Necul, relatos y anécdotas de un halconcito gris .pdf



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Lo que muchos negaban con palabras,
vos lo demostraste con hechos.
Mientras algunos dudaban y hablaban,
vos callabas y actuabas.
Me enseñaste a no subestimar,
que los limites son efímeros
que un corazón puede ser más grande
que el cuerpo que lo aloja.
En tu mirada descubro el deseo de nuevos desafíos
la ambición de nuevas historias que juntos viviremos.
Y por eso solo puedo decirte GRACIAS.

Introducción

Aburrido frente a la computadora, sin demasiado para hacer en
una mañana lluviosa que no me deja salir de la casa y con Necul
que duerme muy plácidamente después de haber tirado tres
plumas dando inicio a su tercera y adelantada muda me dispongo
a escribir. Voy a empezar aquello que tantas veces pensé en
hacer y por pereza vengo postergando.
Hablando con Santiago Castrilli me enteré que en El Niego,
criadero de Sergio Fazio y de donde salió Necul había 4 huevos
de grises que iban por el camino del éxito, es decir que
seguramente la temporada del 2015 contaría con algunos de
estos chiquitines volando por diferentes zonas del país. Eso me
hizo pensar en que quizás podía probar de escribir algo que les
sirva a esas personas que vuelen por primera vez un gris. Voy a
intentar describir lo más detalladamente posible pero siempre tratando de evitar caer en la pesadez mi
experiencia con este pequeño falco. No es mi intención que esto se convierta en un tratado de cetrería ni
en la descripción de una especie prácticamente desconocida por este arte, nada más lejos que eso, solo
pretendo compartir anécdotas y redactar lo que me parecen particularidades que quizás les sirvan a
aquellas personas que se dispongan a volar un gris.
Para intentar compensar mi carencia en la escritura y hacer la lectura más amena voy a sumar la mayor
cantidad posible de fotos o dibujos que ayuden a interpretar aquello que trato de describir rogando que se
cumpla el viejo refrán “una imagen vale más que mil palabras”.
Seguramente se me pasen por alto muchas cosas importantes y tantas otras todavía no haya llegado
siquiera a notarlas ya que recién llevamos juntos tres temporadas por lo que este es un proyecto que
quedará abierto a nuevas actualizaciones. Ojalá eso incluya las experiencias compartidas por otros cetreros
que se sumen a la aventura de volar uno de estos fantásticos halcones. Tenemos que dar a conocer al
mundo ésta especie endémica de nuestra tierra para que así todos conozcan los pequeños duendes que
azotan los montes del centro de la Argentina.

¡¡A volar grises!!

Un regalo de navidad atrasado.
Caminando el campo en una jornada de caza con Aukan, mi macho de Parabuteo y acompañado de un
conocido que se había acercado para vernos cazar cuises (Cavia aperea) la charla se desliza hacia la
abundancia de presas que poseía el terreno. Henderson, mi pueblo de origen y donde me inicie con la
práctica de la cetrería está ubicado en el centro oeste de la provincia de Buenos Aires, en pleno corazón de
la pampa húmeda. Es el paraíso para todo aquel que quiera hacer cetrería, la variedad de presas es de lo
más amplia y el abanico es suficiente como para cubrir las necesidades del halconero más exigente. Ya sea
que nos dediquemos al alto o bajo vuelo vamos a encontrar
presas para todos los gustos. Allí abundan los teros (Vanellus
chilensis), la perdiz chica (Nothura maculosa) y la colorada
(Rhynchotus rufescens), acuáticas de todas formas y colores, una
infinidad de paseriformes y para el que gusta de la caza del pelo
la liebre europea y mi favorito…el cuis. Es decir que viviendo ahí
podría haber elegido la especie de rapaz que sea que seguro le
encontraba una presa acorde a sus necesidades.
La persona que me acompañaba observa todo esto y me dice “vos acá tendrías
que volar un peregrino, es el lugar ideal para un cassini lo podrías explotar
tranquilamente”. Mi respuesta fue clara… por ahora no pienso meterme en la
altanería a demás ya le encargue a Sergio (Fazio) uno de los pichones de grises
(Spiziapteryx circumcinctus) que nacieron en estos días. A partir de ese momento
cada persona con la que hablaba sobre el tema me hacía el mismo tipo de
comentarios “¿para que queres ese pajarito que solo come grillitos y lagartijas?”
“¿no pierdas el tiempo, no vas a cazar nada con él, mejor vola otra cosa?” “yo los
vi en Santiago (Santiago del Estero) y son súper oportunistas, para cetrería no
andan. Se la pasan arriba de los postes de la luz y de ahí bajan a agarrar bichitos”
Como buen porfiado que soy esos comentarios solo hacían que mi ansiedad por
tener al ave fuera creciendo. Yo quería ver que era capaz de hacer con ella y si
realmente era como decían poder demostrarlo con
hechos.
En los casi dos meses que siguieron me dedique a buscar toda la información
que fuese posible sobre esta especie, trate de contactarme con gente que los
hubiese volado, que los viera en el campo y pudiera describirme realmente
cual es su comportamiento o que supiera algo por mínimo que sea. La
información que hay es casi nula, no logré encontrar ni la media de su peso.
Algunos con quienes hablaba me decían que en el campo los veían y que eran

Algunos de las presas que abundan en la zona de Henderson, provincia de Buenos Aires, Argentina.

muy mansos incluso más que un cernícalo (Falco sparveirus), aunque no los habían visto cazar habían
notado que los pajaritos pequeños les tenían miedo. Esto me ilusionó un poco más. Había quienes me
decían que se parecía más a un accipiter que a un halcón por lo que lo iba a tener que volar como a un
gavilán, que me olvide de las llamadas al guante ya que solo acudiría al señuelo. Ahí la ilusión se convirtió
en miedo. Había leído muchas veces que rara vez los grandes cetreros logran mantener dos o tres mudas
un mismo gavilán, que su rápido metabolismo es prácticamente imposible de controlar ¿Y si con el gris iba
a ser así? ¿Cómo demonios iba a hacer yo que solo había volado dos parabuteos para conservar a un
pájaro tan delicado?
Lo que iba descubriendo me dejaba claro que nadie sabía a ciencia cierta prácticamente nada sobre la
especie, iba a tener que arrancar de cero e ir aprendiendo día a día tratando de leer los mensajes que él
me fuera enviando.

El mío es el tercer gris que nace en cautiverio, el año anterior había nacido una hermana y en el 2011 nace
él y un machito más. Los dos fueron criados a mano por Sergio (Fazio) y Santiago (Castrilli) desde el
momento que dejaron el cascaron y permanecieron con ellos hasta que una vez completamente
emplumados pasaron a una muda. Estando en este nuevo recinto se los siguió alimentando de forma
directa por lo que la impronta fue total.
El 26 de diciembre de 2011 por fin llego el gran día, a las 5 AM nos levantamos, preparamos el equipo de
mate y salimos junto a mi papá rumbo a El Niego. Los 600km que teníamos por delante iban a convertir el
viaje en una larga espera. Llegamos pasado el mediodía, Sergio nos estaba esperando con los papeles ya
casi listos, por lo que después de una breve recorrida por el criadero nos dirigimos a la muda de los grises.
Era un cuarto de más o menos 9mt cuadrados por 4mts de alto en el que se alojaban dos pichones ya
completamente emplumados y secos. El mío iba a ser el 02.
Sergio entró con el copo (una redo como las que se usa para recoger los peces una vez junto al bote) y
ambos pollos se fueron de inmediato al posadero más alto, cada intento que hacía por capturarlo era
evitado con un ágil quiebre. No podía creer como ese pajarito era capaz de hacer esos movimientos en un
lugar tan chico. En ese momento me vino a mi mente la lista de nombres que había armando, sobre todo
uno…Necul, que en lengua Mapuche significa “el veloz”, así lo llamaría.
Como era de esperar una vez empihuelado comenzó a debatirse pero no tardó demasiado en quedarse
sobre el guante. Aprovechando esto y para ir ganando tiempo parte del viaje de regreso lo realizó sobre el
puño mientras mi papá se encargaba de conducir. El resto lo hizo en el transportin donde parecía ir muy
cómodo. Llegamos a casa ese mismo día pero bien entrada la noche. Mientras nosotros cenábamos
comenzó su sociabilización permaneciendo en una percha a pocos metros de la mesa.

Sociabilización y primeros pasos del entrenamiento
A continuación transcribo el diario que fui realizando al tiempo que trabajaba con Necul. Ahora que lo
releo habiendo pasado 3 temporadas cazando con él me parecen obvios una serie de errores y fallos que
cometí en ese entonces pero que por ignorancia, terquedad y exceso de temor me retrasaron
considerablemente su adiestramiento. Sin embargo y por suerte no puedo decir que esos errores fueron
irreversibles o acarrearon graves consecuencias, solo dilataron los tiempos.
Creo conveniente transcribir mi experiencia tal y como la vivía en ese entonces ya que puede servir para
evitar que estos errores los repita otro cetrero que los lea y se disponga a volar un gris.

27 de diciembre de 2011
Como ya mencione su sociabilización comenzó desde el momento en el que llegamos a casa. Esa noche
permaneció junto a la mesa en una percha que más que servirle como posadero cumplía la función de
retenerlo ya que se negaba a permanecer sobre ella. Esa noche durmió en
el transportin.
La ansiedad no me dejó dormir demasiado así que a la mañana siguiente
me levanté con el alba y fui directo a ver como había pasado la noche
Necul. Estaba todo en orden, lo subí al guante y de ahí a la balanza para
comenzar con el registro. Estaba en 134g, un peso nada despreciable
siendo que el día anterior no había comido casi nada.
Dada la poca información que había logrado conseguir y lo contradictoria
de la misma ya que algunos me decían que lo maneje como un cernícalo,
otros como un mini parabuteo y otros como un accipiter me pareció como
más acertado dedicar los primeros días para darle de comer todo lo que
quisiese e ir conociendo así su metabolismo pesándolo cada una hora.
Mientras desayunaba junto a mis padres el parecía no estar incomodo
posado en el guante, rara vez se debatía y toleraba con relativa calma todo
lo que ocurría a su alrededor. Estuvimos así unos minutos y volví a colocarlo en el transportin ya que debía
irme a trabajar y la percha no me generaba la confianza suficiente como para dejarlo en ella.
Nunca fui de extenderme demasiado cuando de tomar exámenes se trata pero ese día menos que menos,
a las 10:30 ya estaba de nuevo en casa. En una taza coloque 13g de pechuga de pato cortados en picaditas
pequeñas y di inicio a la primera jornada. Al igual que en la mañana temprano no se debatía estando en el
guante pero si mi mano se acercaba a él emitía una especie de piido y abría sus plumas intentando
aparentar un mayor tamaño. Cuando dejaba de piar a modo de “premio” le ofrecía una picadita que era
aceptada fácilmente. Comió los 13g y sin embargo terminó pesando 139g lo que indica que solo subió 5g
por encima del peso con el que había amanecido cuatro horas antes.

Después de almorzar volví a subirlo al guante y salimos a caminar por el patio, ya estaba otra vez en 134g.
Cuando la sombra llegó al lugar en el que coloca la percha lo enjardiné por primera vez con mejores
resultados de los que esperaba. Aceptaba sin problema movimientos a su alrededor, podía acercarme yo o
incluso la perra sin que se bajara pero si me acercaba con algo en la mano como por ejemplo la cámara de
fotos parecía asustarse e intentaba huir aunque subía rápidamente.
Superado lo de la vuelta a la percha quise ir un poco más lejos y ver cómo actuaba ante una presa. Le
arroje a sus pies un gorrión sin vida, lo miró pero no reaccionó, se lo volví a arrojar y esta vez lo trabó de un
manotazo. Esto pareció haberlo sorprendido a él mismo ya que cuando notó lo que había hecho lo soltó de
inmediato. Intentando incentivarlo pelé al gorrión delante suyo mientras me observaba, dio unos picotazos
pero al no lograr arrancar nada de carne desistió y optó
por las picaditas que comencé a ofrecerle. El resto de la
tarde continuó intercalando momentos en el guante con
momentos en la percha y alguna que otra picadita como
refuerzo positivo.
Para las 19:30 y después de asegurarme que ya no iba a
querer comer más lo pesé y vi que estaba en 139g.
Continué teniéndolo en el puño hasta la hora de cenar
momento en el que lo guarde en el transportin
(21:30hs).

28 de Diciembre de 2011
A las 7:15 de la mañana saco a Necul de su transportin y
lo primero que hago es pesarlo, estaba en 132g, lo que indica que durante la noche bajó solo7g, mucho
menos de lo que esperaba. Enseguida lo enjardiné para que tome un poco de sol, después lo volví a subir al
puño mientras desayunaba hasta las 9:30 que regresó a la percha.
A las 10:15 preparé 10g de paloma en picaditas bien chicas, lo pesé (130g) y me preparé para alimentarlo.
En cuanto nos sentamos de nuevo en la computadora comenzó a piar, suavecito pero piaba, entonces
esperaba a que se callara y en ese momento le daba la picadita.
Cuando le quedaban 5 o 6 picaditas empezó a cerrar los ojitos, se estaba durmiendo. Le ofrecí una picadita
más y no llegó a tragarla, se durmió con ella en el pico. Lo dejé unos minutos tranquilo hasta que entro la
perra, se distrajo, y volvió a comer terminando los 10g de carne. Después de eso volvió a dormir otro rato.
Cuando terminó de comer volví a pesarlo y estaba en 136g, lo que indica que desde las 7:15 hasta las 10:15
había bajado 4g. No es raro ya que defeco varias veces mientras lo tenía en el guante.
Todavía se resiste un poco a mantenerse sobre la percha, así que a las 11:30 lo deje en ella (pero dentro de
la casa) mientras yo preparaba el almuerzo.
A las 13:00 hs fui a buscar a mi hermana que llegaba a la terminal y Necul me
acompañó. No se debatió ni una vez a pesar de que iba en mi puño mientras yo
manejaba, permanecía muy tranquilo mirando todo lo que pasaba fuera del
vehículo así que me parece que va a andar bien para cazar desde la ventanilla.
Cuando volvimos lo tuve un rato más en el guante y después lo pasé a la percha. A
las 16:30 lo enjardiné, permaneció unos instantes en la percha pero enseguida
comenzó a bajarse y subirse. Cada tanto se dormía una siestita, y no fueron pocas

las veces que se acomodo el plumaje haciendo volar todavía un poco del plumón de pollo. Se ve que el
calor y las debatidas le dieron sed porque cuando lo subí al guante le ofrecí agua con una jeringa y no tuvo
ningún problema en beber.
A las 17:15 lo pesé y estaba en 135g, corté 12g de paloma en picaditas (de los cuales solo comió 8) y lo
coloqué, no en el guante si no en la mesa del patio. La idea era mostrarle la comida a unos pocos
centímetros para ver si aunque sea daba uno o dos pasitos para agarrarla. No dio ni medio paso solo comía
cuando se las daba en la punta de mis dedos y si no tenia que estirar demasiado el cuello. Terminó esta
sesión pesando 141g (los 2 g que faltan seguramente se fueron en forma de materia fecal ya que el guante
termino bastante más manchado).
Lo mantuve un rato más en el guante y de nuevo lo puse en su percha, de donde se bajo reiteradas veces y
continuo acicalándose.
Cuando se acercaban las 20:00Hs comenzó a piar de una manera un poco más intensa, supuse que ya se
quería ir a dormir así que lo volví a pesar. Pesaba 136g, es decir que bajo 5g en menos de 3 horas. De
nuevo corte un poco de paloma (11g) y lo alimente por última vez antes de llevarlo a dormir. Se fue
pesando 144g

29 de noviembre de 2011
Hoy tuve que salir temprano para tomar exámenes en la escuela y volví a las 10:30 de la mañana. A esa
hora pesaba 132g, 12g menos que los que tenia anoche cuando se fue a dormir. Desayunó 12 g de paloma
cortados en picaditas bien pequeñas como siempre. Al ver que estaba 2g por debajo del día anterior y que
parecían notarse ya que gritaba más de la cuenta, quise intentar de nuevo que camine hacia las picaditas.
Esta vez logré que diera dos pasitos en las primeras dos picadas, después ya no quiso dar ni uno más.
La idea de que camine es para que vaya viendo que si quiere comer debe desplazarse, que no alcanza con
que estire el cuello, así el día de mañana puedo cambiar esos pasitos por un salto. Creo que si logro que
camine 4 o 5 pasos hasta la comida, después le va a resultar más sencillo dar el primer salto.
Cuando terminó de comer los 12g pesaba 144g. Lo tuve en el guante casi hasta las 12 del medio día y
después lo pase a la percha y el desgraciado sigue negándose a quedarse sobre ella. Pareciera que prefiere
estar en el suelo, porque cuando se baja salta un poco tratando de alejarse pero al darse cuenta que no
puede hacerlo se queda tranquilo, en el suelo pero tranquilo.
Cuando terminé de almorzar lo lleve dentro de la casa porque el calor era demasiado, por suerte esta vez sí
se quedó un buen rato ahí arriba (hasta se durmió una siesta). Dese las 15:00 hasta las 17:15 intercalamos
guante y percha.
A las 17:15, pesando 132g solo aceptó una picadita. Desistí de volver a intentar que camine pero quise que
coma solo del guante. No hubo caso, si no está en la punta de mis dedos no toma las picaditas.
A las 18:15 había bajado 2g, estaba en 132, pero de nuevo solo aceptó una sola picadita y siguió negándose
a comer del plato.
A las 19:00 a pesar de mi insistencia no probo bocado, no quiso ni una sola picadita por más que se la diera
en los dedos.
Recién a las 19:45 y pesando 133g quiso comer. Le mostré una picadita casi a la altura del pico e
inmediatamente debajo estaba el plato con el resto. Tomo la picadita de los dedos y después por primera
vez tomo por su cuenta algunas del plato. Entre las del plato y las que le di yo sumaban 10g y lo llevaron a
143g (1g menos que anoche) con los que se fue a dormir minutos más tarde.

30 de diciembre de 2011
Por primera vez amaneció pesando 135g, y no es porque lo haya sacado muy temprano ya que como tenía
que hacerle unas pihuelas nuevas recién lo saqué y pesé a las 8:30. El desayuno se lo di a las 9:15, seguía
pesando 135g y comió solo 6g los que lo llevaron a 141g. Al igual que ayer, hoy conseguí que coma un poco
del platito, hasta que comienza a llenarse después le tengo que dar con la mano. El resto de la mañana lo
pasó un poco en la percha y otro tanto en el guante. Todavía insiste en pasar largo tiempo posado en el
suelo. Para las 12 del mediodía solo había bajado dos gramos, llegando a los 139.
Mientras almuerzo lo sigo dejando dentro de la casa, a mi lado. Esta vez por suerte si permaneció más
tiempo en la percha y se durmió una buena siesta.
A las 16:00 hs lo saque al patio pesando 134g. No sé si será por las debatidas o por el calor excesivo que
hizo pero paso gran parte de la tarde con el pico abierto, por las dudas le di agua con le jeringa pero no
tomo demasiado.
La merienda se la di a las 17:00 cuando pesaba 131g. Comió solo 7g (un poco del plato y otro poco de los
dedos) pero no llego a los 138 sino a los 137g. No sé si se deberá a un problema con la balanza o a que
defecó bastante mientras comía. La tarde la pasó igual que la mañana, un poco en el puño y un poco en la
percha.
La última comida se la di a las 20:00. Pesaba 134g lo que indica que en unas 3 horas bajó 3g. No lo pude
hacer comer del plato, no tenía demasiado hambre, pero le insistí bastante y logre que coma 7g más y
llegue a los 141g. Cuando terminó de comer comenzó a piar de un modo muy particular, lo lleve delante
del transportin y se metió de un saltito por lo que supongo que sería eso lo que quería.

31 de diciembre de 2011
Hoy nos levantamos un poco más temprano que ayer. A las 7:30 ya estaba enjardinado, después de ver
que pesaba 135g. No sé si ya se habrá acostumbrado a que al poco rato de sacarlo le toca el desayuno y
por eso lo hace, pero en cuanto lo saco del transportin por primera vez a la mañana no tarda ni 5 segundos
en defecar.
Como se había levantando con unos gramos por encima de lo “normal” supuse que no iba a tener mucho
hambre así que preferí esperar un poco para darle el desayuno y así le dé un poco más de hambre para ver
si de una vez por todas se decide a comer solo del plato. Para hacer tiempo lo enjardine junto a los
parabuteos, aunque un poco retirado porque lo miran feo.
A las 10:15 supuse que el hambre había aumentado porque de la nada comenzó a piar. Efectivamente, su
peso había bajado a 129g y eso lo motivo a comer casi sin dudarlo del plato. No fue mucho lo que comió,
solo 7g que lo llevaron a 136g, pero algo es algo. Después de comer volví a enjardinarlo y permaneció en
silencio hasta que comenzó a darle el sol.
Para las 11:45 solo había bajado un gramo, es decir que estaba en 135
A diferencia de los días anteriores hoy no lo entre a la casa a la hora de la siesta. Lo deje debajo del alero
de la casa donde permaneció casi 4 horas sin emitir un solo sonido. A cada rato me asomaba para controlar
que estuviera todo bien ya que me llamaba la atención tanta tranquilidad pero no había nada raro, estaba
muy paradito a un costado de la percha, no sobre ella.
A las 16:00 se encontraba en un peso de 132g, es decir que volvió a bajar casi un gramo por hora.
A la tarde tampoco lo subí demasiado al puño, pero nos fuimos a la pileta y permaneció enjardinado junto
a nosotros. Ya cuando nos estábamos por volver de la pileta había comenzado a piar, entonces cuando
llegamos lo pese y estaba en 129g otra vez. Al igual que a la mañana cuando se encontraba en ese peso

comió solo del plato pero ahora un poco más, fueron 10g lo que engullo de merienda y llego a los 140g de
peso. Cuando terminó de comer permaneció unos minutos en el guante y lo devolví a la percha.
Regrese a las 19:30 y solo por curiosidad lo pese, estaba en 139 (bajo 2 gramos en 2 horas), no me pareció
un peso suficiente para que se vaya a dormir así que le corte otras picaditas. La balanza me dijo que fueron
2g los que comió pero su peso solo llego a los 140g. Ese es el problema de manejar pesos tan finos con una
balanza que solo marca de a un gramo.

1 de enero de 2012
El año nuevo no lo comenzamos del todo temprano, recién a las 9:20 saqué a Necul para pesarlo. Estaba en
130g. Para ser que estaba en un peso que se podría llamar bajo (hasta ahora lo más bajo que ha estado es
129g) no piaba mucho. Lo deje enjardinado mientras preparaba sus picaditas y mi desayuno y entre una
cosa y otra se hicieron las 10:15. En esa hora que pasó había bajado un gramo llegando a los 129. El
desayuno fueron 12g de liebres cortados en picaditas bien chicas pero colocadas en el platito el cual puse a
la altura de su pecho y fui bajando lentamente hasta que por fin pude dejarlo a sus pies. Cuando terminó
de comer había llegado a los 141g.
El resto de la mañana lo pasó enjardinado para ver si de una vez por todas logro acostumbrarlo a que
permanezca sobre la percha. Es como si disfrutara de estar en el suelo y ni que hablar si se puede esconder
entre unas plantas.
A las 12 del mediodía estaba pesando 139g y debí colocarlo en el transportin ya que no almorzaría en mi
casa. Cuando volví lo deje en el alero de la casa como todas las tardes y al igual que siempre pasó más
tiempo al costado de la percha que arriba de ella. A las 15:00 lo volví a pesar y estaba en 136g, lo pese solo
para llevar el control ya que estaba muy tranquilo, ni piaba. Lo pese de nuevo a las 17:15 y había bajado a
132g. Como se estaba aproximando a un peso en el que el hambre le “aprieta” un poco empecé a preparar
todo para darle de comer. Abrí un gorrión y lo usé como plato para las picaditas, con la esperanza de que
cuando se terminen las picaditas siga comiendo el gorrión.
Cuando terminó de comer solo había llegado a los 140g pero no quise darle más ya que para hacerlo tenía
que darle en la mano y eso sería echar a perder lo que conseguimos antes con el gorrión.
Después de que comió lo dejé un rato más en la percha y lo pasé al puño casi hasta las 20:00 que comenzó
a piar pidiendo irse a dormir. A las 20:05 estaba en 139g y lo guarde.

2 de enero de 2012
El día comenzó a las 8:30. A esa hora Necul estaba pesando 131g y como siempre después de pesarlo lo
enjardine mientras sacaba a los otros pájaros y preparaba mi desayuno. Aprovechando que a esa hora el
sol no estaba muy fuerte lo deje que se asolee un poco creyendo que le gustaría pero se ve que no porque
comenzó a piar bastante, entonces lo lleve a un lugar que se que le gusta y ahí si se cayó. Se trata de un
lugar donde los helechos le permiten esconderse por completo.

Lo dejé que juegue a las escondidas hasta las 10:30 que lo pesé de nuevo para comprobar una vez más que
su metabolismo, cuando esta sin hacer nada y rondando los 130g, lo hace bajar 1g por hora, es decir que
estaba en 129g.
A las 11:45 cuando se encontraba en un peso de 128g le coloqué una torcaza para que comiera
directamente sobre ella pero no mostros demasiado interés, a pesar de esto llego a los 139g.
La siesta la pasó dentro de la casa hasta las 16:00 que lo enjardine otra vez pesando ahora 134g.
Permaneció entre los helechos hasta las 18:00 Hs cuando volví a ofrecerle la paloma (pesaba 132g). Entre
una cosa y otra se nos hicieron las 19:10, no sé si porque no tenía hambre o porque no quería tironear
pero no comió mucho, solo un poco como para alcanzar los 138g. Lo mantuve en el puño hasta las 20:10
que le ofrecí otra vez paloma y a pesar de estar en 136g se negó a comer.

3 de enero de 2012
A las 8:00 de la mañana saqué a Necul del transportin y al igual que todos los días lo primero fue pesarlo, la
balanza me dijo que estaba en 132g, un peso bastante bajo para comenzar el día pero no tanto si tenemos
en cuenta que como ayer no quiso comer más se fue a dormir pesando 138g. Hasta ahora he notado que
durante la noche baja un promedio de 7g. Hay que tener en cuenta que dúreme en un transportin dentro
de la casa, no sé qué pasaría si lo hiciera afuera, pero en estas condiciones su reducción de peso parece
frenarse un poco durante la noche en comparación con lo que ocurre durante el día. En el transportin pasa
casi 12 horas y como decía baja entre 7 y 8g lo que da un promedio de algo más de medio gramo por hora,
mientras que durante el día baja un gramo por hora. Estoy tratando de dejarlo más tiempo afuera pero
cuando se acercan las 20:00Hs ya empieza a inquietarse y hasta se me duerme.
Después de pesarlo lo enjardiné y fui a sacar a los otros pájaros, a eso le siguió mi desayuno, a las 9:30 le
toco desayunar a él. Había bajado a 130g y esos 2g de menos se notaban en sus ganas de comer, enseguida
se subió a la paloma que le mostré (todavía abierta por la mitad) y comenzó a comer primero el hígado y
después el corazón. Cuando termino estos órganos amagó a comer las pechugas pero le dio un par de
picotazos y desistió, se ve que no quería esforzarse demasiado. Comiendo solo esto alcanzo los 136g.
Cuando terminó de desayunar lo volví a colocar en su percha junto a los helechos que tanto le gustan pero
esta vez no se tiró demasiado, permaneció un buen rato sobre la percha.

Pensé en ponerle el transportin al lado de la percha para ver que
hacía y para mi sorpresa pasó el resto de la mañana y gran parte de
la tarde dentro de él. Al medio día lo pese una vez más y estaba en
132g.
El siguiente pesaje fue a las 17:30, cuando estaba en 126g, el peso
más bajo hasta ahora. De nuevo le ofrecí la palomita y al igual que a
la mañana se subió y comió un poco, pero todavía sin demasiado
interés. Llegó a los 132g.
Cuando terminó de comer dimos un paseo por la casa y el patio y lo
devolví a la percha, pero esta vez no se coloco dentro del
transportin si no sobre él.
Cuando se acercaba la hora en la que siempre se va a dormir
comenzó a piar pero como cuando tiene hambre, no como cuando
se quiere ir a dormir así que lo peso otra vez a las 19:25 Hs (pesaba
129g) y por última vez en el día le mostré la paloma. Ahora si comió
como yo quería, con GANAS.

4 de enero de 2012
Hoy no fue un día con grandes novedades, se podría decir que todo lo contrario.
El día comenzó a las 8:00 cuando saque a Necul de su transportin, lo pesé comprobando que estaba en
129/30g (la balanza no se desidia) y lo enjardine. Permaneció “escondido” dentro del transportin la mayor
parte del tiempo, cada tanto salía y se posaba un rato en la percha pero enseguida volvía a su refugio. A las
11:00 ya tenía una paloma sin el buche y sin las vísceras pero esta vez no la había abierto como días
anteriores, si quería comer iba a tener que encargarse el de desplumar y comenzar a romper las pechugas,
por suerte lo hizo (aunque le costó y eso que estaba en 127g) pero comió muy poquito, solo llego a 128g.
Después de comer y hasta
las 16:00 estuvo en la percha y
el transportin debajo de una
planta, a esa hora lo pese y
estaba en 126g. Esto se
merece un punto a parte,
hasta ahora el venia
comiendo dos o tres veces al
día, a veces hasta cuatro, es
decir que siempre tenía algo
en el buche y cuando ocurría
esto bajaba más o menos un
gramo por hora, pero ahora
que solo había comido un
gramo a las 11 de la mañana
bajó 2 gramos en casi 5 horas.
A pesar de estar en 126g no
quiso comer cuando le mostré
la paloma, recién 20 minutos
más tarde se decidió a hacerlo.
Comió y alcanzo los 133g.
Estoy notando que en este
peso si bien come no lo hace
con muchas ganas ya que
mientras picoteaba yo
empecé a caminar y él se
distraía muy fácil, así que lo
deje comer tranquilo y
suspendí el pesaje para más
tarde. Cuando termino de
comer si caminamos un poco por la casa y el patio para después volver a colocarlo en su percha.
El siguiente pesaje vino a las 19:20, estaba en 128g (volvió a acelerar su metabolismo) y comió un poco que
lo llevo a 134g. Lo deje otro rato en la percha y a las 8:15 le volví a ofrecer la paloma, picoteo y alcanzo los

134g, peso con el que se fue a dormir.
Mañana vamos a dar una vuelta de tuerca y voy a empezar a ser más estricto con las comidas, solo dos al
día, una a media mañana y otra a las 19:00 para ver si podemos llegar a una sola más adelante.

5 de enero de 2012
Hoy comenzamos el día un poco más temprano, a las 7:45 ya estaba pesando a Necul y viendo que se
encontraba en 128g, es decir que durante la noche bajó 7g. Se ve que este peso no le resulta demasiado
bajo porque en cuanto terminé de pesarlo y anotar todo lo enjardine y no se lo escucho para nada. Recién
a las 9:30 comenzó a piar así que prepare las cosas para darle el desayuno. Cuando lo fui a pesar para ver
cuánto había bajado en esas casi dos horas me sorprendió lo que acuso la balanza, estaba en 124g, yo
supongo que fue un erro pero el verlo comer después me hizo dudar un poco. Le puse una palomita entera
(solo le faltaba el buche) a su lado y piaba pero no se desidia a comenzar, recién cuando acerque mis dedos
a la paloma dio un picotazo y eso fue suficiente para comenzar y no detenerse hasta comerse casi toda una
pechuga. Cuando ya no quiso comer más lo pesé y estaba en 130g.
El resto de la mañana lo pasó casi por completo dentro del transportin al resguardo del viento, saliendo
muy cada tanto y volviendo enseguida a esconderse. A la hora de la siesta tuve que cambiarlo de lugar y
llevarlo debajo de una planta porque el calor era impresionante pero él siguió prefiriendo quedarse dentro
del transportin.
El siguiente pesaje fue a las 16:30, cuando pesaba 125g. Y otro más a las 18:45 cuando solo había bajado
un gramo (124g), ahora si le di de nuevo de comer hasta alcanzar los 133g. Cuando terminó de comer
siguió en la percha hasta las 20:25 que lo lleve a dormir pero antes lo pese y vi que estaba en 131g.

6 de enero de 2012
Hoy por ser Reyes nos levantamos bien tempranito, a las 6 de la mañana Necul ya estaba sobre la balanza
indicándome que su peso era de 128g. No sé si fue que nos levantamos muy temprano y no le dimos
tiempo a los reyes pero por acá no pasaron. Para no desilusionar del todo al pobre Necul tome unos mates
rapidito y salí al patio a ver si le conseguía un gorrión para su desayuno. Mientras tanto el estaba
vigilándome desde dentro del transportin. La suerte estuvo de nuestro lado y logre cazarle un gorrión al
que el balín solo le rozo la cabeza por lo que quedo “vivo”. Sin perder el tiempo volví a pesar a Necul (126g)
y le ofrecí el gorrión recién después mire la hora para llevar el registro de los acontecimientos.
Como el impacto había sido en la cabeza fue por ahí por donde comenzó a comer Necul, y también fue lo
único que comió, se devoró la cabeza por completo pero no toco el resto del cuerpo del gorrión (mejor
para mí, ya tenía la comida de la tarde). Cuando me asegure de que ya no quería más lo pese y estaba en
128g.
El resto del día transcurrió con total normalidad, el saliendo y entrando del transportin y yo corriéndolo
para donde le dé más la sombra. Una cosa que todavía no he logrado es que se bañe, hoy hacia 36° y él
solo se limitaba a jadear un poco, ni las patas se mojó. Por las dudas yo le di un poco de agua con una
jeringa.
Para las 16:00 había bajado a 125g pero todavía se lo notaba tranquilo, no daba señal de tener hambre.
Esto cambió a las 18:50 cuando me fui a sentar afuera y comenzó a piar insistentemente, como se
imaginaran lo pese y la balanza me comprobó la razón de los piidos ya que estaba pesando 123g. De
inmediato le tire el gorrión que había deja a la mañana y no dudó en comenzar a pelarlo. Hasta ahora

nunca había pelado tanto, siempre sacaba algunas plumitas y enseguida se ponía a comer, pero esta vez
fue diferente, primero pelo bastante un costado del gorrión y recién después se puso a comer.
Esta vez se tomó su tiempo para comer, empezó a las 18:50 y terminó a las 19:10, sí una hora 20 minutos
para comer un simple gorrión y encima no terminarlo. Después de que comió casi una mitad dejo de comer
por un instante pero empezó a piar. Yo no quería que se detenga ya que seguramente no había comido lo
suficiente como para amanecer con un buen peso al otro día y tampoco le quería volver a dar más tarde ya
que estoy tratando de que coma solo dos veces al día. Entonces con mis dedos empecé a pelar un poco el
otro costado del gorrión y a marcarle la pechuga, ahí si volvió a comer. Comía solo donde yo le señalaba y
si dejaba de hacerlo el dejaba de comer. De esta manera logre que coma casi todo el gorrión y alcance los
133g, un peso aceptable para pasar la noche.

7 de enero de 2012
Hoy fue un día muy positivo. Empezamos a las 8:00 pesando a Necul quien se encontraba en 125g para
después enjardinarlo y poder sacar a los otros pájaros. Cuando termine de desayunar y al igual que
siempre me dedique a tratar de conseguir algún pajarito para el desayuno de Necul. Se ve que la suerte
sigue estando de nuestro lado porque cayó un gorrión en la trampa así que ahí no más lo prepare para
dárselo así como estaba.
Eran las 9:10, lo pesé (122g) y lo coloque de nuevo en la percha y le ofrecí el gorrión vivo al que capturo de
inmediato.
Estoy notando que comienza a comer muy bien solo
pero pasado unos minutos y con medio buche lleno deja
de hacerlo, lo raro es que si yo le insisto y le marco la
carne con los dedos vuelve a comer y come casi tanto
como antes de dejar. Esto lo hacía antes cuando le daba
las palomas abiertas por la mitad, cuando le di los
gorriones enteros y lo hizo ahora con el gorrión vivo. Es
como si esperara a que uno le dijera de donde tiene que
comer. Por supuesto que yo aprovecho esto para hacer
que coma las mejores partes como son el corazón y el
hígado o algún trozo de pechuga que le haya quedado.
Por suerte todavía no busca cubrir, al contrario, se queda muy tranquilo por más que junto a él pase la
perra, o que yo me acerque, acepta sin problemas que le toque las manos mientras come, que le ayude a
pelar y ni que hablar que le ofrezca picaditas mientras el tironea y todo esto con sus alitas bien pegadas al
cuerpo.
Recién a las 10:00Hs, 50 minutos después de comenzar, dejo de comer el gorrión. A las 9:30 hizo un impase
y como yo le seguí insistiendo comió otro poco lo que lo hizo llegar a los 131g. Después vino lo de siempre,
pasar el tiempo entrando y saliendo del transportin y yo corriéndolo para donde la sombra sea más
favorable. A las 13:00 lo volví a pesar y comprobé que seguía bajando un gramo por hora ya que estaba
pesando 128g. A las 16:00 lo pese otra vez y seguía con el mismo ritmo, había bajado a 125.
Como ya dije mi idea es darle de comer dos veces al día, una a media mañana y otra a las 19:00 para que le
permita pasar la noche más tranquilo, pero esta segunda comida se me está complicando. Me parece que
se le hace muy largo desde el desayuno hasta la merienda, tanto así que hoy no eran las 6 de la tarde y ya
estaba pidiendo comida. Así que espere un poco y a las 18:00 lo pese y una vez más vi que había seguido

bajando de peso con el mismo ritmo (un gramo por hora), estaba en 123g. Ahora no le tocaba gorrión si no
que volvimos a las palomitas.
Durante la merienda me dio la segunda alegría del día. Después de pesarlo lo coloque en la percha y fui a
buscar la paloma, me acerque con ella todavía en la bolsa y ya note que él buscaba algo así que me senté
junto a la percha, saque la paloma y se la enseñe. El tuvo que caminar unos 3 pasos para poder comenzar a
comer, lo deje dar unos cuanto picotazos y le corrí la paloma para la otra punta de la percha. Una vez más
camino hasta ella. Esto me motivo a intentar algo más, correrle la paloma pero no hacia un costado sino
hacia adelante, es decir que el no pueda alcanzarla dando pequeños pasitos sino dando un paso largo y
firme. Como se imaginaran su primera reacción fue estirar el cuello hasta más no poder pero mi puño
estaba a una distancia que no le permitía picar con firmeza así que sin pensarlo demasiado dio ese
pequeño pero importante paso hacia adelante. Una vez arriba de la paloma lo deje comer un ratito y lo
volví a subir a la percha. Repitió lo anterior 3 veces sin ningún problema así que la 3° lo deje comer todo lo
que quiso, y no fue poco porque llego a los 137g.
Esto de que se decidiera tan rápido a subir al puño me dio confianza para mañana ya intentar el primer
salto al guante. No creo que el note demasiada diferencia entre dar un paso de 15 centímetros y dar un
salto de 18 pero una vez logrado eso ya estamos más cerca de iniciar el entrenamiento fuerte.

8 de enero de 2012
Hoy por ser domingo recién a las 9:00 pesé a Necul quien estaba en 125g.
A las 10:00 ya estaba piando, lo que me indicaba que el hambre había aumentado, lo pesé y vi que había
bajado a 124g.
Me acerqué con una media paloma, al principio piaba pero esperaba a que yo lo incite a comer, por eso es
que le señalaba la carne, para que el diera los primeros picotazos y una vez tentado poder alejarle el puño.
Si bien tenía hambre este no era el suficiente como para que lo obligara a dar el pequeño saltito que yo
estaba buscando, entonces lo que hice fue permitirle que en vez de subir al puño a través de un salto lo
hiciera a través de un paso y una vez sobra la paloma dejarlo comer un poco. El objetivo de esto era que él
se diera cuenta que solo cuando estando sobre el puño puede comer más y tranquilo. Esto lo repetimos un
par de veces pero no muchas para evitar que se llene y no quiera comer más. Al negarse a saltar opté por
retirarme y postergar la lección unos minutos.
A las 10:30 regrese con la paloma por segunda vez y los resultados fueron más positivos. Si bien al principio
se mostro un poco indiferente la forma de piar me demostraba que quería comer y no fue mucho lo que le
tuve que insistir para que lo hiciera. Nuevamente le permití subir unas pocas veces al puño dando un
pasito para después sí alejarle el puño y lograr que de ese tan deseado saltito. Fue un salto muy pequeño
pero un salto al fin, asi que lo deje comer bastante. Termino de comer a las 10:50 y su peso había
alcanzado los 129g.

Necul comiendo picaditas sobre un gorrión.

A las 12:23 lo pese (128g) y lo coloque en su transportin ya que me tenía que ir a almorzar fuera de casa y
no quería dejarlo solo en el patio. Regrese temprano pero los 38°C que había afuera me hicieron dudar de
sacarlo, miré por la ventanita que tiene el transportin y como estaba durmiendo tranquilamente preferí
dejarlo dormir la siesta dentro de la casa. Lo saque a las 16:30 cuando pesaba 125g y ni bien se posó en la
percha expulsó la egagrópila. Es decir que la formó en un poco más de 7 horas.
Hoy como desayunó más tarde recién a las 18:30 comenzó a piar pidiendo su segunda comida, lo hice
desear un poco y a las 19:00 lo pesé para ver en que peso íbamos a practicar de nuevo los saltos. Estaba en

123g. Al igual que a la mañana sube algunas veces al puño dando un pasito para después si hacerlo varias
veces con unos saltos cortitos. Cuando vi que ya se había dado cuenta de qué es lo que tenía que hacer le
di su gorga completa y dimos por terminado el día con Necul pesando 137g, exactamente el mismo peso
que ayer.

9 de enero de 2012
Eran las 8:00 cuando subí por primera vez en el día a Necul a la balanza, estaba arrancando el día con 128g.
Después de pasar casi dos horas enjardinado lo volví a pesar a las 9:45 y vi que había bajado a 126g, lo
normal, un gramo por hora. Si bien era un peso que se podría considerar alto quise ver como se mostraba
ante una paloma recién sacrificada, así que lo deje en la percha y repetí las mismas acciones de ayer
tratando de que suba de un saltito al puño. Subió pero no lo hizo de un salto sino que dio un paso, por lo
que solo lo deje comer unas picaditas y lo devolví a la percha para alejarme por uno minutos. Regrese a las
10:00 con poca fe ya que no solo seguirá con los 126g de hacia un rato si no que a eso se le habían sumado
lo que había comido. Por suerte el hambre psicológica (o la costumbre de comer todos los días a la
mañana) hizo su trabajo y Necul realizo dos pequeños saltos al puño. Eso fue suficiente para mí y lo deje
comer todo lo que él quiso. Llego a los 131g.
Lo que quedaba de la mañana lo pasó dentro del transportin debajo de una planta pero a eso de la 14:00 el
calor era sofocante y su piquito ya no se podía abrir más para jadear por lo que decidí entrarlo. Lo volví a
sacar a las 16:45, cuando el calor había aflojado un poco.
Para las 18:00 ya se encontraba en 124g, pero debe seguir siendo un peso un poco alto ya que si bien
miraba a la paloma mientras la sacaba de la bolsa y estiró un poco el cuello tratando de alcanzarla al
acercársela no demostró el interés suficiente. Ni siquiera intentó dar un pasito hacia el puño y como ya no
es el pollito que era cuando llego, se quedo sin comer. Regresé a los 20 minutos y se repitió prácticamente
la misma escena con la diferencia de que esta vez sí subió de un paso, lo que le hizo ganar unas picaditas.
El tercer y último intento fue a las 19:00 con Necul pesando 126g, solo logré dos pequeños salto pero fue
algo como para justificar que lo deje comer y llegar a pesar 134g.

10 de enero de 2012
El clima se apiadó un poco de nosotros y hoy amaneció lloviendo. A las 9:00 la lluvia paró entonces
aproveche a sacarlo del transportin, pesarlo y llevarlo afuera. Estaba en 125g.
Al principio lo había dejado debajo del alero de la casa con la percha sola, sin el transportin, pero se
debatía insistiendo con irse al pasto mojado. Insistió tanto que lo lleve y en cuanto lo hice se puso a
picotear el suelo como tratando de sacar bichitos. Lo bueno es que ni se acordó del transportin, al
contrario, se subía a la percha y de ahí miraba a dónde volver a tirarse. Con eso se entretuvo hasta las
10:00 que lo prepare para intentar los saltos al puño, estaba en 124g y fue casi nulo el caso que me hizo.
Solo comió dos picadita muy chicas que se las di como para tentarlo un poco.
A las 10:30 regrese por el segundo intento y quedó en evidencia un error que venía cometiendo. Hasta
ahora yo manejaba a Necul sin el guante ya que me resultaba mucho más cómodo por lo que este
elemento le resulto prácticamente desconocido y en cuanto lo vio en vez de saltar hacia el salió volando en
dirección contraria. Para compensar este error dejé que vuelva a subir a la percha y lentamente le fui
acercando el guante, una vez que se subió a él (porque yo hice que se subiera, no porque saliera de él) le di
una picadita. Esto lo hicimos varias veces para que comience a aceptar el guante, lo dejaba en la percha, lo
subía al guante y le daba una picadita, así hasta alcanzar los 129g. El paso siguiente fue tenerlo en el

guante casi hasta el mediodía cuando le volví a dar dos picaditas y lo deje en el transportin ya que afuera
llovía de nuevo. Para ese entonces estaba en 128g.
Permaneció dentro del transportin hasta las 15:10, hora en que la lluvia se detuvo y pude volver a
enjardinarlo, de nuevo solo con la percha y sobre el pasto mojado. A los 20 minutos de haberlo dejado
escucho ruidos de pájaros, salgo y me encuentro con 2 tijeretas (Tyrannus savana), dos benteveos
(Pitangus sulphuratus) y tres horneros (Furnarius rufus) acosando al pobre Necul. Las más violentas eran
las tijeretas quienes le hacían unas pasadas casi rasantes aunque Necul las ignoraba por completo.
A las 16:00 quise volver a trabajar el tema del guante así que me acerque y comencé a subirlo y bajarlo del
mismo dándole una picadita cada vez que subía. Fueron muy pocas picadas pero después de eso terminó
pesando 126g. Lo dejé en la percha hasta las 17:30 cuando lo recogí para tenerlo en el guante e ir dándole
picaditas que lo hicieron llegar a los 135g a las 18:45. Como la tormenta seguía a esta hora ya estaba
oscuro afuera y el andaba molesto, supongo que con ganas de irse a dormir ya que en cuanto lo acerque al
transportin se tiro dentro y no se lo escucho mas.

11 de enero de 2012
Hoy fue un día en el que trabajamos mucho para conseguir muy poco, pero todos sabemos que esto es así,
las cosas no siempre salen como a nosotros nos gustaría.
El día comenzó cuando pesé por primera vez a Necul a las 7:45 y vi estaba en 126g. Como ayer había
pasado gran parte del tiempo sobre la percha y pareció no extrañar el transportin donde suele esconderse
hoy lo enjardine de nuevo sin él, y por lo menos en eso logramos avanzar ya que se comporto como un
pájaro cualquiera, subiendo y bajando de la percha pero estando largos periodos de tiempo sobre ella. Ya
parece haber aceptado que ese tiene que ser su lugar de ahora en más.
A las 9:45, dos horas después del primer pesaje, lo pese por segunda vez y como era de esperar en dos
horas bajo dos gramos encontrándose ahora en 124g. Cada vez estoy más convencido de que este todavía
es un peso un poco alto para él, al menos para “obligarlo” a hacer algo nuevo como es saltar al puño. Digo
esto porque encontrándose en ese peso no demostró el mayor interés en acercarse al guante cuando le
mostraba una de las picaditas de cuis que había preparado para él. Comió nada más que dos micropicadas
que se las di cuando subió al guante después de que lo colocara debajo de sus manos, no porque haya sido
su intención subir. A las 10:00, es decir 15 minutos después regrese para ver si
tenía un poco más de hambre pero seguía negándose a subir, pero esta vez no
recibió nada de nada. El tercer intento lo hice a las 10:30 cuando pesaba 123g.
Comió unas picaditas pero no por saltar al puño si no por subir a él dando un
pasito y llego a pesar 127g.
Su día transcurrió debajo de un sauce, aún solo con la percha y yo acercándome
cada tanto para subirlo al guante y darle una picadita. El primer pesaje de la tarde
fue a las 16:30 y la balanza acuso 124g. Ahora no sería correcto analizar su bajada
de peso ya que estuvo comiendo picaditas de manera intercalada. Una hora
después, es decir a las 17:30 lo pese otra vez y se encontraba en 123g. Intente
hacerlo saltar al puño pero los resultados siguieron siendo negativos por lo que
solo le di dos picaditas cuando subió de un paso al guante. Un nuevo intento tuvo
lugar a las 18:00 con la diferencia de que reemplace la picadita por una tentadora
paloma todavía calentita. Lo pensó un poco más pero seguía negándose a dar ese
salto que yo tanto buscaba. Lo mismo ocurrió a las 18:30, hasta que finalmente a
las 19:00 y pesando todavía 123g POR FIN SALTÓ, no una sino dos veces. Sumando los dos saltos no creo

que superen los 20cm pero no importa de a poco iremos estirando las distancias.
A las 19:40, pesaba 131g y lo mantuve en el guante hasta que lo guara rde en el transportin para pasar la
noche.

12 de enero de 2012
Eran las 7:30 cuando saqué a Necul de su tranportin y lo subí a la balanza, ahí me di cuenta de que estaba
empezando su día pesando 126g.
Me había fijado la meta de no darle de comer hasta que no saltara al puño aunque ése salto no represente
más de 10cm, con que sus dos patitas se despegaran de la percha y se dirigieran en dirección al guante ya
estaría conforme. Como es lógico me propuse esto porque ya estaba completamente seguro que si no
saltaba era porque no tenía hambre, no había ningún otro factor externo que pudiera estar
condicionándolo, de no ser así no habría jugado tanto con su hambre.
Después de pesarlo lo enjardine y comencé a hacer tiempo tratando de notar alguna pequeña señal que
denote algo de hambre en él. Esto no ocurría para nada, estaba muy tranquilo en la percha y ni siquiera
piaba. Por las dudas de estar equivocándome en mis observaciones a las 10:00 lo pese, estaba en 123g, y lo
volví a colocar en la percha, una vez ahí le mostré una media paloma pero me ignoró por completo, así que
seguí haciendo otras cosas y lo deje sin desayunar. Esto se repitió durante gran parte del día y a medida
que pasaban las horas mi preocupación iba en aumento. A las 10:45 y pesando 122g siguió negándose a
saltar. Lo mismo a las 11:30 cuando todavía pesaba 122g y a las 12 del mediodía aunque esta vez no lo
pese. 122g era el peso más bajo al que había llegado hasta ahora y en el que se encontraba cuando mato
su primer gorrión, pues ahora estando en ese peso no demostró ningún interés.
La siesta la paso debajo del sauce y no lo pesé hasta las 16:10 Hs. Solo de verlo ya me imaginaba que no iba
a haber grandes cambios pero como estaba pesando 117g me propuse hacerlo comer. Gracias a unas
picaditas muy chiquitas que lo tentaron un poco y a que el guante con la paloma estaba casi a un paso
logré que se suba de un saltito al guante. Para llegar a esto tuve que pasar más de 10 minutos insistiéndole
y colocando la paloma de todas las formas posibles. Si no fuese un animal tan chiquito o si hubiese estado
unos gramos más alto no le habría dado nada, pero estaba pesando 117g y nunca había estado tan bajo
por lo que no me quise arriesgar y casi le regale la posibilidad de comer. Una vez en el guante comió pero
sin demasiadas ganas, parecía que comía como nosotros cuando
estamos aburridos y no sabemos qué hacer entonces comemos.
¡¡En 117g todavía no tenía hambre!!
Después que comió un poco lo dejé seguir haciéndolo pero en el
suelo y me fui a buscarle un gorrión antes de que pierda el poco
hambre que tenia. Dicho gorrión se lo obsequié al lado de donde
estaba comiendo. Lo miro un poco, siguió comiendo de la
paloma, lo volvió a mirar, volvió a comer y después dejó todo y
se subió a la percha. Yo retiré la paloma mientras él se dedicaba
a mirar el gorrión. Pasaron más o menos 15 minutos hasta que
se dignó a bajar y trabar al gorrión, si antes tenía poco hambre
ahora no tenía nada. Volvió a la percha y a los 10 minutos bajó a
buscar al gorrión, dio unas vueltas con él, jugó otro poco y hasta
que yo no se lo abrí y lo subí al guante no comió nada. Una vez
en el puño comió pero no lo termino, es más, solo llego a los 127g. Para todo esto ya eran las 17:30.

Pasado esto lo tuve más o menos una hora en el puño, después lo devolví a la percha para más tarde
recogerlo de nuevo, placearlo un rato y finalmente a las 20:15 llevarlo a dormir.

13 de enero de 2012
Si el de ayer fue un día largo el de hoy fue eterno.
A las 7:30 ya estaba pesando a Necul quien estaba en 120g, es decir que desde el día anterior hasta hoy
había bajado solo 7g. Esto me sorprendió gratamente ya que me demostró que es capaz de frenar un poco
su metabolismo. Antes, cuando comía dos veces al día bajaba un gramo por hora, ahora había bajado un
poquito más de medio gramo.
Nuevamente el objetivo del día era no darle de comer hasta que no salte al guante y vaya que fue una
empresa difícil. En cuanto terminé de pesarlo lo pase a su percha y quedó enjardinado. Por suerte puedo
decir que el transportin donde se escondía ya no se lo pongo mas e igual se queda en la percha la mayor
parte del tiempo.

El segundo pesaje tuvo lugar a las 9:00 y la balanza marcó 121g lo que me llamo la atención ya que era un
gramo más que lo que pesaba una hora y media atrás. Seguramente cometí algún error al levantar las
pihuelas porque las estaba pisando y no quería alterar demasiado el pesaje.
El tercer intento, también frustrado, tuvo lugar a las 10:00Hs con Necul pesando aún 121g. Entre intento e
intento el permanecía en su percha y yo me iba a dentro de la casa a mirar el reloj esperando que pase el
tiempo para volver a rogarle que salte de una vez por todas.
La 5° frustración llego a las 11:00. Si bien había bajado a 119g todavía no era suficiente para que se decida
a saltar. Lo mismo a las 11:45 y a las 13:00…El tiempo pasaba pero él permanecía inmutable, no piaba más,
no se debatía, no me daba ningún signo que me hiciera pensar que estaba teniendo más hambre, lo único
que variaba era su peso que seguía bajando poco a poco.
A las 15:15 no aguante más y volví a pesarlo para intentar otra vez que salte al puño.

Decidió a conseguir el salto esperé hasta las 17:45 para realizar el 8° intento. Esta vez con lo que se podría
considerar un éxito (pesaba 117g, el mismo peso con el que salto ayer). Comió y quedo en la percha hasta
que lo guarde a las 20:30hs.

14 de enero de 2012
Comenzamos el día a las 7.30 pesando a Necul quien se encontraba en 121g. De la balanza lo pase a su
percha en el jardín y me fui a sacar a los otros pájaros. A diferencia de los otros días hoy lo tuve conmigo
mientras desayunaba, a él lo tocaría más tarde pero quería tenerlo un buen tiempo en el guante. Si bien se
mostraba muy tranquilo piaba un poco más de lo normal por lo que deduzco que tenía hambre.
A las 9:30 prepare 7g de cuis en picaditas y lo pesé antes de darle su desayuno, estaba en 120g. En un
principio había pensado darle las picaditas mientras permanecía en el guante pero finalmente desistí y lo
pasé a la percha. La idea era subirlo al guante y cada vez que lo hacía darle una de las picaditas, algo que ya
habíamos hecho días atrás y que a lo mejor tendríamos que haber seguido haciendo por dos o tres días
más. Cuando terminamos con esta sesión quedo pesando 127g y volví a tenerlo una hora y media más en
el guante para después enjardinarlo otro rato.
A las 12:15 lo pesé de nuevo y estaba en 126g. Repetimos lo que habíamos hecho a la mañana pero esta
vez comió 6g, también de cuis y lo volví a dejar en la percha para poder irme a almorzar. De todos modos a
cada rato me acercaba a él y permanecía unos minutos a su lado.
Cuando se hicieron las 16:15 le di de comer por tercera vez en el día. Estaba pesando 127g, comió 6g más y
llego a los 134 (el gramo que falta creo que quedo en el guante en forma de manchas blancas). Luego
nuevamente lo tuve en el guante por unas dos horas para después pasarlo a la percha otro rato.
Su última comida fue a las 19:00 cuando pesaba 130 y llego a los 140 después de comer 10g más de cuis.
Ya que estábamos trabajando el tema del guante aproveche para tenerlo otro rato, hasta las 20:00 que lo
lleve a dormir.

15 de enero de 2012
Siendo las 8:15 saqué a Necul de su transportin y antes de enjardinarlo lo pesé, estaba en 130g, lo que me
indicaba que en 11hs había bajado 10g. Yo pensé que al haber comido cuis la bajada de peso iba a ser
mayor ya que es lo que ocurre con los parabuteos pero no fue así. Una vez pesado lo enjardine por unos
minutos hasta que saqué a los otros pájaros y después lo subí al guante mientras yo desayunaba.
A las 9:30 lo pesé y para mi asombro seguía en 130g, lo deje en su percha y me dispuse a preparar su
primera comida. Corté 10g de liebre en picaditas bien chicas y me senté junto a él. El plan era repetir lo de
ayer, le acercaba el guante a sus dedos, le daba un toquecito y el subía, una vez arriba encontraba una
picadita entre el dedo índice y pulgar y recibía su premio. Después de 6 o 7 picaditas dejé el puño junto a
sus manos pero separada por unos 5cm esperando que suba de inmediato…cuan equivocado estaba, no
hizo nada por subir. Tuve que seguir procediendo como antes para que coma, acercarle el puño casi hasta
chocarlo y recién ahí subía. Lo más gracioso (por no decir lo que más bronca me dio) es que cuando ya se
llenó y no quiso comer más permanecí sentado junto a la percha con el puño sobre la rodilla “Y
SALTOOOOOOOO”, sí, justo cuando ya no se lo pedía él saltó al guante y para colmos no aceptó la picadita

que le di como premio. Lo único que me quedó por hacer era mantenerlo en el guante por un tiempo. Para
todo esto ya eran las 10:30 y su peso estaba en 133g.
A las 12:00 del medio día lo devolví a la percha para irme a almorzar y ahí permaneció hasta las 16:30 hora
en la que lo volví a pesar y vi que había bajado a 123g. En el mismo peso seguía a las 18:45 cuando preparé
todo para su segunda comida. Teniendo muy presente lo que había ocurrido a la mañana me propuse no
tropezar dos veces con la misma piedra por lo que me arme de paciencia y volví a sentarme a su lado
colocando el guante a pocos centímetros suyo. Por casi 15 minutos ni miró el guante. Buscando algún
cambio en su comportamiento empecé a colocar el guante debajo de uno de sus dedos y así casi subirlo
por obligación, una vez arriba encontraba la picadita. Recién con las últimas dos picaditas logré que suba
por su cuenta, pero no fue que dio un salto, subió pero dando un pasito. Cuando terminó de comer había
alcanzado los 136g. Lo tuve hasta las 20:20 en el guante y durante ese tiempo comió 2g más.

16 de enero de 2012
Hoy hemos dado un golpe de timón que nos hizo dar un giro de 180° en el entrenamiento de Necul.
Comenzamos con la utilización del silbato.
Como todos los días lo primero que hice al sacarlo del transportin, a las 7:45, fue pesarlo y ver que estaba
en 128g. Luego fue enjardinado y cuando termine de sacar a los otros pájaros lo subí al guante hasta las
9:00, hora en que lo pese (126g) y me dispuse a darle de comer.
El objetivo era que él se diera cuenta que después de el silbato viene la recompensa (una picadita). Por
suerte no se asusto ni se mostro desconfiado ante el sonido del silbato y después de unas cuantas picaditas
parecía ir entendiendo el juego pero por las dudas preferí seguir con la lección hasta fijarla del todo.
Durante esta primera clase comió 8g de un corazón de pato y terminó pesando 133g.
El resto del día lo pasó un poco en la percha y otro tanto en el guante.
A las 16:30 lo pesé y estaba en 125g, esperé que bajara un gramo más y una hora después realizamos la
segunda clase que consistió en lo mismo que la primera, fijarle que después del silbato viene la
recompensa.
El paso siguiente fue utilizar el silbato para fijar una conducta, en este caso subir al guante. Para conseguir
esto coloque a Necul en la percha y me senté a su lado, suavemente le acercaba el guante hasta que él se
subía y en cuanto lo hacía “silbaba” y recompensaba. De esta manera el iría asociando el silbato con la
aparición de la comida.
Después de hacerlo subir varias veces yo, permanecí junto a la percha y con el guante a pocos centímetros
de sus manos esperando a que se suba por su cuenta y en cuanto lo hacía nuevamente silbaba y premiaba.
Esta segunda parte la terminó pesando 130g.
Después de eso cada tanto me acercaba a la percha, le arrimaba el guante y si subía, lo de siempre, silbato
y picadita. Así estuvimos hasta las 20:00 que lo pus en el transportin con131g.

17 de enero de 2012
Hoy me dormí un poco y recién a las 8:30 pesé a Necul que se encontraba en 125g. Se ve que la carne de
pato no es muy buena para bajarlo de peso ya que en 12 horas bajó solo 6 o 7g.
Al igual que los últimos días permaneció en mi puño mientras yo desayunaba y a las 9:20 le toco desayunar
a él. Ahora que lo pienso creo que tendría que haber esperado un poco más para darle su primera comida
ya que seguía en 125g ese aún parece ser un peso un poco alto como para obtener una buena respuesta de

parte suya.
Después de unos pocos intentos de saltos al puño….fallidos por cierto, lo tuve en el guante hasta las 10:10
que le volví a dar 4 picaditas. Al mediodía hizo un salto más y recibió otra picadita.
A diferencia de días anteriores, cuando terminé de almorzar lo traje a dentro de la casa y lo tuve en el puño
mientras hacia unas cosas en la computadora porque afuera la lluvia estaba amenazando con hacerse
presente. Se mostró más que tranquilo y no tardo en acomodarse recogiendo una patita y dormirse una
buena siesta. Lo que me sorprendió fue que por primera vez se durmió escondiendo la cabeza debajo de
una de sus alas, hasta ahora siempre que se dormía lo hacía mirando para adelante y cuando mucho
cabeceaba un poco, pero nunca había girado la cabeza hacia atrás.
Durante la tarde trate de tenerlo el mayor tiempo posible sobre el puño y a las 17:00 volví a tratar de fijar
el tema de subir al guante mediante el silbato. Esta vez cambiamos de escenario, venía notando que afuera
Necul se distraía demasiado y eso obviamente nos jugaba en contra. No fue mucho lo que quiso comer y
por lo tanto no fueron muchos los saltitos que hizo pero de a poco lo vamos a ir fijando al
comportamiento. A las 19:10 logré que hiciera 3 saltos más y alcanzar un peso de 134g, con el que se fue a
dormir a las 20:00.

18 de enero de 2012
Necul está poniendo a prueba mi paciencia e imaginación de una manera que hasta me quita hambre,
ayer me fui a dormir sin probar bocado y pase un buen rato tirado en la cama pensando como revertir la
situación en la que nos encontramos antes de poder dormirme.
Hace ya 3 semanas que estamos trabajando y todavía no consigo que salte al puño. De una a una he ido
tratando de eliminar todas las posibles causas de porque no salta tratando de dejar para lo ultimo el tema
del peso, pero su comportamiento es el típico de un pájaro que
esta alto por lo que muy lentamente estoy tratando de bajarlo.
El tema es que no resulta tan sencillo (al menos no para mí)
hacer que baje solo 2 o 3g al día y menos cuando se trata de un
pajarito que al comer 5g ya se muestra satisfecho. La vez que
más comió fue 11g después de 24hs sin probar bocado.
Hoy lo saqué de su transportin a las 7:45 pesando 128g. Para
las 9:00 había bajado a 126g y solo comió dos picaditas, una
cuando lo recogí de la percha que subió de un saltito
(aproveche para hacerle sonar el silbato), y una segunda
cuando saltó de la balanza al guante. Después de pesarlo lo
mantuve por una hora y media en el guante hasta que se me
ocurrió llevarlo a la muda de los parabuteos (ellos estaban
enjardinados, obvio) y ver como se comportaba sin estar atado
a la percha. Santiago Castrilli me había dicho que mientras
estaba en el criadero ya volaba al puño dentro de la muda, por
lo que después de lamentarme por no haberlo intentado antes
nos dirigimos a la muda de los parabuteos. No tardó ni 30 segundos en romper mis ilusiones. En cuanto
entramos se fue a uno de los posaderos y SE DURMIO. Yo pensé que iba a revolotear por todos lados pero
no, se puso a dormir. No sé si para ver su respuesta o para molestarlo un poco al verlo durmiendo tan
tranquilo le di 6g (un riñón de liebre) subiéndolo yo al guante. Permanecimos dentro de la muda hasta el
medio día, yo leyendo y él durmiendo. Cuando salimos pesaba 128g.
Desde el medio día hasta las 16:15 estuvo en la percha debajo de un sauce. A esa hora lo pesé y comprobé
que había bajado a 121g. La balanza me ilusiono más que su comportamiento ya que él estaba igual que
cuando pesaba 127/8g…y se comporto como cuando pesaba 127/8g. Tuvimos una nueva clase del silbato

pero solo acepto 7g de carne de liebre. Después de esto pasó un rato en la percha y un rato en el guante y
por último, a las 19:25 le di un trozo (3g) de cuero de liebre para que sienta con el buche más lleno pero
cuando forme la egagrópila baje unos gramitos.

19 de enero de 2012
El día de hoy lo comenzamos a las 7:00 cuando Necul estaba en un peso de 126g. Una vez más permaneció
en su percha hasta que temine de enjardinar a los otros pájaros y prepare el mate, una vez listo esto lo
subí al guante y permaneció ahí mientras yo desayunaba. Para las 9:30 había bajado a 124g, un gramo
menos que ayer, por lo que decidí ver cuál era su respuesta. Corte 5g de liebre en varias picaditas y lo
coloque dentro de la casa, sobre el respaldo de una silla. La idea era trabajar en un lugar con las menores
distracciones posible (por eso dentro de la casa) y reemplazar la percha por un posadero que le resulte
desconocido y un tanto incomodo para ver si así buscaba más fácil el guante donde suele pasar gran parte
del día. Si bien subía al guante cuando yo lo acercaba a sus manos o a su pecho no lo hacía de manera
desidia todavía.
El resto de la mañana lo pasó en el guante salvo una hora y media en la que lo deje en su percha.
Después del medio día lo entré porque afuera el calor era demasiado. A las 16:30 otra vez a enjardinarlo.
El siguiente pesaje tuvo lugar a las 18:30 y se encontraba en 123g, un gramo menos que a la mañana y 2g
menos que ayer a la tarde, por lo que prepare las cosas para intentar los saltos por segunda vez en el día.
Estaba seguro que solo un gramo no iba a hacer la diferencia pero si esperaba a que baje otros dos o tres
gamos se me iba a hacer muy tarde y después le tendría que dar muy poca comida (algo malo si llegaba a
saltar más o menos bien) o darle mucha comida y mañana a la mañana tenerlo de nuevo alto de peso.
Teniendo en cuenta esto es que preferí ver qué pasaba estando en 123g ¿y qué pasó? Lo mismo que a la
mañana, solo subía al guante si yo se lo acercaba a sus manos o a su pecho. Termino a las 18:45 con un
peso de 131g.
Cuando se acercaban las 20:00Hs el comenzó a debatirse y a piar como todos los días pidiendo el
transportin pero logre “convencerlo” de permanecer en el guante casi una hora más para ver si esto ayuda
un poco a bajar de peso.

20 de enero de 2012
Buscando una mejoría y sobre todo un progreso en el entrenamiento de Necul me puse a repasar lo hecho
hasta ahora y a compararlo con la teoría a ver si lograba deducir en que le estaba errando.
El comportamiento de los animales (incluido el Hombre) está determinado por cuatro factores. Los GENES,
la MADURACIÓN, el APRENDIZAJE, y las EXPERIENCIAS.
Los GENES son responsables de la síntesis de ciertas hormonas que determinan el control del
comportamiento. Estas hormonas, cuya síntesis puede ser activada por estímulos físicos o conductuales
actúan a su vez, sobre los genes regulando su actividad. Es decir que existe una relación de feedback entre
distintos niveles, desde los genes hasta el comportamiento, pasando por las estructuras intermedias que
controlan éste ultimo (comportamiento) más directamente (ej: SNC, SNP…). La activación o desactivación
de los genes se debe a interacciones entre los mismos genes, entre los genes y sus productos (hormonas) y
entre los genes y factores externos.
La MADURACIÓN es el conjunto de procesos y rutas de desarrollo que son típicos de cada especie y
altamente predecibles. Depende de los genes y de factores externos
El APRENDIZAJE es cualquier cambio en la conducta de un animal en una situación determinada que es
atribuible a su experiencia previa. Se podría dividir en ASOCIATIVO y NO ASOCIATIVO
El ASOCIATIVO a su vez se divide en “habituación” que es cuando después de varias ocasiones ante un
estimulo el animal deja de emitir una respuesta o lo hace cada vez menos (esto nos suele ocurrir con el
silbato si lo usamos en exceso y en momentos inoportunos) y en “sensibilización”, que es cuando el

aprendizaje causa la aparición de nuevas respuestas en lugar de la extinción de las antiguas.
El NO ASOCIATIVO lo dividimos en “condicional” (EJ: sonido-comida) y “no condicional”.
Y por ultimo nos queda la EXPERIENCIA la cual podemos dividir en “pasiva” (visuales o auditivas. Son
fundamentales para la impronta y por lo tanto para su vida adulta) y “activa” (ciertas actividades como
pueden ser los lances fallidos).
También debemos tener en cuenta que todo comportamiento esta ocasionado por una combinación de
causas externas (estímulos ambientales, como la presencia de comida) y causas internas (estímulos
motivacionales, como el hambre). De las combinaciones de ambos va a depender el comportamiento
presentado. Depende de nosotros facilitarle al animal las “causas externas” necesarias para que, al
juntarse con los estímulos motivacionales, obtengamos el comportamiento que buscamos.
Con todo esto dando vueltas en la cabeza desde ayer a la noche me dispuse esta mañana a comenzar el día
con una nueva actitud. A las 7:00 saqué a Necul estando en un peso de 126g (igual que ayer) y debió
esperar en su percha a que saque a los otros pájaros para permanecer un rato sobre el guante. Cuando
terminé de desayunar lo lleve a su percha y me senté a su lado a leer un rato. El permanecía muy tranquilo
en su posadero y no se bajo en casi toda la mañana. A las 11:00 le mostré dos picaditas pero su respuesta
no fue precisamente lo que me esperaba, las miraba pero no con intención de hacer algo con ellas. Lo pesé
y se encontraba en 123g, todavía no era suficiente como tratar de conseguir algo así que lo deje se nuevo
en su percha y me fui.
Después de almorzar lo entré a la casa porque de nuevo el calor era muy intenso afuera y aprovechó para
dormirse una siesta. El resto de la tarde lo pasó enjardinado y yo cada tanto me le acercaba para ver si
notaba algún signo de hambre ya que todavía no había
comido (solo 3 picaditas al subirlo al guanto mientras lo
cambiaba de lugar). A las 18:00 noté que piaba un poco
más cuando me veía así que tome un trozo de perdiz y
se lo mostré, por primera vez me dio la sensación de que
había posibilidades de obtener un buen resultado.
Esperé un poco más y a las 18:30 dispuse todo para ve si
conseguía que salte al guante. En 119g conseguí dos
saltos muy cortitos.
Recapitulando en mi mente lo ocurrido note un par de
errores, como fue el hecho de no haberlo entrado a la
casa y tratar de hacerlo saltar en el patio, donde
abundaban las distracciones (pájaros revoloteando, la
perra pasando detrás, vehículos por la calle, gente que
entraba y salía…). Por ejemplo, después de dar un
picotazo al trozo de carne se da vuelta y se acomoda
como para saltar pero enseguida se distrae mirando
unos pájaros que estaban sobre nosotros. Por suerte el acercarle nuevamente la carne lo tentó y termino
saltando. Una vez en el guante lo deje que comiera un poco y quise ver si hacia un segundo salto, el cual
hizo casi de inmediato. Pero acá vino el segundo y más grave error, intentar un tercer salto. Si bien no
había comido mucho, lo ingerido era suficiente como para no volver a saltar, ahí fue cuando me di cuenta
que lo que tendría que haber hecho era dejarlo comer todo lo que quisiera la segunda vez y así fijar bien la
lección y no buscar un nuevo salto que lo único que hizo fue estropear todo.

21 de enero de 2012
A las 6:45 ya lo tenía arriba de la balanza y pesando 120g, cosa que me sorprendió ya que indicaba que
durante la noche había bajado solo 3g.
Como ayer había comido muy poco a las 7:30 me acerqué a su percha con una picadita para ver si le
apetecía pero se ve que todavía no quería el desayuno porque la ignoró por completo. A las 8:45 hice un

nuevo intento y esta vez conseguí lo que se podría llamar un saltito, teniendo en la cabeza el error de ayer
no le pedí otro y le di para que desayunara un hígado de paloma (2g). El último intento de la mañana fue a
las 10:20, cuando se encontraba en 121g y se negó a saltar.
Cuando estaba almorzando comenzó a llover por lo que lo entre y permaneció dentro de la casa hasta las
15:30. No se privó de su siestita diaria. A la hora mencionada comenzó a piar un poco más insistentemente
lo que me hizo suponer que ya tenía hambre así que prepare todo y trate de darle unas picaditas dentro de
la casa. NADA, no saltó. Después del frustrado intento lo enjardine y me fui a buscarle algún bichito para
ver si eso lo tentaba un poco más.
Eran las 17:00 cuando me acerque a su percha con un gorrión en el guante y ya cuando me veía llegar note
que su mirada demostraba interés. Me senté a su lado, estire el brazo y lo deje que de un picotazo a unas
plumas ensangrentadas, después de eso no tardó ni 15 segundos en saltar unos 30cm para llegar al guante
y comenzar a comer.
No sé si ya lo he mencionado pero cuando come lo hace en dos etapas. Por ejemplo hoy con el gorrión
comenzó a comer a las 17:00 y comió casi sin parar hasta las 17:15 (comía, miraba un poco para los
costados, volvía a comer), después se detuvo por completo durante unos 5 minutos para comenzar de
nuevo y comer como la primera vez hasta 17:25.
Cuando ya no quiso comer más y empezó a hacer ese piido que solo emite cuando está lleno o cuando lo
acaricio antes de llevarlo a dormir, lo pesé y estaba en 125g.

22 de enero de 2012
Comenzamos el día a las 7:00. Como de costumbre lo primero fue sacar a Necul de su transportin para
pesarlo y vi que estaba en 122g aunque seguramente todavía no había expulsado la egagrópila
consecuencia del gorrión que comió ayer.
Como hoy tenía que hacer varias cosas no lo pude tener en el guante así que pasó toda la mañana
enjardinado. A las 9:30 pasé junto a él y me dio la sensación de que estaba con un poco de hambre (pesaba
119g) por lo que corte dos picaditas de paloma de 1g cada una y se las acerque de a una obteniendo dos
saltitos interesantes. Se quedó con ganas de un poco más pero mejor que así sea a esta altura del día.
Después de este aperitivo siguió enjardinado hasta el mediodía que lo tuve que guardar ya que no
almorzaba en casa.
Cuando regresé a las 13:50 volví a enjardinarlo y nuevamente parecía estar con hambre, por lo que recibió
dos picaditas más a cambio de otros dos saltos. Afuera solo permaneció unos minutos porque el calor me
hizo entrarlo de nuevo, así que se quedo en su percha dentro de la casa hasta las 16:00. A esta hora ya se
lo veía más inquieto, se agachaba en la percha como amagando a saltar, piaba, caminaba para un lado y
para el otro, así que con todas las ilusiones del mundo corte 8g de paloma en picaditas, las junte a un
gorrión y me dispuse a conseguir algunos saltos respetables. Esta vez cumplió mis expectativas y me regalo
algunos saltos importantes. Después de eso comió otras picaditas hasta alcanzar los 8g saltando desde la
balanza para volver de nuevo a su percha.
A las 18:00 para mi sorpresa se volvía a mostrar inquieto, entonces salí a ver si podía conseguir un pajarito
y a las 18:35 le traje un nuevo gorrión. Bastó con movérselo un poco delante suyo para que dé un salto y se
suba a trabarlo en el guante. Lo que siguió después me sorprendió mucho más aún, se mostro encarnizado
con el pajarito, pelaba como nunca y estuvo hasta las 19:00 tironeando y comiendo. Cada vez que retiraba
alguna parte como plumas del ala, o las patas me miraba la mano a ver que iba a hacer, nunca se había
mostrado así, estaba realmente a gusto. Por suerte sigue sin cubrir, no abre las alas para nada, me deja
tocar la presa en todo momento e incluso me deja que lo ayude a retirar plumas y huesos.
Es notable la preferencia que tiene por dislocar huesos, siempre busca antes que nada la cabeza y el cuello
del pajarito (aunque no la come) y después aunque tenga la pechuga totalmente descubierta prefiere

comer las costillas, la columna o las alas. Come, lógico, la carne y los órganos pero su debilidad es romper
huesos.
Cuando terminó de comer estaba en 131g.

23 de enero de 2012
Al igual que los últimos días, a las 7:00 de la mañana ya tenía a Necul sobre la balanza. Hoy se despertó con
123g. Desde temprano ya teníamos una tormenta importante sobre nosotros por lo que a los parabuteos
no los saque de su muda así que quedo solo enjardinado. Para las 8:00 había conseguida una paloma
(torcaza) recién sacrificada y lista para ver si quería desayunar, me acerque a su percha y si bien pió un
poco no se decidió a saltar así que retome mis cosas. Lo mismo ocurrió a las 8:25 y a las 9:00. Después de
este tercer intento lo tuve en el guante hasta las 11:00, hora en la que conseguí el primer saltito al guante
a cambio de una mini picadita. A las 11:30 nuevamente volvió a negarse a saltar.
La lluvia se hizo presente al mediodía así que Necul se traslado con su percha a dentro de la casa. A las
12:30 me senté a su lado y después de una breve insistencia conseguí dos saltitos a cambio de otras dos
picaditas. A las 14:30 de nuevo, pero ahora 4 saltos.
Lo mejor tuvo lugar a las 17:00 cuando comió 7g a cambio de 8 saltos del largo de la lonja. Y casi dos horas
después, a las 18:50, pesando 128g salto 4 veces a cambio de 3g más de paloma llegando a los 131g.
A partir de ahora la idea es trabajar en estirar la distancia de vuelo cada vez más e ir consiguiendo una
respuesta más inmediata.

24 de enero de 2012
El día de hoy fue muy breve pero al mismo tiempo productivo. A las 7:30 lo saqué del transportin pesando
124g y pasó directamente a estar enjardinado. Así permaneció hasta las 10:00 cuando, en un peso de 122g,
hizo solo dos saltitos del largo de la lonja a cambio de dos picaditas.
El resto del día lo siguió pasando en la percha, a la sombra. A las 16:30 y en un peso de 120g comió 8g de
cuis mientras realizaba 11 saltos (con muy buena respuesta) del largo de la lonja y alcanzo así los 128g.
Después de esto siguió en su percha hasta que a las 19:00 lo subí al guante y lo tuve allí hasta que lo
guarde a eso de las 20:00.

25 de enero de 2012
Si bien mi idea había sido levantarme un poco más temprano lo hice a las 7:30, hora en la que Necul
pesaba 119g, es decir que desde su última comida, casi 15 horas atrás, había bajado solo 9g (un promedio
de 0,6g por hora). Esta reducción en la bajada del peso es algo que vengo notando desde que me puse más
estricto en lo que respecta a la comida. Si el está siempre con el buche lleno, es decir si come
abundantemente tanto a la mañana como a la tarde, baja un promedio de 1g por hora, pero si solo come
lo que le doy cuando salta come bastante menos y su metabolismo se “frena” haciéndolo bajar los 0,6g
mencionados anteriormente.
A las 9:00 se encontraba en 118g, un peso relativamente bajo así que teniendo en cuenta eso y los buenos
resultados que habíamos tenido el día anterior lo cambie de percha para poder intentar unos saltos más
largos que los que nos permitía la lonja. Este todavía parece ser un peso un poco alto ya que no se centra
del todo en la comida sino que aún se distrae mirando lo que sucede a su alrededor. Cuando ve la picadita
o cuando se la hago probar en la punta de mis dedos se “concentra” y salta enseguida pero no tarda en
ponerse a mirar de nuevo a cualquier lado.
En esta primera sesión comió solo 3g de liebre y alcanzo los 121g. Para las 12:30 había bajado a 119g.
Como los días están siendo un poco más frescos no lo entré después de almorzar así que se quedo afuera a

la sombra.
A las 16:45 sus piidos me anunciaban una reducción en el peso que fue confirmada por la balanza. Para mi
sorpresa se encontraba pesando 116g. Se ve que la temperatura ambiente va a ser un factor a tener muy
en cuenta ahora que vienen los días más frescos. Para darle su segunda comida lo coloqué en la misma
percha que a la mañana y me senté en un silla (ya que esta percha es más alta que la que usa siempre) a
más o menos un metro de distancia, cuando le mostré el guante comenzó a moverse sobre la percha y
enseguida saltó, casi no me dio tiempo ni a tocar el silbato así que ahí nomas lo premie con unas cuantas
picaditas. A ese salto le siguieron 5 más antes de que lo deje definitivamente en el guante durante un poco
más de una hora.
A las 18:10 conseguí dos saltos más.
El día lo termino pesando solo 122g.

26 de enero de 2012
Hoy nos levantamos un poco más temprano que ayer. A las 7:15 pesaba a Necul y veía que se encontraba
en unos interesantes 119g. De la balanza lo pasé a su percha y quedó al solcito hasta las 9:30. Para ese
momento había bajado a 117g y me lo hacía saber con insistencia cada vez que pasaba a su lado, entonces
preparé unas picaditas y lo pasé a la percha de “entrenamiento”. Como ahora ya esta saltando una
distancia mayor a la que su lonja se lo permite le tengo que colocar una lonja más larga y al hacer esto es
aconsejable cambiarlo también de percha. La razón de esto es que si le exigimos una vuelo largo desde el
posadero donde el está siempre no lo va a querer hacer ya que sabe que desde ese lugar el tiene los
movimientos limitados, y si logramos que lo haga después va
a creer que lo puede hacer siempre y se va a debatir con más
intensidad, por eso es recomendable pasar a una nueva
percha. A demás una vez que él se acostumbre a ella en
cuanto la vea va a saber que llego la hora de trabajar/comer.
Cuando por primera vez en el día lo coloque en esta percha se
mostro un tanto inquieto pero enseguida realizó tres saltos al
guante a una distancia de más o menos un metro. Los saltos
los hizo en cuanto yo levantaba el guante y con la mano
derecha lo golpeaba como señalándolo y una vez en él le daba
su picadita. Después del tercer salto ya no saltó más, si le
hubiera dejado una picadita a la vista seguro lo hacía pero ya
es hora de corregir esto.
El segundo intento de conseguir saltos al guante fue a las
16:30 después de haber pasado todo el día en su percha,
enjardinado. Lo pasé a la otra percha y noté que se
acomodaba como para saltar, piaba y caminaba de un lado a
otro pero no se desidia así que después de unos segundos
ofreciéndole el guante lo pasé a la percha baja y lo deje para
que “medite” porque no comió. Es hora de buscar velocidad
en la respuesta así que si no salta enseguida no come. A este
intento le siguieron varios más y con mejores resultados.
A las 17:40 dio dos saltos a cambio de dos picadas.

A las 19:00 en un peso de 119g salto dos veces más. Y a las 20:00 otras dos a cambio de 1g de carne.
Después de esto lo pese y vi que se iba a dormir pesando 121g.

27 de enero de 2012
Cuando eran las 7:15 ya estaba subiendo a Necul a la balanza. Se encontraba en 118g, un peso para nada
bajo si tenemos en cuenta que el día anterior antes de irse a dormir estaba en 121g. Ahora que lo estoy
apretando un poco más paso a perder la mitad de peso que perdía antes por la noche, antes bajaba hasta
8g de un día para el otro y ahora estaba bajando solo 3g. Al igual que ayer el objetivo del día fue conseguir
mayor velocidad en su respuesta aunque debamos dejar un poco de lado lo de estirar las distancias. Acá
puedo decir que hubo un nuevo error en lo que consiste al entrenamiento y es que esto de la velocidad de
reacción tal vez lo tendría que haber trabajado antes que lo de estirar los saltos. La razón por la que no lo
hacía era que para conseguirlo hay que ir bajándolo de peso y como ya dije varias veces trato de usar esto
como último recurso.
La única forma que conozco para lograr que su respuesta sea lo más rápida posible es la de acercarme a su
percha, mostrarle el guante durante unos pocos segundos (5 o 6, no más) y si salta recompensar y si no lo
hace esconder el guante y volver a intentarlo unos minutos después. Esto tres o cuatro veces, si después
de eso no salta me retiro y vuelvo a la media hora o una hora dependiendo de cómo lo haya visto, si
amagaba a saltar pero no se decidía vuelvo enseguida pero si miraba para cualquier lado vuelvo una hora
más tarde. El objetivo de esto es aprovechar algo que es natural en ellos y es el poco tiempo que tienen en
la naturaleza para conseguir su comida, a sus parientes salvajes las presas no los van a estar esperando por
horas a que se decidan a atacar, si dejan pasar la oportunidad no comen. Entonces nosotros debemos
hacer lo mismo, si no saltan al guante cuando tuvieron la oportunidad no comen.
Así como es importante no permanecer mucho tiempo con el guante ofreciéndoselo, también lo es el
hacerlo solo 2 o 3 o como mucho 4 veces ya que si no estamos en la misma, el puede “pensar” para que
voy a saltar ahora si en un ratito ya está de nuevo dándome otra oportunidad, salto después y listo. Por
último, antes de hacer esto, es decir antes de buscar velocidad en su respuesta usando estos pasos,
debemos estar completamente seguros de que el pájaro comprendió que para comer tiene que subir al
guante de lo contrario por más que lo bajemos de peso no vamos a conseguir nada más que perjudicarlo y
perder tiempo.
A las 9:00 estando él en 116g me acerque por primera vez para ver si quería comer, me puse en cuclillas le
estire el guante pero si bien pió un poco y camino algo hacia los costados en la percha no lo vi con muchas
ganas de saltar así que me fui para volver más tarde.
Dos saltos más hizo a las 11:45 y eso fue lo último por la mañana.
Para las 16:30 estaba nuevamente en 116g pero esta vez solo realizo un único salto y con la picadita que le
di llego a los 117g de peso. Una hora y media más tarde hizo dos saltos más y a las 18:30 salto a un gorrión
que le ofrecí en el guante pero a diferencia de lo que me esperaba saltó pero no se puso a comer, más bien
jugaba con él. Lo pelaba, le retorcía el cuello, le picoteaba la cabeza y cada tanto comía un poco, pero no
mucho.
Terminó el día pesando 120g

28 de enero de 2012
Lo que estuvimos trabajando ayer sobre la velocidad en sus respuestas hoy se
notó y bastante. A las 7 de la mañana estaba sacando a Necul de su
transportin encontrándose en un peso de 117g. No sé si lo había mencionado
pero ya se ha convertido en una rutina todas las mañanas; cuando
comenzamos a trabajar con el silbato para que se vaya acostumbrando
aprovechaba que de la balanza siempre volvía al guante de un saltito,
entonces usaba esto para silbar y recompensar y hoy ya es una fija darle su
primer picadita del día después de pesarlo en cuanto lo saco del transportin.
El desayuno se lo quise dar a las 8:00 pero solo obtuve dos saltos bastante
espaciados uno del otro y después no volvió a saltar. A las 9:20 directamente
no saltó, pero a las 9:50 la situación cambio por completo. Ya cuando salí de la
cocina y me vio noté que algo bueno iba a pasar o al menos no iba a obtener el mismo resultado que la vez
anterior. Piaba con más fuerza, se agachaba y se erguía, caminaba para los costados…en fin, tenía hambre.
A medida que me iba acercando (llevando 4g de liebre) estos signos aumentaban y en solo unos segundos
obtuve dos saltos perfectos, no por lo largo sino porque fueron casi inmediatos a la presentación del
guante. Tenía que saber en qué peso había conseguido semejante respuesta así que suspendí todo y lo
lleve a la balanza. Estaba en 114g. De la balanza lo pase de nuevo a la percha donde se termino las
picaditas a cambio de 8 saltos iguales a los primeros. Por fin nos estábamos aproximando a su peso de
vuelo. Cuando terminó de comer lo dejé tranquilo en su percha.
Para el mediodía, más precisamente a las 12:15hs lo cambié de lugar buscando sombra. Cuando me
acerqué para recoger la percha lo noté un poco inquieto así que fui a buscar unas picaditas y volví. Para
entonces se había bajado de la percha y estaba a un costado, le mostré el guante pero no sabía muy bien
qué hacer, lo miraba pero no se desidia así que escondí el guante y espere un ratito. Mientras yo le
preparaba el baño el subió a la percha, le mostré el guante unos segundos y amagó a saltar, cuando se lo
mostré por segunda vez (tercera en realidad) si saltó. La respuesta no había sido la misma a la de más
temprano así que no le ofrecí más comida. Cuando terminé de almorzar lo entré a la casa porque afuera
había demasiado viento.
A las 16:30 lo tuve que sacar porque sus piidos me iban a traer problemas con las personas que estaban
durmiendo la siesta. Esta forma de piar me decía que
nuevamente estaba en peso y la balanza me dio la razón, se
encontraba en 115g (1g más que a la mañana) entonces otra
vez a preparar todo.
Esta vez se comió 5g de carne (llego a 120), pero después del
tercero su respuesta ya fue disminuyendo.
Ya mencione varias veces que come en dos etapas, primero
come un poco con mucha ansiedad, descansa unos minutos y
después vuelve a comer. Hoy no fue la excepción. Después de
esta merienda lo deje en su percha para regresar dos horas más tarde y otra vez obtuve unos cuantos
saltos (ocho) a cambio de 5g más. Esta última sesión de saltos los hizo en 118g lo que quiere decir que
había bajado un gramo por hora, y terminó pesando 123g, 3g menos que ayer.

29 de enero de 2012
El día lo seguimos empezando más o menos siempre a la misma hora, hoy
también fue a las 7:00 cuando pesé por primera vez a Necul. Estaba en 120, es
decir que al igual que ayer, desde su última comida casi 12 hs atrás y pasando
la noche en el transportin solo había bajado ¡¡3g!!,
A las 8:15 ya tenía todo listo para su desayuno. Había cortado el corazón de un
pato en varias picaditas y me dispuse a pesarlo. Lo pesé dos veces ya que los
117g que la balanza marcaba no me cerraban con los 120 que había acusado
una hora y cuarto atrás. No podía ser que en un poco más de una hora bajara
3g, pero la segunda vez obtuve el mismo número así que supongo que el error
habrá estado en el pesaje de las 7:00. De la balanza lo pasé a la percha grande
para comenzar de nuevo a estirar la distancia de los saltos ya que como quedó
demostrado ayer, la velocidad en la respuesta ya la habíamos conseguido (si estaba en peso). En estos
117g hizo 4 vuelos de más o menos un metro y medio, contra los 25cm de ayer. El primero fue a 50cm, el
tercero a un metro y los últimos dos a 1,5mts. Después del cuarto comenzó a distraerse con un chimango
(Milvago chimango) que andaba como a 50 metros de altura así que suspendimos todo.
A las 10:15 estando él en 118g hizo dos vuelos más.
Ahora ya debemos hablar de vuelos en vez de saltos
porque al superar los 50/60cm debe hacer uso de sus
alas para poder alcanzar el guante. A las 11:30,
nuevamente en 118g realizo dos vuelos más y con eso
dimos por terminada la mañana.
Cuando terminé de almorzar salí a ver como estaba y
me lo encontré demasiado pedigüeño, piaba y se movía
en la percha como cuando está en peso y
efectivamente, estaba en 116g. Hizo 8 vuelos de unos 2mts de distancia respondiendo perfectamente,
como recompensa le di 5g de carne de pato. Después de eso lo dejé a la sombra y me fui a dentro de la
casa.
Su última comida se la di a las 17:00, a pesar de estar en 119g realizo 5 vuelos más a cambio de otros 3g de
pato y llego así a los 121g.
Como me había quedado dando vueltas en la cabeza el tema de la bajada de peso a las 19:30 lo pese y
había bajado a 120g, un gramo en dos horas y media.

30 de enero de 2012
Hoy me levanté recién a las 7:45 cuando Necul se encontraba pesando 117g. A pesar de que había
tormenta dando vueltas todavía no llovía así que lo dejé afuera, en su percha. A las 8:15 le ofrecí comida
por primera vez pero no quiso saltar. Un rato más tarde empezó a llover así que coloqué la percha debajo
del alero de la casa y el enseguida se subió a la ventana. Fue desde este lugar, la ventana, de donde realizo
4 saltos a las 9:20. Si bien no fueron los vuelos que estamos haciendo últimamente fue algo positivo ya que
por primera vez viene al guante desde un lugar que no es una percha. Algo en lo que pienso trabajar más
adelante.
A las 10:40 otra vez la lluvia había cesado por lo que aproveche para pasarlo a la percha grande y ver como

se portaba. Hizo un solo vuelo y cuando iba a hacer el segundo se
asusto con el viento así que suspendimos todo. Para las 13:30
había bajado a 113g, su peso más bajo hasta ahora (seguramente
el frio ayudo bastante), pero a pesar de eso no se comportó como
me lo esperaba, saltó y lo hizo bien (6 veces), pero otras veces en
114 o incluso 116 lo había hecho igual. Después de eso permaneció
en la ventana hasta las 16:20 cuando en un peso de 116g hizo 2
vuelos de unos 3mts y llego a los 117g de peso. Un vuelo más a las
17:45 y finalmente a las 19:30 pesando 114g hizo muy bien 10 vuelos bastantes largos a cambio de los
cuales le di 6g que lo dejaron en 120g.

31 de enero de 2012
Hoy me levante un poco más temprano que ayer, no mucho, solo un poco. Para las 7:30 ya lo tenía a Necul
sobre su percha después de haberlo pesado y comprobado que estaba en 115g. Aunque éste era un peso
interesante preferí esperar un poco más antes de darle de comer y permitirle así que se vaya activando.
Para las 9:00 había bajado a 114 pero solo conseguí 3 vuelos y lo volví a dejar en la percha. A las 11:00 en
116 hizo dos vuelos más y a las 13:00 en 114 hizo 4 y llego a 117g.
El primer intento de la tarde lo hice a las 16:20, una vez más en 114g pero solo conseguí 2 vuelos.
Tengamos en cuenta que ahora no le tengo mucha paciencia, le muestro el guante 5 segundos, si no salta
pierde su oportunidad, me voy y se queda sin comer. Pero a las 18:30, también en 114, la cosa fue
totalmente distinta, hizo 12 vuelos excelentes, largos, rápidos…hermosos. Termino con 121g ya que solo
comió 7g.

1 de febrero de 2012
A partir de hoy si no come a la mañana va a tener que esperar a la tarde y si no lo hace a la tarde en el
primer intento insistiré minutos más tarde pero no recibirá una gorga completa. El peso se lo voy a seguir
controlando igual o más que antes para ver cómo se comporta su reducción ante la ausencia parcial de
comida.
Lo otro que me gustaría hacer es conseguir que coma más cantidad, que no se conforme con 6 o 7 gramos
nada más. Si logro esto las sesiones de trabajo van a ser más fructíferas.
Hoy lo pese por primera vez a las 7:00 y estaba en 118g. Permaneció enjardinado hasta las 11:45. Estando
en 113g hizo 13 vuelos comiendo 6g de carne.
La segunda comida fue a las 16:30, estando en un peso de 116g. A pesar de que estando en ese peso piaba
bastante y se mostraba inquieto creo que su peso de vuelo va a tener que ser de 114 para abajo, al menos
por ahora. Realizo solo 9 vuelos, los últimos demasiado espaciados en el tiempo para mi gusto. Lo bueno es
que comió 8g de carne más 2g de cuero de liebre lo que le dio un poco de forma a su buche.
Vamos a ver en que peso amanece mañana pero hoy a las 19:25 estaba en 121g.
2 de febrero de 2012
A las 7:30 de la mañana se encontraba en un peso de 116g lo que me indicaba que en 12 horas había
bajado solo 5g.
Para las 9:00 había bajado a 114 pero se ve que no era suficiente ya que solo hizo 3 vuelos y cuando iba a
terminar el cuarto se desvió y termino atrás de la percha.

Llegado el mediodía su peso había bajado a 113g y su forma de piar se había intensificado. Por miedo a que
baje demasiado a las 14:00 le di de comer por última vez en el día estando en un peso de 112g. Hizo 4
vuelos y en el último le di un gorrión, estuvo un poco más de una hora picoteándolo y termino con 121g.

3 de febrero de 2012
Para mi sorpresa a las 7:00 de la mañana lo saque de sus transportin y lo pese de inmediato para ver
cuánto había bajado ya que hacía más de 18hs que había comido por última vez y comprobé que estaba en
¡¡116g!! En 18hs había bajado tan solo 5g (recordemos
que permaneciendo dentro de la casa)
A las 8:45 ya se encontraba en 113g pero a pesar de eso
solo hizo 5 vuelos a cambio de 3g de carne. Para las 13:45
nuevamente había bajado a 113g. Después de eso quedó
enjardinado hasta las 16:25 cuando en un peso de 111g
realizo 7 vuelos por los que comió 6g que lo llevaron a
116g. Estos últimos vuelos no fueron como me lo
esperaba, el venia al guante pero más cuando quería que
cuando yo lo llamaba.
Intentando buscar una solución a esto de los vuelos
truncados lo subí al guante y salimos a dar una vuelta en la
camioneta. Estuvimos más o menos una hora paseando y
no se debatió ni una sola vez, iba mirando todo pero muy
tranquilo sobre el puño. Bastó llegar a casa y bajarnos de
la camioneta para que comenzara a piar pidiendo más
comida pero tuvo que esperar hasta las 19:23 cuando hizo
4 vuelos excelentes a cambio de otros 5g entre los que iba
un buen trozo de cuero de liebre y lo hicieron irse a dormir
con un peso de 119g.

5 de febrero de 2012
Siendo las 8:45 ya tenía todo preparado para darle su comida (estaba en 113g). Lo coloque en la percha
grande y lo llame una vez al guante como siempre, respondió bien pero cuando se estaba por posar en el
puño giro 180° y terminó en el suelo, detrás de la percha a la distancia máxima que le permitía el fiador.
Cuando se fue atrás de la percha se posó en el suelo, lo llamé al guante pero no venía, entonces saqué un
gorrión y comencé a moverlo delante de él. Su respuesta fue totalmente diferente, lo seguía con la mirada
y enseguida comenzó a acercarse a los saltitos hasta que finalmente lo trabó. Una vez arriba del pajarito
hice que comiera un poco y enseguida lo subí al guante donde termino de comerlo. Cuando termino estaba
en 119g.
Después de comer quedó en su percha hasta las 16:10. A esta hora y pesando 112g intenté llamarlo
nuevamente como a la mañana, pero esta vez no tenía un gorrión sino una torcaza. Como no bajaba
levanté la paloma en el puño para cambiar de lugar y ahí volvió a ponerse alerta, lo llame y enseguida saltó
al puño. Después de eso hizo tres vuelos más y lo dejé comer todo lo que quiso. Termino con 127g.

6 de febrero de 2012
Hoy me levante un poco más tarde que ayer, recién a las 7:30 vi que Necul pesaba 117g. Nunca deja de
sorprenderme la capacidad que tiene para “regular” su metabolismo en base a la cantidad de comida que
ingiere. Había llegado a bajar ¼ de gramo por hora, pero como ayer había comido todo lo que quiso bajó
10g en 13 horas, y eso que había comido paloma.
A las 8:45, cuando le fui a dar de comer no lo puse en la percha de todos los días por miedo a que no se
anime a bajar como ayer, lo coloque sobre una piedra y
empecé a mover un gorrión a unos metros de donde estaba y
no tardo en trabarlo. Lo dejé picotear un poco, siempre busca
el cuello, y después lo subí al guante para que termine de
comerlo, Alcanzó los 123g. El resto de la mañana lo pasó al
solcito ya que estaba fresco y al mediodía lo guarde dentro
de la casa porque no iba a estar por unas horas y no me
animo a dejarlo enjardinado solo.
A las 13:30 lo volví a enjardinar hasta las 16:00 cuando
encontrándose en un peso de 116g lo llamé por segunda vez
en el día a un gorrión que hacía de señuelo. El resultado fue el mismo que el de la mañana solo que a una
distancia un poco mayor. Se lo comió todo aunque tardo un poco más de una hora y quedo en 122g.
Pasadas unas dos horas de esto volvió a piar como si tuviera hambre así que conseguí un nuevo gorrión y
lo volví a llamar al señuelo, tardó un poco más pero finalmente también lo trabó y se lo comió casi todo
por lo que paso de 120 a 127g.

7 de febrero de 2012
Como era de esperar después de los tres pajaritos que se comió ayer mientras reforzábamos el trabajo con
el señuelo, hoy a las 7:00 de la mañana se encontraba en 124g. Lamentablemente la bajada de peso que le
he venido realizando ha hecho que comenzara a piar, incluso encontrándose en estos 124g. Espero que no
se intensifique y se le quite pronto.
Siendo las 9:30 y expulsada ya la egagrópila pesaba 121g y piaba como si hicieran 3 días que no comía. Lo
saqué de la percha, le puse el fiador y lo deje en el suelo. Me aleje unos metros y comencé a mover una
torcaza recién sacrificada. El no voló pero se acerco a los saltitos y una vez sobre ella comenzó a comerla,
la buena noticia vino cuando acerque el guante para levantarlo, dejó de comer y subió al guante pelado.
No tenía nada en el guante pero él se subió igual, así que de inmediato tome la paloma y se lo ofrecí para
que comiera. Viendo este pequeño avance decidí dejarlo comer un
poco pero no demasiado para a la tarde poder ir un poquito más
lejos en el entrenamiento. Llevarlo al campo.
Desde que lo baje del puño hasta las 18:00 que fuimos al campo
permaneció en su percha y por suerte los piidos menguaron un
poco, solo cuando me veía se intensificaban.
Para las 6 de la tarde había bajado a 115, entonces le coloque el
fiador, metí un nuevo pajarito al morral para usar de señuelo y
salimos para el campo. El calor era impresionante, en los postes del
alambrado se veía a los pobres chimangos parados con las alas y el
pico abierto tratando de refrescarse un poco. Cuando llegamos
aseguré el fiador a una estaca y lo deje en el suelo. El pasto si bien
no era mucho había algunos un poco altos y sumado a la poca altura
de Necul formaban una combinación no del todo favorable. Yo
suponía que en cuanto me aleje iba a tratar de volar para algún lado
pero se sentía tan desconcertado y tenia tanto calor que lo único que atinó a hacer fue jadear casi como un
perrito. Al pajarito/señuelo no le dio demasiada importancia así que me acerque lo recogí en el guante y le
deje comer solo la cabeza del pájaro. Cuando volvimos a casa estaba en 116g.

8 de febrero de 2012
Hoy lo saqué del transportin a las 7:15 encontrándose en un peso de 113g, tengamos en cuenta que ayer
por negarse a venir al señuelo en su primera salida al campo
termino con un peso de 115g a las 6 de la tarde, es decir que en
un poco más de 12hs bajo solo 3g.
Para las 8:40 había bajado a 112g y en ése peso lo llevé al
campo. Llegamos a una calle muy poco transitada, me alejé un
poco de la camioneta y sujete el fiador a una estaca, después lo
coloque en el suelo y me retire unos metros para llamarlo al
señuelo. El vino hacia mí, pero no volando sino a los saltitos por
lo que solo lo deje comer un poco para que a la tarde se
encuentre nuevamente en peso y así poder repetir la lección con
más entusiasmo.
Lamentablemente el clima nos volvió a jugar una mala pasada y
a las 14:00 ya se escuchaban los truenos. Sin perder el tiempo lo
pesé (estaba en 113g) y salimos como para el campo a ver si
había algún cambio con respecto a la mañana. No hubo tal
cambio, pasó exactamente lo mismo, hasta terminó con los
mismos 117g.
Cuando volvíamos del campo la lluvia se hizo presente así que
ahí dimos por terminado el día.

9 de febrero de 2012
Empezó el día a las 7:00 con un peso de 112g. Para las 8:20 había bajado a 111g y salimos para el campo.
Para tratar de evitar lo ocurrido ayer, eso de que venía a los saltitos en vez de hacerlo volando, no lo dejé
en el suelo sino sobre un tronco pero se bajó y volvió a acercarse con sus saltitos tipo gorrión. Una vez más
lo deje comer muy poco y lo traje de vuelta pesando 117g.
Después de lo del campo y aprovechando que el clima seguía feo me quede en mi cuarto cosiendo unos
señuelo y a él lo solté para ver si aprovechaba a volar un rato. Fue más lo que durmió que lo que voló.
Durmió en el respaldo de la silla, en mi hombro, en la repisa, sobre los libros... Cuando terminé de almorzar
lo enjardine.
A las A A las 17:00 estaba pesando 111g. Me pareció que era un buen peso para volver a intentar los vuelos
en el campo pero ahora usaría una percha más alta a ver si de una vez por todas se le quitaban las ganas de
venir a los saltos. A lo mejor fue por el fuerte viento que había pero no se bajó de la percha, ni a las 17:00
ni a las 17:20 cuando lo intenté por segunda vez. Por primera vez se volvió del campo sin probar bocado y
así permaneció por dos horas más en su percha.
A las 19:00 había bajado a 110 y no quería dejarlo que se vaya a dormir en ese peso y menos sin tener una
buena lección así que lo traje adentro de la casa, cerré las puertas y las ventanas, le saque el tornillo y lo
solté. Tardo un poco pero finalmente termino volando al guante desde todos los ángulos posibles y a
distancias superiores a los 7mts. Finalmente lo guardé en su transportin a las 20:30 en un peso de 115g.

10 de febrero de 2012
Eran las 7:15 cuando sacaba a Necul de su transportin para pesarlo. Estaba en 113g.
Para las 9:00 había bajado a 110g y eso se notaba, lo entré a la casa y después de cerrar todo le saque el
tornillo y lo solté. Hizo unos 20 vuelos de diferentes partes. Comió 4g de paloma y en el ultimo bajó al
señuelo que no era otras cosa que medio tordo sin la pechuga y así alcanzo los 117g.
Terminada la primera lección lo enjardine hasta las 18:00, hora en que lo lleve al campo a ver si conseguía
unos vuelos utilizando todavía el fiador. Lo coloque sobre una tranquera y lo llame desde unos 4mts pero
los caballos que se movían a lo lejos y los chimangos que se veían cada tanto le generaban una curiosidad
tal que se olvidaba de su hambre. Para solucionar esto salimos a caminar un poco y a las 18:20 lo volvimos
a intentar, esta vez hizo 6 vuelos desde la tranquera y después 4 más desde la percha. El último de estos
vuelos fue al señuelo y eso le valió para dejarlo comer todo lo que quiso.
Terminó el día con 123g.

11 de febrero de 2012
A las 7:20 Necul pesaba 118g, 2 gramos menos que ayer a la
misma hora, lo que era de esperar ya que se había ido a
dormir también con 2g menos. Para las 11:00 ya había bajado
a 113.
Pasó todo el día enjardinado y lamentablemente piando
como loco. Si pasan unos minutos sin ver a nadie se caya y
permanece en silencio pero es cuestión de que alguien salga
al patio o se asome por la ventana para que comience de
nuevo.
A las 16:15 pesaba 112g, yo pensaba que iba a bajar hasta los
110 pero se quedo en 112. De todos modos salimos para el
campo ya que si esperaba a que baje un poco más la tarde se
me acortaba demasiado. Una vez en el lugar coloque la
percha en el suelo, le saque la lonja y el tornillo y lo deje en
su lugar. Hizo 4 vuelos al guante desde una 6 o 7 mts pero su
respuesta no fue buena, tardaba mucho en acudir así que me
lo traje de nuevo a casa. A pesar de que comió unas picaditas
volvió con los mismos 112g con los que fue.
Antes de guardarlo le hice unos vuelos cortitos para darle
otro poco de carne y termine guardándolo con 113g.

12 de febrero de 2012
A las 7:00 estaba en 109g así que me tome unos pocos mates, preparé todo y a eso de las 8:00 estábamos
en el campo. Hizo unos 4 o 5 vuelos de hasta 40mts pero todavía no consigo la reacción que busco así que
nos volvimos. Cuando llegamos lo pesé y estaba en 112g a pesar de que había comido 5g de carne de
cotorra.
Al mediodía ya se encontraba en 108g y mantuvo ese peso hasta las 17:00 hora en la que fuimos de nuevo
al campo. Otra vez realizó varios vuelos y algunos bastante largos pero sigue demorando en responder, no
creo que solo sea cuestión del peso, me da la sensación de que lo que le falta es placeo en el campo ya que
todo le llama la atención. Algo que estoy notando es que está muy atento de los pájaros como chimangos o
aplomados que pasan por la zona, como si les tuviera miedo. En el último vuelo lo llamé al señuelo y una

vez que lo trabó lo pase al guante y nos quedamos sentados en la caja de la camioneta casi hasta que
termino de comer. Cuando volvimos se encontraba en un peso de 120g.
13 de febrero de 2012
Cuando saqué a Necul de su transportin a las 7:15 se encontraba en un peso de 113g. Permaneció
enjardinado hasta las 9:30 hora en que lo llevé por primera vez en el día al campo. Para ese entonces ya
había bajado a 110g. Hizo unos pocos vuelos al guante y algunos intentos de seguirme por el campo pero
todo se vio frustrado cuando de la nada apareció un aplomado inmenso y comenzó a sobrevolarnos.
Estaba empecinado en que nos vayamos de ahí, tanto que un par de veces tuve que correr hasta donde
estaba Necul por miedo a que lo golpeara, cuando me paré junto a él hizo dos nuevas pasadas a no más de
4 o 5 metros de donde yo estaba y después se quedó volando en círculos a muy poca altura sobre
nosotros. Para evitar problemas recogí a Necul con una picadita y volvimos a casa. Cuando llegamos estaba
en un peso de 112g a pesar de que había comido 3g de liebre.
A las 17:30 ya estaba una vez más en 110g y volvimos al campo. No sé si era por lo que había pasado a la
mañana con el aplomado o ya es algo propio de esta especie pero me da la sensación de que no disfruta
demasiado el encontrarse en lugares muy descampados. Es como si se sintiera inseguro y no se animara a
volar, esta siempre mirando el cielo y muy atento a todo
lo que lo sobrevuela. Yo lo dejaba en el suelo y si lo
llamaba desde unos 10mts o menos venia sin problema
al guante pero si era de más lejos prefería acercarse un
poco a los saltitos y recién después volar. Hicimos esto
de que me siga durante un rato hasta que una vez más
apareció el aplomado a estropearnos los planes, y para
completar la función llegó un cernícalo que trataba de
correr al aplomado así que ya era mucho para el pobre
Necul por lo que lo llame al señuelo y lo lleve a la
camioneta para que comiera tranquila.
Cuando llegamos a casa estaba en un peso de 118g y
con eso terminamos el día.

14 de febrero de 2012
Me levanté a las 7:00 como de costumbre para saca a Necul de su transportin y pesarlo. Estaba en 113g.
A la mañana se presentó una tormenta importante que no nos dejó ir al campo así que hicimos unos
vuelos dentro de la casa y así paso de 110g a 115 a las 9:30.
Por suerte después del mediodía el clima mejoro y a las 17:45 pudimos trabajar afuera, pero después de lo
que paso ayer con el aplomado decidí volarlo en el patio. A las 17:45 y en un peso de 110g lo coloque sobre
un montón de leña y lo llame al guante, vino sin problema así que empecé a repetir eso pero desde
diferentes lugares y acudió sin problemas incluso desde una pequeña planta de damascos. El último vuelo
fue al señuelo que no era otra cosa más que un tordo que había conseguido unas horas antes y que lo llevo
a 127g.
Al menos por unos días lo pienso seguir volando acá en casa ya que lo veo más seguro y me va a permitir
hacerle los primeros escapes.

15 de febrero de 2012
Se ve que el tordo que comió ayer le costó digerirlo porque hoy a las 7:00 todavía estaba en 121g. De la
balanza lo pasé a su percha y ahí permaneció hasta las 13:15 hora en la que su forma de piar me convenció
de darle de comer a pesar de que estaba en 113g. Su respuesta me sorprendió muy gratamente,
nuevamente voló perfectamente desde diferentes partes del patio al guante y después un vuelo
espectacular al señuelo. Lo deje comer un poco y lo coloqué de nuevo en la percha, ahora con un peso de
121g.
A las 17:00 nuevamente insistía pidiendo comida, por curiosidad lo pesé y compruebo que se encontraba
en 119g pero su comportamiento me alentó a volarlo una vez más. Lo coloqué sobre un montón de leña y
lo llame al señuelo consiguiendo una respuesta perfecta, como premio lo deje comer todo lo que quiso del
pajarito que use como señuelo y con eso
terminamos el día en un peso de 130g.

16 de febrero de 2012
A las 7 de la mañana Necul estaba en un
peso de 125g.
Su día transcurrió un poco adentro de la
casa y otro poco enjardinado ya que la
lluvia se presentaba de manera
intermitente. Para las 16:45 solo era una
garua así que opté por volarlo afuera
pesando 112g. Hizo varios vuelos dese
diferentes lugares hasta el puño y
terminó con uno un poco más largo al
señuelo. Después de comer el gorrión
quedó en 130g a eso de las 6 de la tarde y
dimos por terminado el día.

17 de febrero de 2012
Hoy nos levantamos a las 7:30 y al igual que ayer Necul pesaba 125g.
Según el servicio meteorológico los días de lluvia van a seguir y hoy no fue la excepción. A la mañana
estuvo lloviendo por lo que lo solté en mi cuarto para que se ejercite un poco y al mediodía lo recogí
llamándolo al guante con una picadita. Acudió de inmediato.
A las 17:00 pesaba 112g y nos dedicamos a hacer unos vuelos en el patio de casa. Corte 5g de paloma en
varias picaditas y prepare un pajarito como señuelo. Venia todo de maravilla hasta que en uno de los
vuelos, cuando lo arrojo del guante escucha las codornices que tenía guardadas en una jaula cercano y se
olvida por completo de lo que estábamos haciendo. Tuve que acudir a buscarlo ya que estaba a punto de
tirarse sobre ellas. Me acerqué, lo llame al señuelo y lo dejé pelar y comer tranquilo sobre el guante.
Después de terminar de comer quedo con 126g.

18 de febrero de 2012
Una vez más tuvimos una mañana lluviosa. A las 7:00 cuando me levante llovía a cantaros por lo que iba a
ser imposible enjardinarlo y como si lo sacaba del transportin iba a comenzar a piar espere hasta las 8 que
se levantaran todos así lo sacaba y lo dejaba en mi cuarto. Cuando ocurrió esto estaba en un peso de 119g.
A media mañana le di 3g a cambio de algunos vuelos dentro de la casa y permaneció adentro hasta las
15:00.
A las 17:15 el clima había mejorado así que agarre una codorniz y algunas picadas y salimos para el campo
estando él en un peso un poco alto, 116g. Cuando llegamos lo arrojé del guante y se posó en el suelo a
unos pocos metros de mí, lo llame y vino rápidamente. Esto lo repetimos dos o tres veces más hasta que
por ahí en un vuelo que venía al guante se desvió y se fue a posar a unos 70mts. Lo fui a recoger y volvimos
a casa.
A las 18:30 volvimos al campo ahora en 115g y el resultado fue casi el mismo, no se alejaba demasiado de
mí pero tampoco respondía como tenía que hacerlo por lo que se quedo sin comer.

19 de febrero de 2012
El día empezó a las 7:20 y el peso de Necul a esa hora era de 112g.
Hasta las 9:00 que nos fuimos al campo había permanecido enjardinado. Cuando llegamos hizo unos vuelos
cortitos al guante y después me fui hacia un
pastizal a ver si podíamos levantar algún pajarito
para tentarlo a una persecución, con tanta mala
suerte que me caí en un pozo que me llegaba a la
cintura. Como consecuencia del golpe y mi perdida
del equilibrio Necul salió volando hacia un monte
de eucaliptus que se encontraba a unos 100mts.
Cuando me pude levantar corrí hacia el monte y
empecé a caminar entre las plantas tratando de
localizarlo, mi corazón se aceleró, si no se lo ve
cuando está en el suelo a unos pocos metros poder
encontrarlo entre las plantas sería casi imposible.
Por suerte cuando llegue y entré al monte lo
escuché piar y lo vi a unos 5mts de altura, me
coloqué debajo de él, levante el guante y casi de
inmediato bajó a comer su picadita. Recién ahí
volví a respirar.
Aprovechando que había respondido tan bien volví
a arrojarlo otras veces hacia diferentes plantas y
siempre respondió igual pero tuve que suspender la elección ya que no estaba con las pihuelas adecuadas
y tenía miedo de que se enredara por lo que lo llame al señuelo y nos volvimos a casa con una alegría
inmensa. Cuando llegamos estaba en un peso de 120g.
A las 16:30 intente darle unas picaditas a cambio de algunos vuelos en el patio de casa para poder volver a
tenerlo en vuelo a la tarde al otro día pero se ve que los 115g en los que se encontraban eran demasiado
ya que no respondía correctamente. Venía al guante pero dudaba bastante y a veces se desviaba así que lo
deje nuevamente en su percha para intentarlo más tarde. A las 18:30 la cosa cambio y voló mejor aunque
no hicimos demasiados vuelos, solo unos pocos como para darle algunas picaditas y terminar con 115g.

20 de febrero de 2012
A las 7:30 Necul se encontraba en un peso de 112g y para las 9:00 que fue la hora a la que fuimos al campo
estaba en 111g. Cuando llegamos al monte de eucaliptus le saque las pihuelas y lo arroje hacia las plantas.
La idea era que realizara solo unos vuelos entre las plantas para seguir reforzando este trabajo pero no
demasiado para poder sacarlo de nuevo a la tarde así que solo le di 5g. Por lo que vengo viendo hasta
ahora si no es mucho lo que hace en el campo estando en un peso de 110/2 su respuesta en inmediata
hasta que come esos 5g, después de eso ya
comienza a saciarse y se vuelve más remolón.
Cuando volvimos a casa estaba en 114g y lo dejé
enjardinado.
A la tarde comenzó a nublarse y el cielo se puso
todo negro por lo que a las 17:00 salimos de nuevo
para el campo a ver si podíamos volar un poco
antes de que llegue el agua. Su peso era de 110g
por lo que su respuesta fue muy buena.
Lamentablemente a los pocos minutos de llegar
debimos suspender todo porque comenzó a llover
así que lo llame al señuelo y nos sentamos en la
camioneta para que pueda comer tranquilo.
Una vez en casa y lloviendo bastante fuerte lo dejé
dentro de mi cuarto entretenido comiendo lo que
quedaba del pajarito. Cuando terminó pasadas las
18:00 estaba en 124g.
21 de febrero de 2012
Hoy es poco le que tengo para contar ya que una vez que lo saque a Necul del transportin a las 7:20 quedó
enjardinado hasta la tarde que fuimos al campo a volar un rato. A la mañana pesaba 115g.
Siendo las 16:45 y en un peso de 110g salimos para el campo. La idea era ver su reacción al llamarlo a
entrar por la ventanilla de la camioneta por si llegamos a intentar esta modalidad de caza así que cuando
llegamos le saque las pihuelas como siempre pero esta vez no me bajé sino que lo arroje hacia las plantas
desde dentro de la camioneta. El salió volando y se posó en la primera que encontró, lo dejé que se
acomode y lo llamé permaneciendo yo dentro del vehículo. De inmediato abandono la planta pero a los
pocos metros su vuelo se desvió y fue a posarse sobre la tranquera que estaba debajo de las plantas.
Definitivamente no le gusta volar lejos de la seguridad que le brindan los arboles. Volví a llamarlo y esta vez
sí voló hacia la camioneta pero no directamente al guante, se posó primero en el capot, de ahí saltó el
espejo y recién después al guante. Este trayecto lo realizo unas 10 veces y cuando noté que su respuesta
comenzaba a menguar me metí entre las plantas, hicimos unos vuelos más y lo terminé llamando al
señuelo.
Su día lo termino con 124g.

22 de febrero de 2012
A las 7:15 se encontraba en 118g. Permaneció enjardinado hasta las 16:30 hora en que lo llevé al campo

para simular un lance desde la ventanilla de la camioneta. Lo que había hecho era dejar en la calle un
gorrión mermado para después pasar junto a él y ver si se le tiraba. Para este entonces estaba pesando
109g. Cuando ya le había sacado la lonja y el tornillo comenzamos a acercarnos con la camioneta y
llegamos a tenerlo a solo unos metros pero el gorrión se quedaba en la arena totalmente inmóvil y Necul lo
miraba pero no se decidía a tirarse entonces lo arrojé yo, voló hasta él pero no lo trabó de una, cayó a su
lado y después lo trabo de un manotazo. Como siempre le dio un picotazo en la nuca y lo mató de
inmediato. Cuando lo estaba pelando me acerque y el de un salto subió con gorrión y todo al guante.
Cuando llegamos a casa estaba en 124g.
23 de febrero de 2012
Lo saqué del transportin con 114g. Para las 13:45
ya había bajado a 109 por lo que no quise esperar
más y me puse a preparar todo para ir al campo.
Hoy le tocaría enfrentarse a una codorniz. En el
medio de una calle muy poco transitada escondí la
codorniz y me aleje para volver a acercarme pero
con Necul en el guante. Desde lejos el la había
divisado pero no se desidia a tirarse, hasta que la
codorniz no intento volar el no salió del guante,
pero en cuanto la vio levantarse del suelo voló
directo a ella y la trabo a unos pocos centímetros
de altura. En el suelo no tuvo demasiados
problemas para dominarla hasta que finalmente la
mató de un picotazo en la nuca. Lo deje comer
todo lo que quiso y volvió a casa con un peso de
121g, pero para las 19:30 ya había bajado a 118.

24 de febrero de 2012
A las 7:00 que fue la hora en que lo saqué del transportin estaba en 118g, el mismo peso que acusó la
balanza casi 12 hs atrás. Pasó todo el día enjardinado hasta las 16:45 que lo llevé al campo en un peso de
111g. Esta vez se trataba de un terreno cubierto por colas de zorro( Cortaderia selloana)que superaban con
facilidad los 2,3 mts de altura y en donde suelen abundar los pajaritos. Bueno, no sé qué paso pero hoy no
había ni uno, así que después de unos pocos vuelos decidí hacerle otro escape de codorniz. Solté una en un
cuadro con el pasto bien cortito e intente alejarme pero no llegue a dar dos pasos cuando la codorniz salió
volando y se escondió debajo de un cardo que estaba a más o menos 30 metros de nosotros. Necul la vio
pero no salió tras ella entonces yo comencé a caminar para ver si lograba levantarla ahí fue cuando él salió
del guante pero no cazo sobre la codorniz, le erró al cardo y bajo sobre uno que estaba al lado trabando
una bosta seca de vaca mientras la codorniz permanecía encamada a su lado. Lo siguiente que hice fue
llamarlo al guante y levantar la codorniz empujándola con el pie, en cuanto salió él la persiguió y a los
pocos metros los dos tocaron suelo y entablaron una persecución a las corridas. Estuvo un buen rato
recazando, por ahí realizaba unos vuelos cortitos y por ahí la seguía a los saltos pero nunca se daba por
vencido, hasta que finalmente logró trabarla y conseguir el mismo desenlace del día anterior.
Para premiar su constancia y firmeza en la decisión de conseguir su presa lo deje comer todo lo que quiso y
terminó con un peso de 124g.

25 de febrero de 2012
El de hoy fue un día muy particular, la lluvia nos obligó a permanecer dentro de la casa todo el día así que
no pudimos hacer demasiado. A las 7:15 pesaba 118g y de la balanza lo pase a mi cuarto.

A las 17:45 y pesando 117g le di de comer un poco de perdiz en el guante hasta que alcanzo los 123g y con
eso cerramos el día más aburrido de los últimos dos meses.
26 de febrero de 2012
Hoy recién a las 8:00 saqué a Necul del transportin para enjardinarlo. A esa hora pesaba 118g, es decir que
había bajado 6g de los 124 en los que había quedado después de comer la codorniz ayer.
Para las 15:30 se encontraba en 113g por lo que me pareció, junto con sus piidos insistentes, que era un
buen momento para llevarlo al campo. Pues me equivoque. Tratando de tentarlo con un lugar donde haya
pajaritos lo llevé a una especie de cañaveral, me siguió un momento haciendo vuelos no demasiado largos
pero se asustó con una moto que pasó cerca y salió eyectado hacia un monte de eucaliptus que estaba a
unos 300mts. Cruzó un potrero y una calle para finalmente quedar fuera de mi campo visual. Mientras lo
veía alejarse no podía creer lo que estaba pasando, se hacía cada vez mas chiquito y se estaba dirigiendo a
un monto que suele estar infestado de carancho (Caracara plancus).
Cuando llego no tenía idea por dónde
empezar a buscar así que cruce el
alambrado y empecé a llamarlo. A la
tercera vez que repetí su nombre lo
escucho piar en una planta que estaba
detrás de mí, me doy vuelta y me lo
encuentro muy tranquilo a poco más de
un metro de altura parado sobre una
rama. Cuando meto la mano en el
bolsillo para buscar una picadita me
encuentro con que se me había caído la
latita en la que las llevaba así que saque
la palomita que había preparado para
hacerle el escape y lo llame utilizándola
como si fuera el señuelo. El bajo de
inmediato pero no intento trabarla así
que lo subí al guante y lo lleve de nuevo
a casa sin probar bocado.
Una vez en casa lo deje enjardinado
hasta las 17:30 que salimos de nuevo
para el campo, pero esta vez
cambiamos de zona. Fuimos a una calle
donde las plantas de los costados le
iban a brindar más seguridad por lo que
supuse que su comportamiento iba a
ser mejor. En parte lo fue ya que no se alejo demasiado pero una vez más volvió a ignorar a la palomita, así
que solo comió unas pocas picaditas de perdiz a cambio de unos vuelos.
Su día lo termino un tanto frustrado y pesando 115g.

27 de febrero de 2012
A pesar de lo poco que había comido el día anterior amaneció (8:00hs)en un peso de 111g, pero no quise
llevarlo de inmediato al campo sino que preferí esperar un poco a ver si bajaba uno o dos gramitos más y
de paso darle tiempo al viento a ver si paraba ya que era muy fuerte.
Cuando se hicieron las 11 de la mañana el viento seguía soplando con muchas ganas y Necul había bajado a
110g. Me pareció que ya era hora de ir al campo, prepare un gorrión que había capturado hacia un rato
mermándolo pero no demasiado, corte unas picaditas de perdiz y salimos.

Cuando llegamos el viento era bastante más fuerte que en el pueblo y no me quise arriesgar demasiado así
que solo le hice hacer unos vuelos entre las plantas y cuando no me vio coloque el gorrión en el suelo. Lo
llame al guante y nos dirigimos hacia donde estaba el pajarito quien se había escondido entre los pastos.
Después de insistirle un poco con el pie logre que levante vuelo, casi de inmediato hizo lo mismo Necul
trabándolo a pocos centímetros del suelo. Dejé que lo mate tranquilo y cuando comenzó a pelar lo subí al
guante y lo deje comer al costado de la camioneta.
Al volver a casa a las 12:00 estaba en 119g.
El resto del día lo pasó enjardinado pero sin comer más que dos picaditas de perdiz a las 19:00.

28 de febrero de 2012
Iniciamos el día a las 7:10 con Necul pesando 113g.
Como el día estaba lindo de la balanza pasó directamente a su percha para permanecer enjardinado hasta
las 11:30. A esta hora ya había bajado a 109g lo que me hacía suponer que si veía algún pajarito cerca tal
vez tuviera la suerte de conseguir el primer lance. Por desgracia en el lugar al que fuimos no había casi
nada, solo dos torcazas que salieron bastante lejos. Mientras caminabas el trataba de salir del guante para
ir a posarse en algún lugar y así poder volver y recibir su picadita así que para corregir esto y que no se le
haga costumbre decidí darle el gorrión que llevaba en el morral. Se trataba de un gorrión atado a un hilo
de un poco más de un metro que en la otra punta tenía un contrapeso que le dificultaría alejarse
demasiado. Cuando lo saque del morral, lo deje en el suelo y me alejé cubriéndolo con la espalda para que
Necul no lo viera tan rápido. Cuando giro y quedamos frente a él a unos 10mts no tardó nada abandonar el
guante y trabarlo sin problema. Fue aburrido pero efectivo. Una vez muerto el gorrión le mostré el guante
y subió de un saltito llevando el gorrión en sus manos, recompensé con varias picaditas, lo deje terminar
de comer en el guante y volvimos a casa.
Una vez en casa lo pese y la balanza acusaba 123g.

29 de febrero de 2012
Hoy también nos levantamos a las 7:00 pero su peso era un poco más alto que el de ayer, en vez de estar
en 113 estaba en 115. Por esta razón tuvimos que esperar hasta las 15:40 para ir al campo y así y todo
cuando fuimos seguía un poco alto ya que se encontraba en 112g pero las 24hs de ayuno que tenia encima
seguro harían bien su trabajo.
La idea era la misma que la de ayer, tratar de conseguir algún lance real y para lograrlo fuimos a una
especie de canal seco donde las colas de zorro (Cortaderia selloana) suelen alojar varias especies de
pajaritos. Al principio el insistía con volar a posarse en algún lugar pero las pihuelas lo mantenían sujeto al
guante. Después de unos minutos de caminata noté que ya prestaba más atención al terreno, sobre todo a
los cuises que pasaban junto a nosotros, pero seguía ignorando a los chingolitos a pesar de que lo arroje
más de una vez hacia algunos que salían bastante cerca de nosotros.
Después de una media hora creí conveniente usar el gorrión que tenía en el morral. Se trataba de una
hembra que había conseguido a la mañana con la trampera por lo que estaba en perfecto estado, solo la
había mermado un poco sacándole 3 plumas de su ala izquierda. Lo que ocurrió a continuación me llenó de
alegría. Parado en la intersección de dos calles rurales tenia a Necul en la mano izquierda y con la derecha
sujetaba lo que se convertiría en su primer escape verdadero.

Para que no sea tan obvio que era yo el que le soltaba el gorrión baje el brazo y lo coloque extendido a un
costado del cuerpo
junto al morral,
mientras tanto el brazo
derecho lo llevaba un
poco hacia atrás.
Cuando abrí el puño
derecho di un pequeño
empujoncito moviendo
la muñeca para
impulsar al gorrión
quien salió volando
hacia la izquierda
rozando mis piernas y
pasando bajo Necul.
Inmediatamente
después de esto arroje a Necul dándole la grita, lamentablemente el no salió tras su presa sino que voló en
línea recta para adelante, pasó por detrás de una cicutas y quinuas que estaban a unos 10mts y una vez
superado este obstáculo comenzó a dibujar una medialuna girando ahora sí hacia la izquierda. Mientras
tanto el gorrión seguía volando costeando la calle y tratando de adentrarse en una plantación de soja.
Cuando logro ver de nuevo a Necul fue por una fracción de
segundo ya que apareció de atrás de las quinuas pero enseguida
lo perdí al ser tapado por unos cardos, superado este nuevo
obstáculo aprecio nuevamente para clavarse en el suelo, al
costado del alambrado y a unos 70 mts de donde yo estaba. Por
miedo a que se meta en el sembrado y después no poder
encontrarlo salí corriendo de inmediato.

Llegué a donde me parecía haberlo visto bajar pero no estaba, los busco, lo llamo, me subo al alambre y
nada, hasta que por ahí escucho un piido detrás mío, giro, camino unos pasos y me lo encuentro en el
suelo con la clásica postura que adoptan las rapaces cuando traban una presa; las patas extendidas hacia
adelante y las alas abiertas. Comencé a correr los pastos y ¡¡SORPRESA!! Había logrado capturar al gorrión.
De inmediato le di una picadita y deje que termine su trabajo, después de que comió un poco en el suelo le
ofrecí subir al guante y gustoso aceptó. Terminó de comer en el puño y volvió a casa en un peso de 124g.

1 de marzo de 2012
Seguimos con la rutina de levantarnos a las 7:00 pero hoy la diferencia estuvo en el peso con el que lo
saqué del transportin. Yo me esperaba encontrarlo en 115/6g pero me lo encontré en 119.
Después de pasar todo el día enjardinado a las 16:00 ya tenía todo preparado para ir al campo. En el
morral había 8g de liebre en picaditas y un nuevo gorrión al que le faltaban 3 plumas de una de sus alas.
Una vez más me había propuesto conseguir algún lance real por lo que estuvimos un buen rato caminando
por el campo y si bien encontramos varios pajaritos el los ignoraba por completo. Cuando los mosquitos
me convencieron de que era hora de volver saqué el gorrión del morral, me acerque a una mata de colas
de zorro que es donde se suelen parar los pájaros y simule que el gorrión salía de ahí. Necul comenzó a
perseguirlo de inmediato. Fue un lindo lance, el gorrión volo hacia adelante hasta que llego a otra mata
que estaba a pocos metros, giró alrededor de ella mientras Necul lo seguís de cerca (aunque su giro fue un
poco más abierto). Pasaron a unos 5mts a mi derecha y volaron asiendo zigzag entre las colas de zorro
hasta que los perdí de vista. Cuando ya no lo pude ver más corrí en la dirección que pasaron y comencé a
buscarlo, tarea nada sencilla si tenemos en cuenta que los pastos superan con facilidad los 2,5mts de alto.
Después de uno minutos de búsqueda lo encontré en un claro, en el suelo. A diferencia de ayer no fueron
sus piidos los que me permitieron ayarlo, lo vi de casualidad ya que se encontraba caminando como si
estuviera buscando al gorrión que logró escapar. Su conducta era similar a la de un parabuteo cuando
pierde una presa en la herida, caminaba un poco echado hacia adelante mirando entre los pastos. Cuando
lo vi, lo nombre para que no se asuste y salga volando, lo llamé al guante y subió de inmediato a buscar su
recompensa por el esfuerzo realizado.
Después del fallido lance seguimos caminando otro rato para ver si su frustración lo convencía de hacer un
lance real pero no, todo terminó ahí. Para no dejarlo hasta el otro día sin comer le hice realizar un largo
vuelo al guante y lo premie con varias picaditas que lo llevaron a 119g. Con esto dimos por terminado la
jornada.


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