La vida al estilo:

UNA CULTURA DE PAGO POR MOMENTO

DE LA ALTA MUEBLERÍA A LOS MULTIPLICADOS ESPEJOS
Conforme avanza la historia, vemos en los
medios, la dirección del actuar humano.
Tomando en cuenta dos hechos: La proyección
capitalista en el sentido de propiedad, reflejada
en los ostentosos muebles que los burgueses
poseían. Y la reflexión sobre la conciencia del
yo, extraída de la popularización de los espejos.
Podemos notar cómo los medios logran este
margen de acción, siendo propio, recurrir a
ellos para dar explicación a las modificaciones
en la estructura social.
En esta idea de la conciencia, vemos una marca
de la no sólo individualización del conjunto
social, si no la personalización exaltada de cada
individuo resultante. Modificando la idea del yo
de manera constante, añadiéndole cada vez
más, atributos venidos de la nueva
mercantilización del mundo. Derivando en un
alejamiento del yo personal por un yo más
"comercial".

LOS PROTEICOS Y LOS DESNUTRIDOS

• En la actualidad, fenómenos como: la
transculturación, la globalización y el
"tsunami"
tecnológico-informativo.
Han
provocado en las generaciones mejor
adaptadas, una exposición comercial, cultural
y a la experiencia de vida, nunca antes vista.
Los jóvenes, diré Millennials, nos encontramos
posicionados en una balanza. Donde no hay
medias tintas, o eres proteico o estas
desnutrido. Pues si tras la exposición, no hay
una inmersión, entonces como millennial, te
quedas sin nada. A diferencia de las otras
generaciones, las anteriores, que cuentan con
una percepción de la cultura mejor ordenada,
concentrando su desarrollo y el valor de la
vida en la generación de propiedad. Mientras
que las más jóvenes, nacieron y viven en una
época totalmente digitalizada. Si hoy día, hay
alguien proteico, es un millenial que sabe
aprovechar el potencial que tienen ambos
mundos.

PROTEO
Hijo del Océano y de Tetis, o
según otros de Neptuno y de
Fenice. Es uno de los dioses
marinos. Tenía
un perfecto
conocimiento del porvenir y podía
tomar todas las formas que
quería.
Algunos
historiadores
sostienen que era un rey de
Egipto muy sabio, de una rara
penetración, astuto y elocuente, y
que esto es lo que los poetas
entienden cuando dicen que
tomaba diferentes formas. De su
nombre e historia vienen el
sustantivo proteo y el adjetivo
proteico, que aluden a quien
cambia
frecuentemente
de
opiniones y afectos.

Cambiando el chip, por uno más grande
• Las nuevas tecnologías, metieron al mundo
en una caja negra, la cual lo integra y
también lo dirige, sea mediante el
dispositivo que sea. Se rebobinaron las
formas de comunicarse, relacionarse,
informarse y entretenerse. El mundo ya está
entretejido en una inmensa red, en él, ya se
han establecido formas modernas de pensar
y estructuras distintas de la conciencia:
Forma relacional de la conciencia.
• Hoy en día, es indispensable entenderse en
estos términos para comprender el entorno,
desde el más inmediato hasta el más lejano.
Pero es vital, manejar una capacidad
doblemente ejecutable, funcionar tanto en
papel como en pantalla, mezclar más que
reiniciar o resetear: Hay que actualizarse.

El perfil de mí, otro yo.
• En las redes sociales podemos ver este fenómeno
común de la personalidad, para ser más clara le
llamaré: Personificación. Basta con colocar
información privada, publicarla (HACERLA PÚBLICA)
y entablar relaciones interpersonales a través del
ciber espacio, para crear otra versión de ti que no
necesariamente será fiel a la realidad. Este ejercicio
de proyección, deriva en un escape del interior
dentro de una nueva conciencia meramente
relacional. Donde más que aprobación se busca una
constante conexión con los otros.
• Para ser parte de los nuevos comediantes, basta con
formar parte de este ejercicio colectivo fundado en
las redes sociales. En México, de manera más
precisa, podemos ver casos particulares en
fenómenos sociales derivados de la personificación
del personaje, es decir, hacer de un usuario de redes,
que por la condición anteriormente explicada, ya es
un personaje, una personificación. Véase el caso de
Lady Wuu, Rubí o Plaqueta.