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Autor: Mateo
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Culebro.
1. Viviendo en el supermercado.
No saber que se es, no querer cambiar nada, esperar a que las manos lo rocen
suavemente –una caricia momentánea-, quizás un nuevo vecino al que no
conocerá siquiera su nombre (su enemigo), olor a frutas diversas, aire
acondicionado, no hay moscas ni insectos que puedan molestarlo, desde niño le
enseñaron sobre la transmutación, su meta es clara: ser intercambiado por un
metal: oro, o lo que más se le acerca: el dinero, en ambos casos su objetivo sería
cumplido y así podría morir junto con otros vegetales en una sartén hirviendo,
hecho pedazos en un sufrimiento inexplicable, pero pasaría al cielo donde lo
acompañaran 8 vírgenes tomates que serán sus esclavas por la eternidad.
Sus preguntas existenciales se reducen a la posición que tienen respecto al
pasillo. La Federación de Tomates decide la ubicación que cada miembro debe
ocupar en el supermercado: los que son más entregados a la causa desde su
nacimiento son aquellos puestos en el borde. ¿Cómo entregarse a la causa?
Cualquier acto de maldad en la vida del tomate suma: aquellos que convirtieron
sopa a sus madres y hermanos, los que sabotearon fertilizantes para quemar sus
vecinos, los que robaron las novias tomates de sus amigos y luego las
acuchillaron, los que pegaron un chicle en el French Poodle que pasaba cerca de
ellos o estriparon un infantil sobre de salsa mayonesa hasta desangrarla, todo acto
suma, la mecánica es fácil: entre más puntos, más cerca se está al pasillo.
El canal del estado: TCN, que transmite los resultados del día, permite saber qué
posición deben ocupar, antes de medianoche todos deben dirigirse a la zona
destinada, los marginados son expulsados a las fronteras al lado de frutas más
jugosas que les restan protagonismo: uvas, melocotones y piñas. Los de peores
resultados deben soportar encima los tomates ganadores para que sean más
fácilmente vistos por los clientes. Aquellos que mueren en su espera y no logran
ser transmutados a oro o dinero, los espera el infierno tomate, donde mediante un
proceso desconocido se convertirán en salsa barata.
Tomate 0065 vive en la frontera, sus actos de maldad se reducen a un par de
frascos de mayonesa destrozados con un bate de beisbol -y eso lo hace parecer
un ángel comparado con sus vecinos-, todas las noches se desvela viendo a los
tomates ganadores que entrevistan en TCN, emula algunos de sus peinados e
incluso se aprender frases de memoria para conquistar algunas zanahorias:
-No encontrarás rojo más brillante que yo, muñeca.
-Te podré llevar mañana a vivir en la despensa del cielo, ya veras, flaca.
-Oye, oye, mira que fresco esta esto, preciosa.
Es un tomate aunque no lo sabe, cree que no compite con sus vecinos sino que
por el contrario los ayuda, y su conciencia no conoce actos de maldad, TCN se
encarga de expiar las culpas.
2. Sabiéndose tomate.
Esa mañana despertó asustado, había tenido un mal sueño, prendió el televisor de
inmediato para verificar si había algún cambio extraordinario de posición, empezó
a limpiarse como de costumbre con una toalla húmeda, su frescura lo hacía
sentirse fuerte y no era para menos: hoy su rojiza piel había amanecido de un
color más oscuro.
-¡Hoy llego al borde! Pensó enérgicamente.
De un momento a otro sintió un profundo ardor en alguna parte de su cuerpo, cada
vez más intenso hasta el punto de contorsionarse gritando:
-¡Ayuda! ¡Un patán ha vertido sobre mi algún tipo de ácido!
De repente por dos orificios que nunca había sentido empezó a observar una
intensa luz blanca y pudo visibilizar unos pequeños tomates morados, eran uvas,
pero su mente apenas reconocía aquella nueva imagen, y a su lado vislumbro un
hermoso ángel de verde metalizado con largos cabellos:
-¿Quién eres?
-¿Qué dimensión es esta?
El ángel sonrió, y moviendo su cabeza de lado a lado le dijo:
-Eres un tomate, eres una fruta más del estante.
-Te he dotado de ojos para que puedas vislumbrar lo que eres: una simple fruta.
-Aquí y allá, te llaman tomate 0065.
Tomate 0065 se estremeció e intento moverse, pero ya no sabía cómo hacerlo,
sentía vértigo y además se veía rodeado de unas bolas rojas –horribles- que no
reconocía –sus vecinos tomates- y que ni siquiera se comunicaban con él, estaban
todos quietos, como cosas muertas, los empujaba fuertemente, pero no había
respuesta alguna. Pensó que todavía estaba soñando e intento despertarse
echándose un vaso de agua encima. Podía ver a través del agua, ahora entendía
la perspectiva: tenía ojos. Se acurruco al lado de esas bolas rojas y cerró sus
nuevos ojos por horas.
Cuando logro controlarse y volver a abrir sus nuevos ojos, escucho en el fondo el
sonido de un televisor, podía ver TCN a todo color con estos nuevos ojos, ese
sería su puente con la dimensión que conocía, pero se sentía mal consigo mismo:
era una simple fruta. Ahora veía en la pantalla un montón de frutas rojas, gordas y
redondas, saltando de aquí para allá, y actuando con maldad. Estaba
completamente solo a pesar de que lo rodeaban los suyos.
3. La visita a la publicidad de la gran mandarina sabia.
Desesperado sin saber cómo comunicarse con los otros tomates, decidió hacer
una llamada al programa matutino de TCN: muy buenos días tomates:
-Buenos días, gracias por participar en el programa.
-¿A quién deseas enviar saludos? Preguntó la presentadora tomate en minifalda.
-¡Necesito que me ayuden! ¡Estoy en otra dimensión! Contestó tomate 0065.
-Parece que hay un error, vamos con la otra llamada.
El teléfono quedo en silencio un rato, cuando de repente luego de varios
chasquidos, una vos ronca dijo:
-Soy un agente de la Federación de Tomates, ¿de qué estante nos está llamando?
-Del A-22, cerca de las uvas. Contestó tomate 0065.
-Debe acercarse a la publicidad de la gran mandarina sabia de su sección lo antes
posible y contarle su caso, pues ella tiene acceso a más de 8 dimensiones.
Ordenó el agente.
Tomate 0065 había escuchado alguna vez de la gran mandarina, pues miembros
de su familia acudieron en su ayuda cuando abuela tomate se quedó encerrada en
un balde del aseo, la gran mandarina pudo hablar con un empleado del
supermercado que la puso nuevamente en el estante; es una publicidad de fruta
que puede comunicarse con animales y humanos, y además habita en diferentes
dimensiones. Como los otros tomates en esta nueva dimensión parecían muertos,
lo primero que quería saber era si el debía volver a ese estado inanimado.
-¡Que quieres de mí! ¿Por qué me despiertas de mi eterno descanso? Pregunto la
publicidad de la gran mandarina sabia.
-Un ángel verde me ha traído a esta dimensión y ahora veo a los míos como bolas
rojas inanimadas: como simples frutas muertas. ¿Qué debo hacer? Contestó
tomate 0065.
La gran mandarina señalo un camino al lado de los congeladores de lácteos:
-Debes seguir por allí y encontrar tú mismo la respuesta ¡Se hace camino al andar!
Sentenció la publicidad de la gran mandarina sabia.
-¿Por qué me ha dotado el ángel de ojos y consciencia? Pensó tomate 0065 y
suspiro profundamente.
4. La nueva dimensión.
Sentía frio, quería comer, necesitaba urgentemente hablar con un tomate que no
estuviese muerto e inanimado como una simple fruta, eran las 11:35pm, en TCN
empezaban a nombrar las posiciones para el día siguiente, sin embargo el no
veía como se movía ningún tomate, todos parecían estar estáticos, pero en las
imágenes del televisor se reflejaba a los tomates que lo rodeaban moviéndose.
-¿Será que he enloquecido? ¿Y si esto es obra de un tomate para ganar puntos?
¿Por qué el ángel me eligió a mí? ¿Cómo puedo meterme en el televisor y volver a
mi antigua dimensión? Se preguntaba ansiosamente tomate 0065, mientras
caminaba de un lado a otro observando el camino al lado de los congeladores de
lácteos.
La publicidad de la gran mandarina sabia se metió en su máquina dimensional e
inicio su camino en el espacio-tiempo hacia la Federación de Tomates en la
dimensión conocida, se encontraba sorprendida y enfadada, pues era una
publicidad que recorría el mundo y era la primera vez que veía a un tomate con
capacidad der ver y tener consciencia de sí mismo. Quería investigar si agentes
de la federación tenían que ver con el suceso, si había algún indicio de un complot
para volver inteligentes a todos los tomates y dominar el mundo en distintas
dimensiones.
Tomate 0065 no paraba de mirarse de arriba abajo, no entendía por qué tenía esa
forma redonda y ese horrible color rojizo, ya no solo veía la publicidad de la gran
mandarina sabia, ahora podía ver la de todo el supermercado: chicas en bikini
bebiendo hermosas gaseosas, mermeladas acompañando el desayuno de niños
sonrientes, golosinas en un picnic en el parque. Y esto empezó a tener influencia
sobre él, sintiéndose gordo, feo, débil, y sin un futuro promisorio. La botella de
leche y las gaseosas de colores se dieron cuenta de ello y se empezaron a burlar:
-¡Te estas pudriendo lentamente! ¡Sos una fruta! Gritó la gaseosa de lima limón.
- ¡Fruta! ¡Fruta! Pronunciaba insistentemente la lata de sardinas mientras se
revolcaba en el suelo por no poder contener su risa.
Tomate 0065 ya no se sentía el ser superior de maldad que le habían enseñado
en la Federación de Tomates, incluso empezó a dudar acerca de la imagen de la
organización que TCN les enseñaba desde niños.
-Tienen la razón, bebidas. Exclamó tomate 0065.
-Nuestra maldad no es más que algo ínfimo al igual que nuestra bondad. Y
dándoles la espalda inicio su camino al lado de los congeladores de lácteos.
5. El mundo fuera del supermercado.
Luego de recorrer por horas el camino al lado de los congeladores de lácteos,
sentía un intenso frio y no podía dejar de tiritar, aunque no sabía si se trataba de la
sensación térmica o si era un profundo miedo en todo su cuerpo. Abrió la pequeña
puerta por donde salían los ratones y dio su primer gran paso fuera del
supermercado en una dimensión que no entendía todavía siquiera.
-Disculpe señor ¿Hacia dónde queda el norte? Le pregunto a una cucaracha que
llevaba de la mano a sus niños.
-No sé, ¿de pronto se referirá usted al centro comercial del norte?
-Si ese es, debe ser allá donde debo ir. Respondió tomate 0065 con gran
entusiasmo.
-Debe seguir varias cuadras en el sentido de los automóviles y encontrara un gran
aviso de colores luminosos que le indicara cuando llegue. Respondió la cucaracha
mientras arreglaba el pequeño corbatín de su hijo.
Tomate 0065 empezó a caminar lo más rápido que podía mirando su reloj, como si
tuviera la certeza de que debía llegar a ese lugar, sin embargo empezó a notar
que unos rayos de luz lo tocaban y sentía un calor intenso: era su primer
encuentro con el sol, esa irradiación le dio una sensación de libertad que no podía
describir, sabía que algo detrás de esa luz y esa sensación ocultaba la verdad
implícita sobre la existencia.
Cuando vio un teléfono público decidió llamar a la Federación de Tomates y
preguntar si el centro comercial del norte era el lugar al cual debía llegar para
recuperar la dimensión conocida:
-Federación de Tomates, ¿En qué podemos servirle?
-Necesito que me comunique con un agente, me encuentro en una dimensión
desconocida y además estoy fuera del supermercado. Respondió tomate 0065
mientras miraba los rayos de luz solar alumbrando todo su cuerpo.
-¡Fuera del supermercado! ¿Está usted loco? Contestó la secretaria de la
Federación de Tomates al otro lado de la línea.
-Lo primero que debe hacer es sintonizar en un televisor TCN y verificar su
posición en el estante correspondiente y: ¡regresar a su lugar!
-Yo no me puedo quedar en esta dimensión: ¡debo buscar mi destino! Y mientras
miraba el sol fijamente, colgó el teléfono.
6. Los fans.
Cuando tomate 0065 se empezaba alejar del teléfono público, sentía que se
alejaba de lo conocido, tenía miedo pero a la vez gran curiosidad, por su mente
rondaban miles de preguntas acerca de su mundo: del supermercado, de su color
rojo, de sus vecinos tomates y de por qué la dimensión en la que se encontraba
no tenía sentido: no veía humanos chocando unos contra otros en un estante
intentando buscar sus posiciones para ser transmutados, o realizando actos de
maldad para ganar puntos, solo grandes cajas de metal andaban a toda velocidad
por la carretera, hasta que llego a una pequeña tienda de barrio:
-Disculpe señor ¿Esta cerca el centro comercial del norte?
-¡Señor!
De repente un ratón mal humorado con la camiseta de la selección se levanta de
su silla y le grita en la cara a tomate 0065:
-¡Pero es que no ves que estamos viendo el partido!
-¡Lárgate de aquí! Le dijo el ratón mientras sonaba sus mocos con la camiseta.
Tomate 0065 empezó a mirar hacia todos los lados y pudo observar que los
humanos también tenían camisetas de la selección, al igual que todas las ratas en
el suelo, evidentemente el partido era transmitido por TCN, por lo que se podían
ver tomates saltando al otro lado de la pantalla en el estadio, pues esa era la
puerta a la dimensión que el conocía.
-¿Cómo pueden amar los humanos algo que también aman las ratas? Se
preguntaba mientras rascaba su frente.
De repente un grito de gol estremeció todo el lugar y varios zapatos pasaron cerca
de su cuerpo, algunas ratas fueron destripadas, se formaban charcos de cerveza y
sangre por todo el suelo, mientras otras ratas les quitaban sus camisetas a los
cadáveres, les retiraban las vísceras y las ponían nuevamente a la venta. Y en ese
momento se dio cuenta de que eran los fans: unas simples camisetas rellenas de
sangre y vísceras, no tenían ningún sentimiento adentro.
-¿Y tú por qué traes camiseta roja? Le pregunto en tono desafiante una rata con
aliento a cerveza y mortecina.
-No señor, señora, yo no, no, no es una camiseta, es mi piel. Contesto tomate
0065 mientras sudaba todo su cuerpo.
-¡Entonces fuera de acá! No queremos putos rojos en esta tienda. Y la rata señalo
la carretera.
7. La bicicleta olvidada.
Luego de salir rápidamente de la vista de los fans, tomate 0065 decidió descansar
un momento en el garaje de una casa, y mientras intentaba subirse a un pequeño
muro para apoyar su espalda, escucho unos llantos y lamentos al otro lado y pudo
ver una bicicleta oxidada que no podía esconder su descontento con la vida.
-Hola amiga ¿Por qué estas llorando de esa manera? ¿Qué te ha pasado?
Preguntó tomate 0065.
- ¡Es que no ves cómo me han dejado oxidar! ¡Me han abandonado cruelmente
amarrada de una cadena y expuesta al sol y la lluvia! Llevo meses esperando que
me suban y me acaricien. Contestó la bicicleta mientras limpiaba de sus ojos las
lágrimas.
Por la mente de tomate 0065 pasaron diversas hipótesis: primero que quizás su
fealdad la había llevado al olvido, o que la bicicleta no había ganado una posición
favorable con sus competidores o aun peor que se había descuidado y no veía
TCN para poder ubicarse en un mejor estante y no en ese garaje sucio; sin
embargo decidió no decirle nada y dejar que hiciera catarsis de su dolor con su
compañía, luego de varios minutos en silencio la bicicleta le preguntó:
-¿Y tú por qué no estas corriendo como todos los demás?
-¡Acaso no te das cuenta que tu también terminaras así! Desde la invención de la
máquina de vapor todo lo que no tenga un corazón mecánico estará destinado al
olvido, esa es la única y verdadera ley de nuestros tiempos modernos.
- ¿Pero cómo sería posible esa ley si los humanos no tienen corazón mecánico y
son los que dominan al mundo? Preguntó tomate 0065 abriendo sus ojos al
máximo.
-Su corazón son sus máquinas. Los humanos nunca han tenido corazón de carne,
eso es un mito. Dijo la bicicleta mientras miraba sus cadenas.
- ¡Estas resentida con ellos! Pero a nosotros los tomates nos aman, además
también somos muy rápidos. Tomate 0065 empezó a saltar de arriba abajo con
toda su capacidad.
-El mundo es más veloz, pero tiene menos colores que antes. Agregó la bicicleta
con cierta desazón y rabia.
Y tomate 0065 siguió su camino haciendo un gran esfuerzo por moverse rápido y
saltando como un conejo en todas direcciones.
8. Déjà vu en la calle en construcción.
Cuando tomate 0065 paro de saltar, observo a su alrededor y entro en un trance
profundo, sentía que ya había estado en ese lugar, que los sonidos de las
maquinas hidráulicas, los martillos contra el cemento, el estruendo de las
retroexcavadoras, el olor a hollín quemado, a sudor de trabajadores, a polvo de
ladrillo; todo ello ya había sido procesado en el pasado a través de sus sentidos.
Tomate 0065 intento dilucidar el momento y pudo concluir que en la dimensión
que conocía en el supermercado nunca vio a las bolsas de avena, los yogures o
las botellas de gaseosa intentar construir algo y por el contrario sus vecinos
tomates en vez de construir, intentaban destruir lo que fuese necesario para sumar
puntos y subir de posición para estar más cerca al pasillo.
De repente un ojo empezó a abrirse y cerrarse como si fuera un tic nervioso, su
cuerpo a temblar, en su mente alumbro un remoto recuerdo que había sucedido
hace unas semanas atrás, pero debido a que en la dimensión conocida la
memoria está a cargo de las imágenes y resultados que se visibilizan por TCN en
el televisor, ningún tomate tiene capacidad de recordar algo del día anterior, pero
tomate 0065 había sido dotado por el ángel de verde metalizado con largos
cabellos, de ojos y conciencia.
Un día cuando tomate 0065 -semanas atrás- había visto por TCN que su nueva
posición lo alejaba aún más del pasillo, decidió hacer el más escabroso acto de
maldad para poder sumar puntos, e invito a almorzar a un joven tomate recién
llegado al estante y de entre los alimentos trituro vidrio molido y pedazos de chicle
para que le causara una alergia tal, que pudiera manipularlo a su antojo. Luego del
almuerzo el joven tomate cayó al suelo revolcándose y cuando un pequeño niño
pasaba jugando con una retroexcavadora de juguete, tomate 0065 lo lanzo y fue
destripado por las llantas de plástico lentamente.
En ese momento volvió a sentir aquello cuando tuvo ojos y conciencia: hacia parte
de un montón de frutas rojas gordas y redondas que saltaban de aquí para allá
actuando con maldad. Y en voz alta gritó:
-¡Que grandes son los humanos! Seres constructores, que manipulan la materia y
logran la transmutación.
-¡Que grandes son los humanos! Seres constructores, que dominan el mundo y
nos enseñan a las especies inferiores el camino a seguir.
Y de inmediato como una luz brillante en su conciencia recordó las palabras del
ángel de verde metalizado con largos cabellos y las repitió en voz alta:
-Te he dotado de ojos para que puedas vislumbrar lo que eres: una simple fruta.
9. El parque de juegos.
Luego de andar con los ojos cerrados por varios minutos, tomate 0065 llegó al
parque y observó el juego de tres grupos: dos de niños humanos y uno de
lombrices.
El primer grupo de niños humanos habían dibujado en el suelo una escalera para
llegar al cielo, debían lanzar unos dados y de acuerdo al número que saliera iban
ascendiendo, saltando en cada casilla pintada, que en total sumaban doce.
Tomate 0065 intentó buscar los reporteros de TCN, pues para él, ese era el juego
más importante que se llevaba a cabo en la humanidad en ese momento de
tiempo-espacio, era la representación de lo que sucedía en su dimensión, busco
como acomodarse en un árbol, y observó atentamente el desenlace del mismo.
-¿Quién ira a ganar?
-¡¿Qué pasara con los perdedores?! Pensaba ansiosamente tomate 0065 mientras
se comía las uñas.
Luego de media hora de observación cuando solo quedaba un niño y fue el
ganador, todos los demás entre risas empezaron a borrar el dibujo de la escalera
por lo que tomate 0065 quedo perplejo:
-¿Por qué borran las reglas?
-¿Por qué el ganador no ha subido de posición o ganado la transmutación?
Tomate 0065 miró el otro grupo de niños y estaban jugando escondidijdo, un niño
contaba números con sus ojos tapados mientras los otros corrían y se escondían.
Tomate 0065 no vio ningún acto de maldad en el juego, y empezó a dudar de las
intenciones de los humanos:
-¡Que objetivo tiene competir si no están desgarrando a los demás y sacándose
las tripas unos a otros para sumar puntos! Gritó tomate 0065 mientras miraba las
nubes del cielo como pidiendo una plegaria.
Por último, luego de descender del árbol observó el grupo de lombrices que
jugaban dibujando estrellas en la arena e intentando adivinar las constelaciones,
en ese momento tomate 0065 entendió una gran verdad de esta dimensión, que la
estructura de los juegos variaba de acuerdo a las cosas que lo jugaran, al igual
que lo que se esperaba de ganancia: los niños humanos competían y reían y las
lombrices competían y aprendían.
-La competencia la define la estructura del juego, lo que se lleva el ganador, lo
definen los que participan. Les dijo tomate 0065 a las lombrices como
sentenciando una gran ley universal.
10. La foto con la señoria Antioquia.
Por varios días tomate 0065 se quedó rodeando el parque de juegos, observando
detenidamente el movimiento de todos los que transcurrían por allí y
especialmente a los niños que jugaban en grupo, ya que quizás en esas escenas
se encontraba la clave para entender esta dimensión.
Cuando se disponía a visitar una cucaracha que se había vuelto su amiga y que
trabajaba con el vendedor de salpicón y avena, sintió como lo agarraban de su
cintura y pudo observar un deliciosos olor dulce a canela y madera que todo lo
envolvía, unas hermosas uñas pintadas de rosa tocaban su roja piel, las manos de
quien lo tocaba eran como de un ángel, suave y sin una sola ampolla. Subió la
mirada lentamente por el vestido de lentejuelas y para su sorpresa era la señorita
Antioquia que quería tomarse una fotografía con su persona.
-¡Mira Paco! que tomate más particular, tiene unos ojitos pintaditos así todos
bonitos, ¡marica tómame el cuadro de una! Le dijo la señorita Antioquia a su
camarógrafo que se pasaba las manos por su nariz espolvoreada de cocaína.
La señorita Antioquia sonrió y por un instante tomate 0065 pensó que estaba en
un sueño, el flash de la cámara lo hizo sentir como si por fin hubiese llegado al
cielo, pensaba en sus colegas tomates del estante, en como lo mirarían por TCN
llenos de envidia.
De repente la señorita Antioquia lo soltó con un gran grito:
-¡Gasssssssss! Maricaaaaaaaaaaaaaaaa está lleno de baba por debajo.
-Esa costumbre tuya de tomarte fotos con la basura que te encuentras en la calle.
Le dijo Paco el fotógrafo mientras chorreaba un gran moco blancuzco por su
bigote.
-Lo que pasa es que la basura de la calle permite que mis fans de las redes
sociales se sientan identificados. Respondió la señorita Antioquia como dándole
clase a un auditorio.
Y tomate 0065 fue lanzado con fuerza contra el desagüe. En su base había un
moho, se estaba pudriendo, ahora el moho lo acompañaría hasta su muerte, era
su nuevo compañero de viaje.
-¡Marica! Mira esta lata de cerveza, tómame please la fotis Paco.
Tomate 0065 vio como ahora una lata de cerveza era abrazada por esas manos
suaves y hermosas uñas rosadas.
-¡Ahora conozco el amor! Dijo tomate en voz baja mientras suspiraba.
11.El Moho del Cometa Halley.
Tomate 0065 busco un pedazo de espejo roto y presa de su miedo y nerviosismo
varias veces se le resbalo, intento ubicarlo de tal forma que pudiera ver su trasero,
ya había hecho lo mismo cuando sufrió una enfermedad venérea, pero esta vez
era distinto porque no sentía una piquiña incontrolable, realmente no sentía nada.
Pero cuando observó la gran mancha blanca que lo acompañaba, cerró los ojos y
grito:
-¡Dios que castigo es este! Y empezó a palparse lentamente mientras veía una
baba pegajosa en su cuerpo e intento quitarla.
-¡Oye! ¡Qué te pasa! ¿Por qué me estas jalando el pelo? Preguntó el Moho del
Cometa Halley.
-¡Debes irte de mi cuerpo! No ves que soy un tomate fresco y sano. ¿Por qué
diablos te has adherido a mí? Le dijo tomate 0065 mientras una lágrima rodaba
hasta el suelo.
-Mmm ya veo. Y el Moho del Cometa Halley empezó a mirar de arriba abajo el
cuerpo en el cual se había instalado, y le dijo como dando un sermón:
-La verdad querido amigo es que yo no soy el que decido donde instalarme, ello lo
decide el azar.
-¿El azar? Preguntó asombrado tomate 0065.
-Sí, yo vengo de un cuerpo celeste muy lejano, me encantan los planetas
redondos, y en especial si son húmedos y reciben una buena cantidad de luz
solar, eso sí, ni mucha ni muy poca, así que de ahora en adelante tu eres parte de
las leyes cósmicas, y estas engendrando vida en tu cuerpo.
-¡Pero en el supermercado a los tomates con moho los echaban a las canecas de
basura! Suplicó tomate 0065.
-Los que los echaban a la basura eran los humanos, que no saben que son una
extensión del Moho del Cometa Halley, es por eso que nunca descubrirán la
verdad de su nacimiento, se sienten avergonzados de donde vienen.
-¿Me queda poco tiempo de vida?
-Te queda el tiempo de vida que tienes que vivir en esta dimensión, así que ahora
sigue caminando y yo te ayudare a resolver muchas dudas, ahora te acompañare
hasta tu muerte.
Tomate 0065 miro sus ojos a través del espejo y se dio cuenta que ya no moriría
en una sartén hirviendo junto con otras verduras en una agonía inexplicable.
12. Una noche en la fábrica de las Señoras almohadas.
Era la primera vez en su existencia que tomate 0065 sentía cansancio y ganas de
dormir, era un síntoma inequívoco que estaba llegando a la vejez. Al ver una
fábrica de almohadas decidió entrar y recostarse un poco.
-Hola, ¡bienvenido amigo!, hola, hola, hola, hola, hola amigo, amigo hola,
¡bienvenido! Dijeron cerca de treinta señoras almohadas que estaban en el
estante.
-Nos encantan que nos visiten y mucho más en una noche fría como esta, ¿desea
tomar un té? Dijo la Señora almohada 5.
-Le agradecería mucho y le pido permiso poder recostarme esta noche en su
regazo. Dijo tomate 0065 como si hablara con su madre -buscando un calor
familiar-.
-¡Claro que sí! ¿Qué tipo de cojín tan raro eres? ¿Para silla? ¿Para suelo?
¿Relleno? Preguntó asombrada la Señora almohada 9 mientras movía sus gafas
tratando de enfocarlo y lo miraba de arriba abajo.
-No soy un cojín, soy una fruta. Dijo tomate 0065 mientras sacaba pecho y
mostraba gran orgullo de su naturaleza.
-Y él es Moho del Cometa Halley que me acompaña en mi viaje. Tomate 0065
señaló su trasero y Moho del Cometa Halley alzo sus cejas en señal de saludo.
-¡Qué maravilla! Dos invitados, hoy les haremos un tentempié especial y
contaremos historias para que tengan unos dulces sueños. Y la Señora almohada
5 se fue a la cocina a traer panecillos calientes de mantequilla y te de hiervas.
-¿Qué los trae por estos lares? Preguntó la Señora almohada 3.
-Voy en búsqueda del centro comercial del norte, me he perdido en esta
dimensión e intento volver a la mía, ¿no tendrán ustedes un televisor para
sintonizar TCN? Tomate 0065 miró por todos lados y solo pudo ver miles de ojos
de Señoras almohadas rodeándolo como si se tratara de un juicio acusatorio.
-No estas lejos amigo, mira saborea este té y comete estos deliciosos panecillos
que te darán fuerza para continuar mañana. Y la Señora almohada 5 cubrió a
tomate 0065 con una manta de lana de oveja y le acomodó la cabeza en su
regazo, y leyó en voz alta:
-Las almohadas en el laberinto de Alicia en el país de las maravillas, erase una
vez… Tomate 0065 entro en un profundo sueño, pero el Moho del Cometa Halley
se quedó escuchando atentamente hasta altas horas de la madrugada.
13. El sueño del tiempo.
Tomate 0065 durmió 4 noches seguidas y tuvo un gran sueño sobre la forma en
que se evidencia el tiempo y el espacio en esta dimensión:
Visualizaba muchos conejos rosados y otros naranjas, los primeros representaban
el tiempo, los segundos el espacio, pero ambos formaban parejas que saltaban
sobre un mismo pastel que era el universo. Cuando un conejo rosado –el tiemposaltaba hacia otro pastel –otro universo- inmediatamente lo seguía un conejo
naranja –el espacio- y ambos debían entran y tocar el pastel a la vez para poder
contener a la perfección, siguiendo su danza cósmica de crear la crema pastelera
–la materia-. Habiendo consumado el acto saltaban hacia otro universo dejando a
su paso un suculento hojaldre con crema blanca y cerezas encima –las galaxias,
planetas, lunas, asteroides, etc- y empezando nuevamente el ciclo.
-He tenido un sueño precioso Señoras Almohadas. Dijo tomate 0065 mientras se
despertaba y quitaba las lágrimas y lagañas acumuladas de cuatro días de sueño.
-Mirá, sorbe este jugo de naranja y estos waffles con arequipe- Le dijo la Señora
almohada 5 mientras le sobaba la cabeza.
-¡Es hora de irnos! Gritó el Moho del Cometa Halley.
Tomate 0065 devoró los alimentos y bebió el jugo de naranja con gran ansia, la
verdad era la segunda comida y bebida que había disfrutado en toda su vida ya
que no lo necesitaba en la otra dimensión, pero en esta debía hacerlo para
recargar energía y poder continuar.
-¡Muchas gracias Señoras almohadas!
-Quisiera darles como regalo a su hospitalidad el gran descubrimiento que he
hecho sobre el tiempo y el espacio. Exclamó tomate 0065 mientras se subía a un
tarro de basura volteado para poder dar su discurso ante las cientos de almohadas
que le observaban.
-El tiempo y el espacio son una sola entidad en realidad, y no es una entidad
universal sino personal, si quisieran saber la hora por ejemplo, eso depende de
donde se encuentren y principalmente de lo que haga el suelo del pastel sobre el
que se hallen sea este un planeta, una luna o un pequeño asteroide, pues que tan
cerca estén de la lejanía o cercanía su cuerpo del centro gravitacional determinara
la hora exacta para ustedes.
Se escuchó un gran aplauso y las almohadas empezaron a llorar generando una
canción unísona de llanto.
-Nos veremos en otra dimensión. Dijo tomate 0065 mientras salía del recinto.
14. El encuentro con las salsas baratas reaccionarias.
Tomate 0065 empezó a entrar en un barrio marginal donde se observaban
esvásticas rayadas y mensajes en apoyo a D.Trump.
-¡No me gusta este sitio! Exclamó el Moho del Cometa Halley mientras temblaba.
-No te preocupes que sólo debemos cruzar unas pocas cuadras y llegaremos a la
autopista. Dijo tomate 0065 a la vez que sobaba lentamente al Moho del Cometa
Halley tratándolo de tranquilizarlo.
De repente se escuchó un par de silbidos y cuando tomate 0065 miró hacia atrás
se vio rodeado por varias salsas baratas reaccionarias, era un señuelo en el que
había caído (una pequeña mosca en un plato de miel envenenada).
-¡Ey tú! tomate podrido, escoria social, ¿Quién te ha dicho que puedes andar en
este barrio? Le dijo la salsa barata reaccionaria líder mientras se alzaba las
mangas de las camisas para mostrar sus fuertes brazos.
-hola, yo, yo, soy tomate, vengo, de, de, una, dimensión. Tomate 0065 no podía
siquiera hacer una frase mientras sentía como varias manos revisan sus bolsillos
y arrancaban pedazos del Moho del Cometa Halley que había entrado en shock y
no se movía ni hablaba.
De repente tomate 0065 sintió un punzón y cayó al suelo, le habían dado una
puñalada en la parte baja de su cuerpo.
-¡Eres un puto tomate podrido! ¡Largo de nuestro barrio! Dijo una de las salsas
barata reaccionaria mientras babeaba como perro rabioso.
-Somos hermosas salsas de tomate y tú nos haces ver como tomates podridos a
todos, somos de industria no de una granja. ¡Puto! ¡Puto! ¡Puto campesino!
Gritaban todas las salsas baratas reaccionarias a la vez, mientras lo escupían y
pateaban y se iban retirando una a una.
Estas salsas antes habían sido tomates que luego de estar casi podridos y no ser
elegidos por nadie en los estantes, mediante un proceso desconocido habían sido
convertidos en salsas baratas.
Mientras tomate 0065 tocaba su herida y temblaba del terror por el suceso, se dio
cuenta que los que antes eran parte de los discriminados -los tomates podridos- y
lo veían a él como un par, pues ya se estaba pudriendo, se han convertido en
salsas baratas reaccionarias que adquieren un discurso discriminatorio aún más
radical y fanático que el de sus propios dueños esclavizantes –los humanos-.
-Son esclavos que discriminan esclavos. Le dijo tomate 0065 al Moho del Cometa
Halley mientras trataba de despertarlo del estado de shock.
15. la canción de la agonía: oda al lado oscuro de la vida.
Tomate 0065 sentía algo por toda la piel, eran como pequeños choques eléctricos
alrededor de ciertas partes del cuerpo, especialmente, cerca de la herida de la
puñalada, además sentía enorme ganas vomitar y su cuerpo empezaba a oler a
humo metalizado. Ahora podía sentir el dolor físico y el peso de los días que lo
estaban llevando a su rápida vejez de fruta.
-¡Ayudaaaa! ¡Ayudenmeeeeee!
-No puedo soportar esta sensación.
-¡Alguien de la federación por favor!
-¡Un reportero de TCN por favor!
-¡Ayudaaaaaa! Gritaba tomate 0065 con toda la fuerza de vos hasta casi perderla
por completo.
(Sentir dolor implica una necesidad de conciencia que se transmite y amplifica de
acuerdo a los miedos que tiene el ser). Tomate 0065 se sentía completamente
solo, estaba en un lugar desconocido donde lo había acuchillado mientras lo
escupían en su cara seres de su misma naturaleza, y el Moho del Cometa Halley
había entrado en estado de coma que lo inhabilitaba en su totalidad. A lo único
que podía acudir era a recordar con añoranza la vida en su vieja dimensión en el
supermercado –miles de recuerdos surcaban su mente-.
-¡Ayudaaaa! ¡Ayudenmeeeeee!
La soledad lo abrumaba completamente, sentía punzones dentro de su estómago
como picaduras de abejas, la visión se le hacía borrosa, el sabor a sangre
empezaba a llenar toda su boca, la luz tenue de las lámparas del alumbrado
público lo mareaban aún más, miles de personas y seres pasaban a su lado
ignorándolo y empujándolo. El olor a humo de coche, los sonidos de las bocinas,
los vendedores pateándolo de acera a acera.
-jhdshdakjsduidfsgdfkfgjdfgkdgdjk
Tomate 0065 empezó a girar, y girar, y girar, y girar. Todo se veía más borroso a
su alrededor, no podía fijar la vista en nada y la punzadas en su estómago se
agudizaban, el olor metalizado se hacía más fuerte, la saliva de su boca se había
convertido en sangre pura, se sentía espesa y caliente.
--¡Ayudaaaa! ¡Ayudenmeeeeee!
-(jhdshdakjsduidfsgdfkfgjdfg) Tomate 0065 descubrió el dolor físico de la vejez y el
miedo a la soledad en esta dimensión.
16. El asador BBQ.
Días después de que tomate 0065 lograra recuperarse de su herida y estando
dispuesto a continuar su camino, es visitado inexplicablemente por dos miembros
de La Federación de Tomates que no eran tomates como se podría esperar, sino
restos de un pedazo de hamburguesa con ensalada de tomate que no habían sido
procesados, lo que les permitía vivir y cumplir su misión de entregarle un video
filmado y producido por los estudios de TCN en la otra dimensión.
-Tenemos el deber de entregarte este video que ha realizado TCN. Dijeron los dos
tomates con un pedazo de carne y otro de queso pegados a su alrededor, entre
una vos que se parecía mucho a la de los zoombies que regresan de la muerte.
-¡Muchas gracias compañeros! ¿Pero cómo han logrado convertirse así en esta
dimensión? ¡Ayudenme! Déjenme regresar con ustedes. Dijo tomate 0065
gratamente sorprendido por la visita.
-Solo podemos vivir unos minutos gracias a la acción del ángel de verde
metalizado con largos cabellos que ha sido intercedido por los altos mandos de La
Federación de Tomates.
-¡Que te vaya bien en tu viaje compañero! Dijeron los dos tomates materializados
en sobrantes de una hamburguesa mientras se abrasaban con tomate 0065 y lo
dejaban oliendo a salsas con queso y carne.
Tomate 0065 visualizo el video en el televisor de un celador que dormía en una
construcción de un pequeño edificio. Se trataba de un comercial donde mostraban
un asador BBQ, lo que era la representación del sueño final de todo tomate: morir
junto con otros vegetales en una parrilla hirviendo, hecho pedazos en un
sufrimiento inexplicable, para pasar al cielo donde lo acompañarían 8 vírgenes
tomates que serían sus esclavas por la eternidad. La Federación de Tomates le
había enviado un mensaje donde se le advertía que había perdido ese maravilloso
sueño y transito al cielo, por haber cometido traición al escapar, había sido
expulsado de su confraternidad y humillado públicamente a través de la quema en
público de su carnet de identidad en el estante del supermercado. Sus amigos y
su familia ahora lo consideraban un traidor.
-¡Esto es injusto! Gritó al cielo tomate 0065.
-Debó llegar lo antes posible al centro comercial del norte y así encontrar mi
destino y volver a mi dimensión. Planeó tomate 0065 en su mente mientras
nerviosamente sacaba el video e intentaba no despertar al celador.
Y en el cielo la figura del ángel de verde metalizado con largos cabellos se vio
fugazmente como cuando cruza un meteorito sobre la atmosfera.
17.El desplazado.
Tomate 0065 esa mañana observó el aviso de un desplazado que dormía al lado
de una acera:
“Señor o señora, soy un desplazado de la violencia, he sido expulsado de mi
pueblo por los violentos, no tengo para comer ni dormir, por favor colabóreme”
Por unos largos minutos tomate 0065 observó el aviso como tratando de descifrar
un petroglifo, había algo en común con lo que sentía aquel ser humano y lo que
recién le había hecho La Federación de Tomates tras condenarlo de traidor. Lo
primero es que se había quedado sin comunidad -ambos eran seres solitarios-, lo
segundo era que a pesar de que querían seguir perteneciendo a la comunidad
estaban imposibilitados a regresar, y lo tercero y más importante: la violencia era
el eje transversal en ambos casos, en uno por defecto y en otro por exceso.
Todo acto de maldad necesariamente tenía algo de violencia, tomate 0065 se
preguntaba por qué el juego para ir al cielo y ascender de posición en el estante
del supermercado tenía una buena suma de sangre y dolor, y además encontraba
que en esta dimensión, la violencia también era común. ¿Por qué habían usado la
violencia contra ese ser humano? ¿Por qué en el supermercado la sangre y los
golpes eran pan de cada día? ¿Qué significaba la violencia en la vida y en el
universo?
Tomate 0065 estuvo en silencio por varios minutos más y dio vuelta al letrero en
diversidad de ángulos. Cuando el desplazado abrió los ojos y vio a tomate 0065,
este empezó a predicar:
-Todos tenemos deseos y necesidades, y es lo que irreparablemente nos motiva a
movernos, debemos romper la ley de la gravedad todos los días, necesitamos
violencia para superarla, y así con el viento, con el agua, con el hambre, con los
miedos, con las pasiones. Es un movimiento infinito, por ello necesariamente sin
violencia no hay paz. Pero todo va ascendiendo, las violencias nunca serán
iguales, en esta y la otra dimensión tenemos algo en común: la transmutación
principal a metales o dinero es una prioridad, la violencia por ende estará
concentrada en ese asunto.
-Es la hora de no preocuparnos por la violencia sino por ascender a otra violencia,
con un objetivo superior.
El desplazado volvió a cerrar los ojos y tomate 0065 miró el horizonte con un aire
de rabia y orgullo, ahora quería cambiar el contenido de su juego: era su misión.
18. El viaje de hongos.
Al medio día tomate 0065 se cruzó con un hermoso cultivo de hongos y decidió
recoger unos cuantos, mezclándolos con los sobrantes de unos nachos con queso
(el almuerzo), minutos después empezó a sentir una gran borrachera y uno tras
otro empezaron a surgir unos mensajes en el cielo que se formaban con las nubes
-se recostó en la yerba boca arriba y podía sentir la respiración de la tierra- y
empezó a leer:
-No te quedes quieto, es difícil atacar a alguien en movimiento.
-Se tú mismo o al menos inténtalo.
-Lo entendí cuando estaba cayendo.
-Un mar de ilusiones.
-Usted debe convertirse en revolucionario en la forma en que se ve a sí mismo y a
su historia.
-El infierno está en la cabeza.
-Nunca dejar un camarada atrás.
-Enfóquese más en el recorrido.
-¡En el viaje festivo hacia la muerte!
-Esfuerzo, hábito y método.
-Nada nace, nada muere: transformación.
-No más miedo.
-El primer paso es destruir.
-¡Serlo!
-Ahora todos estamos juntos, nos guste o no.
-Actúa o acepta.
-Perdonar, perdonarse y avanzar.
-Para crear hay que crecer.
- No te quedes quieto, es difícil atacar a alguien en movimiento.
Tomate 0065 empezó a salir de su borrachera y vomitó nachos con queso toda la
tarde.
19. Abatido por la policía.
Aun con algo del viaje de hongos en su cabeza, tomate 0065 sintió un gran
estruendo a su lado y de repente una mano mugrienta con un fuerte olor a
marihuana lo cogió fuertemente y lo lanzó contra un escuadrón de la policía que
se encontraba al otro lado de la calle.
Mientras tomate 0065 volaba por los aires, podía dimensionar el tamaño de la
protesta que se daba por el alza en los precios de la lechona. Este fenómeno
había creado una revolución mundial, inicialmente el epicentro fue la ciudad de
Ibagué pero semanas después Madrid, Ámsterdam y Moscú se habían unido a las
protestas.
Miles de personas en el mundo exigían platos de lechona más grande a la hora de
las votaciones, estaban cansados de pequeñas raciones en platos de icopor
acompañados con un vaso de gaseosa aguada, su voto valía más que eso, ellos
querían una ración doble, con un cuero que superara cuatro veces el tamaño del
plato. Los políticos ante semejante exigencia enviaron cuantos escuadrones de la
policía fuera posible, quebrando cráneos a diestra y siniestra para que cedieran
ante sus pretensiones.
En Berlín varios manifestantes lograron entrar en el parlamento y asesinar con
cabezas de marrano atadas a unos cables varios congresistas, mientras en
Bogotá se había repetido lo que sucedió con Gaitán y la ciudad fue destruida por
un incendio.
Tomate 0065 decidió unirse a los manifestantes y pedía ser lanzado contra
cualquier policía que pasara mientras gritaba las arengas de los manifestantes:
-¡Queremos doble lechona!
-¡Más cuero tostado o muerte!
Días de disturbios después con varias capitales del mundo casi destruidas, se
firmó en Paris, Francia, junto con el libro de los derechos humanos la siguiente
resolución: “En toda votación se dará doble lechona y un cuero tostado cuatro
veces el tamaño del plato”. Los obreros a lo largo del globo habían logrado una
hazaña tal como la de “8 horas de trabajo, 8 horas de ocio y 8 horas de sueño”, su
voto ya no sería un regalo a los sucios políticos, se había reivindicado el poder de
la democracia.
Tomate 0065 debido a su avanzado estado de pudrición y el haber participado en
las protestas estaba reducido físicamente, a tal punto que ya debía arrastrarse, se
sentía satisfecho de haber participado en una reforma más del statu quo, era casi
un mártir, su violencia contra el sistema había dado frutos.
20. La última noche.
Tomate 0065 no podía moverse y tenía un dolor insoportable, de repente de una
chiva lanzaron una botella de aguardiente que se quebró justo a su lado y lo
empapo completamente, absorbiendo el alcohol como una esponja.
-¡Toda mi vida valió la pena, ya que importa eso de la transmutación!
-¡He cambiado el mundo! Tomate 0065 se sentía Dios.
Varias personas pasaban también en estado de ebriedad cantando tonadas de
despecho, de narcos, de putas, de sicarios, de amor y desamor, de dinero, de
dinero, de caballos, de mujeres bonitas.
-¡Amigos! La revolución nos permite vivir en este paraíso. Brindemos por ello.
Gritaba tomate 0065 a todos los que pasaban mientras se reflejaban en su cuerpo
luces de neón y retumbaban los bafles de un putiadero cercano.
-¡Oye muñeca! Ven celebremos la libertad. Y tomate 0065 se lanzaba a las faldas
de las mujeres de la noche que pasaban, algunas lo aruñaban y otras le daban un
beso dejándole marcas de labial por todo el cuerpo.
-Si esto no es el cielo entonces que cojones lo es, uuuuuuuuuu, jajkajkajajajksjsj.
Tomate 0065 entro en un estado de shock y al lado de una acera vomitó y se
ahogó lentamente mientras miraba las estrellas, al fondo se escuchaba: a la
memoria del muerto, a la memoria del muerto.
No era su final, ya que tomate 0065 no tenía pulmones, pero a la mañana
siguiente se levantó con una resaca mortal, y por su mente solo cruzaban
preguntas:
-¿Qué sentido tienen las emociones?
-¿Qué había cambiado en el mundo con la revolución de la lechona?
-¿Qué era la Federación de Tomates?
-¿Cuál era el objetivo de TCN?
-¿Por qué los fans no eran felices?
-¿Por qué se había enamorado de una reina de belleza?
-¿Tendrían razón las salsas baratas reaccionarias y era el ser más depreciable del
universo?
-¿Si ya no era el cielo que le esperaba tras la muerte?
-¿Era un traidor?
21. El centro comercial del norte.
Cuando tomate 0065 miró sobre la yerba a su izquierda pudo observar el centro
comercial del norte, se dio cuenta -generando gran sentimiento de rabia y tristeza-,
que era un simple estructura más, como aquellas de las que había hecho parte
durante toda su vida: una familia, un supermercado, una Federación de tomates.
Ahora podía verse completamente podrido, la imagen verificada y auto-impuesta
que todos los días había visto por el canal TCN, era una farsa: él no era ni un Dios
ni su naturaleza era la más perfecta, había conocido humanos, bicicletas,
lombrices, y todos compartían bondades y defectos.
-Nuestra maldad no es más que algo ínfimo al igual que nuestra bondad. Dijo
tomate 0065 mientras miraba el centro comercial del norte con cierto desdén.
Meditó dentro de todos sus recuerdos en el paso por esta dimensión y pudo
descubrir que era el quien había decidido su norte, nadie le había indicado
realmente a donde llegar: ni la publicidad de la gran mandarina sabía, ni el ángel
de verde metalizado con largos cabellos, este último lo había dotado de ojos y
conciencia, pero ello de nada le hubiese servido si su autodeterminación no le
impulsaba a salir de la dimensión conocida y cruzar la puerta de los ratones.
-Donde hay satisfacción no puede haber revolución.
-Ni el amor por la reina de belleza detuvo el tiempo.
-Ni el secreto de la vida que me brindó el Moho del Cometa Halley cambiaron me
decisión de seguir en búsqueda de este sitio. Exclamó tomate 0065 mientras de su
cuerpo salía un olor fétido y escurría líquidos y sangre por todo el pavimento.
Ambas dimensiones se desarrollaban en un plano material: en el supermercado su
libre albedrío dependía de la federación de tomates, afuera dependía de los
alimentos, y de las pasiones, y del dolor. Tomate 0065 quiso lanzarle piedras al
centro comercial del norte y expresar toda su rabia, de repente se dio cuenta que
a su agonía le quedaba poco, así que en vez de ello decidió cortar unas cuantas
flores y ponerlas a su alrededor oliéndolas profundamente y empezó a agradecer
la existencia misma.
-No puedo cambiar este mi destino: pudrirme, pero si puedo cambiar como verlo y
sentirlo y a si a su vez también crearlo. Predicó a las flores tomate 0065 mientras
su vos se apagaba lentamente.
-No parecer.
-Ser.
Y tomate 0065 cerró sus ojos.
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