se les saltaron incluso las lágrimas por la rabia: tantos
años de difusión de la Idea Lila para llegar a ver eso. Pero al final, al día siguiente, en plena
jornada de reflexión, yo puede ver en la Plaza del Sol cuatro enormes pancartas que aludía
al feminismo. Era el único “ismo” allí presente, junto con algunas alusiones al anarquismo.
Estaba eufórica. Muchas gracias a las mujeres que al final mantuvieron las pancartas.

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-Ya, tú no te incluyas en un nosotras, da lo mismo. Porque no se trata de lo
que tú creas, de como tú te sientas, sino de cómo te vea el resto, el sistema,
las leyes, el mercado laboral. Tú siéntete todo lo igual que quieras, pero
cuando te des de hostias con alguna discriminación o vejación, ya verás tú,
qué risa. Le dices a tu jefe cuando te despida por quedarte embarazada, o
cuando te trate en plan baboso o paternalista, o le dices si no también al
tipo que te acosa en el metro, le dices que no, que no vale porque tú eres
igual. Somos iguales, somos iguales... somos, sí, somos, pero no estamos.
Una cosa es el mundo de lo ideal, de los deseos y otra la sucia realidad. Dile
a un negro que no luche por sus derechos, dile que no haga guetos porque,
total, “todos somos iguales”. Díselo, verás qué risa. ¿Sería vergonzoso
decirle eso a un negro, verdad?
-Las mujeres si no valen, no valen. La que no vale no debe llegar, no estoy
a favor de cuotas. Si no estás es que no vales- Salta de un tópico a otro por
ver si en alguno acierta.
-Claro, de donde se deduce que hasta ahora entonces las mujeres no estábamos
porque no valíamos, de donde se deduce que todas nuestras antepasadas eran
imbéciles. Claro, las mujeres casi no estábamos en ciencia o en política porque no
valíamos, porque nuestros cerebros eran de segunda. Lo de los negros, también,
¿verdad?40. Que siempre lo tengo que poner en negro para que me entendáis.

40 Otro ejemplo de cómo, curiosamente, en negro se ve todo más claro que en lila. Hay mucha
permisividad con lo de darnos de hostias a las mujeres, y mucha permisividad incluso con lo de
violarnos. Te contaré una anécdota reciente: Una revista recientemente publicada en Asturias, la
revista TOTOCCI tenía una sección de anuncios por palabras que pretendía ser en realidad la
sección de humor. Te pongo algunos de los chistes, de un humor muy fino: Ejecutivo con dos penes
busca secretaria bilingüe (se burla del acoso sexual). Cambio mujer de cincuenta por dos de
veinticinco (las mujeres sólo somos valiosas en tanto que jóvenes y al envejecer se nos da la patada,
ellos al envejecer son “maduros interesantes”). Viejo verde busca a joven ecologista (cuántas veces,
de niñas, incluso, hemos aguantado las vejaciones de algún viejo verde que nos intentó meter mano,
nos enseñó su pene o cosas peores. ¿Cuántas?, ¿nos hizo gracia?). Y, jua, jua, jua, me la parto: “Se
ofrece violador. También violamos en casa. Pida presupuesto”. Avisamos a las empresas que se
anunciaban en la revista y en un par de ellas contestaron mujeres encargadas de la publicidad. Nos
dijeron que eran mujeres modernas, que creían en la igualdad y que había que tomarse estas cosas
con humor. Mi respuesta fue sencilla. En casos como éstos resulta muy claro traducirlo a versión
negro o versión ETA. Así que cambié el jocoso anuncio de la violación: “Experto del Ku-Klux-Klan
da palizas a negros. Si usted es uno de ellos o tiene uno a su cargo, hacemos muestras a domicilio”
o “joven etarra pega tiros en la nuca a empresarios vascos. Si usted es uno de ellos y quiere recibir
una muestra en el portal de su casa, pida presupuesto sin compromiso”. ¿Qué pasaría si una revista
incorporara estos dos simpáticos anuncios?, ¿seguiríamos apelando al humor?, ¿por qué nos
tomamos con tanta permisividad las burlas a la integridad de las mujeres?, ¿cómo somos capaces
de permitir chistes de este tipo? Era de esperar, al fin y al cabo, la violación es forma habitual de
castigo a las mujeres en muchas partes del mundo, y hasta hace muy poco en España muchas
violaciones no eran consideradas delito si las hacía el marido o si ella iba provocando. De aquellos
polvos vienen todavía estos lodos.

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Y entonces entra a socorrerme una feminista de más edad y otra feminista
joven de la acampada. Las dos le explican una y otra vez poniéndole varios
ejemplos. Uno de ellos era sobre las protestas contra el Plan Bolonia, la
feminista joven le contó que en las movilización contra dicho plan en su
facultad de Pedagogía llevaban la voz cantante los chicos, cuando en una
clase de setenta personas había menos de diez. Es por lo menos para
pararse a pensar, ¿es que las sesenta estudiantes de pedagogía “no valían”,
no tenían capacidad suficiente para movilizarse contra Bolonia?, ¿o habrá
que hacer un análisis más riguroso del caso?
Y hasta un par de chicos indignados se unieron también en la defensa del
feminismo. Pero, nuestra amiga en cuestión no pareció quedar muy
convencida.
Sigue la algarabía del tren. Voy a la manifestación encantada, pero me llevo
este disgusto para casa. Disgusto que me nació el día en que por tres veces
me dijo que ella no quería los mismos derechos que los hombres. Me
parecía imposible que una mujer de mi edad, de mi entorno, con mis
mismas oportunidades educativas o incluso mayores llegara a decir
semejante tontería. Me hubiera gustado entrevistarla en profundidad para
este libro, salirme del contexto de las anécdotas, pero a los pocos días se
fue a Italia. Espero poder algún día mantener una buena conversación con
ella, porque algo en su pensamiento está bloqueado y conviene “desfacer el
entuerto”, que diría mi amado don Quijote.

Presentación de la revista feminista
La Madeja entre gente del 15M
Presentación de la revista feminista La Madeja del grupo de feminismo de
“Cambalache”, local social autogestionado de Oviedo. El acto se lleva a cabo
en el local social autogestionado “La Semiente” de El Entrego, en la Cuenca
Minera asturiana. Todo bastante bien, incluida la gente del público que eran
en su mayoría hombres e hicieron algunas preguntas interesantes, no los
típicos tópicos. Tampoco quitaron protagonismo a las mujeres que
obviamente tuvimos mucho que decir. Una mujer del público, “indignada”
y con aspecto de llevar a sus espaldas varios años de activismo, agarra un
par de revistas, las ojea durante un buen rato y pide la palabra:
-Pues mira, te estoy escuchando y estoy echando un ojo a la revista y me
parece genial, no como esas feministas radicales que...
Agárrate. Yo ya es cuando me echo las manos a la cabeza, resoplo y cuento
hasta tres. Me aguanto las ganas desde el público y dejo a la conferenciante
que sea ella quien deshaga la madeja.
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Y digo yo, ¿si le gusta lo que dice quien presenta la revista y lo que dicen las
que escriben en la revista, que en su mayoría son feministas radicales, como
puede ser...? Cuando escucha a una feminista radical, en el sentido de ir a
la raíz, le parece todo de perlas, pero luego dice que no le gustan las
feministas radicales... Ay qué madeja tenemos en la cabeza, qué madeja.

Otros micromachismos (machismos difíciles de
detectar) observados en el movimiento 15M
Cuando en una asamblea o en alguna reunión informal una mujer defiende
algo con pasión o vehemencia, la gente le dice a menudo: “no te pongas
nerviosa, mujer, tranqulízate”. Un tipo que demuestre la misma pasión a la
hora de defender sus ideas será considerado un tipo con carácter, una tipa,
fácilmente será tenida por una histérica. Lo que en ellos es carácter,
masculinidad, y virtuosa pasión en nosotras muchas veces es nerviosismo
o histerismo41.
Otra, cuando se evocan palabras de una compañera, cuando se intenta
reproducir su discurso se tiende a poner voz de pito, y cualquier idea, por
muy brillante que sea, si se expone con voz de pito queda por los suelos42.
Esta inocente maniobra, que no suele darse cuando se evocan las palabras
de un varón, reduce al absurdo doblemente las palabras de la ausente mujer
ridiculizada.
Otro micromachismo: cuando una mujer participa activamente en el
movimiento, no está de adorno, tiene una cultura militante, sabe tomar la
palabra y no siente inseguridad alguna por estar rodeada casi en exclusiva
de hombres se deduce, no sé porqué milagroso salto mental, que su pareja
masculina, si es que la tiene, es un pobre desgraciado. Un calzonazos, vaya.
Y se le llega a decir medio en broma medio en serio algo como lo que sigue:
“¡Hostia, Fulano, vaya la que te tocó, una mujer así te llevará tieso, pobre de
ti! Será una broma, pero la broma lleva escondidito en su seno un pecado
41 Histeria viene de hister, “útero”, porque los científicos del pasado, no tan lejano, llegaron
a la conclusión de que las mujeres pensábamos con el útero, y entonces, cuando teníamos
desajustes mentales ocasionados generalmente por la opresión patriarcal, se pensaba que
era que teníamos el útero sucio o estropeado. De hecho, la histeroctomía, la extirpación del
útero, se convirtió en práctica habitual para “calmar los nervios” de las mujeres.
42 De hecho en Japón algunas mujeres que quieren triunfar en el mundo de los negocios,
cuando ven que llegada a cierta altura ya no pueden subir más, optan por operarse las
cuerdas vocales para conseguir una voz más grave. Es decir, que cambian su voz suave y
femenina por una voz más masculina porque creen, y no les falta cierta razón, que así serán
más respetadas. Y te puedo asegurar, por si tienes alguna duda, que ésta no es una práctica
feminista, pues el feminismo busca que la voz más aguda de las mujeres sea igual de
respetada que la voz más grave de los hombres.

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machista, pues se deduce que una mujer activa, asertiva y culta es “una
loba”, un bicho raro que en privado se merienda a su pareja. Cuando en
realidad, al tratarse de una mujer con la autoestima bien puesta, el consorte
en cuestión se ahorrará a buen seguro escenas de celos, de complejos y de
otras inseguridades patriarcales varias que a las mujeres nos hacen ser
peores parejas. Y por el contrario, cuando un hombre defiende con
vehemencia su ideario y destaca por su valía política nadie le dice a su
mujer: “Pobre de ti, Mengana, vaya la que te tocó, te llevará tiesa como una
vela”. Más bien se felicitará a la señora porque tiene un señor admirable, un
hombre como un roble.
Otro más. En todo movimiento político o social, y éste no es menos, sucede
a menudo lo siguiente: los hombres suelen adoptar un estilo comunicativo
más bromista, liviano o juguetón cuando se dirigen a sus compañeras del
movimiento, sin embargo cuando se dirigen a otros compañeros se les pone
más grave la voz y hablan más de “asuntos serios”. Prolongación clásica de
esto, que reconozco todavía no he observado en el 15M, es tomar decisiones
importantes en reuniones informales casi exclusivas de varones en bares,
restaurantes y demás sitios de esparcimiento propios del país para luego
llegar con todo decidido a las reuniones o asambleas formales que tienen
lugar en el espacio propio de movimiento en cuestión. Y se reúnen
prácticamente todo varones, no por conspiración, sino porque en líneas
generales las mujeres al estar más centradas en los cuidados no se pueden
quedar hasta las tantas un día tras otro: tienen hijos que acostar, hijas a las
que dar la cena, padre o suegras a las que cuidar... Pero todavía hay tipos
cuya dedicación en exclusiva a la militancia nos recuerda que de militantes
así grandes cambios no se pueden esperar, porque quien no cuida a las
personas de su entorno, quien sólo se dedica a la vida política, intelectual o
económica, es un ser mutilado incapaz de conocer la complejidad de la vida.
Si Einstein o Marx nunca se ocuparon carnalmente de sus criaturas, nunca
supieron lavar sus camisas o nunca estuvieron pendientes de las reservas
de sus despensas, nunca esperemos de ellos una sabiduría integral. Están
tan mutilados como la ama de casa que nunca se preocupa de lo que pasa
en el mundo y que no tiene inquietudes intelectuales, políticas o
trascendentales.

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2.
La poligonera feminista
Obra de teatro en tres actos y un epílogo

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Personajes por orden de aparición
VANE, chica de 18 años
MORAIMA, amiga de Vane de su misma edad
FEMINISTA DEL PASADO
VANE DEL FUTURO, a los 40 años aproximadamente
ANAIS, hija de vane del futuro, tiene 18 años.
EMPRESARIO CALIFORNIANO
FUNCIONARIO DEL BANCO MUNDIAL
FUNCIONARIO DEL ESTADO INDIO
BACHNI
DEVI HARKI
MALTI
PHAGLI
BAHKTI
SHYAMA
RUPSA
LEÑADOR CORPULENTO
JOVEN LEÑADOR
FEMINISTA DEL FUTURO
JEAN BODIN EL INQUISIDOR, voz en off
LIDERESA CAMPESINA “BRUJA VIRGA”, voz en off
VOCES MASCULINAS
PRESA POR ADULTERIO
PRESA POR ABORTAR
NUEVA FEMINISTA DEL PRESENTE

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La poligonera feminista

Primer Acto
Barrio del extrarradio lleno de moles de cemento. Es un antiguo barrio obrero
que ahora es barrio parado pero con muchos pisos nuevos. Tiene muy pocas
tiendas y ningún servicio público. En un trocito de verde plagado de cacas de
perros de marca, los bulldog francés marcan tendencia este año, hay un
banco. Sentadas en ese banco, en el centro de la escena, están Vane y
Moraima. Tras el banco se ve un cartel gigantesco de COMPRO ORO. Tras el
cartel, al fondo del escenario, se ve una enorme torre de alta tensión. Hace
calor, un calor pegajosamente húmedo.
Vane lleva unos pantalones azul fosforito ajustados y bajos de cintura, por
tanto a veces se le ve un poco el tanga de Hello Kitty. Acaba de comprarse
unas deportivas de color lila y se las ha puesto medio orgullosa medio
culpable porque no se ha podido aguantar hasta las rebajas y ha pagado un
pastizal por ellas. Son la tendencia del último mes, de esperar a las rebajas
corría el riesgo de que ya estuvieran pasadas de moda. Lleva además una
camiseta de tirantes que deja ver el ombligo con piercing. En la nariz también
lleva piercing. Lleva su intenso pelo negro casi azul recogido en una cola alta.
Sus aficiones son la música, las redes sociales y quedar con colegas.
Moraima lleva un estilo similar, sólo que los pantalones en su caso son leggins
negros, y en vez de deportivas lleva unas botas marrones de pelo que en
carnaval también le sirven cuando se disfraza de troglodita sexy. El pelo lo
lleva recién alisado, también del mismo negro casi azul. Moraima y Vane se
han teñido mutuamente con el mismo tinte de los chinos.
En el móvil de Vane ahora suenan Los Rebujitos, el flamenquito que más les
gusta. Canturrean y dan palmas. Casi parecen gitanas, de hecho intentan
imitarlas en eso de arrancarse a cantar a la mínima. Moraima le saca una foto
a Vane con el móvil en la que ésta enseña orgullosa sus nuevas deportivas,
para ello levanta la pierna izquierda hacia el móvil y además pone morritos.
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A continuación Moraima le enseña la foto a su amiga mientras siguen
sonando Los Rebujitos desde el móvil de Vane. De pronto se quedan las dos
con cara de asombro al ver pasar por la carretera algo impactante: un coche
bestialmente tuneado.
VANE: (se levanta y da saltitos. Habla a gritos, al menos por el momento)
Eh, ¿qué pasa?, ¿Has visto eso tía?, ¿visto al Carni? ¡Qué pedazo coche,
cómo lo ha dejao! Ni se ha parao, el cabrón (ríe orgullosa) Hostia el jambo,
vaya alerones se ha puesto. Iba tan emocionao que ni me ha visto...
MORAIMA: Tía, no te engañes que nos ha visto fijo, fijo. No se ha parao
porque no le ha salido de los cojones... No sé que te traes con él, ese pavo
es un gusano... deja de flipar (le da una torta en la nuca, por ver si espabila)
VANE: Qué, qué, qué, ¿que es que no está bueno? Anda que no. Venga tía,
tiene una tabletilla de chocolate pa ir comiéndole, comiéndole... (se toca la
barriga a sí misma como recordando la musculatura abdominal del Carni)
No tiene un gramo de grasa... está perfecto.
MORAIMA: Tendrá mucha tableta, pero es un cerdo, ¿o es que no sabes
cómo acabó con Elizabeth? Es un putero y pa encima un cerdo, que a la tía
le ponía los cuernos y luego encima... que tiene la mano muy suelta el Carni
ese. Muy suelta.
VANE: Bueno, bueno, yo eso tampoco lo sé, mira que a la pava esa le gusta
mucho ir rajando por ahí, sobre todo en el twenty, por Internet es muy fácil
rajar, pero que me lo diga a mí a la cara, que se lo diga al Carni... Puf, de esa
tipa cree la mitad. Lo que pasa es que está despechada porque al final Carni
pasó de ella, y eso la tía no lo supo asimilar, ¿entiendes? Una celosa de
mierda, eso es lo que es.
MORAIMA: No, que a mí no me contó nada, y tampoco la tengo agregada
al twenty, ella puede decir misa, que yo con esa pava no me hablo, pero lo
que yo vi, ¿qué?, lo que yo vi, ¿qué?, ¿no vi yo en Nochevieja cómo la cogía
por los pelos y la metía al coche a la fuerza?43

43 El informe Igualdad y prevención de la violencia de género en la adolescencia, elaborado
por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, nos dice que el 9,2% de las chicas
de entre 13 y 18 años ha sufrido situaciones de maltrato por parte de su pareja: insultos, golpes
e, incluso, obligación de realizar prácticas sexuales. Vamos a ponerlo en cifras más cercanas:
supón que vas a un colegio de monjas donde en clase sólo sois chicas (cosa mala, pero bueno,
como ejemplo sirve), supón que en tu clase sois veinticinco chicas, pues entonces este porcentaje
lo que te dice es que de entre esas veinticinco, dos habéis recibido golpes, insultos y/u os han
obligado a practicar un sexo que no queríais. A lo mejor, sin ir más lejos tu compañera de pupitre,
a lo mejor, tú misma, y para colmo lo justificas o te da vergüenza decirlo porque te sientes ridícula
y sucia. Y para colmo eres menor de edad. ¿Está todo conseguido?

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VANE: Bueno tía. Nochevieja... qué quieres, tú ya sabes los pedos de Nochevieja
cómo son, tú misma mezclaste de todo y cuando se mezclan nariz (hace el gesto
de esnifar), boca (hace el gesto de beber) y conejo (hace un gesto sexual con la
cadera)... (ríe nerviosa como queriendo evitar el tema) Son mezclas chungas, a ti
misma se te va la olla rápido y te pones cieguita con tanta mezcla. Ya sabes, una
cosa lleva a la otra... pim pam, pim pam, pim pam y luego... tú misma, yo
misma... El Carni en el fondo es un buen tío, lo que pasa es que la tipa ésa es una
pija que no lo supo entender, que no lo supo llevar.
MORAIMA: Sí, bueno, será una pija y todo lo que tú quieras, pero eso no
quita para que el Carni sea un chulo y un “manos libres”.
VANE: Bueno, pues a mí me pone, qué le voy a hacer... (sonríe, evita el
conflicto, evoca) El otro día me llevó a casa en coche... tía, vaya equipazo que
tiene dentro, vaya cuero negro, olía todo a nuevo... joder, es que lo tiene
siempre todo como nuevo. Yo creo que le gusto, si no, ¿de qué me va a andar
llevando para casa, así, casi sin conocerme? No me cortes el rollo,
revientamoñas, para una vez que me mola un tío en serio (se pone nerviosa y
por tanto se pone a liar un porro, por ver si así su amiga cambia de conversación
y por ver si ella misma consigue olvidar las palabras de Moraima)
MORAIMA: Mira, largo para casa, que ya está ahí la PAU y no quiero meter
la pata, yo por unos días me voy a cortar con los petas. Paso de fumar, tía,
que luego no hay manera de concentrarse, y tengo pila de temas de Historia
todavía sin leer.
VANE: (comprensiva y puede que algo orgullosa de su amiga) Tira, tira pa
casa, estudiaaaaante, yo quedo aquí a acabar el peta y ya subo pronto a casa
a cenar, antes de que empiece mi madre a llamarme. Y con un poco de
suerte mientras acabo el porro lo mismo pasa alguien interesante (ríe).
MORAIMA: Ya te vale, mejor pasabas de ese tío y te centrabas un poco. Te
dejo, ya te pego un toque por el messenger cuando me agobie de estudiar.
VANE: Venga, ya hablamos.
(Se dan un piquito en la boca de despedida. Apura el porro pensativa. Al
quedarse a solas la cara burlona se le va tornando seria. Parece que piensa,
que piensa con disgusto. No sabe qué la entristece más si la historia del Carni
o los edificios, el cemento, el calor con olor a central térmica, las mierdas de
perro, la falta de cielo sobre su cabeza... Nunca ve horizontes, sólo edificios y
torretas de alta tensión. Fuma profundo y la escena se llena de humo de mal
costo, de humo de ficha perrera, de la barata. De entre la humareda del costo,
que recuerda a humareda de piquete de rueda de camión, aparece una mujer)
VANE: ¡Joder, qué mi madre es esto! (Tose estrepitosamente) ¿De dónde
sale todo este humo?
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(La mujer tiene unos cuarenta años, puede que cincuenta. Viste una hermosa
falda larga de algodón naranja y una camisa amplia de flores lilas. Lleva un
bolso de cuero con varias chapas. Usa unos botines también lilas. El pelo es
abundante, ondulado, entre negro y gris y crece a su antojo, sin tintes, ni
alisados y ni tampoco muchos peinados. Es la fantasma feminista del pasado.
Se sienta al lado de Vane)
VANE: ¿Y esta pava? , ¿a qué coño se sienta aquí?, ¿de dónde mi madre sales?
FEMINISTA DEL PASADO: ¿No me conoces?
VANE: Pues no... (Asombradísima la mira de arriba a abajo, no está
acostumbrada a ver mujeres con esa estética)
FEMINISTA DEL PASADO: Soy la feminista del pasado, he venido a
contarte unas cuantas cosas, majina, que te veo muy perdida
VANE: Jo, jo, (está tan asombrada que no puede dejar de reír y poner voces)
¿Y ésta? pero bueno... ¿la qué, qué dices que eres?
FEMINISTA DEL PASADO: La feminista del pasado.
VANE: (habla nerviosa, como aguantándose las ganas de hacer pis) Ah,
mátame, una feminista... del pasado, sí, no lo jures, lo del pasado lo veo
claro, ¿qué coño haces aquí... feminista? (pronuncia feminista con sorna y
extrañeza) Eso es lo del tema de la violencia doméstica, ¿no? Las que salís
en las manifestaciones que salen en la tele.
FEMINISTA DEL PASADO: Bueno, algo más que la violencia machista,
mucho, mucho más... eso ya te lo contaremos en otro momento. Ahora lo
urgente: tengo que hablar contigo, no has sido sincera con tu amiga, y lo sabes.
VANE: (Sigue divertida) ¿Qué me estás contando, de qué me hablas?
FEMINISTA DEL PASADO: El otro día cuando subiste al coche del chico ése,
sabes perfectamente lo que pasó... lo que te pasó a ti... o más bien lo que te hizo.
VANE: Eh, tía, no hizo nada que yo no quisiera.
FEMINISTA DEL PASADO: En serio, ¿disfrutaste? No te vi yo muy
animada, más bien te vi agobiada... sobre todo en la ducha, luego en casa,
cuando no parabas de frotarte... ¿de qué te estabas limpiando?
VANE: (ya no le hace tanta gracia y recuerda que la fantasma ha salido del
humo del costo) Pero, pero... dios, pero tú qué coño sabes... de dónde sales...
cómo sabes lo del coche y lo de la ducha.
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FEMINISTA DEL PASADO: Soy una fantasma, una espíritu, un ser de luz,
un ectoplasma, tu ángel de la guarda ... llámame cómo quieras.
VANE: (mira a su alrededor nerviosa, se suelta la coleta por ver si así,
aflojando el pelo, se le quita el despiste de la cabeza. Agita la melena y se
masajea ansiosa la cabeza para intentar sacarse a la fantasma de delante, pero
la fantasma ahí sigue) Vale, los petas, los petas, son lo petas y el Tranxilium
que le cogí a mi madre esta tarde... Vaya globo, venga sí, será eso, los petas
y el Tranxilium que era del 15, venga, acepto el juego, sólo puede ser un mal
viaje, una fantasmada. Sí eso es... vale, qué era que me decías, sí, lo del
coche... bueno, lo del coche...
FEMINISTA DEL PASADO: Tú no querías hacerlo pero él te convenció, te
convenció de mala manera, con chantaje emocional: que si necesitaba estar
dentro de ti, que si llevaba meses pensando en ti, que si tenía unas
necesidades que no podía seguir aguantando... Aunque bueno, de hecho
nunca te llegó a convencer porque nunca llegaste a disfrutar.
VANE: No, joder, yo estaba muy nerviosa y él estaba muy borracho, era la
primera vez que estaba con él, fue muy rápido, pero Carni me gusta, y
estaba en el fondo contenta, me dijo que yo le gustaba.
FEMINISTA DEL PASADO: Claro, y de ahí se deriva, que de inmediato tú
ya tienes que “liberarte” y follar sin tener ganas, sin ganas. Sin ganas.
VANE: Bueno tía, yo es que, aquí donde me ves, soy muy nerviosa para
esos temas, pero en cuanto coja confianza me molará más, fijo.
FEMINISTA DEL PASADO: En cuanto cojas confianza, ¿qué? No has
tenido un orgasmo en tu vida porque nunca te has llegado a relajar, porque
siempre estás pendiente de quedar bien, de meter barriga, de esconder las
estrías y de agradar al maromo que se te pone encima. Y porque siempre
tienes miedo de quedarte embarazada, sobre todo cuando el tipo en
cuestión no se pone el condón porque (pone voz de hombre tonto y
cuentista) “me aprieta mucho”.
VANE: Pero qué mi madre es esto, un interrogatorio policial... tú qué coño
te tienes que meter en mi vida sexual... joder qué mierda sois las feministas,
eso es la vida privada de cada una.
FEMINISTA DEL PASADO: Lo personal es político, amiga.
VANE: ¿Político, política?, ¿vas a hacer un partido sobre lo que yo hago
cuando follo?, ¿voy a salir en el telediario follando con el Carni? (ríe hiriente)
FEMINISTA DEL PASADO: (le hace gracia y ríe también) No, tranquila,
pero tienes que ser consciente de que tu vida sexual está marcada por lo
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social, por las presiones de afuera... Tu... (le cuesta adoptar la jerga, pero se
lanza) chichi no es tan libre como crees, sobre todo cuando lo pones a
funcionar sin ganas porque temes no quedar bien, porque temes que si no
lo pones a funcionar puedes quedar mal y perder a tu príncipe azul.
VANE: Tía, que a ti no te gusten los tíos no quiere decir que las demás nos
tengamos que aguantar... si tú no follas, con esas pintas y esos rollos que te
traes en la cabeza, ¿a mí qué me cuentas? Joder, que metes miedo, ¿qué tío
se te va acercar con esas paranoias en la cabeza?
FEMINISTA DEL PASADO: (ríe comprensiva, acostumbrada al tópico) A
mí sí me gustan los tíos, pero no vivo obsesionada con gustarles. Y tengo
muy buen radar, compañera, nunca dejaría que un tipo como el tal Carni se
acercara a mí. Tengo olfato para elegir a hombres que merecen la pena, ya
sabes, seres humanos evolucionados, no caducados.
VANE: Pues nadie lo diría que te gustan los tíos... lo estás poniendo al Carni
de violador... Joder, que yo no hice nada que no quisiera...
FEMINISTA DEL PASADO: Ya, por eso tenías esa cara de póquer, por
eso estabas pensando: “por Dios que acabe cuanto antes”. Y por eso
llegaste a casa y casi que te pusiste a llorar en la ducha mientras te
frotabas como para quitarte no se qué mierda imaginaria de la piel.
¿Venías de hacer el amor? Porque más parecía que salías de una central
nuclear. No usó la fuerza física, sólo faltaba, te lió de mala manera y tú
como eres una ingenua y como estabas en su coche (remarca bien las
palabras cursivas), en un descampado, bien lejitos de la civilización y en
ese coche tan bonito...
VANE: Me estás diciendo que me acosté con él por su coche, me estás
dejando de puta pa ´rriba, compañera...
FEMINISTA DEL PASADO: Lo de puta vamos a dejarlo para otra visita,
que ése es mucho telar por el momento. Ahora piensa, el coche, su
coche... él te lleva a casa (hace mucho énfasis en las cursivas), estabais en
medio de la nada... Si no hubieras querido continuar y él se hubiera
enfadado, ¿qué hubiera pasado? Él conducía, podía haberte dejado tirada
en medio de la nada y a ver cómo ibas a llegar luego a casa, ¿llamando a
un taxi?, si no tenías saldo en el móvil para llamarlo, ¿cómo ibas a tener
para pagarlo?
VANE: Carni no hubiera hecho eso que dices, nunca me hubiera dejado tirada.
FEMINISTA DEL PASADO: Claro, seguramente no hubiera hecho eso,
dejarte ahí tirada, seguro que no, puede que me haya pasado, pero la mera
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idea de estar en su coche, de que él te lleve y de que estéis en medio de la
nada, sólo eso, a ti ya te pone en una situación de desigualdad. El poder es
así, surge astuto de donde menos te lo esperas, hasta de un inocente viaje
en coche. Y claro, estáis en su palacio, su coche, y ha sido tan amable de
llevarte a casa... Y te ha dicho tantas cosas bonitas, y, claro, además tú
quieres salir con él... Así que, aunque te mueras de ganas de orinar y no te
apetezca porque tienes también ganas de vomitar por el alcohol, aún así
pa´lante. Venga, pa´lante. Por lo menos, esta vez, se puso condón. Pero
porque se lo dijiste tú y se lo sacaste tú, que encima eso, llevas tú el condón...
Manda huevos, sí, mandan huevos. Y no es que él sea un monstruo, pero las
circunstancias, ayudan.
VANE: (se enfada porque las verdades así duelen) Pero bueno, qué pasa,
¿aquí si no somos unas amargadas sabihondas como vosotras somos todas
imbéciles?, ¿que soy yo imbécil?, ¿soy imbécil?.. ¿soy imbécil? (a medida
que se lo va preguntando va disminuyendo la interrogación. Más bajito, entre
dientes y para sí misma) Soy imbecil (piensa y asume con rabia). Venga sí,
hace: yo seré un poco imbécil, pero tú eres una amargada.
FEMINISTA DEL PASADO: (ríe) ¿Amargada yo? Pues yo de amargada
tengo poco, porque cuando acabo mis faenas sexuales no me pongo a llorar
en la ducha, yo disfruto alegre y juguetona. No finjo nunca. Y sí, hijina mía,
eres imbécil, porque hacerlo sin ganas es de imbéciles. Y no hay más.
VANE: (le está dando una especie de ataque de ansiedad, se prepara otro
peta) Buf, buf, una dos y tres yo me calmaré todos lo veréis... una dos y tres
yo me calmaré todos lo veréis, la tía esta rara... lo que me está diciendo, la
mierda esta de fantasma...
FEMINISTA DEL PASADO: Sí, y además tienes mal gusto. El Carni ése es
un mal bicho... aunque bueno, tú tampoco eres una santa, claro está, porque
te entra por un oído y te sale por el otro lo que le pasó a su ex, a la tal
Elizabeth, ¿te da lo mismo, verdad? A ella le dio sus buenas hostias, pero
como tú eres especial piensas que a ti no va a pasarte eso, porque tú lo vas
a hacer cambiar... Y es más, lo vas a controlar, a atar bien corto para que no
te ponga los cuernos... que es lo que más te preocupa, los cuernos, lo de
que te dé un hostiazo de vez en cuando ni te has parado a pensarlo. Lo único
que te fastidia son los cuernos, porque unos cuernos nunca los perdonarías,
pero un hostia, bueno, eso a lo mejor hasta lo justificas por los nervios, el
carácter suyo que es así, el alcohol, la farlopa...
VANE: Te estás pasando, ¿qué pasa, que nadie tiene derecho a cambiar?
Además, lo que haya hecho con Elizabeth es asunto de ella... yo eso no tengo
por qué saberlo.
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FEMINISTA DEL PASADO: ¿Asunto de ella? Asunto tuyo, hijina, asunto
mío, asunto de todas, asunto de todos. Porque luego cuando asesinan a
ochenta mujeres al año, cuando abrimos el periódico decimos (pone voz de
pito): “qué barbaridad, cómo puede ser, hay que ser tonta” Pero cuando
vemos al lado nuestro los primeros pasos nos lavamos las manos. El asunto
de Elizabeth es tu asunto, porque como sigamos todas y todos escondiendo
la cabeza bajo tierra vamos a acabar viviendo en una país más de mierda
todavía, más si cabe, tú también tienes una responsabilidad
VANE: ¿Responsable yo?, ¿de qué? Lo que me faltaba. No exageres lo de
Carni, que a veces las manos se nos van a todos.
FEMINISTA DEL PASADO: Es un juego peligroso el vuestro, puede
acabar mal. Con tal de tener parejas pasáis por todo, ¿qué hay de la vida en
general, de tu familia, tus estudios, tus amigas, tu trabajo, tus sueños, la
situación del mundo.? O eres sólo una máquina de consumir y ligar.
VANE: Buf, me estás rallando tía, soy joven, eso del curro ya se verá... eso
ya se verá.
FEMINISTA DEL PASADO: Ya se verá... has dejado de estudiar, qué crees
que podrás hacer mañana sin estudiar... ¿tú sabes lo duro que es tener un
trabajo decente con estudios...? ¿te imaginas entonces sin el? ¿Cómo
puedes pasar de todo, de la Historia, del mundo, de lo que le pasa a la
Naturaleza, cómo puedes no interesarte por nada? ¿Cómo te lo lleva el
cuerpo? Ni te planteas ir a la Universidad como tu amiga Moraima...
VANE: Oye, qué, que no todo el mundo puede ir a la Universidad. Que a mí
mis padres no me pueden pagar la matrícula, que valen un ojo de la cara...
¿o qué te crees?
FEMINISTA DEL PASADO: No pongas excusas. Siempre fue difícil, tienes
que esforzarte...
VANE: Excusas dice, esforzarme... Se nota que eres la feminista del
pasado... ¿cómo coño voy a poder ir a la Uni si la matrícula del primer año
ya vale unos 1300 euros?, y luego métele libros, desplazamientos y cursos y
demás milongas... ¿Tú sabes lo que son hoy en día 1300 euros para quien no
los tiene y sólo tiene deudas y más deudas con los bancos?, ¿tú sabes que
en la fábrica de mi madre acaban de hacer un ERE de esos?, ¿tú sabes lo que
es una hipoteca para poder pagarse una vivienda...? y mira, amiga, esto no
son viviendas (señala a su alrededor, alza las manos asqueada), esto son
“muriendas”... A veces lo pienso, pienso en el mundo, en lo que me rodea,
pero no en África, sino en lo que me rodea aquí, ¿ves el cartel? COMPRO
ORO, ¿por qué? Porque la peña se está empeñando hasta el colgante de la
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primera comunión para pagar facturas, sí, aquí en España... ¡¿qué mi madre
estás hablando de la Universidad?! Eso es para otro mundo, para otra raza,
para los pijos...
FEMINISTA DEL PASADO: (consternada por la reacción de la chica)
Bueno, puedes trabajar y estudiar a la vez.
VANE: Mira tía, méteme toda la grasa44 que quieras, pero no es así de fácil.
Ahora en casi todas las facultades las clases teóricas son por la mañana y las
prácticas por la tarde... Ahora que la asistencia es obligatoria y que pasan
lista como si fuéramos párvulos... sólo me queda el fin de semana libre... y
qué, ¿me meto de camarera, y no tengo ni vida ni tiempo para estudiar? Si
es que además no hay casi ya curros de fin de semana. Por más que miro
sólo hay anuncios de curros con teléfonos que son un timo, que son encima
para sacarte la pasta y anuncios serios sólo unos, ¿sabes cuáles? Los de “se
necesitan chicas españolas para piso relax”. Y yo los leo y me los salto, me
los salto, pero habrá algún día en que no me los salte (Silencio tenso). Que
no, tía, que no es así de sencillo, métetelo en la cabeza que ahora la
Universidad ya no está pensada para compaginarla con un curro. No está
pensada para la chusma, para la gente de este barrio. Lo llaman Bolonia a
eso. Además que yo paso, que ya no me trago el cuento de la carrera, que
ya ese cuento ni mis viejos se lo tragan, que no sirve de nada, que para
acabar de dependienta o camarera, para eso me ahorro un montón de años
y de pelas. Métetelo en la cabeza, somos las hijas de los hipotecados, las
hijas del trabajo precario, lo del curro para toda la vida te valdrá a ti que
seguro eres funcionaria, siempre sois funcionarios los que dais lecciones, no
falla. Que para el tema de follar seré imbécil, como tú dices, pero no para
esto. Ya he pensado mucho en lo de ir a la Uni... Ah, y como yo, la mayoría:
en este barrio no estudia ni el Púas... Quitando a Moraima que se está
preparando, pero que no sé cómo coño va a hacer para conseguir la pela
para la matrícula, que la han echado del currito que tenía ... Que no, tía, que
no, que no es sólo el tema de los polvos, que la pela también influye... la
vivienda, el curro, la Universidad tan cara... Es todo, no es sólo que seamos
mujeres, es que estamos jodidas, muy jodidas de curro, de pasta... Las pijas
no tienen tantos problemas, a la hora de follar y de los tíos será igual, eso
no te lo niego, pero a la hora de estudiar tienen a sus padres.
FEMINISTA DEL PASADO: (como evocando) ¡Doblemente oprimidas,
doblemente revolucionarias! Sí, hijina, tu problema es doble... eres mujer y
eres... (le cuesta decirlo, es una palabra que ya no se usa) pobre aunque no
lo parezcas, tienes miseria natural, miseria cultural, (mira a su alrededor)
miseria paisajística, miseria en el aire... Hay nuevos ricos y nuevos pobres...
44”Meter grasa” es discursear a alguien para que se espabile.

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Y la tuya es un pobreza sucia, ¿me entiendes? Sucia por los horizontes
sucios, por la tele, el consumo, la mierdas de drogas que os metéis... Es
doble tu problema, y da gracias que no eres negra o inmigrante. Yo luché,
sí que luché, pero creo que nunca se lucha lo suficiente. O tal vez era que
eramos pocas luchando, siempre somos pocas luchando, muy pocas, pero
creíamos en un país nuevo, libre, justo, sano... y mira, en pleno 2011 aquí me
veo, en un barrio de mierda, con gente asfixiada, sin esperanzas y pisando
mierda de perros de marca bajo un cartel de compro oro... El oro y la
mierda, es todo lo mismo... Se nos fue el país de las manos, yo que ya soy
vieja, así de claro te lo digo, tú no has hecho sistema todavía, pero la gente
adulta, sí. No sé, tantas cosas... los felices 90, la primera década del XXI, sí,
la primera década fue un espanto moral... Nos la jugaron poco a poco, y no
sólo hay que echarle la culpa a las élites, todas y todos contribuimos a esta
peste, por pensamiento, palabra, voto, obra u omisión...
VANE: (sigue en el rencor) Yo sé cómo nos llamáis la gente de cultura, la
gente de pasta... los profes del insti que se hacen pajas pensando en nuestro
tanga... Se ríen y se hacen pajas con nosotras... Sé como nos llaman.
FEMINISTA DEL PASADO: ¿Cómo?
VANE: Poligoneras, chonis, canis, putillas, guarrillas, come pollas,
arrabaleras, comebolsas... La gente guay, con carreras y buen curro, se lo
gozan inventándonos motes. Les damos asco y morbo por igual.
FEMINISTA DEL PASADO: Ya, lo sabía, es verdad que he oído muchas
burlas y a mucho viejo verde tertuliano que os insulta y os mira con cara de
cerdo en celo... Lo sé. Gente de clase media alta que como ya no os puede
llamar chusma o plebe, que sonaría muy clasista, os llama “chonis”. Tienes
razón, hace unos años era más fácil, los felices noventa, hace unos pocos
años... Pero además os llenaron la cabeza de mierda y no hubo manera de
meterle mano a eso.... os llenaron la cabeza de gusanos con la excusa de la
audiencia, del beneficio de las cadenas privadas, de las revistas, de todo
aquello que llamaron libertad de expresión y en el fondo sólo era sacar pasta
a costa de la moral de todo un país.
VANE: (impaciente) Mira, ya no sé ni de lo que me estás hablando, no soy
una... intelectual, ¿entiendes?, pero tengo buen olfato, (mira y olisquea a su
alrededor), la mierda apesta y yo la huelo... y me estoy hartando. Joder, me
estoy hartando, que parecemos imbéciles, pero en el fondo no lo somos,
porque tenemos olfato, tenemos instinto, aunque no tengamos las grandes
palabras
FEMINISTA DEL PASADO: (sigue con su historia con su intento de
diagnóstico del país, diagnóstico que se le escapa entre los dedos, se le
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escabulle) Yo qué sé... O lo sé todo, no sé... Yo luché, siempre por una
educación pública y no sexista, por una coeducación, por un sanidad de
calidad, por unas buenas condiciones laborales... milité en partidos obreros,
¿sabes? Pero no éramos suficientes o no lo hicimos lo suficientemente bien.
De hecho creo que en muchas cosas lo hicimos como el culo. Hagámonos
un favor mutuo, escúchame a mí para temas de sexo, o sea, para el tema de
los chicos, y yo te escucharé a ti para temas de tu barrio. Estás indignada,
estás indignada...
VANE: Qué indignada, qué indignada, ¡estoy hasta los cojones!, bueno,
vale, ovarios... Y si vieras a mi madre, todo el día colgá del Tranxilium 15 y
del Seroxat, y luego del Omeoprazol para cubrir el estómago: es mucha
mierda, ¿entiendes? Y qué, para esa mierda de médicos, que sólo recetan,
¿por esa mierda de sanidad peleasteis? Os podéis meter el rollo ése de la
sanidad por el culo... así de claro te lo digo, tía... Y mi padre... bueno, a mi
padre no lo veo mucho y cuando lo veo no hablamos, sospecho que no anda
muy bien... Se va a las seis y media de la mañana y vuelve a las ocho de la
tarde, así todos los putos días, hasta el sábado. Y que no se queje, que como
él hay cuarenta babeando por su curro. Ya sabes cómo va esto, ¿no?
FEMINISTA DEL PASADO: Lo sé, claro que lo sé, las feministas
denunciamos todo eso y luchamos contra la medicalización de los conflictos
sociales, políticos, de género...
VANE: Ya hablas para marcar distancia, ¿no podrás hablarme claro de una
vez?
FEMINISTA DEL PASADO: Lo siento, te entiendo... digo que las feministas
nunca nos cansaremos de denunciar que cuando una mujer está harta,
agotada por el curro, las cosas de casa, la pareja, las criaturas, la falta de
belleza en su entorno y mil cosas más... cuando su cuerpo y su mente se
agotan de tanto kaos, pues denunciamos que se le receten pastillas y más
pastillas. Lo sabemos, está medio país drogado, con drogas legales, eso sí,
pero profundamente drogado. Las mujeres a partir de cierta edad, en su
mayoría, se atiborran a drogas perreras que les da el propio Estado... las
drogas que toma tu madre. Ahí también denunciamos, queremos ir a la raíz,
y también sabemos que la vida de tu padre no es vida. Solemos pelear
también por ahí desde otros espacios. En esta mierda de sistema sufrimos
todas y todos... las feministas lo sabemos, pero somos tan pocas las gentes
críticas...
VANE: ¿Pocas? ¿Qué quieres que me meta en vuestro rollo?
FEMINISTA DEL PASADO: (le pasa una mano por el hombro) Te haría bien
estar con tus iguales, conocer bien clarito los problemas de tu mundo, tocar
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fondo en la rabia para luego salir más fuerte que nunca a luchar. La lucha
es alegre, el apoyo mutuo entre nosotras es hermoso, da consuelo, da
fuerzas. Ya sabes, ¡doblemente oprimida, doblemente revolucionaria!
VANE: No soy tonta, sé lo que pasa, pero tampoco quiero líos, para lo poco
que me queda, hasta que tenga un curro de pila de horas y me ponga a parir
y a vivir en una de estas putas “muriendas” nuevas, quiero disfrutar... No
quiero hacer planes, no hay futuro... Eso es un invento, yo sólo conozco el
presente, y bueno, un poco el pasado, mi pasado.
FEMINISTA DEL PASADO: Poco a poco, ya verás todo más claro luego.
Pero ahora, con respecto a Carni, ¿qué? ¿qué vas a hacer?, ¿seguirás así,
con esta vida?
VANE: ¿Cómo salir de esto, cómo voy a salir de aquí? Un día leí un reportaje
en la revista que dan con el periódico los domingos, trataba de unos barrios
de París llenos de inmigrantes. Bueno, de nietos e hijos de inmigrantes, creo
que eran moros... bueno... de algún país de por ahí.
FEMINISTA DEL PASADO: De Argelia.
VANE: Eso, barrios de argelinos de París, contaban que las chicas estaban
muy jodidas, que había hasta violaciones, y que los tíos no veían salida y
habían explotado y se dedicaban a controlar a las tías y a quemar coches. No
es lo mismo, que conste, no es lo mismo, pero me recordó un poco a este
barrio. ¿Cómo salgo? ¿A dónde voy a vivir? El centro mola más, hay un
ambiente más majo, hay locales incluso de esos feministas que tú dices, pero
los alquileres son impensables y para ir me tengo que meter casi hora y
media de metro de ida y otra hora y media de vuelta. Además, a mí me mola
la gente de aquí, tengo mis amigas, no quiero escapar, y de momento, con
la depresión de mi madre... paso de dejarla sola. Además a esos grupos de
mujeres ya van las que saben, y yo no sé nada.
FEMINISTA DEL PASADO: Sí que sabes, sabes de tu indignación, de tu
cabreo. Tú lo dijiste, tienes olfato, tienes instinto, con eso de momento basta,
ahí donde hay una mujer que está harta, ahí tenemos a una feminista en
potencia.
VANE: Pero te digo que lo de ser feminista me parece muy parcial... me
joden más otros temas que el de la violencia machista, que no creas que no
me jode... pero hay más temas.... sin ir más lejos me jode más lo de mi
madre, o lo de las hipotecas, o lo de las guerras...
FEMINISTA DEL PASADO: Todo eso se puede y se debe abordar desde el
feminismo, sólo te digo una cosa, el feminismo, recoge en su seno todas
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esas reivindicaciones.... no te quedes con la imagen de que sólo luchamos
contra la violencia machista... es tan urgente que parece que lo llena todo,
pero en salud, economía y defensa de la paz, por darte sólo unos ejemplos
de temas vitales, tenemos las ideas y las acciones muy claras.
VANE: Con eso de la guerra que dices, te parecerá un chorrada, pero me
estaba acordando... Es una pijada, pero de pequeña había un anuncio de
Anäis de Cacharel, el perfume ese, huele genial, yo lo compro palero a los
moros por cinco euros... Bueno, eso, lo que te decía, había un anuncio de
unas chicas que salían bailando entre flores así como de colores pastel
difuminados, y decían: “Algún día la ternura moverá el mundo”. Al principio
me pareció cursi, pero otro día en una perfumería la chica me dio un lacito
perfumado que traía escrito lo mismo (lo repite medio con pena, medio con
esperanza) “Algún día la ternura moverá el mundo”... Y ya no me pareció tan
cursi...
FEMINISTA DEL PASADO: (con los ojos brillantes por admiración a la
joven) Para ser una... “poligonera”... tienes olfato, sí señora, tienes olfato...
Un olfato lila te acompaña, todas lo tenemos. Además, ¿qué es lo cursi?, ¿lo
que no es violento, lo que no es militar, lo que no es oscuro, gritón y feo?
Llamarnos cursis es la forma en que el patriarcado muchas veces nos ha
desautorizado a las mujeres. Lo femenino es cursi, lo masculino es lo
normal, lo que marca la norma... (piensa) Sí, creo que las dos primeras
potencias que siempre me han movido como feminista, como mujer, como
humana, son la rabia y la ternura. Rabia y ternura... (le sonríe maternal) Tú
tienes también esas dos potencias...
VANE: ¿Y cuál es la tercera?
FEMINISTA DEL PASADO: ¿La tercera qué?
VANE: La tercera potencia que te mueve como mujer, que te mueve como
feminista...
FEINISTA DEL PASADO: Ah, bueno, sí, son tres: rabia, ternura y
conocimiento. La búsqueda de la verdad, que te sonará carca, pero sigue
vertebrándome como humana. Podríamos decir entonces, un poco a la
antigua, que tenemos hambre de Justicia, Amor y Verdad... Y bueno, claro
está, hambre también de Libertad...
VANE: Libres ya somos...
FEMINISTA DEL PASADO: Somos pero no estamos (Ríe) Sí, como ser
humano una de las cualidades que más te define es la libertad, el libre
albedrío que decían, no sólo el andar a dos patas. Pero esa libertad no la
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puedes ejercer todo lo que quisieras, aunque aparentemente esté ahí, la
libertad no siempre se deja alcanzar plenamente. Mira el ejemplo del coche,
tenías libertad para no tener sexo, pero no ejerciste esa libertad, te dejaste
llevar por la inercia, por el miedo a decir no, por el miedo a quedar mal con
Carni, por el miedo a no estar a la altura... Había un potencial para la libertad
pero no te atreviste a ejercerla. La presión de estar en un coche que no era
el tuyo no te ayudó precisamente. Ejercer la libertad no siempre es fácil. Las
circunstancias no ayudan, y además existe el miedo a la libertad.
VANE: ¿Cómo va a haber miedo a la libertad? Con lo que mola poder hacer
lo que te da la gana...
FEMINISTA DEL PASADO: Ah, pues, tú sabrás mejor que yo... tuviste la
oportunidad de ejercer esa libertad, libertad sexual, libertad de no hacer en
este caso, y pasaste, preferiste la comodidad de agradar al chico, de no
generar conflicto con él, aunque luego te lo generaras contigo, llorando en
la ducha... Porque a veces, al ejercer nuestra libertad, podemos enfadar a
quienes nos rodean, y eso no nos gusta, queremos agradar, sobre todo al
príncipe azul, no sea que se vaya con otra princesa. Y un día sí y otro
también dejamos de ejercer nuestra libertad y nos vamos haciendo más
autómatas, más imbéciles... Tu madre mismo, ¿es consciente de la bomba
que se toma cada día con esas pastillas?
VANE: Sí, lo sabe, sabe que se está matando, que la están volviendo loca, que la
están convirtiendo en una zombi loca. Desde el primer día que lo sabe.
FEMINISTA DEL PASADO: ¿Y por qué no ha mandado a la mierda a su
médico? ¿Por qué se ha ido de la consulta sin protestar y para colmo se ha
ido directita a la farmacia a comprar lo que la mata?, ¿y por qué cada día se
toma las pastillas sin rechistar, como una niña buena?, ¿por qué?
VANE: Yo que sé.
FEMINISTA: Por miedo a la libertad, por miedo a plantarle cara al médico.
VANE: Bueno, es el médico, él sabrá mejor... y además esas pastillas la
ayudan a no mandarlo todo a la mierda...
FEMINISTADEL PASADO: En qué quedamos, ¿no sabemos ya muy bien
que las pastillas la están destrozando?, entonces, ¿en base a qué pensamos
que el médico sabe más, sólo porque tiene una carrera? ¿Ves? Es el miedo, el
respeto al poder de la bata blanca. Eso es también patriarcado. Y que a lo mejor
tu madre, muchas madres y muchos padres también, tenían que mandarlo
todo a la mierda, plantar cara en los curros, en la cama, en la cocina, en la
tienda... Plantar cara y decir hasta aquí hemos llegado. Pero el miedo...
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