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YIRMEYAH
JEREMIAS
YIRMEYAH
1:1 Las palabras de YirmeYah ben de Jilqiyahu, uno de los kohanim que estaban en Anatot,
en el territorio de Binyamín.
1:2 La davar de Yahweh le llegó en los días de Yoshiyahu ben de Amón, melej de Yahudah,
en el año trece de su reinado,
1:3 y durante los días de Yahoyaqim ben de Yoshiyahu, melej de Yahudah, y hasta el final
del año once de Tsidqiyahu ben de Yoshiyahu, melej de Yahudah, cuando Yahrusalaim fue
al exilio en el mes quinto.
1:4 Me llegó la davar de Yahweh, diciendo:
1:5 Antes de que yo te creara en el vientre, te elegí; antes de que nacieras, te
consagré; te nombré nabí concerniente a las naciones.
1:6 Yo respondí: Oh Yahweh Elohé! Mira que no sé hablar, porque soy todavía un muchacho.
1:7 Pero Yahweh me dijo: No digas: Soy todavía un muchacho; sino ve a dondequiera que
te envíe y habla todo lo que te mande.
1:8 No tengas temor de ellos, porque yo estoy contigo para librarte, declara Yahweh.
1:9 Yahweh extendió su mano y tocó mi boca, y me dijo: Ahora pongo mis palabras en
tu boca.
1:10 Mira, en este día te nombro sobre naciones y reinos, para arrancar y derribar,
para destruir y derrocar, para edificar y plantar.
1:11 Me llegó la davar de Yahweh, diciendo: ¿Qué ves? Yo respondí: Veo una vara de
vigilante.
1:12 Y Yahweh me dijo: Has visto bien, porque yo estoy vigilante para hacer cumplir mi
davar.
1:13 Me llegó la davar de Yahweh por segunda vez, diciendo: ¿Qué ves? Y respondí: Veo
una olla hirviente que se vuelca desde el norte.
1:14 Y Yahweh me dijo: Del norte se volcará el desastre sobre todos los habitantes del país.
1:15 Porque estoy convocando a todos los pueblos de los reinos del norte, declara Yahweh.
Ellos vendrán, y cada uno pondrá su trono frente a las puertas de Yahrusalaim, contra
todos sus muros alrededor, y contra todas las ciudades de Yahudah.
1:16 Y argumentaré mi caso contra ellos por toda su maldad: me abandonaron y
sacrificaron a otros Elohe y adoraron las obras de sus propias manos.
1:17 sí que tú, ajústate el cinturón, levántate y diles todo lo que yo te mande. No te
amedrentes delante de ellos, no sea que yo te quebrante delante de ellos.
1:18 Yo te pongo hoy como una ciudad fortificada, como una columna de hierro, y como un
muro de bronce contra todo el país –contra los melejim y los oficiales de Yahudah, y
contra sus kohanim y sus ciudadanos.
1:19 Ellos te atacarán, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para librarte, declara
Yahweh.
2:1 Me llegó la davar de Yahweh, diciendo:
2:2 Ve, proclámale a Yahrusalaim: Así ha dicho Yahweh: Yo cuento a tu favor la devoción de
tu juventud, tu amor de novia –cuando me seguías en el midbah, en una tierra no
sembrada.
2:3 Yisrael era santo para Yahweh, la primicia de su cosecha. A todos los que lo devoraban
se los tenía por culpables; el desastre recaía sobre ellos, declara Yahweh.
2:4 ¡Oigan la davar de Yahweh, oh Bayit de Yaakov; todos los clanes de la Bayit de Yisrael!
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2:5 Así ha dicho Yahweh: ¿Qué maldad hallaron en mí sus padres, que me abandonaron y
se fueron tras el engaño y fueron engañados?
2:6 Nunca se preguntaron: ¿Dónde está Yahweh, que nos hizo subir de la tierra de Mitzraim,
que nos condujo por el midbah, por una tierra árida y de hoyos, por una tierra reseca y
oscura, una tierra por la cual ningún hombre había viajado, ni había habitado ningún ser
humano?
2:7 Yo los traje a este país de suelo cultivable para que disfrutaran de su fruto y de su
abundancia. Pero ustedes vinieron y contaminaron mi tierra, hicieron aborrecible mi
heredad.
2:8 Los kohanim nunca se preguntaron: ¿Dónde está YAHWEH? Los guardianes de la Torah
me ignoraron; los gobernantes se rebelaron contra mí, y los nabíes profetizaron en
nombre de Báal y siguieron tras lo que no aprovecha.
2:9 Oh, yo seguiré acusándolos, declara Yahweh, y acusaré a los benei de sus benei.
2:10 Crucen a las islas de Qitim y miren, envíen a Qedar y observen cuidadosamente; vean
si ha sucedido jamás algo como esto.
2:11 ¿Ha cambiado alguna nación sus Elo he, a pesar de que no son poderosas? Sin
embargo, mi pueblo ha cambiado mi gloria por lo que no aprovecha.
2:12 ¡Espántense, shamaim, por esto; horrorícense, completamente deshechos!, declara
Yahweh.
2:13 Porque mi pueblo ha hecho una maldad doble: Me han abandonado a mí, la Fuente de
aguas vivas, y se han cavado cisternas, cisternas rotas que no pueden ni retener agua.
2:14 ¿Es Yisrael un esclavo? ¿Un esclavo nacido en Bayit? Entonces, ¿Por qué ha llegado a
ser una presa?
2:15 Los leones rugieron contra él, emitieron su rugido e hicieron de su tierra una
desolación, sus ciudades están devastadas y sin habitantes.
2:16 Aun los habitantes de Nof y de Tajpanjés te dejarán pelada la cabeza.
2:17 Mira, este es el precio que has pagado por abandonar a YAHWEH tu Elohe cuando él te
conducía por el camino.
2:18 Y ahora, ¿en qué te beneficia que vayas a Mitzraim para beber las aguas del Sbenr? ¿Y
en qué te beneficia que vayas a Ashur para beber las aguas del Río?
2:19 Que tu desgracia te reprenda, y tus aflicciones te condenen; fíjate bien en lo malo y
amargo que es el haber abandonado a YAHWEH tu Elohe y el no haberme respetado,
declara Yahweh Tzva’ot .
2:20 Porque desde hace mucho quebraste tu yugo, rompiste tus coyundas, y dijiste: ¡No
trabajaré! Sobre toda colina alta y bajo todo árbol frondoso te echabas como ramera.
2:21 Yo te planté con vides nobles, todas con las semillas más selectas; ¡Ay, y ahora te
encuentro convertida en algo repugnante, en una vid extranjera!
2:22 Aunque te laves con lejía y amontones jabón sobre ti, tu culpa permanece como
mancha delante de mí, declara Yahweh.
2:23 ¿Cómo puedes decir: No estoy contaminada; nunca anduve tras los Baales? Mira tú
proceder en el Valle; considera lo que has hecho, como camella en celo, que corre
inquieta de un lado para otro,
2:24 o como un asna montés acostumbrada al midbah, que en sus deseos olfatea el viento,
cuyo celo nadie puede restringir, los que la busquen no tendrán que esforzarse, pues la
hallarán en su mes de celo.
2:25 ¡Evita que tus pies anden descalzos y que tu garganta tenga sed! Pero dijiste: ¡No, es
inútil! Porque amo a los extraños, y tras ellos debo ir.
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2:26 Como el ladrón se avergüenza cuando lo sorprenden, así se avergonzarán los de la
Bayit de Yisrael –ellos, sus melejim, sus oficiales, sus kohanim y sus nabí.
2:27 Ellos le dicen a un árbol: Tú eres mi abba, y a una piedra: Tú me has dado a luz,
mientras que a mí me han dado las espaldas y no la cara. Pero en el tiempo de su
angustia dicen: ¡Levántate y sálvanos!
2:28 Y ¿dónde están esos Elohe que te hiciste? ¡Que se Levanten y te libren, si pueden, en
la hora de tu calamidad! Porque tus Elohe, oh Yahudah, han venido a ser tantos como tus
ciudades.
2:29 ¿Por qué contienden conmigo? Todos ustedes se han rebelado contra mí, declara
Yahweh.
2:30 En vano he azotado a sus benei; ellos no quisieron aceptar corrección. La espada de
ustedes ha devorado a sus nabíes como un león fiero.
2:31 ¡Oh generación, consideren la davar de Yahweh! ¿Acaso he sido para Yisrael como un
midbah o como una tierra de profundas tinieblas? Entonces ¿por qué dice mi pueblo:
Somos libres; nunca más volveremos a ti?
2:32 ¿Puede olvidarse la virgen de sus joyas, o la novia de sus adornos? Sin embargo, mi
pueblo se ha olvidado de mí, por innumerables días.
2:33 ¡Qué bien planeas tu camino para buscar amor! Ciertamente aun a las peores mujeres
les has enseñado tus caminos.
2:34 Además, en tus faldas se ha encontrado la sangre de los pobres e inocentes, no los
hallaste forzando la entrada. Sin embargo, a pesar de todo esto,
2:35 tú dices: Soy inocente; ciertamente su ira se ha apartado de mí. Mira, te voy a traer a
juicio por decir: Yo no he pecado.
2:36 ¡Cómo te rebajas tú misma al cambiar tu rumbo! Te harán avergonzar en Mitzraim, tal
como te avergonzaron en Ashur.
2:37 De allí también saldrás con las manos sobre la cabeza; porque Yahweh ha desechado a
aquéllos en quienes confiabas, no prosperarás con ellos.
3:1 Me llegó la davar de Yahweh como sigue: Si un hombre se divorcia de su esposa, y ella
se aparta de él y se Bayit con otro hombre, ¿podrá él después volver con ella? ¿No
quedaría la tal tierra profanada? Ahora tú te has prostituido con muchos amantes;
¿puedes volver a mí? dice Yahweh.
3:2 Alza tu vista a los cerros y mira: ¿En qué lugar no se han acostado contigo? Tú los
esperabas a la orilla de los caminos, como un bandido en el midbah. Y contaminaste el
país con tus prostituciones y tu maldad.
3:3 Y cuando se detuvieron los aguaceros, y no vinieron las lluvias tardías, tú tuviste el
descaro de una mujer de la calle, no quisiste avergonzarte.
3:4 Y ahora me llamas: Padre, tú eres el Compañero de mi juventud.
3:5 ¿Uno odia para siempre? ¿Uno se enoja eternamente? Así fue como hablaste; hiciste
mal, y te saliste con la tuya.
3:6 Yahweh me dijo en los días del melej Yoshiyahu: ¿Has visto lo que ha hecho la Rebelde
Yisrael, yendo a todo monte alto y bajo todo árbol frondoso, y prostituyéndose allí?
3:7 Yo pensé: Después que ella hizo todo esto, volverá a mí. Pero no volvió; y lo vio su
hermana, la Desleal Yahudah.
3:8 Yo noté: Como la Rebelde Yisrael había cometido adulterio, yo la despedí y le di carta
de divorcio; pero su hermana, la Desleal Yahudah, no tuvo temor –ella también fue y se
prostituyó.
3:9 Ciertamente, el país se contaminó por su inmo ralidad casual, cuando ella cometió
adulterio con la piedra y con el árbol.
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3:10 Y después de todo esto, su hermana, la Desleal Yahudah, no volvió a mí con todo su
corazón, sino con insinceridad, declara Yahweh.
3:11 Y Yahweh me dijo: La Rebelde Yisrael se ha mostrado más correcta que la Desleal
Yahudah.
3:12 Ve y haz esta proclamación hacia el norte, di: Vuelve, oh Rebelde Yisrael, declara
Yahweh. No te miraré con ira, porque soy compasivo, declara Yahweh; no guardaré
rencor para siempre.
3:13 Sólo reconoce tu pecado, porque has transgredido contra Yahweh tu Elohe, has
repartido tus favores a los extraños bajo todo árbol frondoso y no me has hecho caso,
declara Yahweh.
3:14 ¡Vuélvanse, oh benei rebeldes, que yo soy su esposo! –declara Yahweh. Aunque los he
rechazado, los tomaré, uno por ciudad y dos por clan, y los traeré a Tzión.
3:15 Les daré pastores según mi corazón, y ellos los pastorearán con conocimiento y
destreza.
3:16 Y cuando ustedes se multipliquen y sean fecundos en la tierra, en esos días, declara
Yahweh, no hablarán más del Arca de la Alianza de Yahweh, ni vendrá más a la mente.
No la mencionarán, ni la echarán de menos, ni harán otra.
3:17 En ese tiempo a Yahrusalaim la llamarán Trono de Yahweh, y todas las naciones se
reunirán allá, en el nombre de Yahweh, en Yahrusalaim. No seguirán más la disposición
de su malvado corazón.
3:18 En esos tiempos la Bayit de Yahudah caminará con la Bayit de Yisrael; vendrán juntas
de la tierra del norte a la tierra que di a sus padres como propiedad.
3:19 Yo había resuelto adoptarte como mi ben, y te di una tierra deseable, la heredad más
bella de todas las naciones; y pensé que seguramente me llamarías Abba, y nunca
dejarías de ser leal a mí.
3:20 En lugar de eso, ustedes me han traicionado, como la mujer que traiciona a su
compañero, oh Bayit de Yisrael, declara Yahweh.
3:21 ¡Oigan! Se oye en los cerros el llanto suplicante del pueblo de Yisrael, porque han ido
por un camino torcido, ignorando a Yahweh su Elohe.
3:22 ¡Vuelvan, benei rebeldes, y los sanaré de sus aflicciones! Aquí estamos, venimos a ti,
porque tú, oh Yahweh, eres nuestro Elohe.
3:23 Ciertamente engaño es lo que viene de las colinas, confusión de los montes.
Solamente en Yahweh nuestro Elohe hay liberación para Yisrael.
3:24 Pero la Cosa Vergonzosa ha consumido las posesiones de nuestros padres desde
nuestra juventud, sus rebaños y manadas, sus benei y sus hijas.
3:25 Yacemos en nuestra vergüenza, nuestra desgracia nos cubre; porque hemos pecado
contra Yahweh nuestro Elohe, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud hasta
este día, y no le hemos hecho caso a Yahweh nuestro Elohe.
4:1 Si vuelves, oh Yisrael, declara Yahweh, si vuelves a mí, si quitas tus abominaciones de
mi presencia, y no divagas,
4:2 y si juras Por vida de Yahweh, con verdad, con derecho y con justicia. Entonces en ti
serán benditas las naciones, y en ti se gloriarán.
4:3 Porque así ha dicho Yahweh a los hombres de Yahudah y de Yahrusalaim: Abran surcos
en el terreno baldío, y no siembren entre espinos.
4:4 Abran sus corazones a Yahweh; quiten el prepucio de su corazón –oh hombres de
Yahudah y habitantes de Yahrusalaim– no sea que mi ira salga como fuego y arda, y no
haya quien la apague, por causa de sus obras perversas.
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4:5 Proclamen en Yahudah, anuncien en Yahrusalaim, y digan: ¡Toquen el shofar en el país!
Pregonen en alta voz y digan: ¡Reúnanse y entremos en las ciudades fortificadas!
4:6 Pongan un letrero: A Tzión. Busquen refugio, no se tarden. Porque yo traigo del norte
calamidad y un gran desastre.
4:7 El león ha salido de su espesura; se ha puesto en marcha el destructor de las naciones,
ha salido de su lugar para convertir tu tierra en desolación; tus ciudades quedarán
arruinadas sin habitantes.
4:8 Por eso, vístanse de luto, lamenten y giman; porque la ira ardiente de Yahweh no se ha
apartado de nosotros.
4:9 Y en ese día, declara YAHWEH, fallará la mente del melej y la mente de los nobles, los
kohanim se quedarán horrorizados, y los nabí quedarán pasmados.
4:10 Entonces dije: ¡Ah, Yahweh! Tú has engañado a este pueblo y a Yahrusalaim, diciendo:
Les irá bien, mientras la espada amenaza la propia vida.
4:11 En ese tiempo se dirá concerniente a este pueblo y a Yahrusalaim: La conducta de mi
pobre pueblo es como un viento caliente que viene de los cerros del midbah, no servirá
para aventar ni para limpiar.
4:12 Un viento bien fuerte viene de ellos contra mí: Ahora es mi turno de traer acusaciones
contra ellos.
4:13 Miren, viene subiendo como las nubes, sus carros son como torbellino, sus caballos
son más veloces que las águilas. ¡Pobres de nosotros, estamos arruinados!
4:14 Limpia de maldad tu corazón, oh Yahrusalaim, para que seas rescatada. ¿Hasta
cuándo acariciarás dentro de ti tus malos designios?
4:15 digan, alguien proclama desde Dan y anuncia calamidad desde el Monte Efráyim.
4:16 Díganles a las naciones: ¡Aquí están! Anuncien concerniente a Yahrusalaim: Vienen
guardias de tierra lejana y Levantan su voz contra las ciudades de Yahudah.
4:17 Como guardias de campo, la rodean por todos lados, porque ella se reveló contra mí,
declara Yahweh.
4:18 Tu conducta y tus actos te han acarreado esto; este es tu amargo castigo; te traspasa
tu propio corazón.
4:19 ¡Ay, mi sufrimiento, mi sufrimiento! ¡Cómo me duele! ¡Oh, las paredes de mi corazón!
Se conmueve mi corazón dentro de mí, no puedo estar callado; porque oigo el toque de
cornetas, alarmas de guerra.
4:20 Desastre tras desastre, porque todo el país está devastado. De repente han quedado
devastadas mis carpas, en un momento mis toldos.
4:21 ¿Hasta cuándo tendré que ver banderas y oír el sonido de las cornetas?
4:22 Porque mi pueblo es insensato; no me hacen caso; son benei ignorantes, no tienen
entendimiento. Son expertos para hacer el mal, pero no saben hacer el bien.
4:23 Miro la tierra, y está sin forma y vacía; miro los shamaim, y no hay en ellos luz.
4:24 Miro las montañas, y están temblando; y todas las colinas se estremecen.
4:25 Miro, y no queda hombre, y todas las aves del shamaim han huido.
4:26 Miro, y la tierra fértil es un midbah, y todas sus ciudades están en ruinas, por causa de
Yahweh, por causa de su ardiente ira.
4:27 Porque así ha dicho Yahweh: Todo el país será desolado, aunque no lo consumiré del
todo.
4:28 Por eso está de luto la tierra, y están obscuros los shamaim arriba, porque he hablado,
lo he planeado, y no cambiaré de parecer, ni desistiré de ello.
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4:29 Ante el grito de los jinetes y los arqueros toda la ciudad huye. Se meten en la
espesura, se suben a los peñascos. Todas las ciudades están abandonadas, nadie queda
en ella.
4:30 Y tú, que estás destinada a la ruina, ¿qué lograrás con vestirte de grana, con
adornarte con joyas de oro, con agrandarte los ojos con pintura? En vano te embelleces;
tus amantes te desprecian, ¡lo que ellos buscan es tu vida!
4:31 Oigo una voz como de una que está de parto, angustia como de primeriza. Es la voz
de la Hermosa Tzión que gime, extendiendo sus manos: ¡Ay de mí, desfallezco ante los
asesinos!
5:1 Recorran las calles de Yahrusalaim; revisen sus plazas, busquen y tomen nota: No
hallarán un solo hombre, no hay nadie que actúe justamente, que busque la integridad,
para que yo la perdone.
5:2 Aun cuando dicen: ¡Por vida de Yahweh!, de seguro están jurando en falso.
5:3 Oh Yahweh, tus ojos buscan la integridad. Tú los azotaste, pero no sintieron dolor; los
consumiste, pero no quisieron recibir disciplina. Se pusieron más duros que la piedra,
rehusaron volver.
5:4 entonces pensé: Son unos simples pobretones; actúan neciamente; porque no conocen
el camino de Yahweh, las reglas de su Elohe.
5:5 Así que iré a los ricos y les hablaré: seguramente ellos conocen el camino de Yahweh,
las reglas de su Elohe. Pero ellos también habían quebrado el yugo, habían roto las
coyundas.
5:6 Por eso los hiere el león del bosque, los destruye el lobo de los sequedales. El leopardo
acechará sus ciudades; cualquiera que salga de ellas será despedazado. Porque sus
transgresiones son muchas, sus actos rebeldes son innumerables.
5:7 ¿Por qué habré de perdonarte? Tus benei me abandonaron y juraron por lo que no es
Elohe. Cuando yo los sacié, ellos cometieron adulterio, y fueron en tropel a la Bayit de las
rameras.
5:8 Eran caballos bien alimentados, lujuriosos, cada cual relinchaba por la mujer de su
prójimo.
5:9 ¿No habré de castigar semejantes actos?, declara Yahweh, ¿No traeré castigo sobre una
nación como ésta?
5:10 Súbanse entre sus vides y destruyan: quítenle las ramas, porque no son de Yahweh.
Pero no la consuman.
5:11 Porque la Bayit de Yisrael y la Bayit de Yahudah me han traicionado, declara Yahweh.
5:12 han sido falsos con Yahweh y dijeron: ¡No es así! Ningún mal vendrá sobre nosotros,
no veremos espada ni hambre.
5:13 Los nabí resultarán ser simple viento porque la Davar no está en ellos; así y así se ha
de hacer con ellos.
5:14 Por tanto, así ha dicho Yahweh, el Elohe de los Ejércitos: Porque dijeron esas palabras,
yo pongo mis palabras en tu boca como fuego, y este pueblo será la leña que el fuego
consumirá.
5:15 Miren, yo traigo sobre ustedes, oh Bayit de Yisrael, una nación distante, declara
Yahweh; es una nación duradera, una nación antigua, una nación cuyo idioma ignoras, no
entenderás lo que diga.
5:16 Su aljaba es como sepulcro que bosteza y todos ellos son valientes.
5:17 Devorarán tu cosecha y tu comida; devorarán a tus benei y a tus hijas; devorarán tus
rebaños y manadas; devorarán tus viñas y tus higueras. A espada destruirán las ciudades
fortificadas en las que confías.
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5:18 Pero aun en esos días, declara Yahweh, no los consumiré del todo.
5:19 Y cuando ellos pregunten: ¿Por qué nos hizo Yahweh nuestro Elohe todas estas cosas?
tú les responderás: Porque ustedes me abandonaron y sirvieron a Elohe extranjeros en
su propia tierra, tendrán que servir a extranjeros en tierra ajena.
5:20 Proclámenle esto a la Bayit de Yaakov y anúncienlo en Yahudah:
5:21 Oigan esto, pueblo insensato y sin entendimiento, que tienen ojos pero no ven; tienen
oídos pero no oyen.
5:22 ¿No deberían respetarme?, declara Yahweh. ¿No deberían temblar delante de mí, que
puse la arena como frontera del mar, como límite eterno que no podrá traspasar? Aunque
se Levanten sus olas, no pueden prevalecer; aunque rujan, no lo pasarán.
5:23 Sin embargo este pueblo tiene un corazón extraviado y desafiante; se han apartado y
se han ido por su camino.
5:24 No se han dicho a sí mismos: Respetemos a Yahweh nuestro Elohe, que da la lluvia, la
lluvia temprana y la tardía en su tiempo, que guarda para nuestro beneficio las semanas
establecidas para la cosecha.
5:25 Sus iniquidades son las que han desviado estas cosas, sus pecados los que les han
privado de la abundancia.
5:26 Porque entre mi pueblo se encuentran malvados, que acechan como cazadores que
esperan; preparan una trampa para atrapar hombres.
5:27 Como jaulas llenas de pájaros, así están sus Casas llenas de fraude; por eso es que se
han hecho tan ricos.
5:28 Se han puesto gordos y colorados; sobrepasan los límites de la maldad, y prosperan.
No defienden la causa del huérfano, ni prestan atención al reclamo de los necesitados.
5:29 ¿No habré de castigar tales obras? Declara YAHWEH ¿No traeré castigo sobre una
nación como ésta?
5:30 Algo espantoso y horrible ha sucedido en el país:
5:31 Los nabí profetizan con falsedad; y los kohanim dirigen por su propia cuenta; y a mi
pueblo le gusta así. ¿Pero qué harán ustedes cuando llegue su fin?
6:1 Huyan y busquen refugio, oh pueblo de Binyamín, de en medio de Yahrusalaim. Toquen
el shofar en Teqoa. Háganle una señal a Bethaqérem. Porque del norte se ve venir el mal,
un gran desastre.
6:2 A la Hermosa Tzión, la bella y delicada, la destruiré.
6:3 Contra ella vienen pastores con sus rebaños, montan sus carpas alrededor de ella; cada
cual pastorea la ovejas a su cuidado.
6:4 Prepárense para la batalla contra ella: ¡Levántense, atacaremos a mediodía! ¡Pobres de
nosotros, porque el día va declinando, se alargan las sombras del anochecer!
6:5 ¡Levántense, ataquemos de noche, y destruyamos sus fortalezas!
6:6 Porque así ha dicho Yahweh Tzva’ot : ¡Corten sus árboles y Levanten una rampa contra
Yahrusalaim! Esta es la ciudad destinada al castigo; solamente fraude se encuentra en su
medio.
6:7 Como a una cisterna se le desborda el agua, así se le desborda a ella la maldad.
Injusticia y rapiña se oyen en ella; ante mí hay constantemente enfermedad y heridas.
6:8 Acepta reprensión, oh Yahrusalaim, no sea que llegue a aborrecerte; no sea que yo te
convierta en desolación, en tierra deshabitada.
6:9 Así ha dicho Yahweh Tzva’ot : Que rebusquen bien, como a una vid, al remanente de
Yisrael. Pasa tu mano otra vez, como un vendimiador, sobre las ramas.
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6:10 ¿A quién tengo que hablar y advertir, para que oigan? Sus oídos están tapados y no
pueden oír. Miren, la davar de Yahweh ha venido a ser para ellos objeto de burla; no la
desean para nada.
6:11 Pero yo estoy lleno de la ira de Yahweh, no la puedo contener. ¡Derrámala sobre el
niño en la calle, y sobre el grupo de jóvenes reunidos! Sí, hombres y mujeres por igual
serán capturados, el anciano y el de avanzada edad.
6:12 Sus Casas pasarán a ser de otros, sus campos y sus mujeres también, pues extenderé
mi brazo contra los habitantes del país –declara Yahweh.
6:13 Porque desde el menor hasta el mayor, son todos ambiciosos de ganancias; el nabí
YeshaYah y el kohen por igual, todos actúan con falsedad.
6:14 Ofrecen curación fácil para las heridas de mi pueblo, diciendo: Todo está bien, todo
está bien, cuando nada está bien.
6:15 Han actuado vergonzosamente; han hecho cosas aborrecibles –sin embargo no sienten
vergüenza, ni se puede hacer que se sonrojen. Ciertamente, caerán entre los que caigan;
en el tiempo en que yo los castigue, tropezarán, ha dicho Yahweh.
6:16 sí ha dicho Yahweh: Párense por los caminos y consideren, pregunten por las sendas
antiguas: ¿Cuál es el camino a la felicidad? Caminen por él, y hallen tranquilidad para sus
vidas. Pero ellos dijeron: ¡No caminaremos por él!
6:17 Y puse sobre ustedes centinelas: ¡Escuchen el sonido del shofar! Pero dijeron: No
escucharemos.
6:18 Oigan bien, naciones, y conoce tú, kehila, lo que les está reservado.
6:19 Escucha, oh tierra: Voy a traer desastre sobre este pueblo, el fruto de sus propias
maquinaciones; porque no quisieron atender a mis palabras, y rechazaron mi Enseñanza.
6:20 ¿Qué necesidad tengo de incienso que viene de Sheva, de caña aromática de tierra
lejana? Sus ofrendas encendidas no son aceptables, y sus sacrificios no son de mi agrado.
6:21 Ciertamente, así ha dicho Yahweh: yo le pondré tropiezos a este pueblo, y tropezarán
en ellos, padres e benei por igual; el vecino y su amigo perecerán.
6:22 Así ha dicho Yahweh: Miren, viene un pueblo de la tierra del norte; una gran nación se
despierta desde las partes más remotas de la tierra.
6:23 Empuñan el arco y la lanza; son crueles, no tienen Rajem; su estruendo es como el
rugiente mar. Montan sobre caballos, pertrechados como un hombre para la batalla,
contra ti, oh Hermosa Tzión.
6:24 Oímos informes sobre ellos, y nuestras manos se debilitan; el dolor se apoderó de
nosotros, agonía como de mujer que da a luz.
6:25 No salgas al campo, ni vayas por los camino s; porque allí está la espada del enemigo,
hay terror por todas partes.
6:26 Mi pobre pueblo, ponte luto y échate ceniza encima. Haz duelo como por ben único,
llora amargamente; porque de repente vendrá sobre ti el destructor.
6:27 Te he puesto como un examinador de metales para mi pueblo –un refinador– debes
notar y observar el camino de ellos.
6:28 Ellos son cobre y hierro: son obstinadamente desafiantes; tratan bajamente, todos
actúan corruptamente.
6:29 El fuelle sopla, el plomo es consumido por el fuego. Sin embargo se esfuerza en vano
el fundidor, pues la escoria no se desprende.
6:30 Los llaman plata desechada, porque Yahweh los ha desechado.
7:1 La davar que le llegó a de parte de Yahweh:
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YIRMEYAH
JEREMIAS
7:2 Ponte de pie junto a la puerta de la Bayit de Yahweh, y proclama allí esta davar: Oigan
la davar de Yahweh, todos los de Yahudah que entran por estas puertas para adorar a
Yahweh.
7:3 Así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael: Corrijan sus caminos y sus acciones,
y los dejaré habitar en este lugar.
7:4 No pongan su confianza en ilusiones ni digan: Tabernáculo de Yahweh, Bayit de Yahweh,
Templo de Yahweh son estos edificios.
7:5 No, si ustedes realmente corrigen sus caminos y sus acciones, si hacen justicia entre el
hombre y su prójimo;
7:6 si no oprimen al extranjero, al huérfano y a la viuda; si no derraman la sangre del
inocente en este lugar; si no siguen a otros Elohe para su propio perjuicio
7:7 solamente entonces los dejaré habitar en este lugar, en la tierra que di a sus padres
paras siempre.
7:8 Miren, ustedes están confiando en ilusiones que no aprovechan.
7:9 Después de robar, de matar, de cometer adulterio, de dar falso testimonio, de ofrecer
incienso a Báal y de ir tras otros Elohe que no experimentaron,
7:10 Entonces vienen para estar delante de mí en esta Bayit que lleva mi nombre y para
decir: ¿Estamos a salvo para seguir haciendo todas esas abominaciones?
7:11 ¿Acaso consideran que esta Bayit, que lleva mi nombre, es una cueva de ladrones? En
cuanto a mí, yo he estado observando, declara Yahweh.
7:12 Vayan a mi lugar en Shiló, donde había establecido mi nombre anteriormente, y vean
lo que le hice a causa de la maldad de mi pueblo Yisrael.
7:13 Y ahora, por cuanto ustedes han hecho todas estas cosas, declara Yahweh y a pesar
de que les hablé de forma continuada, y ustedes no quisieron escuchar; y aunque los
llamé, ustedes, no quisieron responder
7:14 por eso le haré a esta Bayit que lleva mi nombre, en la cual confían ustedes, a este
lugar que les di a ustedes y a sus padres, lo mismo que le hice a Shiló.
7:15 Y los arrojaré de mi presencia como arrojé a todos sus ajís, a toda la descendencia de
Efráyim.
7:16 Y tú, no hagas tefilat por este pueblo, no es por ellos clamor de tefilat; no intercedas
ante mí, porque no te escucharé.
7:17 ¿No ves lo que están haciendo esos en las ciudades de Yahudah y en las calles de
Yahrusalaim?
7:18 Los benei recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las madres amasan la
masa para hacerle tortas a la reina del shamaim, y derraman libac iones a otros Elohe,
para ofenderme.
7:19 ¿Es a mí a quien ofenden?, declara Yahweh. Es más bien a ellos mismos, para su
propia deshonra.
7:20 Ciertamente, así ha dicho Yahweh: Mi ira y mi furia se derraman sobre este lugar,
sobre hombres y bestias, sobre los árboles del campo y los frutos de la tierra. Se
encenderá sin que nadie la apague.
7:21 Así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael: Añadan sus ofrendas quemadas a
sus otros sacrificios y cómanse la carne.
7:22 Porque cuando libré a sus padres de la tierra de Mitzraim, no hablé con ellos ni les
mandé acerca de ofrendas quemadas ni sacrificios.
7:23 Más bien, esto fue lo que les mandé: Hagan lo que les digo, para que yo sea su Elohe,
y ustedes sean mi pueblo; anden solamente en el camino que les he mandado, para que
les vaya bien.
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YIRMEYAH
JEREMIAS
7:24 Pero no escucharon ni prestaron atención; siguieron sus propios consejos, la
disposición de su malvado corazón. Han caminado hacia atrás, no hacia adelante,
7:25 desde el día en que sus padres salieron de la tierra de Mitzraim hasta hoy. Y aunque
yo seguí enviándoles a todos mis siervos, los nabí, persistentemente, día tras día,
7:26 no me escucharon ni me prestaron atención. Se hicieron testarudos, actuaron peor
que sus padres.
7:27 Les dirás todas estas palabras, pero no te escucharán; los llamarás, pero no te
responderán.
7:28 Luego diles: Esta es la nación que no obedeció a YAHWEH su Elohe, que no aceptó
corrección. La fidelidad se ha perdido; ha desaparecido de sus bocas.
7:29 Corta tu cabellera y arrójala. Prorrumpe en lamento sobre los cerros, pues Yahweh ha
rechazado y ha arrojado a la generación que provocó su ira.
7:30 Porque el pueblo de Yahudah ha hecho lo que me desagrada –declara Yahweh. Han
puesto sus abominaciones en la Bayit que se llama por mi nombre, y la han contaminado.
7:31 Han edificado los lugares altos del Tófhet, que están en el valle de Benhinom, para
quemar en el fuego a sus benei y a sus hijas, cosa que no les mandé, ni me pasó por la
mente.
7:32 Ciertamente, viene el tiempo, declara Yahweh, cuando no se hablará más del Tófhet ni
del Valle de Benhinom, sino del Valle de la Matanza; en el Tófhet serán sepultados hasta
que no haya más lugar.
7:33 Los cadáveres de este pueblo servirán de comida a las aves del shamaim y a las
bestias de la tierra, sin que nadie las espante.
7:34 Haré cesar en las ciudades de Yahudah y en las calles de Yahrusalaim la voz de gozo y
de alegría, la voz del novio y de la novia. Porque todo el país caerá en ruina.
8:1 En ese tiempo, dice Yahweh, sacarán fuera de los sepulcros los huesos de los melejim
de Yahudah, de sus oficiales, de los kohanim, de los nabíes y de los habitantes de
Yahrusalaim,
8:2 y los expondrán al sol, a la luna y a todo el ejército del shamaim a quienes amaron y
sirvieron y siguieron, a quienes se volvieron y se postraron. No los recogerán ni los
sepultarán; quedarán como abono sobre la superficie de la tierra.
8:3 Y la muerte será preferible a la vida para el resto de los sobrevivientes de esta perversa
familia, en todos los demás lugares a donde yo los destierre, declara Yahweh Tzva’ot .
8:4 Diles que así ha dicho Yahweh: Cuando la gente cae, ¿no se Levantan otra vez? Si se
apartan, ¿no vuelven?
8:5 ¿Por qué es rebelde este pueblo, Yahrusalaim, con persistente rebeldía? Se aferran al
engaño; rehúsan volver.
8:6 Presté atención y escuché: no hablan con honradez. Nadie lamenta su maldad y dice:
¿Qué he hecho? Todos persisten en su rumbo extraviado, como caballo que se abalanza
en la batalla.
8:7 Hasta la cigüeña en el shamaim conoce sus épocas, la tórtola, la golondrina y la grulla
guardan el tiempo de su migración; pero mi pueblo no le hace caso a la ley de Yahweh.
8:8 ¿Cómo pueden ustedes decir: Nosotros somos sabios, y poseemos la Instrucción de
Yahweh? Ciertamente, en vano ha trabajado la pluma, en vano los escribas.
8:9 Los sabios quedarán avergonzados, se llenarán de terror y los apresarán; miren, ellos
rechazan la davar de YAHWEH, así que su sabiduría queda en nada.
8:10 Ciertamente, daré a otros sus esposas, y sus campos a los desposeedores; porque
desde el menor hasta el mayor, son todos codiciosos de ganancias; kohen y nabí
YeshaYah por igual, todo actúan falsamente.
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8:11 Ofrecen curación fácil para las heridas de mi pobre pueblo, diciendo: Todo está bien,
todo está bien, cuando nada está bien.
8:12 Han actuado vergonzosamente; han hecho cosas aborrecibles, sin embargo no les da
vergüenza, no se les puede hacer sonrojarse. Ciertamente, caerán entre los que caigan,
en el tiempo de su castigo tropezarán, ha dicho Yahweh.
8:13 ¡Acabaré con ellos!, declara Yahweh: No quedan uvas en la vid, ni higos en la higuera,
todas las hojas se marchitaron; lo que les he dado ha desaparecido.
8:14 ¿Por qué nos quedamos sentados? Reunámonos en las ciudades fortificadas y
enfrentemos allí nuestra condena. Porque YAHWEH nuestro Elohe nos ha condenado, nos
ha hecho beber un trago amargo, porque hemos pecado contra Yahweh.
8:15 Esperábamos bienestar, pero no vino felicidad; tiempo de alivio y en su lugar de eso
hay terror.
8:16 Desde Dan se ha oído el relincho de sus caballos; toda la tierra tembló por el relincho
de sus corceles. Vinieron y devoraron la tierra y lo que hay en ella, los pueblos y sus
habitantes.
8:17 Miren, voy a enviar contra ustedes serpientes, víboras que no se pueden encantar, y
ellas los morderán, declara Yahweh.
8:18 Cuando esté dolido buscaré consuelo, mi corazón está enfermo dentro de mí.
8:19 ¿No está Yahweh en Tzión? ¿No está en ella su Melej? ¿Por qué Entonces me han
enojado con sus imágenes, con vanidades extranjeras? ¡Oigan! El clamor de mi pobre
pueblo desde una tierra lejana:
8:20 Ya pasó la cosecha, se acabó el verano, y nosotros no hemos sido salvados.
8:21 Estoy quebrantado por el quebranto de mi pobre pueblo; estoy abatido, sobrecogido
por la desolación.
8:22 ¿No hay bálsamo en Guilad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, no ha llegado sanidad para
mi pobre pueblo?
9:1 ¡Oh, si mi cabeza fuera agua, mis ojos manantial de lágrimas! Entonces lloraría día y
noche por los muertos de mi pobre pueblo.
9:2 ¡Oh, si estuviera en el midbah (desierto), en un campamento de caminantes!
Abandonaría a mi pueblo y me iría Lejos de ellos, porque todos ellos son adúlteros, un
bando de traidores.
9:3 Entesaron su lengua como arco; son valerosos en la tierra para el engaño, no para la
honradez. Avanzan de maldad en maldad, y no me hacen caso, declara Yahweh.
9:4 ¡Cuídese cada uno de su amigo! ¡No confíen ni en un ají! Porque todo ají se aprovecha,
todo amigo es bajo en sus tratos.
9:5 Cada uno engaña a su prójimo, no hablan verdad; han entrenado su lengua para hablar
falsedad; se han cansado de pervertirse.
9:6 Tú moras en medio del engaño. En su engaño rehúsan hacerme caso, declara Yahweh.
9:7 Por tanto, así ha dicho Yahweh Tzva’ot : Miren, yo los fundiré y los probaré, pues ¿qué
más puedo hacer con mi pobre pueblo?
9:8 La lengua de ellos es flecha afilada; usan la boca para engañar. Uno le habla a su
prójimo en amistad, pero dentro de sí le pone una emboscada.
9:9 ¿No habré de castigarlos por esto?, declara Yahweh, ¿No traeré retribución sobre una
nación como ésta?
9:10 Prorrumpo en llanto y lamento por los montes, en canto fúnebre por los pastizales del
midbah. Los han dejado devastados; no hay quien pase por ellos, ni se escucha el
mugido del ganado. Las aves del shamaim y el ganado también han huido y se han ido.
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9:11 Yo convertiré a Yahrusalaim en escombros, en guarida de chacales; y convertiré los
poblados de Yahudah en una desolación sin habitantes. Amenaza de ruina y exilio
9:12 ¿Qué hombre es tan sabio que entienda esto? ¿A quién le ha hablado la boca de
Yahweh, de manera que pueda explicar por qué está en ruinas la tierra, devastada como
un midbah, sin nadie que pase por ella?
9:13 Yahweh respondió: Porque dejaron la Torah que les puse delante. No me obedecieron
ni la siguieron,
9:14 sino que siguieron su propio corazón voluntarioso y se fueron tras los Baales, como les
habían enseñado sus padres.
9:15 Ciertamente, así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael: Miren, haré comer
ajenjo a este pueblo y les haré beber un trago amargo.
9:16 Los esparciré entre naciones que ni ellos ni sus padres conocieron jamás; y enviaré
tras ellos la espada, hasta que yo los haya consumido.
9:17 Así ha dicho Yahweh Tzva’ot : ¡Oigan! Llamen a las plañideras, que vengan; manden a
llamar a las más diestras, que vengan.
9:18 Que se apresuren a iniciar un lamento por nosotros, para que se inunden de lágrimas
nuestros ojos, que fluya agua de nuestros párpados.
9:19 Porque en Tzión se oye la voz de un lamento: ¡Cómo hemos sido despojados! ¡Qué
grande es nuestra vergüenza! ¡Ah, tenemos que salir de nuestra tierra, abandonar
nuestras moradas!
9:20 Escuchen, mujeres, la davar de Yahweh; reciba su oído la davar de Su boca, y
enséñenles lamentos a sus hijas, y unas a otras cantos fúnebres.
9:21 Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas, ha entrado en nuestras fortalezas,
para eliminar a los niños de las calles, a los jóvenes de las plazas.
9:22 Háblales así, dice Yahweh: Los cadáveres de los hombres yacerán como estiércol sobre
los campos, como manojos que caen detrás del segador, sin que nadie los recoja.
9:23 Así ha dicho Yahweh: No se enorgullezca el sabio de su sabiduría, ni se enorgullezca el
valiente de su valentía, ni se enorgullezca el rico en sus riquezas.
9:24 Solamente en esto debe uno enorgullecerse, en ferviente devoción a mí. Porque yo
Yahweh actúo con bondad, justicia y equidad en el mundo; po rque en estas cosas me
deleito, declara Yahweh.
9:25 Miren, vienen días, declara Yahweh, en que tomaré nota de todo circuncidado en el
prepucio:
9:26 de Mitzraim, de Yahudah, de Edom, de los amonitas, y de Moab, y de todos los
habitantes del midbah que se rapan las sienes. Porque todas estas naciones son
incircuncisas, pero toda la Bayit de Yisrael es incircunciso de corazón.
10:1 Oigan la davar que les ha hablado Yahweh a ustedes, oh Bayit de Yisrael.
10:2 Así ha dicho Yahweh: No aprendan el camino de las naciones, ni tengan temor de los
portentos en el shamaim; ¡que les teman las naciones!
10:3 Porque las leyes de las naciones son engaños: pues es la obra de las manos de un
artesano. Él corta un árbol del bosque con el hacha,
10:4 lo adorna con plata y oro; lo afirma con clavos y martillo para que no se tambalee.
10:5 Son como un espantapájaros en un huerto de pepino s; no pueden hablar. Tienen que
cargarlos, porque no pueden andar. No tengan temor de ellos, porque no pueden hacer
daño; ni tampoco pueden hacer bien.
10:6 ¡No hay nadie como tú, oh Yahweh! Tú eres grande y tu nombre es grande en poder.
10:7 ¡Quién no te respetará, oh Melej de las naciones! Porque eso se te debe, ya que entre
todos los sabios de las naciones y entre toda su realeza no hay nadie como tú.
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10:8 Pero son tan torpes como insensatos; su doctrina no es sino engaño; es un pedazo de
madera,
10:9 plata laminada, que traen de Tarshish, y oro de Ufaz, la obra de un platero y de las
manos de un fundidor; su ropa es azul y púrpura; todas son obra de artesanos.
10:10 Pero Yahweh es el Elohe verdadero: él es un Elohe vivo, el Melej eterno. Ante su
enojo tiembla la tierra, y las naciones no pueden resistir su furor.
10:11 sí les dirán ustedes: Que las deidades que no hicieron los shamaim ni la tierra
perezcan de la tierra y de debajo de estos shamaim.
10:12 El hizo la tierra con su poder; estableció el mundo con su sabiduría, y extendió los
shamaim con su entendimiento.
10:13 Cuando él emite su voz, se produce un tumulto de aguas en los shamaim; él hace
subir el vapor desde el extremo de la tierra, hace los relámpagos para la lluvia y saca el
viento de sus depósitos.
10:14 Todo hombre resulta torpe, sin conocimiento; todo platero queda avergonzado a
causa de su ídolo, porque su imagen fundida es un engaño, no hay aliento en ellos.
10:15 Son engaño, obra ridícula; en el tiempo de su castigo perecerán.
10:16 No es como ellos la Porción de Yaakov; porque él fue quien lo formó todo, e Yisrael
es la tribu de su propiedad: ¡Yahweh Tzva’ot es su nombre!
10:17 Recoge del suelo tu equipaje, tú que habitas bajo asedio.
10:18 Porque así ha dicho Yahweh: Esta vez arrojaré con honda a los habitantes del país;
los afligiré de modo que lo sentirán.
10:19 ¡Ay de mí, por mi aflicción! Mi herida es grave. Sin embargo pensé: No es más que
una enfermedad, y debo sufrirla.
10:20 Mi carpa está saqueada, todas mis cuerdas están rotas. Mis benei se me han ido, y
ya no están. No queda nadie que extienda mis carpas y cuelgue mis toldas.
10:21 Porque los pastores son torpes y no han buscado a YAHWEH; por eso no prosperaron,
y todo su rebaño se ha dispersado.
10:22 ¡Escuchen, un rumor! Una gran conmoción del norte, para convertir en desolación y
en guarida de chacales todas las ciudades de Yahudah.
10:23 Yo sé, oh Yahweh, que no le pertenece al hombre escoger su camino; que el hombre
que camina no puede dirigir sus pasos.
10:24 Corrígeme, oh Yahweh, pero con medida; no con tu furor, para que no me reduzcas a
la nada.
10:25 Derrama tu ira sobre las naciones que no te hacen caso, sobre los clanes que no
invocan tu nombre. Porque han devorado a Yaakov; lo han devorado y consumido, y han
desolado sus propiedades.
11:1 La davar de Yahweh que vino a:
11:2 Escuchen los términos de esta alianza y recítenselos a los hombres de Yahudah y a los
habitantes de Yahrusalaim.
11:3 Diles que así ha dicho Yahweh el Elohe de Yisrael: Maldito sea el hombre que no
obedezca los términos de esta alianza
11:4 que mandé a sus padres el día en que los saqué de la tierra de Mitzraim, del horno de
hierro, diciéndoles: Obedézcanme y obsérvenlos, tal como se los ordeno, para que sean
mi pueblo y yo sea su Elohe
11:5 para cumplir el juramento que les hice a sus padres, de darles una tierra que fluye
leche y miel, como es ahora el caso. Y yo respondí: Así sea, Yahweh.
11:6 Y Yahweh me dijo: Proclama todas estas palabras en las ciudades de Yahudah y en las
calles de Yahrusalaim: Oigan los términos de esta alianza y póngalos en práctica.
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11:7 Porque he advertido repetida y persistentemente a sus padres desde que los hice subir
de la tierra de Mitzraim y hasta el día de hoy, diciéndoles: Obedezcan mi voz.
11:8 Pero no quisieron escuchar ni prestar atención; todos siguieron a su voluntarioso
corazón. Por eso traje sobre ellos todos los términos de esta alianza, porque no hicieron
lo que mandé que hicieran.
11:9 Yahweh me dijo: Existe una conspiración entre los hombres de Yahudah y entre los
habitantes de Yahrusalaim.
11:10 Han vuelto a las maldades de sus primeros padres, quienes rehusaron hacer caso a
mis palabras. Ellos también han seguido a otros Elohe para servirles. La Bayit de Yisrael y
la Bayit de Yahudah han quebrantado la alianza que concerté con sus padres.
11:11 Ciertamente, así ha dicho Yahweh: Voy a traer sobre ellos un desastre del que no
podrán escapar. Entonces clamarán a mí, pero no los escucharé.
11:12 Las ciudades de Yahudah y los habitantes de Yahrusalaim irán y clamarán a los
HaElohe para las cuales sacrifican; pero éstos no los podrán salvar en el tiempo de su
desastre.
11:13 Porque tus Elohe han venido a ser tan numerosos como tus ciudades, oh Yahudah, y
ustedes han puesto tantos altares al Bochorno como hay calles en Yahrusalaim, altares
para sacrificarle a Báal.
11:14 Y tú, no ores por este pueblo, no Levantes clamor de tefilat en su favor; porque yo
no escucharé cuando clamen a mí a causa de su desastre.
11:15 ¿Por qué ha de estar mi amado en mi Bayit, después de ejecutar tantos designios
viles? La carne sagrada se apartará de ti, porque te alegras al realizar tus malas obras.
11:16 Yahweh te llamó: Olivo verde, hermoso, de fruto selecto. Pero con un gran ruido
estruendoso le ha prendido fuego, y sus ramas están quebradas.
11:17 Yahweh Tzva’ot , que te plantó, ha decretado desastre para ti, a causa de la maldad
que hicieron la Bayit de Yisrael y la Bayit de Yahudah, al enojarme quemando incienso a
Báal.
11:18 Yahweh me lo informó, y lo supe, luego me hiciste ver las obras de ellos.
11:19 Porque yo era como un cordero dócil que llevaban a inmolar; no me daba cuenta de
que era contra mí que tramaban planes diciendo: Destruyamos el árbol con sus frutos,
cortémoslo de la tierra de los vivos. Para que no se recuerde más su nombre.
11:20 Oh Yahweh Tzva’ot , oh justo Juez, que pruebas los pensamientos y la mente,
déjame ver tu retribución sobre ellos; pues ante ti expongo mi causa.
11:21 Ciertamente, así ha dicho Yahweh acerca de los hombres de Anatot que buscan tu
vida y dicen: No debes profetizar más en el nombre de Yahweh, o morirás por nuestra
mano.
11:22 Ciertamente, así ha dicho Yahweh Tzva’ot : Yo me voy a encargar de ellos: los
jóvenes morirán a espada, sus benei y sus hijas morirán de hambre.
11:23 No quedará un remanente de ellos, porque yo traeré desastre sobre los hombres de
Anatot, en el año de su castigo.
12:1 Tú ganarás, oh Yahweh, si yo hago reclamos en tu contra; sin embargo, presentaré
cargos contra ti: ¿Por qué prospera el camino de los malvados? ¿Por qué tienen
tranquilidad los que hacen traición?
12:2 Tú los plantaste, y han echado raíces, se extienden, y hasta dan fruto. Tú estás
presente en sus bocas, pero Lejos de sus pensamientos.
12:3 Sin embargo, oh Yahweh, tú me has notado y me has observado; has probado mi
corazón, y has hallado que está contigo. Sepáralos, como a ovejas destinadas al
Matadero; prepáralos para el día de la Matanza.
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12:4 ¿Hasta cuándo tiene que languidecer la tierra y secarse la hierba de todo el campo?
¿Tendrán que perecer las bestias y las aves, por la maldad de sus habitantes, que dicen:
El no verá nuestro futuro?
12:5 Si corres con los de a pie y te cansan, ¿cómo podrás competir con los caballos? Si
estás seguro solamente en una tierra tranquila, ¿cómo te irá en la espesura del Yardén?
12:6 Porque aun tus parientes y la Bayit de tu padre te han traicionado; gritan detrás de ti
como una turba. No les creas cuando te hablen cordialmente.
12:7 He abandonado mi Bayit, he desamparado mi heredad, he entregado lo que más yo
amaba en mano de sus enemigos.
12:8 Mi propia heredad actuó conmigo como un león en el bosque; contra mí Levantó su
voz; por eso la he rechazado.
12:9 Mi propia heredad actúa conmigo como un ave de rapiña o una hiena; ¡que la rodeen
las aves de rapiña! ¡Vayan, reúnan a todas las bestias salvajes, tráiganlas para que la
devoren!
12:10 Muchos pastores han destruido mi viña, han pisoteado mi viña, han convertido mi
preciosa viña en un midbah desolado.
12:11 La han convertido en una desolación; desolada, ella me derrama su angustia. Todo el
país está desolado, pero nadie lo toma en cuenta.
12:12 Sobre todos los cerros del midbah han venido los desoladores. Porque la espada de
Yahweh devora desde un extremo del país hasta el otro; ningún mortal está seguro.
12:13 Sembraron trigo y cosecharon espinas. Han soportado dolor sin ningún provecho.
Avergüéncense Entonces de sus cosechas –a causa de la ardiente ira de Yahweh.
12:14 Así ha dicho Yahweh: En cuanto a mis malos vecinos que atacan la heredad que le di
a mi pueblo Yisrael, los voy a arrancar de su tierra, y voy a arrancar de en medio de ellos
a la Bayit de Yahudah.
12:15 Entonces, después que los haya arrancado, lo haré volver a mi favor, y restauraré a
cada uno de ellos a su propia heredad y en su propia tierra.
12:16 Y si aprenden los caminos de mi pueblo, para jurar por mi nombre, por vida de
Yahweh, tal como una vez enseñaron a mi pueblo a jurar por Báal, Entonces ellos serán
edificados en medio de mi pueblo.
12:17 Pero si no hacen caso, arrancaré a esa nación, la arrancaré y la destruiré, declara
Yahweh.
13:1 Así me dijo Yahweh: Ve, cómprate un cinturón de lino, y póntelo en la cintura, pero no
lo metas en agua.
13:2 Entonces compré el cinturón según la orden de Yahweh, y me lo puse en la cintura.
13:3 Y me vino la davar de Yahweh por segunda vez:
13:4 Toma el cinturón que compraste y que tienes en la cintura, y ve enseguida al Perat y
escóndelo allí en la hendidura de una peña.
13:5 Yo fui y lo enterré junto al Perat, como me había mandado Yahweh.
13:6 Entonces, después de mucho tiempo, Yahweh me dijo: Ve enseguida al Perat y toma
de allí el cinturón que te mandé que escondieras allá.
13:7 Entonces fui al Perat y desenterré el cinturón del lugar donde lo había enterrado; y
encontré que el cinturón se había podrido; no servía para nada.
13:8 Entonces me vino la davar de Yahweh:
13:9 Así ha dicho Yahweh: Así haré que se pudra el arrogante orgullo de Yahudah y de
Yahrusalaim.
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13:10 Este pueblo malo que rehúsa escuchar mis palabras, que sigue a su voluntarioso
corazón, que sigue a otros Elohe y les sirve y los adora, vendrá a ser como este cinturón
que no sirve para nada.
13:11 Porque como el cinturón se adhiere a los lomos del hombre, así hice que se
adhirieran a mí toda la Bayit de Yisrael y toda la Bayit de Yahudah, declara Yahweh, para
que fueran mi pueblo y para renombre, y hallel y esplendor. Pero no quisieron obedecer.
13:12 Y diles esta davar que ha dicho Yahweh el Elohe de Yisrael: Toda tinaja debe estar
llena de vino. Y cuando ellos te respondan: ¿Acaso no sabemos que toda tinaja debe
estar llena de vino?
13:13 diles que así dijo Yahweh: Voy a llenar de borrachera a todos los habitantes de este
país, y a los melejim que se sientan en el trono de Dawid, y a los kohanim y a los nabíes,
y a todos los habitantes de Yahrusalaim.
13:14 Y los destrozaré, unos contra otros, a padres y a benei por igual, declara Yahweh;
ninguna piedad, ni compasión, ni Rajem me detendrá de destruirlos.
13:15 Atiendan y presten atención; no sean altivos, pues YAHWEH ha hablado.
13:16 Den gloria a Yahweh su Elohe antes que él traiga oscuridad, antes que tropiecen
ustedes contra montañas tenebrosas cuando ustedes esperen luz y se les vuelva
oscuridad y se convierta en tinieblas.
13:17 Porque si ustedes no hacen caso, mi ser interior llorará, por la arrogancia de ustedes;
mis ojos llorarán y se inundarán de copiosas lágrimas, porque al rebaño de Yahweh lo
toman cautivo.
13:18 Di al melej y a la reina madre: Humíllense, siéntense en el suelo, porque se caerán
sus diademas, sus gloriosas coronas.
13:19 Las ciudades del Néguev han sido cerradas, no hay quien las abra; Yahudah está
exiliado completamente, todos ellos exiliados.
13:20 Alza tus ojos y observa a los que vienen del norte: ¿Dónde está el rebaño que se te
confió, la grey de la que te enorgullecías?
13:21 ¿Qué dirás cuando nombren como jefes tuyos a tus amigos, a quienes tú misma
enseñaste? ¿No te sobrevendrán dolores como a mujer de parto?
13:22 Y cuando te preguntes: ¿Por qué me ha sobrevenido esto? sabe que fue por tu gran
maldad que Levantaron tus faldas y desnudaron tus miembros.
13:23 ¿Podrá el cushita cambiar de piel, o el leopardo sus manchas? Así tampoco pueden
hacer el bien ustedes que están habituados a hacer el mal.
13:24 Por tanto, los esparciré como a la paja que vuela ante el viento del midbah.
13:25 Esta será tu suerte, la porción medida que recibes de mi parte –declara YAHWEH. Por
cuanto te olvidaste de mí y confiaste en la mentira,
13:26 también yo te Levantaré la falda sobre tu cara y se verá tu vergüenza.
13:27 Yo vi tus adulterios, tus lujuriosos relinchos, tu infame depravación, tus viles actos
sobre las colinas en el campo. ¡Ay de ti, Yahrusalaim, que no quieres estar limpia! ¿Por
cuánto tiempo más será?
14:1 La davar de Yahweh que le llegó a concerniente a las sequías:
14:2 Yahudah está de luto, sus asentamientos languidecen. Los hombres están inclinados
hasta el suelo, se Levanta el clamor de Yahrusalaim.
14:3 Sus nobles enviaron a sus sirvientes por agua; fueron a las cisternas y no hallaron
agua. Regresaron con los cántaros vacíos. Están avergonzados y humillados, se cubren la
cabeza.
14:4 A causa del suelo hay desánimo, pues no ha habido lluvia en la tierra. Los labradores
están avergonzados, se cubren la cabeza.
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14:5 Hasta la gacela en el campo abandona su cría recién nacida, porque no hay hierba.
14:6 Y los asnos monteses se ponen sobre los cerros pelados, oliendo el viento como los
chacales; se les debilitan los ojos, porque no hay hierba.
14:7 Aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, actúa, oh Yahweh, por amor
de tu nombre; aunque nuestras rebeliones son muchas y hemos pecado contra ti.
14:8 Oh Esperanza de Yisrael, su libertador en el tiempo de angustia, ¿por qué eres como
un extranjero en la tierra, como caminante que se detiene sólo para pasar la noche?
14:9 ¿Por qué eres como un hombre que está aturdido, como un guerrero que no puede dar
la victoria? Sin embargo, tú estás en nuestro medio, oh Yahweh, y tu nombre está ligado
a nosotros. ¡No nos abandones!
14:10 Así ha dicho Yahweh acerca de este pueblo: ¡De veras que les gusta vagar, no han
refrenado sus pies! Por eso Yahweh no se complace en ellos. Ahora se acordará de su
iniquidad y castigará su pecado.
14:11 Y Yahweh me dijo: No ores en beneficio de este pueblo.
14:12 Cuando ayunen, yo no escucharé su clamor; y cuando presenten ofrendas quemadas
y ofrendas de comida, no las aceptaré. Los exterminaré con guerra, con hambre y con
enfermedad.
14:13 o dije: ¡Ah, Yahweh! Los nabíes les están diciendo: Ustedes no verán la espada, el
hambre no vendrá sobre ustedes, sino que les daré una seguridad infalible en este lugar.
14:14 Yahweh respondió: Es una mentira lo que profetizan el nabí en mi nombre. Yo no los
he enviado ni les he mandado. No les he hablado. Una visión mentirosa, una adivinación
vana, el engaño de su propia imaginación y eso es lo que les profetizan.
14:15 Ciertamente, así ha dicho Yahweh acerca de los nabíes que profetizan en mi nombre
sin yo haberlos mandado, y quienes dicen: Ni espada ni hambre le vendrán a esta tierra:
Esos mismos nabíes perecerán por la espada y por el hambre.
14:16 Y la gente a la que ellos profetizan quedará tendida en las calles de Yahrusalaim a
causa del hambre y de la espada, sin nadie que los sepulte, ni a ellos, ni a sus mujeres,
ni a sus benei, ni a sus hijas. Derramaré sobre ellos el castigo de su maldad.
14:17 Y háblales así: Que mis ojos se llenen de lágrimas, noche y día sin cesar, porque mi
infeliz pueblo ha sufrido una grave injuria, una herida muy dolorosa.
14:18 Si salgo al campo, veo los muertos a espada. Si entro en la ciudad, veo a los
enfermos por el hambre. Tanto el nabí YeshaYah como el kohen vagan por el país, sin
saber a dónde van.
14:19 ¿Has desechado, Entonces, a Yahudah? ¿Has aborrecido a Tzión? ¿Por qué nos has
herido de modo que no haya cura? ¿Por qué esperamos felicidad, pero no hallamos tal
bien; tiempo de sanidad, y hallamos más bien terror?
14:20 Reconocemos nuestra maldad, oh Yahweh, la iniquidad de nuestros padres, porque
hemos pecado contra ti.
14:21 Por amor de tu nombre, no nos deseches; no deshonres tu glorioso trono. Acuérdate,
no anules tu alianza con nosotros.
14:22 ¿Puede alguna de las falsas deidades de las naciones hacer llover? ¿Pueden los
shamaim dar lluvia por sí solos? ¡Sólo tú puedes, oh Yahweh, nuestro Elohe! Así que
esperamos en ti, porque sólo tú hiciste todas estas cosas.
15:1 Yahweh me dijo: Aunque Moshé y Shemuel intercedieran conmigo, no me
conseguirían para este pueblo. Échalos de mi presencia, y que se vayan.
15:2 Y si te preguntan: ¿A dónde iremos?, respóndeles: Así ha dicho Yahweh: ¡Los
destinados a la plaga, a la plaga; los destinados a la espada, a la espada; los destinados
al hambre, al hambre; los destinados a cautiverio, a cautiverio!
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15:3 Y designaré contra ellos cuatro clases de castigo, declara Yahweh: la espada para
matar, los perros para arrastrar, y las aves del shamaim y los animales de la tierra para
devorar y destruir.
15:4 Haré que sean un espanto para todos los reinos de la tierra, por causa de Menasheh
ben de Yejizqiyahu, melej de Yahudah, y por lo que hizo en Yahrusalaim.
15:5 Porque, ¿quién se apiadará de ti, oh Yahrusalaim? ¿Quién te consolará? ¿Quién se
desviará a preguntar por tu bienestar?
15:6 Tú me dejaste, declara Yahweh, siempre vas para atrás. Por eso yo he extendido mi
mano para destruirte; no puedo aplacarme.
15:7 Los esparciré como con un aventador por los asentamientos de la tierra. Los privaré de
benei, destruiré a mi pueblo, porque no se volvieron de sus caminos.
15:8 Sus viudas serán más numerosas que la arena de los mares. Traeré sobre ellos, sobre
los jóvenes y las madres por igual, a un destructor al mediodía. Haré caer de repente
sobre ella alarma y terror.
15:9 La que ha dado a luz a siete está abandonada, completamente desconsolada; su sol se
ha ocultado siendo aún de día; está avergonzada y humillada. Al remanente de ellos lo
entregaré a la espada, al poder de sus enemigos, declara Yahweh.
15:10 ¡Ay de mí, madre mía, que me diste a luz un hombre de conflicto y de discordia con
todo el país! No he prestado, ni me han prestado; sin embargo, todos me maldicen.
15:11 Yahweh dijo: ¡Seguramente, un simple remanente tuyo dejaré para un mejor
destino! Por el enemigo del norte en un tiempo de angustia y en tiempo de desastre,
ciertamente, te haré derribar.
15:12 ¿Podrá el hierro romper el hierro y el bronce?
15:13 Tus riquezas y tus tesoros los entregaré al saqueo, sin precio, por todos tus pecados
en todo tu territorio.
15:14 Y traeré a tus enemigos por medio de una tierra que no has conocido, porque un
fuego se ha encendido en mi ira y arderá contra ustedes.
15:15 Oh Yahweh, tú sabes, acuérdate de mí y tenme en mente, y toma venganza de mis
perseguidores; no cedas en tu paciencia, no me dejes perecer; considera cómo he llevado
insultos por tu causa.
15:16 Cuando me ofrecieron tus palabras, yo las devoré; tu davar me trajo el deleite y el
gozo de saber que tu nombre está ligado a mí, oh Yahweh, Elohe de los Ejércitos.
15:17 No me he sentado ni me he alegrado en compañía de los que se divierten. A causa de
tu mano sobre mí me he sentado solitario, porque me llenaste de tristeza.
15:18 ¿Por qué tiene que ser interminable mi dolor, incurable mi herida, resistente a la
curación? Tú has sido para mí como un manantial que falla, como aguas en las que no se
puede confiar.
15:19 Ciertamente, así ha dicho Yahweh: Si tú vuelves, yo te recibiré otra vez y estarás en
pie delante de mí; si produces lo noble de lo que es indigno, serás mi portavoz. Ellos
volverán a ti, no tú a ellos.
15:20 Te pondré contra este pueblo como un muro fortificado de bronce; te atacarán, pero
no te vencerán, porque yo estoy contigo para librarte y salvarte, declara Yahweh.
15:21 Te salvaré de las manos de los malos y te rescataré de las garras de los tiranos.
16:1 Me llegó la davar de Yahweh, diciendo:
16:2 No debes tomar esposa ni tener benei e hijas en este lugar.
16:3 Porque así ha dicho Yahweh acerca de los benei y de las hijas que nazcan en este
lugar, y acerca de las madres que los den a luz, y de los padres que los engendren en
esta tierra:
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16:4 Tendrán muertes dolorosas. No los llorarán ni los sepultarán; serán como estiércol
sobre la superficie de la tierra. Serán consumidos por la espada y por el hambre, y sus
cadáveres servirán de comida a las aves del shamaim y a las bestias de la tierra.
16:5 Porque así ha dicho Yahweh: No entres en una Bayit donde haya duelo, no vayas a
lamentar ni a darles tu condolencia; porque he retirado mi favor de este pueblo, mi
compasión y mi Rajem – declara Yahweh.
16:6 Grandes y pequeños por igual morirán en esta tierra, no los sepultarán, no los llorarán,
ni se sajarán ni se harán tonsura por ellos.
16:7 No partirán pan con un do para consolarlo por su difunto, ni le ofrecerán una copa de
consolación por la pérdida de su padre o por su madre.
16:8 Tampoco entres en una Bayit de banquete, para sentarte con ellos a comer y a beber.
16:9 Porque así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael: Voy a eliminar de este lugar,
en tus días y ante tus ojos, la voz de gozo y de alegría, la voz del novio y de la novia.
16:10 Cuando le anuncies todas estas cosas a este pueblo, y te pregunten: ¿Por qué ha
decretado Yahweh contra nosotros todo este mal tan temible? ¿Cuál es la maldad y cuál
es el pecado que hemos cometido contra Yahweh nuestro Elohe?
16:11 diles: Yahweh dice: Porque sus padres me abandonaron, y siguieron a otros Elohe y
les sirvieron y los adoraron; me abandonaron y no guardaron mi Instrucción.
16:12 Y ustedes han actuado peor que sus padres, porque ustedes siguen cada uno su
voluntarioso corazón y no me hacen caso.
16:13 Por eso los arrojaré de esta tierra a una tierra que ni ustedes ni sus padres han
conocido, y allá servirán a otros Elohe, día y noche; porque no les mostraré Rajem.
16:14 Ciertamente, viene un tiempo, declara Yahweh, cuando no se dirá más: ¡Por vida de
Yahweh, que hizo subir a los Yisraelim de la tierra de Mitzraim!,
16:15 sino: ¡Por vida de Yahweh, que hizo subir a los Yisraelim de la tierra del norte, y de
todas las tierras a donde los había desterrado! Pues los traeré de nuevo a su suelo, el
cual di a sus padres.
16:16 Miren, yo envío a muchos pescadores, y los pescarán, declara Yahweh. Y después de
eso enviaré a muchos cazadores, y los cazarán sobre todo monte, sobre toda colina y en
las hendiduras de las peñas.
16:17 Porque mis ojos están sobre todos sus caminos; no están ocultos de mi presencia, su
maldad no se esconde de mi vista.
16:18 Les pagaré completo, no, el doble por su iniquidad y por sus pecados, porque han
contaminado mi tierra con los cadáveres de sus cosas detestables, y han llenado mi
propiedad con sus cosas aborrecibles.
16:19 Oh Yahweh, mi fuerza y mi fortaleza, mi refugio en tiempo de adversidad, a ti
vendrán las naciones desde los extremos de la tierra y dirán: Nuestros padres heredaron
engaños, cosas que son inútiles y sin valor.
16:20 ¿Puede un hombre hacerse deidades? ¡Pero no son deidades!
16:21 Ciertamente, yo les enseñaré, de una vez por todas les enseñaré mi poder y mi
fortaleza. Y aprenderán que mi nombre es Yahweh.
17:1 La culpa de Yahudah está escrita con un estilete de hierro; grabada con punta de
diamante en la tabla de su corazón, y en los cuernos de sus altares,
17:2 mientras sus benei recuerden sus altares y sus postes sagrados, bajo árboles
frondosos, sobre altas colinas.
17:3 Por el pecado de tus altares en todas tus fronteras, haré de tus riquezas un montón en
el campo, y un despojo de todos tus tesoros.
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17:4 Perderás, por tu propio acto, la heredad que yo te di; te haré esclavo de tus enemigos
en una tierra que nunca has conocido. Porque has encendido la llama de mi furor, que
arderá para siempre.
17:5 Así ha dicho Yahweh: Maldito el que confía en el hombre, que se apoya en lo humano,
y aparta sus pensamientos de YAHWEH.
17:6 Será como un arbusto en el midbah, que no siente cuando viene el bien: habita en los
sequedales del midbah, en tierra estéril deshabitada.
17:7 Feliz el hombre que confía en Yahweh, cuya confianza es Yahweh solamente.
17:8 Será como un árbol plantado junto a las aguas, que extiende sus raíces a la corriente:
no siente cuando viene el calor, sus hojas están siempre verdes; no se preocupa en el
año de sequía, no deja de dar fruto.
17:9 El corazón es lo más engañoso que hay, es perverso, ¿quién podrá conocerlo?
17:10 Yo, Yahweh, escudriño el corazón, examino la mente para dar a cada hombre según
su camino y según el fruto de sus obras.
17:11 Como una perdiz que empolla huevos que no puso, así es el que acumula riqueza por
medios injustos; en la mitad de su vida lo dejará, y al final resultará ser un necio.
17:12 ¡Oh Trono de gloria exaltado desde antaño, nuestro Sagrado Santuario!
17:13 Oh Yahweh, la Esperanza de Yisrael, todos los que te abandonan quedarán
avergonzados, los que se apartan de ti serán hombres condenados; porque han
abandonado a Yahweh, la Fuente de aguas vivas.
17:14 Sáname, oh Yahweh, y que quede sano; sálvame, y que quede salvo; porque tú eres
mi gloria.
17:15 Mira, la gente me dice: ¿Dónde está la predicción de YAHWEH? ¡Que se cumpla!
17:16 Pero yo no he evadido ser un pastor en tu servicio, ni he anhelado el día fatal. Tú
conoces las expresiones de mis labios, estuvieron siempre delante de ti.
17:17 No seas causa de terror para mí; tú eres mi refugio en día de calamidad.
17:18 Que se avergüencen mis perseguidores, y no me avergüence yo; que se atemoricen
ellos, y no me atemorice yo. Trae sobre ellos el día de desastre, y despedázalos con
doble destrucción.
17:19 Así me ha dicho Yahweh: Ve y ponte a la Puerta del Pueblo, por la cual entran y salen
los melejim de Yahudah, y en todas las puertas de Yahrusalaim,
17:20 y diles: Oigan la davar de Yahweh, oh melejim de Yahudah, y todo Yahudah, y todos
los habitantes de Yahrusalaim que entran por estas puertas.
17:21 Así ha dicho Yahweh: Guárdense por amor a ustedes mismos de estar trayendo
cargas en el día del SHABBAT para introducirlas por las puertas de Yahrusalaim.
17:22 Tampoco saquen carga de sus Casas en el día del SHABBAT, ni hagan obra alguna,
más bien, santifiquen el día del SHABBAT, como mandé a sus padres.
17:23 Pero ellos no escucharon ni inclinaron su oído; se hicieron testarudos y no hicieron
caso ni aceptaron disciplina.
17:24 Si ustedes me obedecen, declara Yahweh y no introducen cargas por las puertas de
esta ciudad en el día del SHABBAT, sino que consideran Kadosh el Yom del SHABBAT y
no hacen en él ningún trabajo,
17:25 Entonces por las puertas de esta ciudad entrarán melejim que se sienten en el trono
de Dawid, con sus oficiales montados en carros y a caballo, ellos y sus oficiales y los
hombres de Yahudah y los habitantes de Yahrusalaim. Y esta ciudad será habitada para
siempre.
17:26 Y vendrá gente de las ciudades de Yahudah, de los alrededores de Yahrusalaim, de la
tierra de Binyamín, de la Sefelah, de la serranía y del Néguev, trayendo ofrendas
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quemadas y sacrificios, ofrendas de comida e incienso, y trayendo a la Bayit de Yahweh
sacrificios de acción de gracias.
17:27 Pero si ustedes no obedecen mi mandato de considerar kadosh el Yom del SHABBAT,
y de no levantar cargas por las puertas de Yahrusalaim en día del SHABBAT, Entonces
prenderé fuego a sus puertas; consumirá los palacios de Yahrusalaim, y no se extinguirá.
18:1 La davar que vino a de parte de Yahweh:
18:2 Baja a la Bayit del alfarero, y allí te impartiré mis palabras.
18:3 Así que bajé a la Bayit de un alfarero, y lo encontré trabajando en la rueda.
18:4 Y si la vasija que hacía se dañaba como sucede con el barro en las manos del alfarero
él volvía a hacer otro vaso según le parecía mejor.
18:5 Entonces me llegó la davar de Yahweh:
18:6 Oh Bayit de Yisrael, ¿no podré yo hacer con ustedes como hace este alfarero? declara
Yahweh. Como el barro en la mano del alfarero, así son ustedes en mis manos, oh Bayit
de Yisrael.
18:7 En un momento puedo decretar que una nación o un reino sean arrancados,
desmenuzado y destruido;
18:8 pero si esa nación contra la que hice el decreto se vuelve de su maldad, yo desisto del
castigo que había planeado infligirle.
18:9 En otro momento puedo decretar que una nación o un reino sean edificados y
plantado;
18:10 pero si hace lo que me desagrada y no me obedece, Entonces yo desisto del bien que
había planeado hacerle.
18:11 Y ahora, di a los hombres de Yahudah y a los habitantes de Yahrusalaim que así ha
dicho Yahweh: Yo diseño contra ustedes un desastre, y trazo planes contra ustedes.
Vuélvase cada uno de su mal camino, y mejoren sus caminos y sus obras.
18:12 Pero ellos dirán: Es inútil. Seguiremos adelante con nuestros planes; cada uno de
nosotros actuará según su voluntarioso corazón.
18:13 Ciertamente, así ha dicho Yahweh: Pregunten entre las naciones quién ha oído cosa
semejante. Una cosa horrible ha hecho la Doncella Yisrael:
18:14 ¿Olvida uno la nieve del Levanón de los peñasco s montañosos? ¿Abandona uno las
aguas frías que fluyen de Lejos?
18:15 Sin embargo mi pueblo se ha olvidado de mí: le sacrifican a un engaño: los hacen
tropezar en sus caminos, en las sendas antiguas, para andar por senderos, por un camino
no preparado.
18:16 Así su tierra se convierte en una desolación, en una chifleta perpetua. Todo el que
pase por ella quedará horrorizado y meneará la cabeza.
18:17 Como el viento del oriente, los esparciré delante del enemigo. Les veré las espaldas y
no la cara en el día de su desastre.
18:18 Ellos dijeron: Vengan, fragüemos un plan contra –porque la Torah no le faltará al
kohen, ni el consejo al sabio, ni el oráculo al nabí YeshaYah. Vengan, azotémoslo con la
lengua, y no tendremos que seguir oyendo ninguna de sus palabras.
18:19 Escúchame, oh Yahweh, y toma nota de lo que dicen mis enemigos
18:20 ¿Se debe pagar mal por bien? Sin embargo, ellos han cavado un hoyo para mí.
Recuerda cómo me puse de pie delante de ti para hablar bien en favor de ellos, para
apartar de ellos tu ira.
18:21 Oh, entrega sus benei al hambre, tálalos con la espada. Queden sus mujeres
privadas de benei y de esposos, queden sus esposos derribados por la plaga, y sus
jóvenes sean muertos a espada en la guerra.
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18:22 Que se oiga un clamor en sus Casas cuando de repente traigas tropas contra ellos;
porque han cavado un hoyo para atraparme, y han escondido trampas para mis pies.
18:23 Oh Yahweh, tú conoces todas sus tramas para Matarme. No perdones su maldad, ni
borres su culpa de tu presencia. Que tropiecen delante de ti y actúa contra ellos en tu
momento de furor.
19:1 Así ha dicho Yahweh: Ve y compra del alfarero una vasija de barro. Y lleva algunos de
los ancianos del pueblo y ancianos de los kohanim,
19:2 y sal al Valle de Benhinom a la entrada de la Puerta de los Tiestos y proclama allí las
palabras que yo te hable.
19:3 Di: Oigan la davar de Yahweh, oh melejim de Yahudah y habitantes de Yahrusalaim.
Así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael: Voy a traer un desastre tal sobre este
lugar, que a quien lo oiga le reteñirán los oídos.
19:4 Porque ellos y sus padres y los melejim de Yahudah me han abandonado, y han hecho
de este lugar algo extraño para mí; en él les han sacrificado a otros Elohe que ellos no
han experimentado, y han llenado este lugar con sangre de inocentes.
19:5 Han edificado lugares altos a Báal para quemar en el fuego a sus benei como ofrendas
quemadas para Báal; cosa que nunca les mandé, nunca decreté, y que nunca me vino a
la mente.
19:6 Ciertamente, declara YAHWEH, vendrán días cuando este lugar no se llamará más
Tófhet, ni Valle de Benhinom, sino Valle de la Matanza.
19:7 En este lugar frustraré los planes de Yahudah y de Yahrusalaim. Los haré caer a
espada delante de sus enemigos, en manos de los que buscan su vida, y daré sus
cadáveres como comida a las aves del shamaim y a los animales de la tierra.
19:8 Convertiré a esta ciudad en objeto de horror y chifletas; todo el que pase por ella
quedará horrorizado y silbará por causa de todas sus plagas.
19:9 Y les haré comer la carne de sus benei y la carne de sus hijas, y se devorarán las
carnes unos a otros a causa de las desesperadas estrecheces a las que serán reducidos
por sus enemigos, que buscan sus vidas.
19:10 Luego quebrarás la vasija a la vista de los hombres que vayan contigo,
19:11 y les dirás que así ha dicho Yahweh Tzva’ot : Así quebraré a este pueblo y a esta
ciudad, como quien quiebra un vaso de barro que no se puede volver a restaurar. En el
Tófhet serán sepultados hasta que no quede lugar para sepultar.
19:12 Eso es lo que le haré a este lugar y a sus habitantes –declara Yahweh. Convertiré
esta ciudad como al Tófhet:
19:13 las Casas de Yahrusalaim y las Casas de los melejim de Yahudah serán inmundas,
como el lugar del Tófhet todas las Casas sobre cuyos terrados se le hicieron ofrendas a
todo el ejército del shamaim y derramaron libaciones a otros Elohe.
19:14 Cuando regresó del Tófhet, a donde Yahweh lo había enviado para profetizar, se
puso de pie en el atrio de la Bayit de Yahweh y le dijo a todo el pueblo:
19:15 Así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael: Voy a traer sobre esta ciudad y
sobre todas sus aldeas todo el desastre que decreté contra ella; porque se han vuelto
testarudos y no han querido hacer caso a mis palabras.
20:1 Pashtu ben de Irme, el kohen que era primer oficial en la Bayit de Yahweh, oyó a que
profetizaba estas palabras.
20:2 Entonces Pashjur golpeó al nabí YeshaYah y lo puso en la celda de la Puerta Superior
de Binyamín en la Bayit de Yahweh.
20:3 Al día siguiente, Pashjur sacó a de la celda. Pero le dijo: Yahweh te ha llamado, no
Pashtu, sino Magor-misabib (Terror por Todas Partes).
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20:4 Porque así ha dicho Yahweh: Voy a entregarte a ti y a todos tus amigos al terror:
caerán ante la espada de sus enemigo s mientras tú lo contemplas. Entregaré a todo
Yahudah en manos del melej de Bavel; él los exiliará a Bavel o los herirá a espada.
20:5 Y entregaré toda la riqueza, todo el caudal, y todas las posesiones valiosas de esta
ciudad, y también entregaré todos los tesoros de los melejim de Yahudah en manos de
sus enemigos: los cogerán como despojo y los levantarán a Bavel.
20:6 Y tú, Pashtu, y todos los que viven en tu Bayit, irán al cautiverio. Entrarás en Bavel;
allí morirás y allá serán sepultados tú y todos tus amigos a los cuales has profetizado con
falsedad.
20:7 Tú me persuadiste, oh Yahweh, y quedé persuadido; fuiste más fuerte que yo, y
prevaleciste. Todo el día he sido objeto de risa; todos se burlan de mí.
20:8 Porque cada vez que hablo, tengo que gritar, tengo que clamar: ¡Injusticia y rapiña!
Pues la davar de Yahweh me causa constante burla e insulto.
20:9 Yo pensé: No lo mencionaré más, ni hablaré más en su nombre. Pero su davar era
como un fuego ardiente en mi corazón, apresado en mis huesos; no podía contenerlo,
estaba indefenso.
20:10 Oía el cuchicheo de la multitud, terror por todas partes: ¡Denúncienlo, vamos a
denunciarlo! Todos mis supuestos amigos esperan mi tropiezo: Quizás se le pueda
entrampar, y podamos prevalecer contra él y tomar venganza de él.
20:11 Pero Yahweh está conmigo como poderoso guerrero; por eso mis perseguidores
tropezarán; no prevalecerán ni tendrán éxito. Quedarán grandemente avergonzados con
una humillación perpetua, que jamás se olvidará.
20:12 Oh Yahweh Tzva’ot , que pruebas a los justos, que examinas el corazón y la mente,
déjame ver tu retribución sobre ellos, porque ante ti he expuesto mi causa.
20:13 Cántenle a Yahweh, alaben a Yahweh, porque ha rescatado al necesitado de las
manos de los malhechores.
20:14 Maldito sea el día en que nací; no sea bendito el día en que mi madre me dio a luz.
20:15 Maldito el hombre que le dio a mi abba la noticia, y dijo: Te ha nacido un varón, y le
causó tal simja (alegría).
20:16 Que tal hombre llegue a ser como las ciudades que Yahweh derribó sin piedad. Que
oiga alarmas de mañana y gritos de guerra al mediodía;
20:17 porque no me Mató antes de nacer de manera que mi madre hubiera sido mi tumba;
su vientre hubiera quedado encinta para siempre.
20:18 ¿Para qué salí del vientre? ¡Para ver miseria y sufrimiento! ¡Para pasar todos mis días
en vergüenza!
21:1 La davar que le llegó a de parte de Yahweh, cuando el melej Tsidqiyahu envió donde
él a Pashtu ben de Maljiyah y al kohen TzefanYah ben de Amasyah, para que le dijeran:
21:2 Por favor, consulta por nosotros a Yahweh, porque Nebukadnetsar melej de Bavel nos
está atacando. Quizás Yahweh actúe por nosotros según todas sus maravillas, y aquél se
retire de nosotros.
21:3 les respondió: Díganle a Tsidqiyahu
21:4 que así ha dicho Yahweh el Elohe de Yisrael: Voy a hacer volver las armas de guerra
que están en sus manos, con las cuales ustedes combaten tras el muro contra los que los
tienen sitiados a ustedes –el melej de Bavel y los kasditas y los introduciré en medio de
esta ciudad;
21:5 y yo mismo combatiré contra ustedes con brazo extendido y fuerte, con furor, ira y
gran indignación.
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21:6 Golpearé a los habitantes de esta ciudad, hombres y animales: por una terrible
pestilencia morirán.
21:7 Y después, declara YAHWEH, entregaré en manos de Nevukhadnetsar melej de Bavel,
a Tsidqiyahu melej de Yahudah, a sus cortesanos, y al pueblo a los que en esta ciudad
sobrevivan a la peste, la espada y el hambre en manos de sus enemigos, en manos de
los que buscan sus vidas. El los entregará a la espada sin piedad, sin compasión, sin
Rajem.
21:8 Y le dirás a este pueblo que así ha dicho Yahweh: Yo pongo delante de ustedes el
camino de la vida y el camino de la muerte.
21:9 Todo el que se quede en esta ciudad morirá por la espada, por el hambre y por la
pestilencia; pero todo el que salga y se pase a los kasditas, que los tienen sitiados vivirá;
al menos ganará su vida.
21:10 Porque he puesto mi rostro contra esta ciudad para mal, no para bien, declara
Yahweh. Será entregada en manos del melej de Bavel, quien la destruirá con fuego.
21:11 A la Bayit del melej de Yahudah le dirás: Oigan la davar de Yahweh.
21:12 Oh Bayit de Dawid, así ha dicho Yahweh: Rindan veredictos justos, cada mañana;
rescaten a quien es despojado de manos del opresor. Si no, por sus actos perversos mi
ira saldrá como fuego y quemará sin que haya quien la apague.
21:13 Yo estoy contra ustedes, oh habitantes del valle, oh roca de la llanura, declara
Yahweh, ustedes que dicen: ¿Quién puede marchar contra nosotros? ¿Quién puede
meterse en nuestras viviendas?
21:14 Yo los castigaré conforme a sus obras – declara YAHWEH. Prenderé fuego a su
bosque, el cual devorará todos sus alrededores.
22:1 Así ha dicho Yahweh: Baja al palacio del melej de Yahudah donde hablarás estas
palabras.
22:2 Dile: Escucha la davar de Yahweh, oh melej de Yahudah que te sientas en el trono de
Dawid, tú, tus cortesanos y tus súbditos que entran por estas puertas.
22:3 Así ha dicho Yahweh: Hagan lo que es justo y correcto; libren a quien es despo jado de
manos del opresor; no maltraten al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda; no cometan
injusticias, y no derramen la sangre de los inocentes en este lugar.
22:4 Porque si ustedes cumplen este mandato, Entonces por las puertas de este palacio
entrarán melejim del linaje de Dawid que se sientan sobre su trono, montados en carros
de caballos, con sus cortesanos y sus súbditos.
22:5 Pero si no hacen caso de estos mandatos, juro por mí mismo, declara Yahweh, que
este palacio se convertirá en ruinas.
22:6 Porque así ha dicho Yahweh acerca del palacio real de Yahudah: Como Guilad eres
para mí, como la cumbre del Levanón; pero te convertiré en midbah, en ciudades
deshabitadas.
22:7 Designaré destructores contra ti, cada uno con sus herramientas; ellos cortarán tus
cedros escogidos y los echarán en el fuego.
22:8 Y cuando muchas naciones pasen junto a esta ciudad, y se pregunten unos a otros:
¿Por qué le hizo eso Yahweh a esta gran ciudad?
22:9 la respuesta será: Porque abandonaron la alianza con YAHWEH su Elohe, y se
postraron ante otros Elohe y les rindieron culto.
22:10 No lloren por el muerto; no se lamenten por él; lloren más bien por el que se va,
porque jamás volverá a ver la tierra donde nació.
22:11 porque así ha dicho Yahweh acerca de Shalum ben de Yoshiyahu, melej de Yahudah,
que sucedió a su padre Yoshiyahu y que salió de este lugar: No volverá jamás.
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22:12 En el lugar a donde lo han exiliado, allí morirá, y no volverá a ver esta tierra.
22:13 Ay del que edifica su Bayit sin justicia, y sus aposentos altos sin derecho, que hace
trabajar a su prójimo sin paga, sin pagarle su salario.
22:14 El que piensa: Edificaré para mí un palacio espacioso con amplias salas, con ventanas,
cubierto con cedro, y lo pintaré de colorado.
22:15 ¿Piensas que eres más melej porque compites con cedro? Tu padre comió y bebió y
dispensó justicia y equidad. Entonces le fue bien.
22:16 El defendió los derechos del pobre y del necesitado. Entonces le fue bien. Eso es en
verdad conocerme, declara Yahweh.
22:17 Pero tus ojos y tu mente están puestos sólo en tus ganancias mal habidas, en
derramar la sangre de los inocentes, y en cometer fraude y violencia.
22:18 Ciertamente, así ha dicho Yahweh acerca de Yahoyaqim ben de Yoshiyahu, melej de
Yahudah: No lo lamentarán diciendo: ¡Ay, ají mío! y ¡Ay, hermana mía! Ni lo lamentarán
diciendo: ¡Ay, amo! y ¡Ay Su Majestad!
22:19 Tendrá un entierro de un asno, arrastrado y echado más allá de las puertas de
Yahrusalaim.
22:20 Sube al Levanón y grita; Levanta tu voz en Bashán, grita desde Abarim, porque todos
tus amantes están aplastados.
22:21 Te hablé cuando eras próspero, pero dijiste: No escucharé. Este ha sido tu
comportamiento desde tu juventud, nunca me has hecho caso.
22:22 El viento devorará a todos tus pastores, y tus amantes irán en cautiverio. Entonces
quedarás avergonzado y humillado por toda tu depravación.
22:23 Tú que habitas en el Levanón, anidado entre los cedros. ¡Cuánta belleza tendrás
cuando te vengan los dolores, angustia como la de parto!
22:24 ¡Por vida mía, declara Yahweh, que si tú, oh melej Konyahu, ben de Yahoyaqim,
melej de Yahudah, fueras el anillo de sellar en mi mano derecha, aun de allí te
arrancaría!
22:25 Te entregaré en manos de los que buscan tu vida, en manos de aquéllos a quienes
temes, en manos de Nevukhadnetsar, melej de Bavel, y en manos de los kasditas.
22:26 Te arrojaré a ti y a tu madre que te dio a luz, a una tierra extraña donde no nacieron
ustedes, y allá morirán.
22:27 No volverán a la tierra a la cual anhelarán regresar.
22:28 ¿Acaso es este hombre Konyahu una olla despreciable y rota, una vasija que nadie
quiere? ¿Por qué han sido arrojados él y sus descendientes, y echados a una tierra que
no conocían?
22:29 ¡Oh tierra, tierra, tierra, escucha la davar de Yahweh!
22:30 Así ha dicho Yahweh: Inscriban a este hombre como uno privado de sucesión, un
hombre que nunca será hallado aceptable; porque ningún hombre de su descendencia
será aceptado para sentarse en el trono de Dawid y gobernar de nuevo en Yahudah.
23:1 ¡Ay de los pastores que extravían y dispersan a las ovejas de mi prado! declara
Yahweh.
23:2 Ciertamente, así ha dicho Yahweh el Elohe de Yisrael a los pastores que apacientan a
mi pueblo: Ustedes fueron los que dispersaron y extraviaron a mis ovejas. No se
ocuparon de ellas, pero yo me voy a ocupar de ustedes, por sus malas obras, declara
Yahweh.
23:3 Yo mismo recogeré al remanente de mis ovejas de todas las tierras a donde las
desterré y las haré volver a sus pastizales, donde serán fecundas y se multiplicarán.
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23:4 Pondré sobre ellas pastores que las atiendan; no temerán más, ni se atemorizarán; y
no faltará ninguna, declara Yahweh.
23:5 Miren, viene un tiempo, declara Yahweh, en que levantaré un retoño verdadero del
linaje de Dawid. Él reinará como melej y prosperará y hará lo que es justo y recto en la
tierra.
23:6 En sus días será librado Yahudah, e Yisrael habitará seguro. Y este es el nombre con el
que se le llamará: Yahweh es nuestro Vindicador.
23:7 Ciertamente, declara Yahweh, viene un tiempo en que no se dirá más: Por vida de
Yahweh, que hizo subir a los benei de Yisrael de la tierra de Mitzraim,
23:8 sino: Por vida de Yahweh, que sacó y condujo a los descendientes de la Bayit de
Yisrael desde la tierra del norte y desde todas las tierras a donde los había desterrado. Y
habitarán en su propio suelo.
23:9 Para el nabí: Mi corazón está quebrantado dentro de mí; todos mis huesos tiemblan;
me he puesto como un hombre ebrio, como un hombre vencido por el vino a causa de
Yahweh y su santa davar.
23:10 Porque la tierra está llena de adúlteros, la tierra está enlutada por causa de una
maldición; los pastizales del midbah se han secado. Porque corren a hacer lo malo, se
esfuerzan en hacer el mal.
23:11 Porque tanto el nabí YeshaYah como el kohen son unos impíos; aun en mi Bayit
encuentro su maldad, declara Yahweh.
23:12 Ciertamente, su camino se volverá como suelo resbaloso; en la oscuridad los
empujarán y caerán ahí; porque yo traeré desastre sobre ellos, el año de su condena,
declara Yahweh.
23:13 En los nabíes de Shomrón he visto algo repulsivo: Profetizan en nombre de Báal y
extravían a mi pueblo Yisrael.
23:14 Pero lo que he visto en los nabíes de Yahrusalaim es algo horrible: adulterio y tratos
falsos. Animan a los malhechores, de manera que ninguno se aparta ni vuelve de su
maldad. Todos ellos son para mí como Sedom, y todos sus habitantes como Amorah.
23:15 Ciertamente, así ha dicho Yahweh Tzva’ot acerca de los nabíes: Los voy a hacer
comer ajenjo y beber un trago amargo; porque de los nabíes de Yahrusalaim ha salido la
impiedad a todo el país.
23:16 Así ha dicho Yahweh Tzva’ot : No escuchen las palabras de los nabíes que les
profetizan. Ellos los están engañando, las profecías que dicen son de su propia mente, no
de la boca de Yahweh.
23:17 Les declaran a los que me desprecian: Todo les irá bien. Y a todo el que sigue su
voluntarioso corazón le dicen: Ningún mal les sobrevendrá.
23:18 Pero el que ha estado en el concilio de Yahweh, y ha visto, y ha oído su davar –el que
ha escuchado su davar tiene que obedecer.
23:19 Miren, la tormenta de YAHWEH sale con furia, una tormenta arrebatadora, caerá
sobre la cabeza de los impíos.
23:20 La ira de YAHWEH no se apartará hasta que haya cumplido y completado sus
propósitos. En los días venideros ustedes lo percibirán claramente.
23:21 Yo no envié a aquéllos nabí, pero ellos corrieron; yo no les hablé, pero ellos
profetizaron.
23:22 Si hubieran estado en mi concilio, habrían anunciado mis palabras a mi pueblo y los
habrían hecho volver de su mal camino y sus o bras perversas.
23:23 ¿Acaso soy yo un Elohe de cerca, y no un Elohe de Lejos? –dice YAHWEH.
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23:24 Si alguien se oculta en un escondite, ¿no lo veré yo? –dice YAHWEH. Porque yo lleno
el shamaim y la tierra. –declara YAHWEH.
23:25 He oído lo que dijeron aquéllos nabí que profetizan falsamente en mi nombre: ¡Tuve
un sueño, tuve un sueño!
23:26 ¿Hasta cuándo estará en la mente de los nabíes que profetizan falsedad, nabí de sus
propias mentes engañosas?
23:27 el plan de hacer que mi pueblo olvide mi nombre, por medio sus sueños que se
cuentan unos a otros, tal como sus padres olvidaron mi nombre por causa de Báal?
23:28 El nabí YeshaYah que tenga un sueño, que cuente el sueño; y el que haya recibido mi
davar, que informe mi davar con fidelidad. ¿Cómo se puede comparar la paja con el
trigo?, declara Yahweh.
23:29 Miren, mi davar es como el fuego, declara Yahweh, y como el martillo que despedaza
la roca.
23:30 Ciertamente, me voy a encargar de los nabíes que hurtan mis palabras unos de otros,
declara Yahweh.
23:31 Me voy a encargar de los nabíes que menean la lengua y pretenden ser inspirados,
declara Yahweh.
23:32 Me voy a encargar de los que profetizan sueños mentirosos, declara Yahweh, y los
cuentan para extraviar a mi pueblo con sus descaradas mentiras, cuando yo no los envié
ni les mandé. Ningún bien le hacen a este pueblo, declara Yahweh.
23:33 Y cuando este pueblo –o algún nabí YeshaYah o kohen– te pregunte: ¿Cuál es el
encargo de YAHWEH? les dirás: ¿Cuál es el encargo? Que yo los rechazaré –declara
YAHWEH.
23:34 Al nabí YeshaYah o kohen o laico que diga: Encargo de YAHWEH, yo castigaré a esa
persona y a su Bayit.
23:35 Así se hablarán ustedes unos a otros, cada cual a su compañero: ¿Qué ha respondido
YAHWEH? o ¿Qué ha hablado YAHWEH?
23:36 Pero nunca más mencionen el encargo de YAHWEH. ¿Considera cada uno su propia
davar como un encargo, para que ustedes perviertan las palabras del Elohe vivo, Yahweh
Tzva’ot , nuestro Elohe?
23:37 Así le dirás al nabí YeshaYah: ¿Qué te respondió YAHWEH? o ¿Qué habló YAHWEH?
23:38 Pero si ustedes dicen: el encargo de YAHWEH – ciertamente, así ha dicho YAHWEH:
Por cuanto ustedes dijeron: el encargo de YAHWEH, cuando yo no los mandé a decir: el
encargo de YAHWEH,
23:39 yo los olvidaré por completo y los arrojaré de mi presencia, junto con la ciudad que
les di a ustedes y a sus padres.
23:40 Y pondré sobre ustedes deshonra perpetua, humillación perpetua, que nunca se
olvidará.
24:1 Yahweh me mostró dos canastas de higos, puestas en frente del Templo de Yahweh.
Esto fue después que Nevukhadretsar el melej de Bavel exilió al melej Yekonyahu ben de
Yahoyaqim, melej de Yahudah, y a los oficiales de Yahudah, y a los artesanos y a los
herreros, de Yahrusalaim a Bavel.
24:2 Una de las canastas contenía higos muy buenos, como higos de primera cosecha; y la
otra canasta contenía higos muy malos, tan malos que no se podían comer.
24:3 Y Yahweh me dijo: ¿Qué ves? Yo le respondí: Higos, los buenos son muy buenos, y los
malos son muy malos, tan malos que no se pueden comer.
24:4 Entonces me llegó la Davar de Yahweh:
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24:5 Así ha dicho Yahweh, el Elohe de Yisrael: Como a estos higos buenos, así consideraré
para bien, a los exiliados de Yahudah a quienes eché de este lugar a la tierra de los
kasditas.
24:6 Los miraré favorablemente, y los traeré de nuevo a esta tierra; los edificaré y no los
derribaré; los plantaré y no los arrancaré.
24:7 Y les daré entendimiento para que me reconozcan, pues yo soy YAHWEH. Ellos serán
mi pueblo, y yo seré su Elohe, cuando se vuelvan a mí de todo corazón.
24:8 Y como con los higos malos, que por ser tan malos no se pueden comer, –dice
YAHWEH– así trataré a Tsidqiyahu melej de Yahudah, a sus oficiales, al remanente de
Yahrusalaim que ha sido dejado en esta tierra y a los que viven en la tierra de Mitzraim:
24:9 Los haré un objeto de horror –un mal– para todos los reinos de la tierra, una desgracia
y un refrán, una mala davar y una maldición en todos los lugares a donde los desterré.
24:10 Y enviaré contra ellos la espada, el hambre y la pestilencia, hasta que sean
exterminados del suelo que les di a ellos y a sus padres.
25:1 La davar que le llegó a acerca de todo el pueblo de Yahudah, en el cuarto año de
Yahoyaqim ben de Yoshiyahu, melej de Yahudah, que era el primer año de
Nevukhadnetsar, melej de Bavel.
25:2 Esto fue lo que les dijo el nabí YeshaYah a todo el pueblo de Yahudah y a todos los
habitantes de Yahrusalaim:
25:3 Desde el año trece de Yoshiyahu ben de Amón, melej de Yahudah, hasta este día –
estos veintitrés años– me ha llegado la davar de YAHWEH. Les he hablado
persistentemente, pero ustedes no han querido escuchar.
25:4 Además, YAHWEH les envió constantemente todos sus siervos los nabíes, pero ustedes
no quisieron escuchar ni inclinaron su oído para oír
25:5 cuando les decían: Vuélvanse, cada uno, de su mal camino y de sus obras perversas,
para que permanezcan para siempre en la tierra que YAHWEH les ha dado a ustedes y a
sus padres.
25:6 No sigan a otros Elohe, para servirles y adorarlos. No me enojen con la obra de sus
manos, y no traeré desastre sobre ustedes.
25:7 Pero ustedes no quisieron escucharme –declara YAHWEH– sino que me enojaron con la
obra de sus manos, para su propio perjuicio.
25:8 Ciertamente, así ha dicho Yahweh Tzva’ot : Por cuanto ustedes no quisieron escuchar
mis palabras,
25:9 yo voy a mandar a buscar a todos los pueblos del norte –declara YAHWEH– y a mi
siervo Nevukhadnetsar, melej de Bavel, y los traeré contra esta tierra y contra sus
habitantes, y contra todas las naciones de alrededor. Los exterminaré y los convertiré en
desolación, en objeto de chifletas –ruinas perpetuas.
25:10 Y haré desaparecer de ellos la voz de gozo y de alegría, la voz del novio y la voz de la
novia, el ruido de las piedras del molino y la luz de la lámpara.
25:11 Toda esta tierra será una ruina desolada. Y estas naciones servirán al melej de Bavel
durante Setenta años.
25:12 Cuando se hayan cumplido los Setenta años, castigaré al melej de Bavel y a aquella
nación y a la tierra de los kasditas por sus pecados –declara YAHWEH– y la convertiré en
desolación perpetua.
25:13 Traeré contra aquella tierra todo lo que he decretado contra ella, todo lo que está
registrado en este libro –lo que ha profetizado contra todas las naciones.
25:14 Porque ellos también serán esclavizados por muchas naciones y grandes melejim; y
yo les retribuiré conforme a sus hechos y conforme a su conducta.
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25:15 Porque así me ha dicho YAHWEH el Elohe de Yisrael: Toma de mi mano esta copa de
vino –de ira– y da de beber a todas las naciones a las cuales te envío.
25:16 Que beban y vomiten y actúen como locos, a causa de la espada que yo envío entre
ellas.
25:17 Así que tomé la copa de la mano de YAHWEH y di de beber a todas las naciones a las
cuales YAHWEH me había enviado:
25:18 A Yahrusalaim y a las ciudades de Yahudah, a sus melejim y a sus oficiales, para
convertirlos en una ruina desolada, en objeto de chifletas y en maldición –como es ahora
el caso;
25:19 al Paroh melej de Mitzraim, a sus cortesanos, a sus oficiales, a todo su pueblo
25:20 y a toda su población asimilada; a todos los melejim de la tierra de Uts y a todos los
melejim de la tierra de Peléshet – Ashqelón, Aza, Eqrón y los sobrevivientes de Ashdod;
25:21 a Edom, a Moab, a Amón;
25:22 a todos los melejim de Tsor, a todos los melejim de Tsidón y a los melejim de las
costas al otro lado del mar;
25:23 a Dedán, a Tema, a Buz y a todos los que se cortan el cabello;
25:24 a todos los melejim de Arabia y a todos los melejim de la población asimilada que
vive en el midbah;
25:25 a todos los melejim de Zimrí, a todos los melejim de Elam y a todos los melejim de
Media;
25:26 a todos los melejim del norte, tanto a los cercanos como a los lejanos unos de otros,
a todos los reinos que hay sobre la tierra. Y el último de todos en beber será el melej de
Sheshakh.
25:27 Diles que así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael: Beban y embriáguense
vomiten; caigan y nunca vuelvan a Levantarse, a causa de la espada que yo envío contra
ustedes.
25:28 Y si rehúsan tomar la copa de tu mano para beber, diles que así ha dicho Yahweh
Tzva’ot : ¡Tienen que beberla!
25:29 Si estoy trayendo el castigo primero sobre la ciudad que lleva mi nombre, ¿esperan
ustedes quedar sin castigo? ¡No quedarán sin castigo, porque yo estoy llamando la
espada contra todos los habitantes de la tierra! –declara Yahweh Tzva’ot .
25:30 Tú vas a profetizar contra ellos todas estas palabras y les dirás: YAHWEH ruge desde
lo alto, hace oír su voz desde su santa morada; ruge enfurecido sobre su morada
terrestre; emite un grito como el de los que pisan la uva, contra todos los habitantes de
la tierra.
25:31 El tumulto llegó hasta el extremo de la tierra, porque YAHWEH tiene litigio contra las
naciones, él entra en juicio contra toda carne. Entrega los impíos a la espada –declara
YAHWEH.
25:32 Así ha dicho Yahweh Tzva’ot : El desastre irá de nación en nación; una gran tormenta
se ha desatado desde las partes más remotas de la tierra.
25:33 En aquel día los muertos por YAHWEH estarán tirados por la tierra, de un extremo al
otro. No los llorarán, no los recogerán, ni los sepultarán; se convertirán en estiércol sobre
la superficie de la tierra.
25:34 ¡Giman, ustedes pastores, y griten! Tírense polvo encima, ustedes mayorales del
rebaño; porque se acerca el día de su degüello. Yo los haré pedazos, y caerán como una
vasija valiosa.
25:35 Les faltará refugio a los pastores, y escape a los mayorales del rebaño.
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25:36 ¡Oigan! Se oye el griterío de los pastores, y el gemido de los mayorales del rebaño.
Porque YAHWEH está devastando sus prados.
25:37 Las apacibles praderas serán devastadas por la feroz ira de YAHWEH.
25:38 Como un león, ha salido de su guarida; la tierra se ha convertido en desolación, a
causa de la ira opresiva, a causa de su feroz enojo.
26:1 Al principio del reinado de Yahoyaqim ben de Yoshiyahu, melej de Yahudah, le llegó
esta davar de YAHWEH:
26:2 Así ha dicho YAHWEH: Ponte de pie en el atrio de la Bayit de YAHWEH y habla todas
las palabras que te mando que hables, a todos los de las ciudades de Yahudah que
vienen para adorar en la Bayit de YAHWEH. No omitas nada.
26:3 Quizás oigan y se vuelvan, cada uno de su mal camino, y yo renuncie al castigo que
estoy planeando traer sobre ellos por sus malas obras.
26:4 Les dirás que así ha dicho YAHWEH: Si ustedes no me obedecen, viviendo según la
Torah que les he puesto delante,
26:5 haciéndole caso a las palabras de mis siervos los nabíes que persistentemente les he
estado enviando, pero ustedes no han hecho caso.
26:6 Entonces haré a esta Bayit como hice a Shiló, y pondré esta ciudad como una
maldición para todas las naciones de la tierra.
26:7 Los kohanim, los nabíes y todo el pueblo oyeron a hablar estas palabras en la Bayit de
YAHWEH.
26:8 Y cuando terminó de decir todo lo que YAHWEH le había mandado que hablara a todo
el pueblo, lo apresaron los kohanim, el nabí y todo el pueblo, gritando: ¡Vas a morir!
26:9 ¿Cómo te atreves a profetizar en nombre de YAHWEH que esta Bayit vendrá a ser
como Shiló, y esta ciudad quedará desolada, sin habitante? Y todo el pueblo se reunió
contra en la Bayit de YAHWEH.
26:10 Cuando los oficiales de Yahudah oyeron sobre esto, subieron del palacio del melej a
la Bayit de YAHWEH y tuvieron una sesión a la entrada de la Puerta Nueva de la Bayit de
YAHWEH.
26:11 Los kohanim y los nabíes les dijeron a los oficiales y a todo el pueblo: ¡Este hombre
merece la pena de muerte, porque ha profetizado contra esta ciudad, como ustedes
mismos han oído!
26:12 les dijo a todos los magistrados y a todo el pueblo: Fue YAHWEH quien me mandó a
profetizar contra esta Bayit y contra esta ciudad todas las palabras que ustedes oyeron.
26:13 Así que, corrijan sus caminos y sus obras, y háganle caso a YAHWEH su Elohe, para
que YAHWEH renuncie al castigo que ha decretado para ustedes.
26:14 En cuanto a mí, yo estoy en sus manos: hagan de mí lo que les parezca bueno y
correcto.
26:15 Pero sepan que si me Matan, ustedes y esta ciudad y sus habitantes serán culpables
de derramar la sangre de un hombre inocente. Porque en verdad YAHWEH me ha enviado
a ustedes para decirles todas estas palabras.
26:16 Entonces los oficiales y todo el pueblo dijeron a los kohanim y al nabí: Este hombre
no merece la pena de muerte, porque nos habló en nombre de YAHWEH, nuestro Elohe.
26:17 Y algunos de los ancianos del país se Levantaron y le hablaron a toda la asamblea del
pueblo:
26:18 Mikhah el morashita, que profetizó en tiempos de Jizqiyahu, melej de Yahudah, le
dijo a todo el pueblo de Yahudah: Así ha dicho Yahweh Tzva’ot : Tzión será arada como
un campo, Yahrusalaim se convertirá en un montón de ruinas y el Monte del Templo en
un altar en el bosque.
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26:19 ¿Acaso Jizqiyahu, melej de Yahudah, y todo Yahudah lo Mataron? ¿No temió más bien
a YAHWEH y le imploró a YAHWEH, de modo que YAHWEH renunció del castigo que había
decretado contra ellos? Nosotros estamos a punto de hacer un mal grande contra
nosotros mismos.
26:20 Hubo también un hombre que profetizaba en nombre de Yahweh: Uriyahu ben de
Shemayahu, de Qiryathayearim, el cual profetizó contra esta ciudad y contra esta tierra
la mismas cosa que dijo.
26:21 El melej Yahoyaqim y todos sus guerreros y todos los oficiales oyeron acerca de su
discurso, y el melej quería Matarlo. Pero Uriyahu se enteró y huyó por temor, y se fue a
Mitzraim.
26:22 Pero el melej Yahoyaqim envió a Mitzraim unos hombres: a Elnatán ben de Ajvor y a
otros hombres con él.
26:23 Ellos sacaron a Uriyahu de Mitzraim y lo llegaron al melej Yahoyaqim, quien hizo que
lo Mataran a espada y echaran su cadáver en los sepulcros del pueblo común.
26:24 Sin embargo, Ajiqam ben de Shafán protegió a, de manera que no se lo entregaron al
pueblo para ejecución.
27:1 Al principio del reinado de Yahoyaqim ben de Yoshiyahu, melej de Yahudah, le llegó a
esta davar de YAHWEH:
27:2 Así me dijo YAHWEH: Hazte coyundas y yugos, y póntelos sobre el cuello.
27:3 Luego envíaselos al melej de Edom, al melej de Moab, al melej de los amonitas al
melej de Tsor y al melej de Tsidón, por medio de los enviados que han venido a
Yahrusalaim a Tsidqiyahu, melej de Yahudah;
27:4 y encárgales que digan a sus amos que así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de
Yisrael: Díganle esto a sus amos:
27:5 Fui yo quien hizo la tierra, al hombre y a los animales que están sobre la faz de la
tierra, por mi gran poder y mi brazo extendido: y la doy a quien me place.
27:6 Ahora yo le entrego todas estas tierras a mi siervo Nevukhadnetsar melej de Bavel; le
doy aun los animales del campo, para que le sirvan.
27:7 Todas las naciones le servirán a él, a su ben y a su nieto – hasta que también le llegue
el turno a su propia tierra, cuando muchas naciones y grandes melejim lo subyugarán.
27:8 A la nación o al reino que no le sirva a Nevukhadnetsar el melej de Bavel, y que no
ponga su cuello bajo el yugo del melej de Bavel, a esa nación la visitaré con espada,
hambre y pestilencia, hasta que la haya destruido por medio de su mano – declara
YAHWEH.
27:9 Ustedes, no hagan caso a sus nabíes, ni a sus encantadores, ni a sus soñadores, ni a
sus adivinos ni a sus hechiceros, que les dicen a ustedes: No le sirvan al melej de Bavel.
27:10 Porque ellos les profetizan mentira –con el resultado de que ustedes serán dejados
de su tierra; y yo los expulsaré y ustedes perecerán.
27:11 Pero a la nación que ponga su cuello bajo el yugo del melej de Bavel y le sirva, la
dejaré en su suelo, para labrarlo y habitar en él –declara YAHWEH.
27:12 También le hablé a Tsidqiyahu melej de Yahudah de la misma manera: Pongan sus
cuellos bajo el yugo del melej de Bavel; sírvanle a él y a su pueblo, y vivirán.
27:13 De otra manera morirás tú junto con tu pueblo por la espada, el hambre y la
pestilencia, como decretó YAHWEH contra cualquier nación que no le sirva al melej de
Bavel?
27:14 No hagan caso a las palabras de los nabíes que les dicen: No le sirvan al melej de
Bavel, pues les profetizan mentira.
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27:15 Yo no los envié, declara Yahweh, y ellos profetizan falsamente en mi nombre, con el
resultado de que yo los expulsaré a ustedes y perecerán, junto con los nabíes que les
profetizan.
27:16 Y a los kohanim y a todo el pueblo les dije: Así dice Yahweh: No hagan caso a las
palabras de los nabíes que les profetizan diciendo que los utensilios de la Bayit de
Yahweh serán traídos pronto de Bavel, porque les profetizan mentira.
27:17 No les hagan caso. Sírvanle al melej de Bavel y vivan. De otra manera esta ciudad se
convertirá en una ruina.
27:18 Si ellos son verdaderamente nabí y si la davar de Yahweh está con ellos, que
intercedan ante Yahweh Tzva’ot para que no vayan a Bavel los utensilios que han
quedado en la Bayit de Yahweh, en el palacio real de Yahudah y en Yahrusalaim.
27:19 Porque así ha dicho Yahweh Tzva’ot acerca de las columnas, de la fuente, de las
bases, y del resto de los utensilios que quedan en esta ciudad,
27:20 y que no se llevó Nevukhadnetsar melej de Bavel, cuando exilió a Bavel a Yekonyah
ben de Yahoyaqim, melej de Yahudah, con todos los nobles de Yahudah y de
Yahrusalaim;
27:21 porque así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael, acerca de los objetos que
han quedado en la Bayit de Yahweh, en el palacio real de Yahudah, y en Yahrusalaim:
27:22 Se los levantarán a Bavel y allí estarán hasta el día en que yo tome nota de ellos,
declara Yahweh, y los traiga, y los restituiré a este lugar.
28:1 Ese año, al principio del reinado de Tsidqiyahu melej de Yahudah, en el mes quinto del
cuarto año, Jananyah ben de Azur, el nabí YeshaYah que era de Guivón, me habló en la
Bayit de YAHWEH, en presencia de los kohanim y de todo el pueblo. Dijo:
28:2 Así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael: Ahora rompo el yugo del melej de
Bavel.
28:3 Dentro de dos años haré volver a este lugar todos los utensilios de la Bayit de
YAHWEH que Nevukhadnetsar melej de Bavel tomó de este lugar y los llevó a Bavel.
28:4 También haré volver a este lugar a Yekonyah ben de Yahoyaqim, melej de Yahudah, y
a todos los exiliados de Yahudah que fueron a Bavel –declara YAHWEH. Sí, romperé el
yugo del melej de Bavel
28:5 Entonces el nabí YeshaYah le respondió al nabí YeshaYah Jananyah, en presencia de
los kohanim y de todo el pueblo que estaba de pie en la Bayit de YAHWEH.
28:6 El nabí YeshaYah dijo: ¡Amén! Así lo haga YAHWEH. Que YAHWEH cumpla lo que tú
has profetizado y que traiga de Bavel a este lugar los utensilios de la Bayit de YAHWEH y
a todos los exiliados.
28:7 Sin embargo, escucha esta davar que yo dirijo a ti y a todo el pueblo:
28:8 Los nabí que vivieron antes de ti y antes de mí, desde tiempos antiguos, profetizaron
de guerras, de desastres y de pestilencias contra muchas tierras y grandes reinos.
28:9 Así que si un nabí YeshaYah profetiza bienestar, Entonces solamente cuando se
cumpla su davar se sabrá que verdaderamente lo envió YAHWEH.
28:10 Pero el nabí YeshaYah Jananyah quitó el yugo del cuello del nabí YeshaYah y lo
rompió;
28:11 y Jananyah dijo en presencia de todo el pueblo: Así ha dicho YAHWEH: Así romperé
el yugo de Nevukhadnetsar, melej de Bavel, del cuello de todas las naciones, dentro de
dos años. Y el nabí YeshaYah se fue por su camino.
28:12 Después que el nabí YeshaYah Jananyah rompió el yugo del cuello del nabí YeshaYah,
le llegó la davar de YAHWEH a:
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28:13 Ve, háblale a Jananyah y dile que así ha dicho YAHWEH: Tú has roto yugos de
madera, pero en lugar de ellos harás yugos de hierro.
28:14 Porque así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael: He puesto un yugo de
hierro sobre el cuello de todas estas naciones, para que le sirvan a Nevukhadnetsar,
melej de Bavel – ¡y le servirán! Le he dado a él aun los animales del campo.
28:15 Y el nabí YeshaYah le dijo al nabí YeshaYah Jananyah: Escucha, Jananyah: YAHWEH
no te ha enviado, y tú has hecho que este pueblo confíe en la mentira.
28:16 Por tanto, así ha dicho YAHWEH: Yo te voy a quitar de sobre la faz de la tierra.
Morirás en este mismo año, porque incitaste la deslealtad a YAHWEH.
28:17 Y el nabí YeshaYah Jananyah murió ese mismo año, en el mes séptimo.
29:1 Este es el texto de la carta que el nabí YeshaYah envió de Yahrusalaim a los kohanim,
a los nabí, al resto de los ancianos de la comunidad exiliada, y a todo el pueblo que
Nevukhadnetsar había exiliado de Yahrusalaim a Bavel
29:2 –después de haber salido de Yahrusalaim el melej Yekhonyah y la reina madre, los
eunucos, los oficiales de Yahudah y de Yahrusalaim, los artesanos y los herreros.
29:3 La carta fue enviada por medio de Elasa ben de Shafán y de Guemaryah ben de
Jilqiyah, a quienes Tsidqiyahu melej de Yahudah había enviado a Bavel, a
Nevukhadnetsar melej de Bavel. Y decía:
29:4 Así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael, a toda la comunidad que exilié de
Yahrusalaim a Bavel:
29:5 Edifiquen Casas y vivan en ellas, planten huertos y coman de su fruto.
29:6 Tomen esposas y engendren benei e hijas; y tomen esposas para sus benei, y denles
sus hijas a esposos, para que den a luz benei e hijas. Multiplíquense allí, no disminuyan.
29:7 Procuren el bienestar de la ciudad a la cual los he exiliado y rueguen por ella a
YAHWEH; porque en su prosperidad prosperarán ustedes.
29:8 Porque así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael: Que no los engañen los
nabíes que hay en su medio, ni sus adivinos, y no hagan caso de los sueños que ellos
sueñan.
29:9 Pues ellos les profetizan falsamente en mi nombre; yo no los envié – declara YAHWEH.
29:10 Porque así ha dicho YAHWEH: Cuando se cumplan los Setenta años para Bavel,
tomaré nota de ustedes, y les cumpliré mi promesa de favorecerlos –para hacerlos
regresar a este lugar.
29:11 Porque yo sé los planes que tengo acerca de ustedes –declara YAHWEH– planes para
su bienestar y no para desastre, para darles un futuro esperanzador.
29:12 Cuando ustedes me invoquen, y vengan y oren a mí, yo les prestaré atención.
29:13 Me buscarán y me hallarán, si me buscan con todo su corazón.
29:14 Me dejaré hallar de ustedes –declara YAHWEH– y les restauraré su suerte. Y los
reuniré de todas las naciones y de todos los lugares a donde los he desterrado –declara
YAHWEH– y los haré volver al lugar de donde los exilié.
29:15 Ustedes dicen: YAHWEH nos ha Levantado nabí en Bavel.
29:16 Pero así ha dicho YAHWEH acerca del melej que se sienta en el trono de Dawid y de
todo el pueblo que habita en esta ciudad, sus ajís que no salieron en exilio con ustedes
29:17 –así ha dicho Yahweh Tzva’ot : Voy a enviar contra ellos la espada, el hambre y la
pestilencia y los trataré como higos despreciables, tan malos que no se pueden comer.
29:18 Los perseguiré con espada, con hambre y con pestilencia, y haré que sean motivo de
horror para todos los reinos de la tierra, maldición y objeto de horror y chifletas y burla
entre todas las naciones a las cuales los he desterrado,
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29:19 porque no escucharon mis palabras, declara Yahweh, cuando persistentemente les
enviaba mis siervos los nabíes, y no hicieron caso, declara Yahweh.
29:20 Pero oigan la davar de Yahweh, toda la comunidad expatriada de Yahrusalaim a Bavel.
29:21 Así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael, acerca de Ajav ben de Qolayah y de
Tsidqiyahu ben de Amasyah, quienes les profetizan falsamente en mi nombre: Voy a
entregarlos en manos de Nevukhadnetsar melej de Bavel, y él los matará ante los ojos de
ustedes.
29:22 Y toda la comunidad de Yahudah que está en Bavel usará una maldición derivada del
destino de ellos: Yahweh te haga como a Tsidqiyahu y como a Ajav, a quienes el melej de
Bavel echó al fuego,
29:23 –porque hicieron infamia en Yisrael, cometiendo adulterio con las esposas de sus
prójimos y hablando en mi nombre palabras falsas que no les mandé. Yo soy el que sabe
y da testimonio, declara Yahweh.
29:24 Concerniente a Shemayah de Nejelam dirás:
29:25 que así ha hablado Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael: Por cuanto en tu propio
nombre enviaste cartas a todo el pueblo que está en Yahrusalaim, al kohen TzefanYah
ben de Amasyah y a todos los demás kohanim, diciendo:
29:26 Yahweh te nombró kohen en lugar del kohen Yahoyadah, para que ejerzas autoridad
en la Bayit de Yahweh sobre todo hombre loco que se ponga a profetizar, y lo metas en el
cepo y en el collar de hierro.
29:27 Ahora, ¿por qué no has reprendido al anatotita, que profetiza entre ustedes?
29:28 Porque por cierto nos ha enviado a decir en Bavel: Será por un largo tiempo.
Edifiquen Casas y vivan en ellas; planten huertos y disfruten de su fruto.
29:29 Cuando el kohen TzefanYah leyó esta carta a oídos del nabí YeshaYah.
29:30 le llegó la davar de Yahweh diciendo:
29:31 Mándale a decir a toda la comunidad exiliada que así ha dicho Yahweh acerca de
Shemayah de Nejelam: Porque Shemayah les profetizó sin que yo lo enviara, y les hizo
falsas promesas,
29:32 ciertamente, así ha dicho Yahweh: Voy a castigar a Shemayah de Nejelam y a su
descendencia. No tendrá un solo hombre de su linaje que habite en medio de este pueblo
y que vea el bien que le voy a hacer a mi pueblo, declara Yahweh, porque ha incitado a la
deslealtad hacia Yahweh.
30:1 La davar que le llegó a de parte de Yahweh:
30:2 Así ha dicho Yahweh el Elohe de Yisrael: Escribe en un rollo todas estas palabras que
te he hablado.
30:3 Porque vienen días, declara Yahweh, en que restauraré la suerte de mi pueblo Yisrael
y de Yahudah, ha dicho Yahweh; y los haré volver a la tierra que di a sus padres, y la
pisotearán.
30:4 Y estas son las palabras que habló Yahweh acerca de Yisrael y de Yahudah.
30:5 Así ha dicho Yahweh: Hemos oído gritos de pánico, terror sin alivio.
30:6 Pregunten y miren: Ciertamente un varón no da a luz. ¿Por qué Entonces veo a todo
hombre con las manos sobre las caderas como una mujer que da a luz? ¿Por qué todas
las caras se han vuelto pálidas?
30:7 ¡Oh, cuán grande ese día! ¡No hay otro como él! Es tiempo de angustia para Yaakov,
pero será librado de él.
30:8 En ese día, declara Yahweh Tzva’ot , yo quebraré el yugo de sobre su cuello y romperé
sus coyundas. Los extranjeros no volverán a hacerlos esclavos;
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30:9 más bien, servirán a Yahweh su Elohe y a Dawid su melej, a quien yo levantaré para
ellos.
30:10 Pero tú no temas, oh siervo mío Yaakov, ni desmayes, oh Yisrael, declara Yahweh. Yo
te libraré desde Lejos, a tu descendencia de la tierra de su cautiverio. Y Yaakov volverá a
tener calma y tranquilidad sin que nadie lo moleste;
30:11 Porque yo estoy contigo para librarte, declara Yahweh. Acabaré con todas las
naciones entre las cuales te he dispersado; pero no acabaré contigo. No te dejaré sin
castigo, pero tu castigo será con medida.
30:12 Porque así ha dicho Yahweh: Tu golpe es incurable, tu herida es grave.
30:13 Nadie procura la curación de tu enfermedad, no hay remedio, no hay recobro para ti.
30:14 Todos tus amantes se han olvidado de ti, ya no te buscan; porque te he golpeado
como golpea el enemigo, con castigo cruel, por ser tan grande tu maldad y tan
numerosos de tus pecados.
30:15 ¿Por qué gritas por tu golpe, si tu dolor es incurable? Te hice eso por ser tan grande
tu maldad y tan numerosos tus pecados.
30:16 Ciertamente, todos los que querían devorarte serán devorados; y todos y cada uno
de tus enemigos irán en cautiverio; los que te despojan serán despojados, y a todos los
que te saquean los entregaré al saqueo.
30:17 Pero yo te traeré sanidad y te curaré de tus heridas, declara Yahweh. Aunque te han
llamado Desechada, esa Tzión a quien nadie busca.
30:18 Así ha dicho Yahweh: Yo restauraré la suerte de las carpas de Yaakov, y tendré
compasión de sus moradas. La ciudad será reedificada sobre sus ruinas, y el palacio en
su propio lugar.
30:19 Acciones de gracias saldrán de ellos, y voz de bailarines. Los multiplicaré, y no serán
pocos; los honraré, y no serán humillados.
30:20 Sus benei serán como en el pasado, y su comunidad será establecida por mi gracia; y
yo me encargaré de todos sus opresores.
30:21 Su capitán será uno de ellos, de en medio de ellos saldrá su gobernante; yo le haré
acercarse, para que se me acerque –declara YAHWEH– porque, ¿quién, de otro modo, se
atreve acercarse a mí? – declara YAHWEH.
30:22 Ustedes serán mi pueblo, y yo seré su Elohe.
30:23 Miren, la tormenta de YAHWEH sale con furor, una tormenta furiosa, que baja
girando sobre la cabeza de los malvados.
30:24 No se apartará la ardiente ira de YAHWEH hasta que haya hecho y cumplido sus
propósitos. En los días venideros lo percibirán.
31:1 En aquel tiempo, declara Yahweh, yo seré el Elohe de todas los clanes de Yisrael, y
ellos serán mi pueblo.
31:2 Así ha dicho Yahweh: El pueblo escapó de la espada, halló favor en el midbah; cuando
Yisrael iba marchando al hogar.
31:3 Yahweh se me reveló desde antaño, diciendo: Con amor eterno te he amado; por eso
te he prolongado mi favor.
31:4 Te edificaré firmemente otra vez, oh Virgen Yisrael. De nuevo tomarás tus panderos y
saldrás al ritmo de las bailarinas.
31:5 Otra vez plantarás viñas en los montes de Shomrón, y los que las planten las
disfrutarán.
31:6 Porque viene el día en que los guardias proclamarán en las alturas de Efráyim:
¡Vengan, subamos a Tzión, a Yahweh, nuestro Elohe!
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31:7 Porque así ha dicho Yahweh: Griten de gozo por Yaakov, clamen en las encrucijadas
de las naciones. Canten fuerte en hallel, y digan: ¡Salva, Yahweh, a tu pueblo, al
remanente de Yisrael!
31:8 Yo los traeré de la tierra del norte, los reuniré de los confines de la tierra –entre ellos
vendrán ciegos y cojos, mujeres encinta y las paridas– en una gran multitud volverán acá.
31:9 Vendrán con llanto, y con compasión los guiaré. Los conduciré a los arroyos de aguas,
por un camino parejo donde no tropezarán. Porque yo soy siempre un Padre para Yisrael,
Efráyim es mi primogénito.
31:10 ¡Oh naciones, escuchen la davar de Yahweh y háganlo saber en las costas lejanas!
Digan: El que dispersó a Yisrael lo reunirá y lo guardará, como el pastor a su rebaño.
31:11 Porque Yahweh rescatará a Yaakov, lo redimirá de uno muy fuerte para él.
31:12 Vendrán y cantarán en la cumbre de Tzión, radiantes por la bondad de Yahweh y por
el grano, el vino nuevo, el aceite y las crías de las ovejas y del ganado. Su vida será
como huerto regado, nunca más volverán a languidecer.
31:13 Entonces las doncellas danzarán alegremente, jóvenes y ancianos juntamente.
Transformaré su duelo en gozo, los consolaré y los alegraré en su dolor.
31:14 Colmaré de abundancia al kohen, y mi pueblo se saciará de mi abundancia, declara
Yahweh.
31:15 Así ha dicho Yahweh: Una voz se oye en Ramá, lamento y llanto amargo– Rajel
llorando por sus benei. No quiere que la consuelen por sus benei, porque se han ido.
31:16 Así ha dicho Yahweh: Restringe tu voz del llanto, tus ojos de derramar lágrimas,
porque hay una recompensa para tu obra, declara Yahweh: Ellos volverán de la tierra del
enemigo.
31:17 Y hay esperanza para tu futuro; tus benei volverán a su país, declara Yahweh.
31:18 Puedo oír a Efráyim que se lamenta: Me castigaste y fui castigado como novillo sin
domar. Recíbeme de nuevo, déjame volver; porque tú, oh YAHWEH, eres mi Elohe.
31:19 Ahora que he regresado, estoy lleno de remordimiento; ahora que me doy cuenta,
golpeo mi muslo. Estoy avergonzado y humillado, porque he llevado el oprobio de mi
juventud.
31:20 Ciertamente Efráyim es un ben querido para mí, un niño mimado. Siempre que me
he vuelto contra él, no se ha apartado de él mi pensamiento. Por eso mi corazón se
enternece por él; lo volveré a recibir en amor, declara Yahweh.
31:21 Levanta indicadores, pon señales de camino; ten en mente el camino principal, el
camino por el cual viajaste. Vuelve, Doncella Yisrael; vuelve a estos poblados tuyos.
31:22 ¿Hasta cuándo andarás por ahí, oh hija rebelde? Pues Yahweh ha creado algo nuevo
en la tierra: La mujer galantea al hombre.
31:23 Así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael: Cuando yo restaure su suerte,
dirán otra vez estas palabras en la tierra de Yahudah y en sus ciudades: ¡Yevarejeja
Yahweh (Yahweh te bendiga), morada de justicia, oh Monte Kadosh!
31:24 Yahudah y todos sus poblados juntamente serán habitados por granos y por los que
se desplazan con los rebaños.
31:25 Porque le daré al sediento bebida abundante, y saciaré a todo el que languidece.
31:26 En esto desperté y miré alrededor, y mi sueño me había sido placentero.
31:27 Miren, viene un tiempo, declara Yahweh, cuando sembraré la Bayit de Yisrael y la
Bayit de Yahudah con semilla de hombres y con semilla de animales;
31:28 y así como he vigilado sobre ellos para arrancar, para derribar, para arruinar, para
destruir y para traer desastre, así vigilaré sobre ellos para edificar y plantar, declara
Yahweh.
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31:29 En esos días no dirán más: Los padres comieron uvas agrias, y los dientes de los
benei sufren la dentera.
31:30 Sino que cada cual morirá por su propio pecado: Todo el que coma uvas agrias
sufrirá en sus dientes la dentera.
31:31 Miren, viene un tiempo, declara Yahweh, cuando haré una nueva alianza con la Bayit
de Yisrael y con la Bayit de Yahudah.
31:32 No será como la alianza que hice con sus padres, cuando lo s tomé de la mano para
sacarlos de la tierra de Mitzraim, una alianza que ellos violaron, de modo que yo los
rechacé, declara Yahweh.
31:33 Pero ésta será la alianza que haré con la Bayit de Yisrael después de aquellos días,
declara Yahweh: Pondré mi Torah en su interior y la escribiré en su corazón. Entonces yo
seré su Elohe, y ellos serán mi pueblo.
31:34 Ya no necesitarán enseñarse unos a otros y decirse unos a otros: Hazle caso a
Yahweh; porque todos ellos me harán caso, desde el más pequeño de ellos hasta el más
grande, declara Yahweh. Porque yo perdonaré su iniquidad y no me acordaré más de su
pecado.
31:35 Así ha dicho Yahweh, quien estableció el sol para luz del día, y las leyes de la luna y
las estrellas para luz de la noche, el que agita el mar de manera que rugen sus olas, cuyo
nombre es Yahweh Tzva’ot :
31:36 Si esas leyes fuesen alguna vez anuladas por mí, declara Yahweh, sólo Entonces la
descendencia de Yisrael dejaría de ser nación delante de mí, perpetuamente.
31:37 Así ha dicho Yahweh: Si se pudiesen medir los shamaim arriba, y se pudiesen
explorar los cimientos de la tierra abajo, sólo Entonces yo desecharía toda la
descendencia de Yisrael por todo lo que han hecho, declara Yahweh.
31:38 Miren, viene un tiempo, declara Yahweh, cuando la ciudad será edificada para
Yahweh desde la Torre de Jananel hasta la Puerta de la Esquina;
31:39 y el cordel de medir irán directamente hasta la Colina de Garev, y dará la vuelta
hacia Goah.
31:40 Y todo el Valle de los Cadáveres y de las Cenizas, y todos los campos hasta el Arroyo
de Qidrón, hasta la esquina de la Puerta de los Caballos, al este, estará consagrado a
Yahweh. Nunca más serán arrancados ni destruidos.
32:1 La davar que le llegó a de parte de YAHWEH en el año diez de Tsidqiyahu, melej de
Yahudah, que fue el año 18 de Nevukhadnetsar.
32:2 En aquel tiempo el ejército del melej de Bavel tenía sitiada a Yahrusalaim. Y el nabí
YeshaYah estaba preso en el patio de la prisión adjunta a la Bayit del melej de Yahudah.
32:3 Porque Tsidqiyahu, el melej de Yahudah, lo había apresado, diciéndole: ¿Cómo te
atreves a profetizar diciendo que así ha dicho Yahweh?: Voy a entregar esta ciudad en
manos del melej de Bavel, y él la capturará;
32:4 Tsidqiyahu, melej de Yahudah, no escapará de los kasditas; será entregado en manos
del melej de Bavel, y hablará con él cara a cara y lo verá en persona.
32:5 Y levantarán a Tsidqiyahu a Bavel, para permanecer allá hasta que yo tome nota de él,
declara Yahweh. Cuando ustedes le hagan la guerra a los kasditas, no tendrán éxito.
32:6 dijo: Me llegó la davar de Yahweh, diciendo:
32:7 Jananel, ben de tu tío Shalum, vendrá a ti para decir: Compra mi tierra que está en
Anatot, porque tú eres el próximo en sucesión para redimirla por compra.
32:8 Y tal como había dicho Yahweh, mi primo Jananel vino donde mí al patio de la prisión y
me dijo: Por favor, compra mi tierra que está en Anatot, en el territorio de Binyamín;
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porque el derecho de sucesión es tuyo, y tú tienes el deber de redención. Cómprala.
Entonces comprendí que era verdaderamente la davar de YAHWEH.
32:9 Así que compré la tierra de Jananel mi primo, la cual estaba en Anatot. Le pesé el
dinero: diecisiete shékels de plata.
32:10 Luego preparé una escritura, la sellé, y la confirmé con testigos; y pesé la plata en la
balanza.
32:11 Luego tomé la escritura de propiedad, tanto la sellada como la abierta, según ley y
costumbre,
32:12 y le entregué la escritura de propiedad a Barukh ben de Neriyah, ben de Mejaseyah,
en presencia de Jananel mi pariente, en presencia de los testigos que se nombraban en el
documento de la compra y en presencia de todos los yahuditas que estaban sentados en
el patio de la prisión.
32:13 En presencia de ellos le encargué a Baruk lo siguiente:
32:14 Así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael: Toma estos documentos, esta
escritura de compra, el texto sellado y el abierto, y ponlos en una vasija de cerámica
para que se conserven por mucho tiempo.
32:15 Porque así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael: Todavía se comprarán
Casas, campos y viñas en esta tierra.
32:16 Después que le di la escritura a Barukh ben de Neriyah, oré a YAHWEH diciendo:
32:17 ¡Oh Yahweh! Tú hiciste el shamaim y la tierra con tu gran poder y con tu brazo
extendido. Nada es demasiado difícil para ti.
32:18 Tú le muestras bondad a mil generaciones, pero retribuyes la maldad de los padres
en sus benei después de ellos. ¡Oh Elohé grande y poderoso, cuyo nombre es Yahweh
Tzva’ot !
32:19 Grande eres en designios y magnífico en hechos, pues tus ojos observan todos los
caminos de los hombres, para dar a cada uno según sus caminos y con el propio fruto de
sus obras.
32:20 Desplegaste señales y prodigios en la tierra de Mitzraim con efectos duraderos, y has
ganado renombre en Yisrael y entre la humanidad hasta el día de hoy.
32:21 Libraste a tu pueblo Yisrael de la tierra de Mitzraim con señales y prodigios, con
mano fuerte y con brazo extendido, y con gran terror.
32:22 Tú les diste esta tierra, la que juraste a sus padres que les darías: una tierra que
fluye leche y miel,
32:23 y vinieron y tomaron posesión de ella. Pero ellos no te escucharon, ni anduvieron en
tu Enseñanza; no hicieron nada de lo que les mandaste hacer. Por eso has hecho que les
ocurriera toda esta desgracia.
32:24 Aquí están los terraplenes, Levantados contra la ciudad para invadirla; y la ciudad,
por causa de la espada, el hambre, y la pestilencia, está a merced de los kasditas que la
están atacando. Ha llegado a suceder lo que advertiste –como ves.
32:25 Sin embargo, oh Yahweh, aun cuando la ciudad está a merced de los kasditas, tú me
dices: Cómprate el campo por dinero y convoca testigos.
32:26 Entonces le llegó la davar de Yahweh a, diciendo:
32:27 Mira, yo soy Yahweh, el Elohe de todo mortal. ¿Habrá algo muy difícil para mí?
32:28 Ciertamente, así ha dicho Yahweh: Voy a entregar esta ciudad en manos de los
kasditas y en manos de Nevukhadretsar, melej de Bavel; y él la capturará.
32:29 Y los kasditas que han estado atacando esta ciudad, vendrán y le prenderán fuego y
la incendiarán –con las Casas sobre cuyas azoteas hacían ofrendas a Báal y derramaban
libaciones a otros Elohe, para provocarme a ira.
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32:30 Porque el pueblo de Yisrael y el pueblo de Yahudah no han hecho otra cosa que lo
malo a mi vista desde su juventud; el pueblo de Yisrael no ha hecho otra cosa que
enojarme con su conducta, declara Yahweh.
32:31 Esta ciudad ha provocado mi ira y mi indignación desde el día en que la edificaron y
hasta el día de hoy; de manera que la quitaré de mi presencia
32:32 por toda la maldad que los benei de Yisrael y los benei de Yahudah han hecho para
provocarme a ira, ellos, sus melejim, sus oficiales, sus kohanim, sus nabíes, los hombres
de Yahudah y los habitantes de Yahrusalaim.
32:33 Ellos me dieron la espalda y no la cara; a pesar de que les he enseñado
persistentemente, no hacen caso ni aceptan corrección.
32:34 Pusieron sus abominaciones en la Bayit que lleva mi nombre y la contaminaron;
32:35 y edificaron los lugares altos de Báal que están en el Valle de Benhinom, donde le
ofrecieron sus benei y sus hijas a Mólekh, cuando yo nunca he mandado ni me ha venido
a la mente mandar que hicieran esa abominación, y así trajeron culpa sobre Yahudah.
32:36 Pero ahora, ciertamente, así ha dicho Yahweh el Elohe de Yisrael, concerniente a esta
ciudad de la cual ustedes dicen: En mano del melej de Bavel será entregada por la
espada, por el hambre y por la peste:
32:37 Miren, yo los reuniré de todos los países a los cuales los he desterrado en mi furor y
en mi ira, y con gran indignación; y los haré volver a este lugar y los dejaré habitar
seguros.
32:38 Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Elohe.
32:39 Les daré un solo corazón y una sola naturaleza para que me respeten
perpetuamente; y les irá bien a ellos y a sus benei después de ellos.
32:40 Y haré con ellos una alianza eterna de que no me apartaré de ellos y los trataré con
bondad; y pondré en el corazón de ellos respeto hacia mí, para que no se aparten de mí.
32:41 Me deleitaré en tratarlos bondadosamente, y los plantaré en esta tierra fielmente,
con todo mi corazón y con todo mi ser.
32:42 Porque así ha dicho YAHWEH: Así como traje sobre este pueblo este terrible desastre,
así voy a traer sobre ellos todo el bien que les he prometido.
32:43 Y se volverán a comprar campos en esta tierra de la cual ustedes dicen: Es una
desolación, sin hombres ni animales; está entregada en manos de los kasditas.
32:44 Se comprarán campos por dinero, y se harán escrituras, selladas y con testigos, en
tierra de Binyamín, y en los alrededores de Yahrusala im y en las ciudades de Yahudah, en
las ciudades de la región montañosa, y en las ciudades de la Sefelah y en las ciudades del
Néguev, porque yo les restauraré su suerte –declara YAHWEH.
33:1 La davar de YAHWEH le llegó a, mientras estaba todavía confinado en el patio de la
prisión, y dijo:
33:2 Así ha dicho YAHWEH, que lo está planeando, YAHWEH que lo está disponiendo para
producirlo, cuyo nombre es YAHWEH:
33:3 Clama a mí, y yo te responderé; y te revelaré cosas grandes, secretos que tú no
conoces.
33:4 Porque así ha dicho YAHWEH el Elohe de Yisrael acerca de las Casas de esta ciudad y
de las Casas de los melejim de Yahudah, que fueron derribadas para construir defensas
contra los terraplenes y la espada,
33:5 y quedaron llenas de aquéllos que fueron a combatir contra los kasditas, –de los
cadáveres de hombres a quienes derribé con mi furor y con mi ira, escondiendo mi rostro
de esta ciudad por causa de toda su maldad:
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33:6 Voy a traerles alivio y sanidad, yo los sanaré y les revelaré abundancia de ve rdadero
favor.
33:7 Restauraré la suerte de Yahudah y de Yisrael, y los reedificaré como al principio.
33:8 Y los limpiaré de todos los pecados que cometieron contra mí; perdonaré todos los
pecados que cometieron, contra mí, por los que se rebelaron contra mí.
33:9 Y a través de mí ella ganará renombre, gozo, y gloria por sobre todas las naciones de
la tierra, cuando éstas oigan de todo el bien que yo les haré. Temerán y se estremecerán
por todo el bien y por toda la prosperidad que yo les proveeré.
33:10 Así ha dicho YAHWEH: En este lugar, que ustedes dicen que está arruinado, sin
hombres y sin animales –en las ciudades de Yahudah y en las calles de Yahrusalaim que
están desoladas, sin hombres, sin habitantes y sin animales–
33:11 todavía se escuchará el sonido del gozo y de la alegría, la voz del novio y la voz de la
novia, la voz de los que gritan: Den gracias a Yahweh Tzva’ot , porque YAHWEH es bueno,
porque su bondad es eterna, cuando traen ofrendas de acción de gracias a la Bayit de
YAHWEH. Porque restauraré la suerte de la tierra, como al principio –ha dicho YAHWEH.
33:12 Así ha dicho Yahweh Tzva’ot : En este lugar arruinado, sin hombres y sin animales, y
en todas sus ciudades, otra vez habrá pastizales para los pastores, donde puedan hacer
recostar a sus ovejas.
33:13 Las ovejas pasarán otra vez bajo las manos de quien las cuente en los poblados de la
Serranía, en los poblados de la Sefelah, y en los pueblos del Néguev, en la tierra de
Binyamín y en los alrededores de Yahrusalaim y en las ciudades de Yahudah –ha dicho
YAHWEH.
33:14 Miren, vienen días –declara YAHWEH– en que cumpliré la promesa que le hice a la
Bayit de Yisrael y a la Bayit de Yahudah.
33:15 En aquéllos días y en aquel tiempo haré brotar un verdadero retoño del linaje de
Dawid, y él hará lo que es justo y correcto en la tierra.
33:16 En esos días será librado Yahudah, y Yahrusalaim habitará segura. Y así la llamarán:
YAHWEH es nuestro Vindicador.
33:17 Porque así ha dicho YAHWEH: Nunca faltarán hombres del linaje de Dawid que se
sienten sobre el trono de la Bayit de Yisrael.
33:18 Tampoco faltarán del linaje de los kohanim lewíticos en mi presencia, hombres que
presenten ofrendas quemadas y enciendan ofrenda de comida y presenten sacrificios
todos los días.
33:19 Le llegó a la davar de YAHWEH, diciendo:
33:20 Así ha dicho YAHWEH: Si ustedes pueden invalidar mi alianza con el día y mi alianza
con la noche, de modo que no haya día ni noche a su debido tiempo,
33:21 solamente Entonces podrá ser invalidada mi alianza con mi siervo Dawid –de modo
que no tenga un descendiente que reine sobre su trono – o con mis ministrantes, los
kohanim lewíticos.
33:22 Como el ejército del shamaim que no se puede contar, y como la arena del mar que
no se puede medir, así multiplicaré la descendencia de mi siervo Dawid y de los lewitas
que me sirven.
33:23 Le llegó a la davar de YAHWEH, diciendo:
33:24 Tú has oído lo que habla este pueblo, diciendo: YAHWEH ha desechado a las dos
familias que escogió. Así desprecian a mi pueblo, y ya no lo consideran más como una
nación.
33:25 Así ha dicho YAHWEH: Tan ciertamente como que he establecido mi alianza con el día
y la noche –las leyes del shamaim y de la tierra–
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33:26 así no desecharé la descendencia de Yaakov y a mi siervo Dawid: nunca dejaré de
tomar de su descendencia gobernantes para los descendientes de Avraham, de Yitsjaq y
de Yaakov. Ciertamente, les restauraré su suerte y los recibiré otra vez en amor.
34:1 La davar que le llegó a de parte de YAHWEH cuando Nevukhadnetsar melej de Bavel
y todo su ejército, y todos los reinos de la tierra y todos los pueblos bajo su dominio
combatían contra Yahrusalaim y contra sus ciudades:
34:2 Así ha dicho YAHWEH el Elohe de Yisrael: Ve háblale a Tsidqiyahu, melej de Yahudah,
y dile que así dijo YAHWEH: Voy a entregar esta ciudad en manos del melej de Bavel, y la
incendiará.
34:3 Y tú no escaparás de su mano; ciertamente te apresarán y te entregarán en sus
manos. Verás al melej de Bavel cara a cara y le hablarás en persona, y te levantarán a
Bavel.
34:4 Sin embargo, escucha la davar de YAHWEH, oh Tsidqiyahu, melej de Yahudah. Así ha
dicho YAHWEH acerca de ti: No morirás a espada.
34:5 Tendrás una muerte pacífica; y como quemaron incienso por tus padres, los melejim
que te precedieron, así quemarán por ti, y harán lamentación por ti diciendo: ¡Ay amo!
Porque yo mismo he hecho la promesa –declara YAHWEH.
34:6 El nabí YeshaYah le habló todas estas palabras a Tsidqiyahu, melej de Yahudah, en
Yahrusalaim,
34:7 cuando el ejército del melej de Bavel combatía contra Yahrusalaim y contra las
ciudades de Yahudah que habían quedado –contra Lakhish y contra Azeqá, porque éstas
eran las únicas ciudades fortificadas de Yahudah que habían quedado.
34:8 La davar que le llegó a de parte de YAHWEH, después que el melej Tsidqiyahu hizo un
convenio con todo el pueblo en Yahrusalaim para promulgarles libertad
34:9 –para que cada uno dejase en libertad a su esclavo o a su esclava ivrim/Hebreos, de
modo que ninguno retuviera a sus ajís yahuditas como esclavos.
34:10 Todos, los oficiales y el pueblo, que habían participado en el convenio, concordaron
en dejar en libertad, cada uno a su esclavo o a su esclava, para no mantenerlos
esclavizados más; cumplieron y los dejaron en libertad.
34:11 Pero después cambiaron de parecer e hicieron volver a los hombres y mujeres que
habían dejado en libertad, y los sometieron a la esclavitud otra vez.
34:12 Entonces fue que le llegó la davar de YAHWEH a, de parte de YAHWEH, diciendo:
34:13 Así dice YAHWEH, el Elohe de Yisrael: Yo hice una alianza con sus padres cuando los
saqué de la tierra de Mitzraim, de la Bayit de esclavitud, diciendo:
34:14 Al séptimo año cada uno de ustedes debe dejar en libertad a su ají Hebreo que se les
haya vendido; cuando te haya servido seis años, debes dejarlo ir libre. Pero sus padres
no me escucharon, ni prestaron atención.
34:15 Últimamente ustedes se habían vuelto a mí y habían hecho lo correcto ante mis ojos,
y cada uno de ustedes proclamó libertad a su ají; y ustedes habían hecho un convenio en
mi presencia, en la Bayit que lleva mi nombre.
34:16 Pero ahora ustedes se han vuelto atrás han profanando mi nombre; cada uno de
ustedes ha vuelto a tomar a su esclavo y cada una a su esclava que habían dejado en
libertad, y los han forzado a ser sus esclavos otra vez.
34:17 Ciertamente, así ha dicho Yahweh: Ustedes no me han obedecido en proclamar cada
uno liberación a su pariente y a su ají. Miren, yo proclamo la entrega de ustedes, declara
Yahweh, para la espada, para la pestilencia, y para el hambre; y haré que sean motivo de
horror a todos los reinos de la tierra.
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34:18 Haré que los hombres que traspasaron mi alianza y que no han cumplido las palabras
del convenio que hicieron en mi presencia, sean como el becerro que cortaron en dos
partes para pasar en medio de las mitades:
34:19 A los oficiales de Yahudah y de Yahrusalaim, a los funcionarios, a los kohanim y a
todo el pueblo del país que pasaron entre las partes del becerro,
34:20 los entregaré a sus enemigos, a los que buscan sus vidas. Sus cadáveres servirán de
comida a las aves del shamaim y a los animales de la tierra.
34:21 A Tsidqiyahu el melej de Yahudah y a sus oficiales los entregaré en manos de sus
enemigos que buscan sus vidas del ejército del melej de Bavel, quienes se han retirado
de ustedes.
34:22 Ahora doy órdenes, declara Yahweh, mediante las cuales los traeré de nuevo contra
esta ciudad. Ellos la atacarán y la capturarán, y la incendiarán. A las ciudades de
Yahudah las convertiré en una desolación, sin habitantes.
35:1 La davar que le llegó a de parte de Yahweh en los días de Yahoyiaqim ben de
Yoshiyahu, melej de Yahudah:
35:2 Ve a la familia de los rekhavitas y habla con ellos, y tráelos a la Bayit de Yahweh, a
una de las cámaras, y dales de beber vino.
35:3 Así que tomé a Yaazanyah ben de, ben de Jabatsinyah, y a sus ajís, a todos sus benei
y a toda la familia de los rekhavitas;
35:4 y los traje a la Bayit de Yahweh, a la cámara de los benei de Janán ben de Yigdalyahu,
el hombre de haEl, la cual está junto a la cámara de los oficiales y encima de la cámara
de Maaseyahu ben de Shalum, el guardia del umbral.
35:5 Puse delante de los miembros de la familia de los rekhavitas tazones llenos de vino, y
vasos, y les dije: Beban vino.
35:6 Pero ellos dijeron: No beberemos vino, porque nuestro ancestro Yonadav ben de
Rekhav nos mandó: No beberán vino jamás, ni ustedes ni sus benei.
35:7 No edificarán Casas, ni sembrarán semilla, ni plantarán viñas, ni las pisotearán; más
bien, habitarán en tiendas todos sus días, para que vivan muchos días sobre la faz de la
tierra donde ustedes peregrinan.
35:8 Y nosotros hemos obedecido a nuestro ancestro Yonadav ben de Rekhav en todas las
cosas que nos mandó: nunca bebemos vino, ni nosotros, ni nuestras esposas, ni nuestros
benei, ni nuestras hijas.
35:9 Tampoco edificamos Casas para habitar en ellas, y ni tenemos viñas, ni campos para
sembrar;
35:10 hemos habitado en tiendas y hemos obedecido todo lo que nos mandó nuestro
ancestro Yonadav.
35:11 Pero cuando Nevukhadnetsar melej de Bavel invadió el país, dijimos: Vayamos y
entremos en Yahrusalaim, a causa del ejército de los kasditas y del ejército de Aram. Y
nos hemos quedado en Yahrusalaim.
35:12 Entonces le llegó la davar de Yahweh a:
35:13 Así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael: Ve y di a los hombres de Yahudah
y a los habitantes de Yahrusalaim: Ustedes pueden aprender una lección aquí en cuanto a
obedecer mis Miztvot, declara Yahweh.
35:14 Los mandatos de Yonadav ben de Rekhav se han cumplido: él mandó a sus benei que
no bebieran vino, y no lo han bebido hasta el día de hoy, en obediencia al mitzvot de su
ancestro. Sin embargo, yo les he hablado a ustedes persistentemente, y no me han
hecho caso.
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35:15 Les he enviado persistentemente todos mis siervos los nabí, para decirles: Apártense,
cada uno, de su mal camino y enmienden sus obras; no vayan tras otros Elohe para
servirles. Entonces podrán permanecer en la tierra que les he dado a ustedes y a sus
padres. Pero ustedes no me prestaron atención, ni me hicieron caso.
35:16 Los benei de Yahonadav ben de Rekhav han cumplido ciertamente el mitzvot que les
dio su ancestro, pero este pueblo no me ha hecho caso.
35:17 Ciertamente, así ha dicho Yahweh el Elohe de los Ejércitos, el Elohe de Yisrael: Voy a
traer sobre Yahudah y sobre todos los habitantes de Yahrusalaim todo el desastre con el
que los he amenazado; porque les hablé, y no escucharon; los llamé, y no respondieron.
35:18 Y a la familia de los rekhavitas le dijo: Así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de
Yisrael: Porque han obedecido el mitzvot de su ancestro Yonadav y han guardado todos
sus Miztvot y han hecho todo lo que les mandó,
35:19 ciertamente, así dice Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael: Nunca faltará un hombre
del linaje de Yahonadav ben de Rekhav que esté de pie delante de mí.
36:1 En el cuarto año de Yahoyiaqim ben de Yoshiyahu, melej de Yahudah, le llegó a esta
davar de parte de Yahweh:
36:2 Consigue un rollo de pergamino y escribe en él todas las palabras que te he hablado,
acerca de Yisrael, de Yahudah y de todas las naciones, desde la primera vez que te hablé
en los días de Yoshiyahu, hasta el día de hoy.
36:3 Quizás cuando la Bayit de Yahudah oiga de todo el desastre que me propongo traer
sobre ellos, se vuelvan de sus malos caminos, para que yo perdone su maldad y su
pecado.
36:4 Así que llamó a Barukh ben de Neriyah, y Barukh escribió en un rollo de pergamino,
por dictado de, todas las palabras que Yahweh le había hablado.
36:5 le dio estas instrucciones a Barukh: Yo estoy escondido; no puedo ir a la Bayit de
Yahweh.
36:6 Pero entra tú en la Bayit de Yahweh en un día de ayuno, y lee del rollo las palabras de
Yahweh que te he dictado, a todo el pueblo, y también a todos los de Yahudah que
vienen de sus ciudades.
36:7 Quizás la súplica de ellos sea aceptada por Yahweh, si se vuelven de sus malos
caminos. Porque grande es el furor y la ira con la que YAHWEH ha amenazado a este
pueblo.
36:8 Barukh ben de Neriyah hizo tal como le mandó el nabí YeshaYah, y leyó del libro las
palabras de Yahweh, en la Bayit de Yahweh.
36:9 En el mes noveno del quinto año de Yahoyiaqim ben de Yoshiyahu, melej de Yahudah,
proclamaron ayuno delante de Yahweh para todo el pueblo de Yahrusalaim y para todo el
pueblo que venía a Yahrusalaim de las ciudades de Yahudah.
36:10 Fue Entonces que Barukh leyó del libro, a oídos de todo el pueblo, las palabras de
Yahweh, en la Bayit de Yahweh, en la cámara de Guemaryahu, ben del escriba Shafán, la
cual estaba en el atrio superior, a la entrada de la Puerta Nueva de la Bayit de Yahweh.
36:11 Mikhayehu ben de Guemaryahu, ben de Shafán, oyó del libro todas las palabras de
Yahweh,
36:12 y bajó al palacio del melej, a la cámara del escriba. Allí halló a todos los oficiales en
sesión: el escriba Elishamá, Delayahu ben de Shemayahu, Elnatán ben de Akhbor,
Guemaryahu ben de Shafán, Tsidqiyahu ben de Jananyahu y todos los demás oficiales.
36:13 Y Mikhayhu les refirió todas las palabras que había oído a Baruk leer del libro, a oídos
del pueblo.
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36:14 Entonces todos los oficiales enviaron a Yahudí ben de Netanyahu, ben de Shelemyahu,
ben de Kushí, para que le dijera a Barukh: Toma el rollo que leíste a oídos del pueblo, y
ven. Barukh ben de Neriyah tomó el rollo y fue a ellos.
36:15 Entonces le dijeron: Siéntate, y léelo para nosotros. Y Barukh lo leyó para ellos.
36:16 Cuando oyeron todas aquellas palabras, cada uno, espantado, se volvió a su
compañero; y le dijeron a Barukh: ¡Tenemos que informarle todo esto al melej!
36:17 Luego interrogaron a Barukh: Dinos cómo escribiste todas esas palabras que habló él.
36:18 El les respondió: Él mismo me recitó todas estas palabras, y yo las escribí con tinta
en el libro.
36:19 Los oficiales le dijeron a Barukh: Vayan y escóndanse, tú y. Que nadie sepa dónde
están.
36:20 Y fueron donde el melej en el atrio, después de guardar el rollo en la cámara del
escriba Elishamá. Y le informaron todas estas cosas al melej.
36:21 Entonces el melej envió a Yahudí para que tomara el rollo y éste lo tomó de la
cámara del escriba Elishamá. Yahudí se lo leyó al melej y a todos los oficiales que
estaban atendiendo al melej.
36:22 Como era el mes noveno, el melej estaba en la Bayit de invierno, donde había un
brasero encendido delante de él.
36:23 Y cada vez que Yahudí leía tres o cuatro columnas, el melej cortaba el pedazo de rollo
con una cuchilla de escriba y lo echaba al fuego que había en el brasero, hasta que todo
el rollo se consumió en el fuego que había en el brasero.
36:24 Pero ni el melej ni todos sus servidores que oyeron estas palabras sintieron temor ni
rasgaron sus vestiduras;
36:25 además, Elnatán, Delayahu y Guemaryahu le rogaron al melej que no quemara el
rollo, pero no quiso escucharlos.
36:26 El melej mandó a Yerajmeel ben del melej, a Serayahu ben de Azriel y a Shelemyahu
ben de Avdeel que arrestaran al escriba Barukh y al nabí YeshaYah. Pero YAHWEH los
escondió.
36:27 Después que el melej quemó el rollo que contenía las palabras que Barukh había
escrito al dictado de, le llegó la davar de YAHWEH a, diciendo:
36:28 Consíguete otro rollo y escribe en él las mismas palabras que estaban en el primer
rollo, el que quemó Yahoyiaqim, melej de Yahudah.
36:29 Y dirás concerniente a Yahoyiaqim, melej de Yahudah: Así ha dicho YAHWEH: Tú
quemaste aquel rollo diciendo: ¿Cómo te atreviste escribir en él que el melej de Bavel
vendrá y destruirá esta tierra y hará desaparecer de ella a los hombres y los animales?
36:30 Ciertamente, así ha dicho YAHWEH con respecto a Yahoyiaqim, melej de Yahudah: No
tendrá a nadie de su linaje que se siente sobre el trono de Dawid; y su propio cadáver
quedará expuesto al calor del día y al frío de la noche.
36:31 Lo castigaré a él y a sus descendientes y a sus cortesanos por su maldad; traeré
sobre ellos, sobre los habitantes de Yahrusalaim y sobre los hombres de Yahudah, todos
los desastres de los que les he advertido y que no quisieron escuchar.
36:32 Así que consiguió otro rollo y se lo dio al escriba Barukh ben de Neriyah. Y al dictado
de, escribió en él todo el texto del rollo que Yahoyiaqim melej de Yahudah había
quemado; y se añadieron muchas otras palabras semejantes.
37:1 Tsidqiyahu ben de Yoshiyahu llegó a ser melej en lugar de Konyahu ben de Yahoyaqim,
porque Nevukhadretsar, melej de Bavel, lo había puesto como melej en la tierra de
Yahudah.
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37:2 Pero ni él, ni sus cortesanos, ni el pueblo del país hicieron caso a las palabras que
Yahweh había hablado por medio del nabí YeshaYah.
37:3 Sin embargo, el melej Tsidqiyahu envió a Yahukhal ben de Shelemyah y al kohen
Tsefanyahu ben de Maaseyah, para que le dijeran al nabí YeshaYah: Por favor, haz tefilat
por nosotros a Yahweh, nuestro Elohe.
37:4 – todavía podía entrar y salir en medio del pueblo, porque todavía no lo habían puesto
en la cárcel.
37:5 El ejército del Paroh había salido de Mitzraim; y cuando los kasditas que tenían sitiada
a Yahrusalaim oyeron el informe, se fueron de Yahrusalaim.
37:6 Entonces le llegó la davar de Yahweh al nabí YeshaYah:
37:7 Así ha dicho Yahweh el Elohe de Yisrael: Díganle así al melej de Yahudah que los envió
para que me consultaran: El ejército del Paroh que salió a auxiliarlos a ustedes va a
regresar a su tierra, a Mitzraim.
37:8 Entonces los kasditas volverán y atacarán esta ciudad; y la capturarán y la destruirán
por fuego.
37:9 Así ha dicho Yahweh: No se engañen ustedes mismos pensando: Los kasditas se
alejarán de nosotros. Porque no se alejarán.
37:10 Aun si ustedes derrotaran a todo el ejército de los kasditas que combaten contra
ustedes, y quedaran de ellos sólo algunos hombres heridos en sus carpas, ésos se
Levantarían y le prenderían fuego a esta ciudad.
37:11 Cuando el ejército de los kasditas se retiró de Yahrusalaim a causa del ejército del
Paroh,
37:12 salía de Yahrusalaim para ir a la tierra de Binyamín con el fin de recibir allí una
propiedad, en medio del pueblo.
37:13 Y cuando llegó a la Puerta de Binyamín, estaba allí un oficial de guardia llamado
Yeriyah ben de Shelemyah, ben de Jananyah, y éste arrestó al nabí YeshaYah, diciendo:
¡Tú estás pasándote a los kasditas!
37:14 Pero respondió: ¡Falso! No me estoy pasando a los kasditas. Pero Yeriyah no le hizo
caso; arrestó a y lo llevó a los oficiales.
37:15 Los oficiales se enfurecieron contra; lo azotaron y lo pusieron en la prisión, en la
Bayit del escriba Yahonatán, porque la habían convertido en una cárcel.
37:16 Así fue a parar al calabozo y a las celdas, y allí permaneció por muchos días.
37:17 Entonces el melej Tsidqiyahu mandó a buscarlo, y le consultó secretamente en su
Bayit. Le preguntó: ¿Hay alguna davar de parte de Yahweh? Respondió: Sí, la hay. Y
añadió: Usted será entregado en manos del melej de Bavel.
37:18 Dijo también al melej Tsidqiyahu: ¿En qué he faltado contra ti, contra tus cortesanos
y contra este pueblo, para que me hayan puesto en la cárcel?
37:19 ¿Y dónde están esos nabí de ustedes que les profetizaban que el melej de Bavel
nunca vendría contra ustedes ni contra esta tierra?
37:20 Ahora, por favor, escuche, Su Majestad el melej, y conceda mi petición: No me haga
volver a la Bayit del escriba Yahonatán para morir allí.
37:21 Entonces el melej Tsidqiyahu dio órdenes para que alojaran a en el patio de la
prisión, y haciendo que se le supliera cada día una hogaza de pan de la Calle de los
Panaderos –hasta que se agotara todo el pan de la ciudad. Así quedó en el patio de la
prisión.
38:1 Shefatyah ben de MattiYahán, Guedalyahu ben de Pashjur, Yukhal ben de Shelemyahu
y Pashjur ben de Malkiyah oyeron lo que le decía a todo el pueblo:
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38:2 Así ha dicho YAHWEH: Todo el que se quede en esta ciudad morirá por la espada, por
el hambre o por la pestilencia; pero todo el que se rinda a los kasditas vivirá; por lo
menos se le concederá la vida, y vivirá.
38:3 Así ha dicho YAHWEH: Esta ciudad será entregada en manos del ejército del melej de
Bavel, y la capturará.
38:4 Entonces los oficiales le dijeron al melej: ¡Que muera este hombre! Pues está
desmoralizando a los soldados, y a todo el pueblo que ha quedado en esta ciudad, al
decirles esas cosas. Ese hombre no busca el bienestar de este pueblo, sino su perjuicio.
38:5 El melej Tsidqiyahu respondió: En sus manos está; el melej no puede oponerse a
ustedes en nada.
38:6 Entonces tomaron a y lo echaron en la cisterna de Malkiyah ben del melej, que estaba
en el patio de la prisión; bajaron a con sogas. En la cisterna no había agua, sino lodo; y
se hundió en el lodo.
38:7 Éved Mélekh el kushita, un eunuco que estaba en el palacio del melej, se enteró de
que habían metido a en la cisterna. Y estando el melej sentado a la Puerta de Binyamín,
38:8 Ébed Mélekh salió del palacio del melej y le habló al melej:
38:9 Oh Su Majestad el melej, esos hombres han actuado mal en todo lo que le han hecho
al nabí YeshaYah; lo metieron en la cisterna, para que se muera allí de hambre. Porque
no había más pan en la ciudad.
38:10 Entonces el melej le dio estas instrucciones al mismo Éved Mélekh el kushita: Toma
contigo treinta hombres de aquí y saca al nabí YeshaYah de la cisterna antes que muera.
38:11 Así que Éved Mélekh tomó consigo a los hombres y entró al palacio del melej, a un
lugar que quedaba debajo de la tesorería. Allí consiguió ropas raídas y trapos
desgarrados, y se los bajó con sogas a en la cisterna.
38:12 Y Éved Mélekh el kushita le dijo a YeshaYah: Ponte estos trapos raídos y rasgados en
las axilas, debajo de las sogas. Así lo hizo,
38:13 y así halaron a con sogas, y lo sacaron de la cisterna. Y permaneció en el patio de la
prisión. Tsidqiyahu consulta secretamente a
38:14 El melej Tsidqiyahu mandó a buscar al nabí YeshaYah, y lo hizo traer a la tercera
entrada de la Bayit de Yahweh. Y el melej le dijo a: Quiero preguntarte algo; no me
ocultes nada.
38:15 le dijo a Tsidqiyahu: Si te lo revelo, de seguro me Matarás; y si te doy consejo, no
me escucharás.
38:16 Entonces el melej Tsidqiyahu le hizo un juramento en secreto a YeshaYah: Por vida
de Yahweh que nos ha dado vida, que no te daré muerte, ni te entregaré en mano de
esos hombres que buscan tu vida.
38:17 Entonces le dijo a Tsidqiyahu: Así ha dicho Yahweh, el Elohe de los Ejércitos, el
Elohe de Yisrael: Si te rindes a los oficiales del melej de Bavel, se preservará tu vida, y
esta ciudad no será incendiada. Así vivirás, tú y tu Bayit.
38:18 Pero si no te rindes a los oficiales del melej de Bavel, esta ciudad será entregada en
mano de los kasditas, quienes la incendiarán, y tú no escaparás de ellos.
38:19 El melej Tsidqiyahu le dijo a: Estoy preocupado por los yahuditas que se han pasado
a los kasditas: que me entreguen en sus manos y se me echen encima.
38:20 le dijo: No te entregarán. Escucha, por favor, la davar de Yahweh que yo te hablo, y
te irá bien y se te preservará la vida.
38:21 Pero si rehúsas rendirte, esto es lo que me ha revelado Yahweh:
38:22 Todas las mujeres que han quedado en el palacio del melej de Yahudah serán
entregadas a los oficiales del melej de Bavel; y ellas mismas dirán: Los hombres que
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eran tus amigos te han seducido y te han hundido. Ahora que tus pies se hundieron en el
lodo, ellos te dieron la espalda.
38:23 A todas tus esposas y a tus benei los entregarán a los kasditas, y tú no escaparás de
sus manos. Serás capturado por el melej de Bavel, y esta ciudad será incendiada.
38:24 Tsidqiyahu le dijo a: Que nadie sepa de esta conversación, o morirás.
38:25 Si los oficiales se enteran de que yo hablé contigo, y vienen y te preguntan: Dinos,
por favor, qué hablaste con el melej, y dinos qué te dijo el melej. No nos ocultes nada, o
te mataremos,
38:26 diles: Le estaba presentando al melej mi petición para que no me haga volver a la
Bayit de Yahonatán a morir allí.
38:27 Todos los oficiales vinieron donde para interrogarlo; y él les respondió tal como le
había mandado el melej. Así que dejaron de interrogarlo, porque la conversación no se
había oído.
38:28 permaneció en el patio de la prisión hasta el día en que fue capturada Yahrusalaim.
Allí estaba él cuando Yahrusalaim fue capturada.
39:1 En el noveno año de Tsidqiyahu melej de Yahudah, en el mes décimo, Nevukhadretsar
melej de Bavel se movió con todo su ejército contra Yahrusalaim, y la sitiaron.
39:2 Y en el año once de Tsidqiyahu, en el noveno día del cuarto mes, se abrió una brecha
en el muro de la ciudad.
39:3 Todos los oficiales del melej de Bavel entraron y se acuartelaron en la Puerta del Medio,
Nergal Sarétser de Samgar, Nevo Sarsekhim el Ravsaris, Nergal Sarétser el Ravmag, y
todos los demás oficiales del melej de Bavel.
39:4 Cuando los vio Tsidqiyahu melej de Yahudah, él y todos los soldados huyeron. Salieron
de noche de la ciudad por el camino del jardín del melej, por la puerta que había entre
los dos muros; y se dirigió hacia el Aravá.
39:5 Pero las tropas kasditas los persiguieron, y alcanzaron a Tsidqiyahu en las estepas de
Yerekhó. Lo capturaron y lo llegaron ante Nevukhadretsar, melej de Bavel, en Rivlah, en
la región de Jamat; y lo llevó a juicio.
39:6 El melej de Bavel degolló en Rivlah a los benei de Tsidqiyahu, en presencia de éste; el
melej de Bavel hizo degollar a todos los nobles de Yahudah.
39:7 Al melej Tsidqiyahu le sacó los ojos y lo aprisionó con cadenas de bronce para
levantarlo a Bavel.
39:8 Los kasditas incendiaron el palacio del melej y las Casas del pueblo, y demolieron los
muros de Yahrusalaim.
39:9 Al remanente del pueblo que había quedado en la ciudad, además de los desertores
que se habían pasado a él, al remanente del pueblo que quedó, Nevuzaradán, capitán de
la guardia, los exilió a Bavel, junto con el resto del pueblo que había quedado.
39:10 Sin embargo, Nevuzaradán, capitán de la guardia, le permitió quedarse en la tierra
de Yahudah a la gente más pobre, que no tenía nada, y en ese día les dio viñas y campos.
39:11 Nevukhadretsar, melej de Bavel, había ordenado a Nevuzaradán, capitán de la
guardia, acerca de:
39:12 Tómalo y cuida de él; no le hagas nada malo; más bien concédele todo lo que te pida.
39:13 Entonces Nevuzaradán capitán de la guardia, junto con Nevushazbán el Ravsaris, y
Nergal Sarétser el Ravmag y todos los comandantes del melej de Bavel,
39:14 ordenaron traer a del patio de la prisión. Lo pusieron al cuidado de Guedalyahu ben
de Ajiqam, ben de Shafán, para que lo dejaran libre en una Bayit. Así habitó en medio del
pueblo.
39:15 La davar de YAHWEH le llegó a cuando estaba preso en el patio de la prisión:
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39:16 Ve y dile a Éved Mélekh el kushita que así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de
Yisrael: Voy a cumplir mis palabras concernientes a esta ciudad –para desastre, y no para
bien– y en aquel día se harán realidad en tu misma presencia.
39:17 Pero en aquel día yo te salvaré –declara YAHWEH; no serás entregado en manos de
aquéllos que temes.
39:18 Yo te rescataré, y no caerás a espada. Escaparás con tu vida, porque confiaste en mí
–declara YAHWEH.
40:1 La davar que le llegó a de parte de YAHWEH, después que Nevuzaradán, capitán de la
guardia, lo envió libre desde Ramá, a donde lo había llevado, encadenado con grilletes,
entre todos los de Yahrusalaim y de Yahudah que fueron exiliados a Bavel.
40:2 El capitán de la guardia se hizo cargo de y le dijo: YAHWEH tu Elohe amenazó a este
lugar con desastre;
40:3 y ahora YAHWEH lo ha cumplido. Ha actuado según había amenazado, porque ustedes
pecaron contra YAHWEH y no le obedecieron. Por eso les ha sucedido esto.
40:4 Ahora, yo te libero hoy de los grilletes que tienes en las manos. Si deseas venir
conmigo a Bavel, ven, y yo cuidaré de ti. Pero si no deseas venir conmigo a Bavel, no
tienes que venir. Mira, toda la tierra está delante de ti: ve a donde mejor y más
conveniente te parezca.
40:5 –Como aún no se decidía a volver, le dijo: Regresa a Guedalyah ben de Ajiqam, ben
de Shafán, a quien el melej de Bavel ha puesto a cargo de las ciudades de Yahudah, y
quédate con él en medio del pueblo, o ve a donde quieras ir. El capitán de la guardia le
dio provisiones y un regalo, y lo despidió.
40:6 Así que se fue a Guedalyah ben de Ajiqam, a Mitspah, y se quedó con él en medio del
pueblo que había quedado en el país.
40:7 Los oficiales de las tropas que estaban en el campo, y sus hombres con ellos, oyeron
que el melej de Bavel había puesto a Guedalyah ben de Ajiqam a cargo de la región, y
que le había encomendado los hombres, las mujeres, los niños –los más pobres del país–
que no fueron exiliados a Bavel.
40:8 Luego fueron con su gente a Guedalyah en Mitspah: Yishmael ben de Netanyahu,
Yohanan y Yonatán los benei de Qaréaj, Serayah ben de Tanjúmet, los benei de Efay, el
netofatita, y Yezanyahu, ben del maakhatita.
40:9 Guedalyah ben de Ajiqam, ben de Shafán, los reaseguró a ellos y a sus hombres,
diciendo: No tengan temor de servir a los kasditas. Quédense en el país y sírvanle al
melej de Bavel, y les irá bien.
40:10 Yo me voy a quedar en Mitspah para atender a los kasditas que vengan a nosotros.
Pero ustedes, cojan vino, frutas de verano y aceite y pónganlo en sus vasijas, y habiten
en las ciudades que han ocupado.
40:11 Asimismo, todos los yahuditas que estaban en Moab, Amón y Edom, y los que
estaban en otros países, oyeron decir que el melej de Bavel había dejado que un
remanente se quedara en Yahudah, y que había puesto frente a ellos a Guedalyah ben de
Ajiqam, ben de Shafán.
40:12 Todos estos yahuditas volvieron de todas las partes a donde habían sido expulsados.
Se fueron a la tierra de Yahudah, a Guedalyah, en Mitspah, y recolectaron grandes
cantidades de vino e higos.
40:13 Yohanan ben de Qaréaj y todos los oficiales de las tropas que estaban en el campo
fueron a Guedalyah en Mitspah,
40:14 y le dijeron: ¿Sabes que Baalis, el melej de Amón, ha enviado a Yishmael ben de
Netanyah para Matarte? Pero Guedalyah ben de Ajiqam no les cmelejó.
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40:15 Yohanan ben de Qaréaj le dijo secretamente a Guedalyah en Mitspah: Déjame ir a
derribar a Yishmael ben de Netanyah antes que alguien lo sepa; de otra manera él te va
a Matar, y todos los yahuditas que se han agrupado alrededor de ti serán dispersados, y
perecerá el remanente de Yahudah.
40:16 Pero Guedalyahu ben de Ajiqam le respondió a Yohanan ben de Qaréaj: ¡No hagas tal
cosa: lo que estás diciendo de Yishmael no es verdad!
41:1 En el mes séptimo, Yishmael ben de Netanyah, ben de Elishamá, que era de
descendencia real y uno de los comandantes del melej, fue con diez hombres donde
Guedalyahu ben de Ajiqam, en Mitspah; y comieron juntos en Mitspah.
41:2 Entonces Yishmael ben de Netanyah, con los diez hombres que estaban con él, se
Levantó y derribó con la espada a Guedalyahu ben de Ajiqam, ben de Shafán y lo
Mataron, porque el melej de Bavel lo había puesto a cargo de la tierra.
41:3 Yishmael Mató también a todos los yahuditas que estaban con él –con Guedalyahu en
Mitspah– y a los soldados kasditas que se encontraban allí.
41:4 Un día después que Mataron a Guedalyahu, cuando todavía nadie lo sabía,
41:5 ochenta hombres llegaron de Shekhem, de Shiló y de Shomrón: con sus barbas
rapadas, sus ropas desgarradas y sus cuerpos arañados, trayendo ofrendas vegetales e
incienso para presentarlos en la Bayit de YAHWEH.
41:6 Yishmael ben de Netanyah salió desde Mitspah a recibirlos, llorando mientras
caminaba. Cuando se encontró con ellos, les dijo: Vengan a Guedalyahu ben de Ajiqam.
41:7 Cuando llegaron al centro de la ciudad, Yishmael ben de Netanyah y los hombres que
estaban con él los degollaron y los echaron en la cisterna.
41:8 Pero entre aquéllos había diez hombres que le dijeron a Yishmael: No nos Mates, que
tenemos escondidos en el campo tesoros de trigo, cebada, aceite y miel. De manera que
se contuvo y no los Mató como a sus compañeros.
41:9 La cisterna en la que Yishmael echó todos los cadáveres de los hombres que Mató en
el asunto de Guedalyahu era la que había construido el melej Asá, por causa de Bashá,
melej de Yisrael. Esa fue la que Yishmael ben de Bashá llenó de cadáveres.
41:10 Yishmael llevó cautivo a todo el remanente del pueblo que estaba en Mitspah,
incluyendo a las hijas del melej, todo el pueblo que quedaba en Mitspah y que
Nevuzaradán, capitán de la guardia, le había encargado a Guedalyahu ben de Ajiqam.
Yishmael ben de Netanyah los llevó cautivos y se fue para pasarse a los benei de Amón.
41:11 Yohanan ben de Qaréaj y todos los oficiales del ejército que estaban con él oyeron de
todo los crímenes cometidos por Yishmael ben de Netanyah.
41:12 Tomaron a todos sus hombres y fueron para combatir contra Yishmael ben de
Netanyah, y lo encontraron junto al gran estanque que hay en Guivón.
41:13 Cuando todo el pueblo que estaba con Yishmael vio a Yohanan ben de Qaréaj y a
todos los oficiales del ejército que estaban con él, se alegraron;
41:14 todo el pueblo que Yishmael había traído cautivo de Mitspah volvió y se pasó a
Yohanan ben de Qaréaj.
41:15 Pero Yishmael ben de Netanyah, se escapó de Yohanan con ocho hombres, y se pasó
a los amonitas.
41:16 Yohanan ben de Qaréaj y todos los oficiales del ejército que estaban con él tomaron
de Mitspah a todo el remanente del pueblo que había rescatado de Yishmael ben de
Netanyah, después que éste había asesinado a Guedalyahu ben de Ajiqam –a los
hombres, a los soldados, a las mujeres, a los niños y a los eunucos que Yohanan había
hecho volver de Guivón.
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41:17 Fueron y se quedaron en Guerut de Kimaham, que está cerca de Bet Léjem, con el fin
de seguir y entrar en Mitzraim,
41:18 por causa de los kasditas. Pues tenían miedo de ellos, porque Yishmael ben de
Netanyah había Matado a Guedalyahu ben de Ajiqam, a quien el melej de Bavel había
puesto a cargo del país.
42:1 Entonces todos los oficiales del ejército, con Yohanan ben de Qaréaj, Yezanyah ben de
Hoshayah y todo el pueblo, grandes y pequeños, se acercaron
42:2 y le dijeron al nabí YeshaYah: Por favor, concede nuestra petición, y ora por nosotros
a Yahweh tu Elohe, por todo este remanente. Pues de muchos hemos quedado unos
pocos, como puedes ver.
42:3 Que Yahweh tu Elohe nos indique a dónde debemos ir y qué debemos de hacer.
42:4 El nabí YeshaYah les dijo: De acuerdo. Voy a orar a Yahweh su Elohe como ustedes
solicitan, y les diré todo lo que YAHWEH les responda. No les ocultaré nada.
42:5 Ellos le dijeron a: Que Yahweh sea entre nosotros un testigo fiel y verdadero. Juramos
que haremos exactamente como Yahweh tu Elohe nos indique por medio tuyo
42:6 Sea agradable o desagradable, obedeceremos a Yahweh nuestro Elohe, a quien te
enviamos, para que nos vaya bien cuando obedezcamos a Yahweh nuestro Elohe.
42:7 Al cabo de diez días le llegó la davar de Yahweh a YeshaYah.
42:8 Éste llamó a Yohanan ben de Qaréaj, a todos los oficiales del ejército que estaban con
él, y al resto del pueblo, grande y pequeño,
42:9 y les dijo: Así ha dicho Yahweh el Elohe de Yisrael, a quien ustedes me enviaron para
que presentara su súplica delante de Él:
42:10 Si ustedes se quedan en esta tierra, yo los edificaré y no los destruiré, los plantaré y
no los arrancaré; porque lamento el castigo que he traído sobre ustedes.
42:11 No le teman al melej de Bavel, de quien tienen miedo; no le teman, declara Yahweh,
porque yo estoy con ustedes para salvarlos y para rescatarlos de sus manos.
42:12 Yo lo dispondré para que sea misericordioso con ustedes; él les mostrará Rajem y los
hará volver a su tierra.
42:13 Pero si ustedes dicen: No nos quedaremos en esta tierra –desobedeciendo así a
Yahweh su Elohe,
42:14 si ustedes dicen: No, nosotros nos iremos a la tierra de Mitzraim, donde no veamos
guerra ni oigamos el sonido del shofar, ni pasemos hambre de pan, y allí habitaremos,
42:15 Entonces oigan la davar de Yahweh, oh remanente de Yahudah: Así ha dicho Yahweh
Tzva’ot , el Elohe de Yisrael: Si ustedes dirigen sus rostros hacia Mitzraim y se van a vivir
allá,
42:16 allí en la tierra de Mitzraim los alcanzará la espada que temen, y allá en Mitzraim los
acosará el hambre que les preocupa, y allí morirán.
42:17 Todos los hombres que dirijan sus rostros hacia Mitzraim para residir allá, morirán
por la espada, por el hambre y por la pestilencia. No habrá remanente que sobreviva del
desastre que yo traeré sobre ellos.
42:18 Porque así ha dicho Yahweh Tzva’ot , el Elohe de Yisrael: Como se derramó mi furor y
mi ira sobre los habitantes de Yahrusalaim, así se derramará mi ira sobre ustedes si se
van para Mitzraim. Se convertirán en ejemplo de desgracia, de maldición y de burla; y
nunca volverán a ver este lugar.
42:19 Oh remanente de Yahudah, Yahweh ha dicho de ustedes: No vayan a Mitzraim.
Sepan bien, pues les advierto hoy
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