REVISTA CANDÃS EN LA MEMORIA numero 21 .pdf
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SUMARIO
DOS COFRADÍAS EN LA ASTURIAS DE ÉPOCA
MODERNA
NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO
SANTO CRISTO DE CANDÁS
(1650-1800)
por JULIÁN URONES PRIETO
LA CONSTRUCCIÓN NAVAL EN
ASTURIAS (año 1991)
por ANSELMO ARTIME
GONZÁLEZ
MANUEL RAMON RODRÍGUEZ
pag 13 a 19
pag 3 a 12
EL TORREXÓN ESTÁ MUY ENFERMO
por MARISA DÍAZ
pag 20
EL ENRAME DE LAS FUENTES DE CARREÑO
pag 22 a 29
HISTORIAS DE CARREÑO
LOS CERROS DE LA CRUZ--Monte Areo
NOCHE DE SAN JUÁN
por JOSÉ CARLOS ÁLVAREZ
pag 30
por VICTOR GONZÁLEZ
pag 21
NOTICIAS
pag 31
REVISTA NUMERO 21 CANDÁS EN LA MEMORIA -JUNIO 2020PORTADA
FRANCISCO JAVIER MENDEZ
DOCUMENTACIÓN Y ARCHIVOS
JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ--FRANCISCO JAVIER MENDEZ
COORDINADOR
JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ
2
JULIÁN URONES PRIETO
3
PRIMERA PARTE: LAS COFRADÍAS
8
4
CAPÍTULO PRIMERO: ORIGEN Y DESARROLLO
No podemos datar con precisión la fecha de fundación de la cofradía del Santo Cristo, en adelante CST,
pues los libros de la cofradía comienzan en el año 1654 con las cuentas de ese año y las únicas
constituciones que hemos localizado son del año 1706. Sin embargo Carlos González Posada sitúa el año
fundacional en 163632, lo que es factible pues en 1643 se constata la presencia de la imagen del santo
Cristo en el altar mayor de la iglesia parroquial33. Todo lo cual implicaría no sólo la pérdida de los
estatutos originales sino de la documentación de los primeros dieciocho años de vida de la cofradía. En
cualquier caso nada ha quedado registrado sobre los motivos que pudieron llevar a la fundación de la
cofradía. Pero si admitimos la tesis de Fermín Canella, según la cual la imagen fue trasladada de la
capilla dedicada a Santiago, en la misma villa de Candás, a la iglesia parroquial en fecha imprecisa pero
no muy avanzada del siglo XVII y aceptamos el año de fundación propuesto por González Posada,
podemos afirmar que la colocación de la imagen en su nuevo sitial coincidiría e impulsaría la creación de
la cofradía entre 1636 y 1643.
La devoción al Santo Cristo candasino se hallaba en sintonía con una práctica cristiana más
individualista surgida a finales de la Edad Media, siglos XV – XVI, que provocó, entre otras
consecuencias, la aparición de nuevas necesidades espirituales. Entre éstas estaría la de buscar ejemplos
a seguir en el trascendental momento de la muerte y protección en la vida post mortem. Para ambas
demandas Cristo sería sin duda el mejor ejemplo35y protector posible. Sin embargo los devotos parece
que derivaron sus solicitudes de protección a ámbitos más terrenales con el fin de evitar o retrasar lo más
posible la muerte. Así se recurre al Cristo de Candás en 1699 para solicitarle la lluvia que aliviara la
pertinaz sequía. La finalización del novenario, con el que se concretó la petición, coincidió con el inicio
de las lluvias que provocaron la salvación de las cosechas. Y fue este “milagro”36que salva de la muerte
el que parece fortalecer el culto a la imagen extendiéndolo a otros pueblos del concejo e incluso fuera de
éste.
Con la fama crecen las donaciones y las limosnas, a tal punto que gracias a ellas se construye el Camarín
del Cristo, obra iniciada en 1713 y concluida en 172937, por encima del altar mayor, con su propia
entrada y retablo, concluido en 1734, dominando el crucero y la nave de la iglesia parroquial, a la que
comienzan a referirse en el libro de cofradía como santuario. Se concretan así las dependencias de su
culto que no dejan de crecer en el siglo XVIII, incorporándose a ellas una sacristía en 1770. Por el
contrario el número de cofrades no deja de disminuir y de una media de 110 entre 1701 – 25, se pasa a
58 entre 1776 – 1800 y a 11 entre 1800 y 182538. El descenso podría ser consecuencia tanto de una
devoción individual y basada en las contrapartidas vitales que se reciben del Santo Cristo, que harían
innecesarias las devociones en grupo, como de la derivación a la Iglesia, en la persona del párroco, de
otras tareas primitivamente encomendadas a la cofradía como grupo de fieles, tales como el
mantenimiento de los lugares de culto o las honras fúnebres de los cofrades fallecidos.
La cofradía de Nuestra Señora del Rosario, en adelante NSR, parece que inicia su andadura en 1662, año
en la que se recoge la orden del visitador de la diócesis a los cofrades para que redacten constituciones o
que dejen la tarea en manos del párroco, que se deberá guiar para ello de lo establecido en la bula del
Rosario39. Será éste último quién concluya la tarea encomendada el 28 de Febrero de 1663 con la
aprobación del texto encargado por el padre prior del convento de los dominicos de Oviedo, Francisco de
Uría40.
Si bien los documentos disponibles se remontan a 1661, la cofradía estaba fundada antes de 1604 ya que
en el prólogo de las citadas constituciones de 1663 se hace referencia a la visita que realizó en 1604 el
32
González Posada C. Op cit, pag 48
Urones Prieto J. Op cit, pag 4
35
Delumeau J La Reforma, pag 9, ed 1985
36
A.P.C Libro de cofradía del Santo Cristo...(1654 – 1751), año 1699 s/fº
37
A.P.C Ibid, años 1713 y 1729
38
Urones Prieto J. Op. Cit pag 51
39
APC Libro de cofradía de Nuestra Señora del Rosario (1661 – 1734), s/fº. Visita del 8.12.1662
40
APC Ibid, s/fº, año 1663
33
9
5
prior del convento de los dominicos de Oviedo, Baltasar de Solís, para ordenar y reorganizar la cofradía
y ampliarla a otros sectores de la sociedad candasina que no fueran los marineros y pescadores. Intento
baldío por cuanto el párroco afirma en el citado texto que sólo los miembros del gremio de mareantes
sostuvieron la cofradía entre 1604 y 1663.
Por tanto parecen ser los dominicos los impulsores de la devoción del Rosario, al menos en el caso de
Candás. La orden se estableció en Oviedo en 1518, apoyados por el obispo Diego de Muros, deseoso de
que las prédicas de los miembros de la Orden mejorasen la descuidada vida religiosa de la población del
Principado41. Los dominicos potenciaban el culto a la Virgen del Rosario, iniciado por uno de sus
miembros el bretón Alain de la Roche hacia 147042. Las primeras cofradías aparecen la década de 1470 148043en honor a un advocación de la Virgen, cuya iconografía deriva de la Virgen de la Misericordia
nacida en el siglo XIII en el seno de la Orden del Cister44. El culto mariano cobró fuerzas desde el siglo
XV en todo Occidente45y entroncaría con la necesidad de nuevas devociones ante nuevas necesidades
espirituales, ya aludida al hablar del Santo Cristo, de carácter individualista como la necesidad de
protección en el momento más individual del hombre, su propia muerte, y que Tenenti califica de acto
central en la vida del cristiano46. Si Cristo era el mejor protector y ejemplo posible, su madre es sin duda
la mejor intercesora.
Con estos datos podemos afirmar que la NSR fue fundada, con una colaboración imprecisa de los
dominicos, entre 1518 y 1604 y mantenida desde un primer momento por los marineros y pescadores de
Candás. La vinculación al gremio creció con el paso del tiempo y en el siglo XVII puede considerarse un
anexo del gremio de mareantes, que le incorporan otras dos devociones: la del Dulce Nombre de Jesús en
169247 y la del Santísimo Sacramento, al menos en 167648y contribuye, ya en el siglo XVIII, con su
capital a los gastos de la fiesta de otra tercera, la de San Telmo.
Pero el gremio intentó siempre tener el control absoluto de la cofradía. Y si en la CST lo más llamativo
es el crecimiento inverso de fama y cofrades, en NSR es la lucha por el control total que se establece
entre el gremio de mareantes y la Iglesia. El conflicto se concretó en el control de los fondos de la
cofradía. Las cuentas eran supervisadas en primera instancia por el párroco, en nombre del obispo de
Oviedo y del prior de los dominicos, y en segunda instancia por el visitador de la diócesis, delegado del
prelado de la diócesis. El gremio trató en reiteradas ocasiones de traspasar fondos de la cofradía a su
propia caja. Hasta 1753 los intentos se saldaron con un rotundo fracaso, pero desde esa fecha no hubo
oposición y el gremio trasvasó fondos siempre que lo consideró oportuno (1760, 1768, 1774, 1779, 1781,
1783, 1784, 1786, 1787, 1790, 1791, 1795). Es evidente que a partir de la segunda mitad del siglo XVIII
el control ejercido por los representantes de la Iglesia sobre la cofradía es mínimo, a tal punto que en
1795 los mayordomos de NSR se niegan a presentar las cuentas anuales a otro que no sea el juez
subdelegado de marina de Candás y Luanco, con lo que los restos de presencia eclesial en la toma de
decisiones desaparecen.
Podemos concluir afirmando que ambas cofradías siguen derroteros distintos en su desarrollo. La CST
está formada por laicos y eclesiásticos de distinta extracción social y desarrollo vital como veremos a lo
largo del presente trabajo, sufre una reducción progresiva de sus miembros, no mantiene enfrentamientos
con la Iglesia (cuyos miembros acabaran ostentado el control absoluto de la cofradía49)y perdura hasta el
siglo XX. Por el contrario NSR la forman miembros del gremio de mareantes de la villa, sufre los
mismos vaivenes que éste en su número de miembros, mantiene duros choque con la Iglesia por el
control económico de la cofradía y desaparece con el gremio que la amparó.
41
González Novalín JL Op cit pag 196
Delumeau J Op cit pag 10
Tenenti A y Ruggiero R Los fundamentos del Mundo Moderno, pag 215 ed. 1983
44
Trens M Iconografía de la Virgen en el Arte español, pag 258
45
Tenenti A y Ruggiero R Op cit, pag 215
46
Ibid pag 90 -91
47
APC Libro de cofradía del Dulce Nombre de Jesús, fº 86 Acuerdo del 13.04.92
48
APC Libro de Cofradía de Nuestra... (1661 – 1734) fº 51v, fechado el 25 de Marzo de 1676
49
Urones Prieto J Op cit, pag 132
42
43
10
6
CAPÍTULO SEGUNDO: LOS FINES
A pesar de su abundante documentación no existen datos concretos sobre las finalidades que perseguían
los fundadores de las dos cofradías si exceptuamos las constituciones de 1663 de NSR, en su artículo
segundo, que permiten intuir uno de los posibles móviles al especificar que el ingreso en la cofradía
conllevaba los beneficios de las gracias e indulgencias contenidas en el jubileo de la cofradía50.
La escasez de datos directos puede compensarse con fuentes indirectas como la información que aportan
los ingresos y gastos de la cofradía, los compromisos , muy escasos, que adquirían los cofrades al
ingresar en la cofradía y los comentarios, ocasionalmente registrados en los libros de las cofradías, de
los párrocos y visitadores sobre la devoción y la práctica religiosa de los cofrades.
Los ingresos y gastos de la CST permiten afirmar que los primeros se obtenían de las cuotas de los
cofrades, las limosnas de los devotos y las rentas derivadas de censos y foros, y eran empleados, según
se desprende del análisis de los gastos, en tres tareas claramente definidas:
Financiar la fiesta del Santo Patrón, tanto la religiosa (procesión y misa), como la mundana
(hoguera, bailes, fuegos artificiales...) celebrada los días 13 y 14 de Septiembre
Sufragar los costes de la conservación y ampliación del lugar de culto además de la iluminación
y mantenimiento de la imagen y sus ropas, del altar, su retablo y adornos.
Cubrir los gastos de entierro y funeral de los hermanos cofrades más pobres y de las exequias de
los demás, que incluirían terno, cera y un número determinado de misas y responsos
En la fiesta se gastaron el 15,4% de los ingresos regulares habidos en la cofradía ente 1650 y 1800, sin
contar las cuantiosas aportaciones privadas51. La festividad se celebraba sin la moderación debida a tenor
de las periódicas advertencias que en este sentido realizaba el visitador de la diócesis52. La ostentación de
la fiesta puede indicar que una de las finalidades de la cofradía era mostrar el poder de su Santo Patrón a
través de la riqueza.
En el lugar de culto el devoto buscaba el amparo y protección contra enfermedades, accidentes,
desgracias y toda suerte de peligros y adversidades Un anhelo, en ocasiones satisfecho, del que queda la
constancia escrita de novenarios, rogativas y exvotos53. Dotar al lugar del mayor número posible de
prebendas parece ser otro de los objetivos de la cofradía, que buscan toda suerte de privilegios para el
altar ya la imagen54.
Por último otra finalidad de la cofradía parecía ser el de acompañar a sus miembros tanto en el momento
de la muerte, tarea a la que parece se comprometían los cofrades al ingresar en la cofradía como parece
reflejar el único testimonio del que queda noticia55, como tras ella encargándose la cofradía de las
exequias, las misas y los responsos por los cofrades difuntos.
Por su parte la cofradía del Rosario obtenía los medios financieros del quiñon o parte del total de las
capturas pesqueras que las tripulaciones pesqueras cedían. Con estos fondos la cofradía pagaba las
diversas festividades religiosas de la Virgen (Anunciación, Visitación, Natividad, Concepción,
50
APC Libro de Cofradía de Nuestra... (1661 – 1734), s/f año 1663
APC Libro de cofradía del Santo... (1654 – 1751)
APC Libro de cofradía del Santo... (1751 – 1940)
Se constatan aportaciones privadas de los mayordomos en los años 1670, 1725 – 35, 1737, 1761
52
Ibid años 1679, 1761 y 1778
53
Ibid se constatan novenarios y rogativas en 1699. 1708, 1723, 1725, 1753, 1768, 1752, 1788 y la existencia de
exvotos destruidos en 1936
54
Ibid jubileos en los años 1658, 1668 y 1706, indulgencia para el altar en 1737, indulgencia plena para los
cofrades en 1738, bula pontificia de indulgencia del 10 de Septiembre al 18 de septiembre de 1789, privilegio del
altar mayor en 1714, privilegio para los Miércoles en 1731
55
Ibid. (1654 – 1751), ingreso del presbítero Pablo García Heres el 9 de Octubre de 1697
51
11
7
Purificación y Rosario), del Santísimo Sacramento de Jesucristo (Santo Nombre de Jesús, Corpus
Christi, Pascua de resurrección y Circuncisión) y de San Telmo. En todos los casos se incluía misa,
procesión, bailes, gaiteros...Además de las distintas fiestas, la cofradía soportaba el gasto de la práctica
religiosa cotidiana de los cofrades, regulada en las constituciones y que incluía la participación
obligatoria en la misa de los Sábados y Domingos, rosario, salve marinera, misa del alba y procesión del
primer domingo de cada mes que se completaba a los quince días con la muestra del Santo Sacramento a
los fieles congregados en la iglesia parroquial. La cofradía también se hacía cargo de los costes que
ocasionaba la iluminación y adorno de las imágenes del Niño Jesús, Virgen del Rosario y San Telmo, del
adorno y embellecimiento de sus altares, capillas56y en el caso del Santo Sacramento su custodia. Por
último la cofradía costeaba el gasto del entierro y funerales de los hermanos cofrades y sus familiares,
incluyendo terno, cera, oficios y octava de difuntos.
La enumeración de los distintos gastos muestran las finalidades de la cofradía. En primer lugar regular la
vida religiosa de sus miembros para servir a Dios y obtener utilidades para el alma como afirman Martín
Martínez de la Uz en 169457 o Diego Pérez León y Esteban Fernández Perdones en 174658 al ser
admitidos en ella. En segundo lugar colocar a los cofrades, mayoritariamente marineros con una
actividad profesional muy peligrosa, bajo la protección divina de Jesucristo, la Virgen María, el Santo
Sacramento y el Santo marinero por excelencia en el Cantábrico, San Telmo59. Por último procurar a los
cofrades una muerte digna, con acompañamiento, funeral y entierro según los usos de la época, y un
recuerdo perenne con responsos, misas y vísperas de difuntos realizadas todos los sábados del año y
durante la festividad del Rosario el 25 de Marzo.
Las dos cofradías persiguen la salvación del alma de sus miembros a través de prácticas religiosas
reguladas, cotidianas y realizadas en grupo, un carácter colectivo cuyo máxima expresión sería la
asistencia a los cofrades moribundos y la organización de sus funerales y que se vertebraría a través de la
devoción a sus patronos y el cuidado de los altares y santuarios dependientes de la cofradía. Pero tras
esta primera impresión, las fuentes dejan entrever por un lado una intencionalidad marcada por la
religiosidad oficial, y por otro una práctica real dictada por la interpretación que hacen los cofrades de
esa intencionalidad. Así la oficialidad religiosa potenciaría la búsqueda del alma fortalecida por la
devoción y las obras de misericordia que pudiera hacer frente con garantías al obligado tránsito a la otra
vida. Una vez ante el trono de Dios sería ayudada por abogados e intermediarios divinos, ganados a su
favor a través de misas y responsos, oficiados y seguidos por sus hermanos cofrades. Esta concepción
presupone no solo creer en la existencia de una vida tras la muerte, sino también conceder una
importancia desmedida y crucial a la muerte terrenal , puente entre ambos mundos60y momento decisivo
donde se decide el destino definitivo del alma.
Pero en ambas cofradías asoman elementos impropios de la práctica cristiana. Así la utilización del santo
Cristo como talismán o protección contra todo tipo de enfermedades y catástrofes naturales o la de
Nuestra Señora del Rosario como emblema identificativo en fiestas y procesiones frente a otras
agrupaciones religiosas de la Villa o de fuera de ella. En todas se busca individualizar la advocación,
dotándola de funciones y atributos personales muy en consonancia con los cofrades y ajenos al credo
cristiano, siendo más propios de un tipo de religiosidad pagana que parece disfrazada por la Iglesia con
rituales cristianos, hecho puesto de manifiesto por distintos autores61.
De cualquier forma los fines perseguidos por ambas cofradías son similares a las de otras asociaciones
devotas. Así la salvación del alma, la mejora de la práctica religiosa, el culto reglamentado al patrón, el
cuidado de su altar y santuario, la asistencia al funeral de los hermanos cofrades y la búsqueda de
protección y seguridad, son presentados como objetivos de otras cofradías por autores como Ariès,
56
González Posada, C Op. cit pag 53. La cofradía del Rosario contaba con capilla autónoma desde 1783
APC Libro de cofradía de Nuestra...(1661 – 1734), año 1694
APC Libro de Cofradía de Nuestra...(1734 – 1797) año 1746
59
Filgueira Valverde J. Archivo de Mareantes, pag 29, ed. 1946
60
Tenenti A. Y Ruggiero R. Op cit, pag 86 y 90 - 91
61
Fernández Conde J “Religiosidad popular asturiana”, pag 114-115. Enciclopedia Temática de Asturias, tomo 9,
“Etnografía y Folklore. Ed 1987
Maura Duque de Supersticiones de los siglos XVI – XVII, pag 21. Ed 1945
Frazer J citado por Robert Graves en la Diosa Blanca, pag 320 ed. 1988
57
58
12
8
Defourneaux, Rodríguez de Gracia, Bartolomé Bennassar, Deleito Piñuela, Casado Soto o Díez
Barque62.
62
Ariés P Op. cit pag 58-59 y 158 – 159
Defourneaux M Op cit pag 92 y 112
Rodríguez de Gracia H. Op cit 89 – 90
Bennassar B Op cit pag 78
Deleito Piñuela j Op cit pag 18, citando a Pfandl
Casado Soto J.L “Los pescadores de la villa de Santander entre lso siglos XVI y XVII”, pag 76 Ed. 1977
Díez Barque J.M La sociedad española y lso viajeros del siglo XVII, pag 79 citando a Mme d´Aulnoy. Ed 1975
13
9
Procedencia del dinero
disponible (% sobre el total)
Cofrades
Alquiler terno
Limosna
Censos, foros
Alcances (remanente anual)
Total
1654 - 1660
74,0
1,1
4,5
20,4
100,0
1676 - 1699
32,5
4,4
12,0
4,5
46,6
100,0
La segunda de las cuestiones reglamentadas durante estos años fue la tasa de ingreso en la cofradía. El
acuerdo de 1661 la fija en doce reales o cuatro libras de cera, ascendiendo a dieciocho reales en 1699. La
primera de las tasas debía sustituir a otra anterior pero de la que no quedan noticias. Además la opción
del pago en cera muestra el gran consumo que existía de este material en la cofradía66. De nuevo
observamos una fuerte reticencia a realizar subidas. Pasan treinta y ocho años hasta que se produce y
probablemente provocada por la grave crisis de 1699 que además suprime el pago en especie. De
cualquier forma la tasa era lo suficientemente alta para suponer una barrera en el acceso a la cofradía.67
La tercera cuestión hace referencia al establecimiento de diversas sanciones y multas. En concreto
establece sanciones por rechazar el cargo de mayordomo (1667), no pagar la cuota (1680) y no acudir a
la festividad del Santo patrón (1699). La primera y la última tienen una multa pecuniaria de diferente
montante, veinticuatro y tres reales respectivamente, pero la segunda establece un castigo moral muy
duro pues implica la privación de la misa y los oficios divinos al infractor. Es comprensible hasta cierto
punto la fuerte multa que se impone a quien rechaza el cargo de mayordomo por cuanto la cofradía como
organización voluntaria depende de la disposición de todos sus miembros a aceptar responsabilidades
cuando sea preciso y siempre que no haya una razón que impida su cumplimiento. Menos razonable
parece la sanción que se impone a quien no paga la cuota sobre todo si la comparamos con la pequeña
multa que se establece para quien incumple con una de las obligaciones religiosas del cofrade, la
asistencia a la fiesta del Santo patrón. Privar a un miembro de una cofradía religiosa de la misa y los
oficios divinos era privar de sentido su pertenencia a dicho colectivo. Además establecer una sanción de
esta envergadura por el impago de cuotas hace pensar en una resistencia activa a su pago y
probablemente a su incremento, poniendo en entredicho la voluntariedad de la contribución, y tal vez
explicando la estabilidad de la cantidad que se abonaba anualmente. Por último la multa por no acudir a
la festividad del Patrón puede indicar una cierta relajación en el cumplimiento de las obligaciones
religiosas de los cofrades que sería consentida y aprovechada por los responsables de la cofradía para
aumentar las fuentes de recaudación.
En cuarto lugar estarían las recomendaciones impuestas por el visitador. Dos a lo largo de estos años,
una en 1670 y otra en 1693. En 1670 criticó el desmedido gasto de vino y pólvora que se venía haciendo
el día de la fiesta, recomendando moderación a la cofradía. El exceso de gasto parece que obedece tanto
a razones pasionales en la celebración, que sin duda incrementaría el consumo del vino, como a la pugna
mantenida con otras cofradías de la Villa por celebrar la fiesta más ruidosa y por tanto más llamativa,
hecho bastante frecuente en la época68y que explicaría el enorme gasto en pólvora. Sirva como ejemplo
que entre 1654 y 1670 el gasto total de la cofradía fue de 15.062 reales, de los que el 5% se dedicó a
fuegos, pólvora y mosquetes. En cualquier caso parece evidente que la festividad religiosa era paralela a
una celebración laica. En 1693 el visitador señaló el incumplimiento que hacía la cofradía de los oficios
por los cofrades difuntos. Dado que el gasto en sepelios de la cofradía entre 1654 – 1700 fue de 36.866
reales, el 43% del gasto total, es evidente que o bien que las cuentas están falseadas o que el
incumplimiento fue puntual.
En quinto y último lugar estarían dos acuerdos, uno de 1670 sobre el uso del terno y otro de 1677 sobre
la ceremonia de ingreso de los cofrades. Según el primero de estos acuerdos el terno, compuesto por
66
APC Ibid. El gasto total en cera entre 1654 – 1700 fue de 7.493 reales, un 20% del gasto total.
Urones Prieto J, Op. cit pag 114, 1 celemín (4, 625 litros) de pan valía 4,5 reales en 1704
68
Defourneaux M Op cit pag 42
67
15
10
casulla y capa para el oficiante y dalmáticas para sus dos ministros69y completado con un facistol y
paños recubriendo los frontales y el púlpito70, se alquilaría a los cofrades previo pago de tres reales
diarios, cinco para los que no fueran miembros de la cofradía. El uso sería gratuito los días de funeral y
saltación para los cofrades por razones obvias. Resalta la importancia dada a la apariencia del último acto
social del difunto, algo habitual en la época71. Sobre la ceremonia de ingreso de los nuevos cofrades poco
sabemos. El acuerdo de 1677 impone la lectura previa de las constituciones de la cofradía a lo miembros
noveles. Parece que su finalidad era la de informar de las obligaciones y deberes que implicaba la
pertenencia a la cofradía y hace pensar en un acto protocolario donde el nuevo cofrade se obligaría a
respetar y cumplir el contenido de las normas internas de la cofradía ante alguno o todos los responsables
y miembros de la cofradía. Por último señalar que la mención de las constituciones de la cofradía en
1677 muestra que éstas existían antes de 1706 (probablemente realizadas, como ya se señaló al principio
de esta obra, después de la fundación de la cofradía siguiendo la norma de la época72) .
LAS CONSTITUCIONES DE 1706
Son las únicas de las que tenemos noticia que se conservan (ver anexo II). Hubo al menos otras
anteriores a las que éstas sustituyen ya que su estado de conservación era calificado con términos como
ajadas, derrotadas y adulteradas. Las constituciones están firmadas por cuatro miembros de la cofradía:
Domingo de Argüero, mayordomo, Francisco de la Auja, José García Pola y Bernardo García Cardo,
consiliarios. Sobre ellos poco sabemos, tan sólo la pertenencia de Francisco de la Auja al Gremio de
Mareantes73de Candás y la continuada participación de Domingo de Argüero en al administración de la
cofradía74. En la elaboración de los distintos capítulos debió colaborar el teniente de cura, licenciado
Fernando García, sustituto del párroco Gabriel Martínez, pues se le menciona como asistente al acuerdo
en que se debatieron y aprobaron las constituciones. Se componen de dieciocho capítulos, de los que el
primero está en pésimo estado haciéndolo ilegible y los otros diecisiete son legibles aunque presentan
abundantes roturas y manchas. Su estructura temática es caótica y da la impresión de haberse redactado a
la par que se elaboraba, sin un plan de organización. De todas formas podemos clasificarlos en los
siguientes grupos:
la fiesta del Santo patrón (un capítulo)
los funerales de los cofrades (cinco capítulos)
uso de materiales de la cofradía (tres capítulos)
ingreso y abandono de la cofradía (tres capítulos)
presentación de cuentas y limosnas (tres capítulos)
práctica del culto (dos capítulos)
La fiesta del Santo patrón se trata en un artículo, el decimoquinto, que regula las celebraciones religiosas
y el pago a los sacerdotes, clérigos y cantores que participen en la misa, vísperas y procesión.
Curiosamente no se habla para nada de la fiesta mundana aunque su coste va por cuenta de la cofradía y
eso a pesar de la recomendación del visitador en 1670. Así entre 1683 y 1707 el gaitero recibe
anualmente 12 reales por su participación en la fiesta, excepto en el año 1700 – 1701 donde las partidas
contables no están desglosadas y no sabemos si hubo o no pago. Además la cofradía gastó esos años una
media de 40 reales al año en pólvora también para la fiesta con un monto total de 923 reales75.
A los funerales de los cofrades se dedican cinco artículos: el tercero, quinto, séptimo, decimosexto y
decimoséptimo, casi un tercio del total, lo que da idea de la preocupación que por este tema existía. En
ellos se establece un oficio individual para cada miembro de la cofradía compuesto por cinco misadas
69
Real Academia de la Lengua Diccionario de la Lengua Española, 16º edición, ed. 1970
Urones Prieto, J Op cit, pag 147
71
López R Oviedo: muerte y religiosidad en el siglo XVIII, pags 95, 118 Ed. 1985
Barreiro B. “Las clases urbanas de Santiago en el siglo XVIII: definición de un estilo de vida y de pensamiento”,
pag 481 Ed 1981
72
Rodríguez de Gracia H Op cit pag 89 - 90
73
AHPO Protocolos notariales de Gijón, caja 2193 s/fº Lista del Gremio fechada el 27 de Abril de 1680
74
Urones Prieto J Op cit pag 31. Domingo de Argüero ocupó casi ininterrumpidamente el cargo de mayordomo
entre 1724 – 49 participando en la administración de la cofradía como consiliario y mayordomo antes de 1724
75
APC Libro de Cofradía del Santo ... (1654 – 1751)
70
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rezadas y una cantada, todo ello en vigilia, realizadas en el altar mayor de la Iglesia con el fin de
aprovechar los privilegios de que dispone. Todo ello gratuito para los cofrades sin medios. La asistencia
de los miembros de la cofradía era obligatoria a las misas, al entierro, a un rosario en memoria del
fallecido y a un oficio general por las ánimas de los fallecidos. Tal vez demasiadas obligaciones para una
época donde la subsistencia dependía sobremanera del trabajo personal y cuyo incumplimiento forzado
explicaría al recomendación del visitador en 1693.
A los préstamos y el uso del material de la cofradía se dedican tres artículos, el cuarto, el sexto y el
undécimo, éste último prácticamente ilegible. El alquiler de velas supone dos reales diarios, de hachas
ocho reales por día y del terno seis, cuota esta última que se incrementa respecto a 1670. El encargado de
que exista cera siempre a disposición de la cofradía para misas y aniversarios es del mayordomo.
Cualquier error en este sentido se castiga con una multa de dos reales.
Dos artículos, el noveno y el undécimo, regulan el ingreso de nuevos cofrades, estableciendo entre los
dos diez requisitos para el acceso: no ser revoltosos, ni tener malas costumbres, ni tener más de treinta
años. No ser extranjero, de color quebrado, persona nueva o reconciliada. Contar con el visto bueno del
mayordomo y los consiliarios, aportar dieciocho reales y acatar las constituciones de la cofradía que le
serían leídas. Llama la atención la pervivencia de requisitos propios de estatutos de limpieza de sangre, a
pesar de la pragmática de 162376 y de la moderación impuesta por la Junta de Reformación también en
162377. La documentación no permite afirmar si era una pervivencia de las constituciones originales o un
reflejo de una sociedad xenófoba y racista.
El capítulo o artículo octavo regula el abandono de la cofradía. El cofrade que lo desee deberá abonar
doce reales o una libra de cera. Una cantidad alta para quien no va a suponer ya un gasto y que tal vez
sea motivada por el descenso en el número de cofrades ya comentado en páginas anteriores.
Los artículos décimo, decimotercero y decimocuarto se encargan de la administración de la cofradía y de
la recogida de limosnas. En ellos se establece que el mayordomo leerá las cuentas anualmente en
presencia del sacerdote, el nuevo mayordomo, los recién nombrados consiliarios y todos los cofrades que
deseen asistir. Por tanto existían tres controles: el sacerdote, los cofrades y los nuevos administradores.
Además el nuevo mayordomo no puede hacerse cargo de débitos pendientes de años anteriores, lo que
implica que si hay descuadres o deudas el responsable anterior se mantiene en el cargo en tanto en
cuanto no liquide las deudas pendientes. Un sistema que sin duda haría muy cuidadosa la administración
de los caudales de la cofradía pero que reduciría el número de candidatos dispuestos a afrontar el riesgo.
Respecto a las limosnas se establece su recogida los Domingos y días festivos en la Iglesia parroquial
antes de la misa, sin duda el momento de mayor afluencia de feligreses. Por ello el día debía ser común a
todas las cofradías, lo que motivaba que llegaran a acuerdos similares al registrado en 1734 para
repartirse el producto de las limosnas, estableciendo parcelas temporales reservadas a cada cofradía 78.
Por último tenemos los artículos segundo y decimoctavo referentes a la devoción al santo Patrón. El
primero de estos artículos establece un oficio de aniversario en honor del Santo Cristo compuesto por
cinco misas rezadas, una cantada y un ruego a las Benditas Ánimas. La asistencia de los cofrades es
obligatoria y su ausencia debía sustituirse por el rezo individual de un rosario de ciento cincuenta
avemarías y quince pater noster. Por su parte el artículo decimoctavo impone una sanción de media libra
de cera a quien corriera la cortina que ocultaba al Cristo, acción reservada a los miembros del clero y que
demuestra su control absoluto en todo lo relacionado con la devoción al Cristo.
LA NORMATIVA ENTRE 1706 Y 1800
Está formada por los acuerdos de 1709, 1734, 1739, 1751 y 1760, así como por las visitas de 1722, 1729,
1739 y 1782. El acuerdo de 1709 reúne el mayor número de reglas, cuatro, que rectifican o completan las
76
Díez Borque J Mª Sociología de la comedia española del siglo XVII, pags 225 – 227. Ed 1876
Kamen H La inquisición española pag 145 Ed. 1972
78
APC Libro de Cofradía del Santo Cristo... (1654 – 1751). Visita del 16 de Noviembre de 1734. establece un
acuerdo entre las cofradías de San Antonio de Padua, Tercera orden y gremio de Pescadores
77
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CONTINUARÁ
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CONTINUARÁ
19
LA TORRE DE PRENDES Y EL MAL DE LA PIEDRA
(El Torruxón está muy enfermo)
“La alteración de los monumentos está causada
por un conjunto de procesos que tienen lugar
bajo la acción de los agentes meteorológicos, e
implican un cambio del aspecto externo, de la
forma, o incluso de la estabilidad mecánica de
un componente arquitectónico o escultórico.
Son procesos variados en el detalle, y tienen
lugar bajo diversos condicionantes: la naturaleza
de los minerales contenidos en el elemento
arquitectónico afectado, la climatología, y el
crecimiento de líquenes, entre otros.
A estos hay que añadir otro que tiene gran
importancia en el ámbito urbano: la agresividad
de la atmósfera en contacto con el material en
cuestión, que puede llegar a ser muy alta en este
ambiente concreto, debido a la presencia de altas
concentraciones de gases contaminantes (CO,
CO2, SO2), capaces de reaccionar con el agua,
formar ácidos y atacar a los minerales.
https://previa.uclm.es/…/MGA/Tema07/Tema_07_
Monumentos_1.htm
Publicado en su pagina de Facebook por Asturias
Marisa Diaz
Fotografias Marisa Diaz
20
HISTORIAS DE CARREÑO
“Los cerros de la cruz. Monte Areo”
En pleno Monte Areo, parroquia de Guimarán,
cerca del barrio de San Pablo existe un lugar en
el Camino Real o Camino de Santiago que en
dirección a Poago (Gijón) se le conoce por “Los
Cerros de la Cruz”.
En este camino margen Izquierdo existió una
cruz de piedra o crucero que dio nombre a la
zona. Antiguamente cargada de praderías y muy
transitada por caminantes. En la actualidad
dominan los bosques y alguna finca para pastos.
En torno a esa cruz se crearon varias leyendas
que el pueblo siempre recordó como: “… al
paso de un rico tratante de ganado fue abordado y
asesinado por unos ladrones… ” o “… que un rico
vecino fue asesinado por diversos motivos…” y las
familias pusieron esta cruz en recuerdo.
La leyenda tomó cierto valor cuando Carlos
Benito González Posada escribió en 1790 para
la Historia de Carreño que: “… la capilla de San
Pablo se mandó edificar según hoy está, unos dicen que en
penitencia por un delito cometido en aquella parte…”
Lo que no cabe duda es que la cruz existió. Los
más viejos del lugar siempre la conocieron pero
mutilada, dicen que: “… dos hombres borrachos de
noche la derribaron y una vez descubiertos recibieron duro
castigo...”
En 1975 tras intensa búsqueda y con información de vecinos y familiares logramos localizarla con solo la piedra base, enterrada y
bajo maleza (ver foto).
Pero en la década de los años 80, una
excavadora en unos arreglos en una finca
colindante arraso lo que quedaba de la cruz,
desfigurando el terreno y la ubicación.
Nunca se hizo un estudio serio de la historia
de la cruz, donde abren dudas si fue una
cruz funeraria o un crucero ligado al camino
principal o también llamado “Camino de
Santiago”.
En años posteriores se habló de hacer un
mirador cercano para otear el Valle de Carreño
con la mar a lo lejos, por las parroquias de
Albandi y Carrió todo ello dentro del “Plan
Director” para las actuaciones en el Monte Areo
junto al mirador de la Peña del Carro.
En Carreño se viene perdiendo mucho patrimonio por la falta de memoria histórica, ejemplo
son estos, “Cerros de la Cruz”, donde podría ser
un aliciente para esa cantidad de peregrinos y
paseantes que pasan por el Camino de Santiago
en el concejo de Carreño.
Zurdi y Vitor en
la localización
de la cruz en
1975
En la década de los años 30 solo tenía dos
piedras sobre la base.
Texto y fotos Victor González
21
El enrame de la fuente y la flor de agua
En muchos pueblos de
España y en especial los de
la zona Norte, llegada la
noche de San Juan, se
celebraba el rito del
“enrame de las fuentes”.
Ya hemos señalado en
ocasiones anteriores que
en esta noche eran tres
los elementos sobre los que se ejercían todo tipo
de rituales: Fuego, Tierra y Agua.
El agua es un elemento imprescindible de la naturaleza, sin los arroyos, los ríos, las fuentes y los
manantiales toda vida sería imposible, por eso
desde la antigüedad, el agua fue tratada como un
bien sagrado por el hombre.
Nuestra dependencia del agua dio lugar a la aparición de diversos ritos y cultos que se gestaron
en torno a las fuentes y a su condición de sagradas en muchas religiones, principalmente debido
a los dos grandes valores en los que se sustenta la
vida: la salud y la fertilidad. El culto a las aguas,
a las fuentes y a los pozos se mantuvo en la
tradición popular de una manera sorprendente
a lo largo de los siglos, acabando incluso por ser
tolerado por el cristianismo.
Las fuentes tuvieron un papel fundamental
en el abastecimiento de agua potable a la población; fueron también auténticos mentideros,
lugares de encuentro y tertulia de los vecinos que
acudían con sus cantaros y cubos a proveerse de
agua para el día a día.
Días antes del 24 de junio, la gente solía ir a limpiar las fuentes, para después construir un ramo
adornado con muchas flores y rematado con
varias banderas. Llegada la Noche de San Juan
una comitiva formada por los vecinos del pueblo,
portaban el ramo que habían fabricado para la
fuente y cantaban canciones alusivas al ramo y a
la Noche de San Juan. Si había varias fuentes en
el pueblo, se recorrían todas, viendo cuál de ellas
estaba mejor adornada. Se bendecía a todos los
presentes mojando la planta de la verbena en el
agua de la fuente y salpicando para que el agua
protegiera a las gentes de todo mal.
Finalmente se competía
por ver quién era el
primero en beber el agua
de la fuente con la llegada de los primeros rayos
del sol, en una tradición
ancestral llamada “flor de
agua”.
“La flor de agua” se asocia a las aguas de riachuelos y fuentes que reciben los primeros
rayos del sol en el amanecer de la noche de
San Juan, ya apagada la hoguera y que tiene un
poder benéfico y curativo para el que la bebe o
se baña en sus aguas.
En algunos pueblos de Asturias las mozas iban
a una fuente en la madrugada de San Juan para
coger la flor del agua. La doncella que lograba
cogerla obtenía la seguridad de que se casaría
antes de terminar el año. La primera joven que
conseguía coger la flor del agua colocaba en la
fuente una rama en señal de que ya se había
llevado esa mágica flor, para que la joven que
viniera tras ella viera la fuente enramada y
tuviera que dirigirse a otro manantial que aún
estuviese virgen.
Hoy en día, se siguen engalanando las fuentes
la Noche de San Juan en distintos puntos de España, pero en realidad se ha convertido en un
concurso entre barrios o vecinos por ver quien
adorna mejor la fuente pública más próxima a
su vivienda, eso sí por lo menos los Ayuntamientos han conseguido recuperar la tradición
“del enrame de las fuentes” aunque sea dando
premios a los “enrames” más originales y bonitos.
Publicado por Tradicionarius
en el blog de la Tradición
22
PRIMER CONCURSO DE ENRAME DE LAS FUENTES DE CARREÑO
La asociación vecinal de L´Ablanal en el barrio
candasín de El Regueral pusieron a punto el
abrevadero de la zona.
Tras la limpieza y pintado del elemento etnográfico lo ornamentaron incluyendo en la decoración, además de variedad de flores, un recuerdo a su tradicional foguera que este año, debido
a la pandemia, no pudo celebrarse.
En el ornato también hubo aportación de la
población infantil del barrio con figuras y barcos con deseos. Y tuvieron presente la manta
candasina, pieza identitaria en la indumentaria
candasina.
La tertulia de perlorinas decoró la fuente El
Cañu o la Fuentina en el barrio de la Nozalera.
En dicha parroquia aguardaban, junto a la
fuente, unas encantadoras xanas.
23
PRIMER CONCURSO DE ENRAME DE LAS FUENTES DE CARREÑO
El vecindario del barrio de Santarúa en Candás concursó con la decoración de la fuente y lavadero
de la zona.
Ornamentación floral que incluyó también motivos mitológicos.
El vecindario del Poblado de Albandi se animó, bajo la batuta de Cary García y Beatriz Salomón,
con la ornamentación de El Lavadero de Carrió: fuente, lavadero y abrevadero de dicha parroquia.
Nutrida participación en la primera edición del concurso en el ámbito local y preciosos acabados
24
PRIMER CONCURSO DE ENRAME DE LAS FUENTES DE CARREÑO
Catorce fueron los elementos inscritos para la primera edición del concurso de Enrame en
Carreño.
Tres en Albandi, que fue la parroquia que más decoró.
La comisión de festejos Esfoyaza ornamentó también la fuente cercana a casa Pachón en el barrio de
Caicorrida.
La asociación vecinal de Piedeloro participó en el concurso enramando la majestuosa fuente,
lavadero y abrevadero de la Pipera.
Nutrido grupo de Xaninas vigilantes con el trabajo realizado.
El vecindario de los Villares ( Villar de arriba y Villar d´abaxo) de Tamón participó en el I
Concurso de Enrame local ornamentando la Fuente Florentina y lavadero circular.
María y Carla mostraron sus dotes como lavanderas.
25
PRIMER CONCURSO DE ENRAME DE LAS FUENTES DE CARREÑO
La asociación vecinal de Llorgozana se animó también a concursar con la fuente y abrevadero ubicado en el barrio de La Barrera.
La entidad que preside María Fernández, ornamentó con flores diversas, teniendo presente la
hoguera y la etnografía.
En Albandi, la comisión de festejos Esfoyaza ornamentó también el lavadero, fuente y abrevadero de
Monte Morís.
Alta participación y mucho nivel en las decoraciones presentadas al concurso.
La asociación vecinal “San Juan” de Prevera, que preside Juan Díaz, concursó en el Enrame ornamentado la fuente El Valle, ubicada en el barrio del mismo nombre.
26
PRIMER CONCURSO DE ENRAME DE LAS FUENTES DE CARREÑO
La comisión de festejos de Santiago de Ambás decoró la fuente, lavadero y abrevadero de El Caleyón,
en el barrio de Huerno.
Sobre la pared de abrevadero un majestuoso cuélebre con hojas de figal y otras flores.
Integrantes del grupo La Folixa de Carreño y vecindario de los barrios de Santa Eulalia y Sopeñes
ornamentaron la fuente y abrevadero de Santa Eulalia, en el barrio del mismo nombre en la
parroquia de El Valle.
La comisión de festejos Esfoyaza ornamentó tres fuentes de su parroquia.
Estas son algunas imágenes de la decoración que realizaron en la Fuente, lavadero y abrevadero de
Peñón en Albandi.
27
PRIMER CONCURSO DE ENRAME DE LAS FUENTES DE CARREÑO
Ayer se celebró la primera edición del Concurso de Enrame de
fuentes en Carreño.
Participaron catorce con mucho trabajo detrás de cada una.
Enhorabuena y agradecimiento a todas las personas que lo
hicieron posible.
La Escuela rural de Guimarán y El Valle, enramó la fuente,
lavadero y abrevadero de Merún en el barrio del Fondo en
Guimarán.
El alumnado realizó el ritual de desencantar la xana y el
trasgu, que hacen todos los años para despedir, en este caso a
dos niñas y un niño, que dejan dicha escuela para incorporarse
a una nueva etapa educativa en el colegio Poeta Antón de
Candás. En el ritual no faltó el cuélebre.
FUENTE
ENRAMECARREÑO
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ALBANDI Y PIEDELORO VENCEN EN EL PRIMER
CONCURSO DE ENRAME
El primer concurso de enrame de fuentes de
Carreño estuvo muy disputado.
El jurado integrado por Josefina Fernández
del Grupo Xana de Perlora, Fernando del
Orrio, Artesano Floral de Floristería Yedra en
Candás y Fe Santoveña, Licenciada en Historia
y en Antropología Social y Cultural destacó la
elevada participación y nivel en esta primera
edición del certamen municipal.
La Fuente ubicada en el barrio Caicorrida
decorada por la Comisión de Festejos “ La
Esfoyaza” de Albandi obtuvo la máxima
puntuación del jurado.
Destacó por la utilización de ramas propias de
la zona, por respetar la tradición adornando
la fuente con un arco triunfal. Valoraron su
enrame tradicional sin adornos extra que, aun
pudiendo estar llenos de entrañable tipismo
asturiano o mitología, añaden poco al verdadero
objeto del concurso, que era enramar las fuentes
para honrar el agua mágica de la noche de San
Juan El Verde
Agradecer enormemente el esfuerzo realizado
por las asociaciones y vecindario de once de
las parroquias del concejo para mantener la
tradición asturiana del enramado de fuentes.
Esta primera edición, casi en tiempo récord,
generó una fuerte implicación vecinal que
favoreció el vistoso resultado y la puesta a punto
de buena parte de los elementos etnográficos.
Fuente Enramecarreño
29
NOCHE DE SAN JUAN
No hay destellos incandescentes en el cielo de
Palmera, ni tampoco crepitar de hoguera en la
playa. No se oyen cánticos de danza prima en
la plaza de los Helio. No hay público asistente,
ni ceremonial de fuego, como tampoco hubo
romería en el prao de Gervasia para la festividad
de San Antonio. A lo sumo festejos virtuales
subidos a internet para no perder la tradición.
La `nueva realidad´ obliga, y toca ser comedidos
con los actos multitudinarios. Es tiempo de
mascarilla o de distancia de seguridad.
En la oscuridad de la playa una pareja se adentra
de espaldas al mar para cumplir con el ritual de
las nueve olas, creyendo que con ello se aseguran
salud y también fertilidad. Es la noche de San
Juan.
Tras el paseo infructuoso ella regresa a casa
y coloca en la ventana de la cocina, sobre el
alfeizar, un recipiente con agua colmado de
pétalos de rosas, para que el relente nocturno
le transfiera las propiedades mágicas que
durante esas horas merodean la oscuridad.
Será por la mañana, al alba, cuando remoje su
cara en esa agua encantada con la convicción
de que le proporcionará tersura y belleza a la
piel. Antes de acostarse, justo a la medianoche,
bajará a la acera con el muérdago y el papelito
requetedoblado que contaba quemar en la
hoguera; entre los dobleces figuran escritas
todas las cosas malas que pretendía desterrar
arrojándolo a las llamas para que no le volvieran
a suceder. A falta de hoguera unos folios
desechados junto con unas cerillas le valdrán
para consumar el rito.
De forma inesperada el mundo se había
detenido, paralizado por una pandemia que
tarde o temprano tenía que llegar. Un tiempo sin
vuelta se ha quedado atrás y un mundo diferente
se cierne sobre nosotros al retomar la inercia del
movimiento. Esperemos no añorar en demasía
lo dejado por la popa.
Hubo un tiempo, cuando el mundo era joven
todavía, en el cual se forjaban leyendas, muchas
de ellas relacionadas con el sol, la tierra, el agua
o el fuego. Por entonces los humanos les rendían
pleitesía a estos elementos por considerarlos
todopoderosos y dadores de vida y bienestar.
Una de esas leyendas decía que el sol estaba
enamorado de la tierra y que en el solsticio de
verano se resistía a abandonarla. Su obstinada
pasión daba lugar al día más duradero del año
y por ende a la noche más breve. Las tribus,
en la anochecida, encendían hogueras para
transmitirle la energía del fuego al astro rey y
darle fortaleza en su deambular hacia el solsticio
de invierno, donde la noche se tomaba ansiada
venganza al convertirse en la más duradera
de todas las noches. Luz, sinónimo de vida.
Oscuridad, de muerte.
Con el transcurrir de los siglos aquella
noche más corta del comienzo del verano va
adquiriendo connotaciones mágicas y al fuego
purificador y fértil de las hogueras se le van
sumando nuevos rituales relacionados con
el agua y con la tierra, vinculada ésta con la
ceremonia a través de las plantas, las ramas y
las flores. Milenios después, con el auge del
cristianismo, la tradición se trasladó a una fecha
más acorde a los intereses religiosos: la noche
anterior a la celebración del nacimiento de Juan
el Bautista. Había que cristianizar costumbres
paganas.
Texto y fotografia
José Carlos Álvarez
30
La Feria de la Conserva se circunscribirá a una
decena de empresas productoras asturianas
Se celebrará del 23 al 26 de Julio en el muelle local, únicamente con 10 expositores: las empresas
asturianas fabricantes de conservas de pescado.
La empresa MG.Lab contratada como asistencia
técnica establecerá y coordinará los protocolos
para que el evento sea SAFE COVID.
Para el correcto cumplimiento de todas las medidas de seguridad, se dispondrá de un acceso de
entrada y una salida diferenciada.
Habrá un circuito de paso para visitantes, que
tan solo tendrán que seguir las indicaciones de
las marcas que incluiremos en el suelo.
“Teniendo en cuenta la situación actual, valoramos suspender el evento o dimensionarlo
únicamente con empresas fabricantes asturianas. Hemos tenido que adaptar y reducir un
evento que congregaba a multitud de personas
en el muelle local habría siendo imprescindible
la coordinación de unos protocolos para que la
organización de la edición de este año, cumpla
con todos los requisitos sanitarios previstos” –
explicó Juan José Fernández, edil de promoción
económica.
“Gracias a la implicación de la Asociación de
Conserveros de Asturias, que preside Carlos
Díez, pudimos ultimar y buscar la financiación
extra necesaria para la producción segura de esta
edición de la Feria conservera. La Dirección
General de Pesca del Gobierno del Principado
nos ha prestado su apoyo y orientación necesaria
“ - detalló Fernández.
“Hemos trabajado telemáticamente con la asociación regional de conserveros, contratando una
asistencia técnica para el correcto cumplimiento
de todas las medidas de seguridad en coordinación con autoridades sanitarias. Elegimos un
nuevo sistema de casetas de madera individuales
para cada una de las diez empresas asturianas,
con un perímetro acotado de vallas y un circuito
cerrado.
La distribución de las casetas será con forma de
herradura con todo el perímetro cerrado a través
de un sistema de vallas propiedad del Ayuntamiento y que cederá para la celebración de la feria”
– detalló el edil.
Participarán las empresas asturianas que siguen:
Agromar, Remo, Sellavarim, S.L., Anchoas Hazas, Conservas la Polar, Conservas Costera, Conservas Lanza, Conservas Eutimio, Conservas
Artesanales Telva y Conservas El Viejo Pescador.
La información de los participantes, estará en
soportes verticales ( tótems de 2 metros de altura), eliminando papeles, flyers y demás manipulados. dentro Se incluirá en dichos soportes
información de las empresas conserveras, imagen de la feria e información de medidas de
prevención.
Se contratará una empresa de seguridad. Se habilitará una zona de carga y descarga, por tiempo
limitado, para que la clientela pueda subir a los
coches la mercancía adquirida. También habrá
zona de aparcamiento para movilidad reducida.
Frente a cada caseta expositora, incluiremos
líneas de separación que marcarán la espera en
los stands. Habrá bandas de distanciamiento,
flechas de recorrido para marcarle al público
cual será la ruta de entrada y salida. Además,
como apoyo, estará el equipo la empresa contratada actuará de conductor del público para evitar
aglomeraciones.
Como los productos estarán a la venta en unas
casetas donde la distancia de seguridad con la
clientela se reduce se instalarán unas mamparas
de protección en cada caseta dejando una franja
por debajo, para que se pueda entregar mercancía
FECHAS Y HORARIOS DE APERTURA DE LA
FERIA AL PÚBLICO:
DÍA 23 DE JULIO - Horario de 17 a 21 horas.
DÍAS 24-25-26 DE JULIO - Horario de mañana
de 11 a 14 horas - Horario de tarde de 17 a 21 h
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32
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